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Sobre Ángeles y Cazadores por Ruka Hatake

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Notas del fanfic:

 

Notas del capitulo:

 

 

Ruka Hatake

¯*¯

 

Un huevo de ángel

 

 

Castiel era un ángel, uno que casi desde que se conocieron se convirtió en su protector después de sacarlo de las profundidades del infierno y el cual con el paso de los años se transformo en su amigo, en un hermano o cosa similar por quien no dudaría ni un momento en poner su propia vida en peligro para salvaguardar la de él.

 

Vamos habían estado metidos en diferentes mierdas hasta el cuello donde sus vidas no solo estuvieron al borde sino que realmente se toparon infinidad de veces con la muerte para poco después ser resucitados “Se siente más como un castigo más que como una salvación” le había dicho Castiel luego de lo que paso con los leviatanes y su paso por el purgatorio y Dean cuando le dijo aquello quiso decirle que en el fondo más que nada en las mañanas se sentía de la misma manera pero si no se daba por vencido era porque no estaba seguro de querer pasar una eternidad lejos de él, de Sam, de Bobby.

 

Así que no importaba que tan mal la pasaran que tanto perdieran lo más importante para Dean era atesorar esas pequeñas cosas, esos actos de felicidad efímeros que rara vez se presentaban, pero que seguían presentes.

 

Por eso ahora estando ahí sentado con los tres ángeles frente de él y el “huevo” Dean se sentía totalmente perdido, y es que no solo era que ambos eran hombres, bueno un hombre y un ángel en el cuerpo de un hombre; sino que ellos nunca habían hecho nada.

 

-Entonces... dicen que este huevo es su hijo.- comenzó a decir Sam al ver que Dean simplemente no podía ni pensar.- De Dean y Castiel.-

 

-Si, el producto del infinito amor.- contestó Gabriel entre risas

 

-¡¿Cómo?!- grito Sam tratando de que le dieran una mejor explicación

 

-Bueno Sammy veras cuando un hombre y un ángel...-

 

-Gabriel.- le calló Castiel.- A decir verdad no estoy muy seguro, es decir nuestros nacimientos desde que padre nos creo han sido realmente escasos, apenas una decena en todos estos milenios.-

 

-Pero tu y Dean.- volvió a decir Sam sin saber realmente que más podía decir en esa extraña situación

 

-Ciertamente es lo más raro que ha pasado en el cielo y la tierra, verán. Los ángeles somos energía no poseemos cuerpos como ustedes, cuando algún Nephilin ha nacido es casi siempre el receptáculo humano de genero femenino que usa el ángel para dar a luz. El producto se alimenta de nuestra gracia es por ello que sus poderes son tan asombrosos pero no por ello deja de ser más humano.- comienza a explicar Rafael.- Estos nacimientos son difíciles además de prohibidos claro esta. Aúnque también entre nosotros esta esta posibilidad sin embargo, es aún más difícil pues sin cuerpos realmente no hay lugar donde disfrutar de crear el producto, mucho menos de mantenerlo formándose.-

 

-La primera pareja ángelical era de bajo rango, cupidos que infectados por los hombres comenzaron a añorar se entre ellos y algo de su unión espiritual.- interrumpió Gabriel

 

-Entonces nuestro padre hizo posible algo, cuando la unión entre los dos ángeles era tan perfecta como para que el lazo del destino los uniera por la eternidad la energía conjunta de ambos crearía una coraza donde dentro se desarrollaría el nuevo ángel.-

 

-Dean no es un ángel.- Remarco Sam tratando de obviar el hecho.

 

-No. Pero tampoco es un humano normal. Era en un principio el caparazón de Gabriel y vamos que ambos han sido tocados por la gracia de Castiel más veces de las que puedo contar para curarlos hasta de una simple cortada. Eso sin contar con el hecho de lo que tuvo que hacer Cass para traerlo completo del infierno.-

 

-¿Así que yo también puedo tener un hijo con el?-

 

-No, acaso no estas escuchando. Solo cuando las dos gracias, bueno en este caso la gracia y el alma de tu hermano se unieron en una perfecta unión se dio el milagrito. Así que aúnque tu amaras a Castiel a tales niveles el ya esta unido a tu hermano haciendo imposible algo entre ustedes, bueno solo el dolor de tu corazón roto.-

 

-Eso es nuestro hijo- se atrevió finalmente a pronunciar Dean con un deje de duda y añoranza

 

-Si.- contestó Castiel mirandolo de frente

 

Al escuchar la respuesta firme que no dejaba más dudas de que se tratara de un sueño o alguna maldita broma Dean se levanto sintiendo tantas cosas que no podía describirlas, salio como una bala del cuartucho de hotel que le parecía terriblemente estrecho y cargante. Se deslizo hasta su auto dejando caer la cabeza sobre el volante tratando de regular su respiración que comenzaba a ser errática.

 

Se quedo ahí un muy largo rato tratando de darle algún sentido a lo que sucedía, pero vamos que el no era de los que piensan mucho y menos en esa clase de casos que están más allá de toda lógica y realidad.

 

Castiel apareció entonces en el asiento de al lado inquieto por saber si Dean se encontraba bien, Dean ni siquiera despego la frente del volante. Dejo salir un largo suspiro.

 

-Así que tu y yo seremos papas.- dijo sin despegar la frente del volante y aún con los ojos cerrados.

 

-Se que esto es difícil para tí Dean.- le dijo de forma solemne.- Dean...-

 

-Esta bien Cass, no importa que digas a decir verdad dudo mucho entenderlo.-

 

-Dean.-

 

-¿Será como tú?, ¿podré verlo, abrazarlo?, ¿o necesitara un embace como tú, para meter su moho?-

 

-No lo se Dean-

 

Y es que no había forma de saber algo que era tan único e insólito. Castiel tenia miedo de que Dean se apartara de su lado de perderlo por completo o de que aquel milagro se deshiciera entre sus dedos.

 

-Seremos papas Cas, ¡seremos papas!-

 

Y con esas palabras Castiel se relajo y supo que no iba a ir nada mal, porque esa sonrisa significaba que ya no iba a estar solo, ninguno de ellos lo volverían a estar.

 

 

 

Notas finales:

Y que tal?


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