Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

En la oscuridad del Bosque por InfernalxAikyo

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí otro capítulo :3 Lo he hecho un poco dormida así que cualquier error ortográfico háganmelo saber, si les gustó dejen un lindo review
Un abrazo y gracias por leer <3

* : Hace referencia a un ovni


-¡Señor Desmond!- Mi madre abría la puerta. Había pasado alrededor de una hora y yo ya me había tranquilizado, de alguna forma la visita de mi madre me había servido para tener algo más de calma. No lo había visto, pero su comprensión me había servido para desahogarme. Miré su figura congelada bajo el umbral, un escalofrío la recorrió por completo, pude sentir como sus cabellos rojizos se erizaban uno por uno, como un felino. Guardo algunos segundos de silencio, hasta que por fin abrió la boca.

- S… ¿Soul?-  Su voz sonaba sorprendida. Miré por sobre su hombro para intentar divisar que se veía tras su silueta.

- Señora Rouge…- La voz tímida de mi amigo invadía de pronto el comedor –Cuanto tiempo ha pasado…-

- ¡Dios, no puedo creerlo!-La suave voz de la pelirroja se tornó sumamente alegre, les obligó a pasar a ambos -¡Has crecido!- Dijo mientras tomaba un mechón del oscuro cabello de Soul -¡Tan solo mírate! ¡Te has puesto muy…!- Calló y sus mejillas se ruborizaron por completo, sus ojos se habían clavado en la figura de Soul, aún estaba a torso desnudo y dejaba al descubierto sus hombros anchos y el fibroso pecho dónde aún caían algunas gotas de sudor. Sentí algo de vergüenza, mi madre estaba deseando descaradamente a mi amigo.

 –Te has puesto muy guapo…- Terminó torpemente bajando el tono de voz. Soul correspondió esbozando una gran sonrisa, sonrisa que se apagó cuando clavó sus ojos en los míos. Solo en ese momento me di cuenta, mis ojos estaban rojos e hinchados, grandes ojeras les cubrían como un mar oscuro y aún sentía mi rostro palpitante por las cálidas lágrimas que habían caído minutos antes, él lo había notado, que había estado llorando.

Intentó aproximarse a mí pero yo le hice un gesto con la mano indicándole que estaba bien. Mi madre no había preguntado nada y no quería dar ningún tipo de explicación frente a ella.

- ¿Cómo se ha portado mi hijo, señor Desmond?-  Mi madre parecía entusiasmada. Su presencia alegre le daba un aire distinto a la casa, nunca había estado tan contento de que ella estuviese aquí.

- Yo…- El vampiro tartamudeó un poco confuso mientras dirigía una mirada hacia mí. Solo entonces me dí cuenta, todos mis pensamientos llegaban a él, debía silenciar mi cabeza.

 -Solo llámame Desmond, Lily- Respondió. Sus ojos mieles se iluminaron levemente y dirigió una cortés sonrisa a mi madre, lo que hizo que esta se ruborizara y casi escuché como un suspiro escapaba de sus labios. Había olvidado el encanto que tenía el cazador sobre todo aquel que le rodeaba. Soul bufó mientras hacía una mueca burlesca, imitándolo, de alguna forma el encanto de Desmond no rozaba si quiera al pelinegro.

- Él se ha comportado como lo haría un ángel- Respondió dirigiendo de nuevo hacia mí. Mi madre unió su mirada a la del cazador, mirándome ambos con un leve aire paternal.

Mi madre había llegado muy temprano, a eso de las seis de la mañana, por lo que se ofreció a preparar el desayuno sin escatimar en esfuerzos. Una tarta de fresas con crema con algunos panes horneados, fruta, leche  y café de grano fue nuestra suculenta primera comida del día. Nos sentamos a la mesa a conversar, mi madre no paraba de hacerle preguntas a Soul sobre que había pasado con él los últimos diez años y no se detenía al sugerir teorías como que se había ido tras un amor o que lo había secuestrado uno de esos aparatos que de vez en cuando solía verse en el cielo*. Todos reímos y hablamos durante horas, como si fuésemos una familia o amigos, como si el odio que sentían el cazador y Soul mutuamente no existiera, como si los hombres lobo no habitaran nuestros bosques o como si no tuviésemos a un vampiro homicida rodeando nuestra aldea. El día pasó tristemente tan rápido  que apenas logré darme cuenta que estaba atardeciendo.

- ¡Dios! ¡Debo irme, se ha hecho muy tarde!- Mi madre se levantaba rápido de su lugar y se dirigía hacia la puerta, la tomé del brazo.

- ¿Qué haces largándote sola?- Sonreí –Te acompañaré hasta la casa de la abuela-

- ¿E…Estás seguro, Sasha?- Los carmines labios de la pelirroja temblaron levemente –Es…muy peligro…-

- Madre…- Interrumpí un poco sonrojado  -Ya estoy lo suficientemente mayor como para protegernos a ambos…-

- ¿No deseas que te acompañe?-La voz de Desmond interrumpía de pronto dentro de mí.

- No…-
Sonreí mientras miraba hacia él sin abrir la boca –No es necesario…-  Quería pasar un poco más de tiempo con mi madre. Desmond pareció entender y asintió con la cabeza. Lily se despidió de Desmond y Soul y sujeta de mi brazo nos adentramos en el bosque.

Fue una suerte el repentino deseo de querer acompañarla. La luna llena reinaba en lo alto, dejarla sola habría sido muy peligroso. Caminamos en silencio por un largo rato, la esfera blanca resaltaba majestuosa entre las estrellas que bailaban alrededor de ella en el cielo negro sin nubes y una leve pero fría y cortante brisa corría por el lugar produciendo un suave silbido al rozar nuestros rostros.

- ¿No sabes qué hacer con ambos, no?- Mi madre quebraba la afonía en la que habíamos estado ambos, hubiese preferido que no lo hiciera.

- ¿De qué hablas?- Dije con desaliento, intentando mirar hacia otro lado.

- No creas que no lo sé, Sasha- Sonrió mientras estiraba su brazo y daba vuelta mi cara nuevamente hacia ella –Lo he sabido desde siempre- Le miré confuso.

- Nunca has traído una chica a nuestra casa…- Comenzó enumerando con los dedos –Te has obsesionado con encontrar al asesino de Soul hasta que lo encontraste a él. He visto las miradas entre…-

-Basta…- Interrumpí –Ya he entendido…- Detuvo su paso.

- No sé qué es lo que sientes por Desmond…-  Dijo tomando mi mano con suavidad –Pero he visto lo que él siente por ti, Sasha, lo he visto en sus ojos…No le hagas daño- Sonrió y continuo su paso arrastrándome con ella.

- Debes tomar una decisión, hijo- La miré con los ojos abiertos como platos, mi madre lo sabía todo. Sabía que amaba a Soul pero que no podía alejarme de Desmond ¿Qué tomara una decisión? ¡Maldita sea, había cosas más importantes que eso!

- Hay cosas más importantes…- Dije mientras dirigía una rápida mirada a la blanca luna que se alzaba en el cielo.

- ¿Sigues con eso de capturar al raptor de Soul?- Preguntó mientras su azulada mirada buscaba la mía -¿Para qué? Ya tienes a Soul contigo. Debes centrarte más en tus sentimien…-

- Annie y su hijo fueron asesinados…- Murmuré interrumpiéndola nuevamente. Mi madre frenó de golpe y vi como su cuerpo se retorció en un escalofrío. Mi mano tembló fuertemente, el recuerdo del cuerpo sin vida de Annie llegó a mí como un relámpago.

- Buscaré a quien los mató y tomaré venganza- Sonreí mientras tomaba el rostro angustiado de Lily y secaba las prematuras lágrimas que amenazaban con escapar, ambas eran muy amigas.

En el fondo sabía que el asesino de Annie y Emilie no era el mismo que secuestró a Soul, pero era la excusa perfecta para seguir buscándolos a ambos. Sentía la necesidad de encontrar al lobo que mantuvo a Soul lejos de mí todo este tiempo, así como sentía las desbordantes ganas de vengarme de Annie.

- Yo…- Murmuró con la voz quebrada. –No sabía que Annie…- Hice un gesto para que guardara silencio.

- No te preocupes- Insistí –Encontraré al asesino- Ella asintió con la cabeza y siguió su paso lentamente arrastrada por mi brazo, la noticia le debió afectar mucho.

 No demoramos en llegar hasta la vieja cabaña que estaba sobre un pequeño monte.

- ¿No quieres pasar?-

- Debe estar durmiendo, no quiero que despierte. Iré a verla cuando todo termine-

- ¿Cuándo termine qué?-

- N…Nada- Negué con la cabeza mientras me acercaba al rostro de mi madre y besaba su frente. No quería mancharla, no quería envenenar a Lily con mis preocupaciones ¡Ella no tenía por qué enterarse! No debía hacerlo, era mejor no conocer la existencia de las atrocidades que me había tocado ver, con la noticia de Annie era más que suficiente.

Me alejé de la casa con un extraño sentimiento de preocupación aún en mí cabeza. Aceleré el paso, la luna aún estaba allí y amenazaba con traerme problemas.

- ¡Sasha!- Esa voz me hizo temblar por completo. No había caminado más de veinte minutos cuando sentí las graves palabras entrar en mis oídos. Frené mi paso.

- ¿Qué demonios quie…?- Pero no tuve tiempo para terminar mi frase. El cuerpo del vampiro se movió rápidamente y con ferocidad me tomó del abrigo, levantándome del piso. Sus ojos anaranjados brillaban con rabia.

No lo entendí hasta entonces, sus brazos parecían más fuertes, su mirada parecía más cortante, sus manos me apretaban más bruscamente. Y es que la luna llena no solo afectaba a los hombres lobo, hacía lo mismo con vampiros y con toda criatura viviente que tuviera agua en su cuerpo.

Incluso yo…

- ¡Suéltame! ¡Maldita sea!- Exclamé molesto mientras sujetaba sus manos con firmeza y las apartaba de mí.

Su cabello oscuro alborotado se movía con el viento, estaba tenso y sus anaranjados ojos estaban ansiosos de sangre, me deseaba, podía notarlo en su mirada. Ethan tenía una extraña fascinación conmigo que me asustaba, cada vez que me veía, cada vez que me sentía, quería devorarme. Y siempre lo intentaba, de alguna u otra forma.

- Dejemos esto, Ethan- Dije en un tono molesto mientras intentaba retomar mi camino, pero su mano me detuvo.

- ¿Dejar que, pelirrojo?- Preguntó con sarcasmo -¡Eras tú el que me buscaba!- Afirmó atrayéndome hasta él con fuerza, acercando su boca a la mía, sus dientes brillaban blancos entre sus labios rojizos. Hice una mueca molesta y confundida.

- ¿De qué estás hablando?-

- Me buscas a mí, al asesino de Annie-  Me paralicé por completo ¿Cómo demonios no lo había visto? ¡Estaba completamente claro que había sido un vampiro! El cuerpo no tenía sangre. Solo que no lo vi, estaba tan preocupado de mis propios problemas que olvidé que había jurado vengar a mi amiga.

- Cómo… ¿¡Cómo demonios te atreviste, Ethan!?-  Grité enfurecido mientras ahora yo le tomaba por la camisa y lo tiraba al suelo. Sin pensarlo demasiado caí sobre él y comencé a darle golpes en la cara. Su piel era dura, como una coraza pero no importaba, de alguna forma estaba descargando mi ira contra sus mejillas pálidas que se movían con brusquedad cada vez que azotaba mis puños contra ellas. No podía detenerme, aunque lo quisiera, aunque mis ojos estuvieran viendo cómo la sangre comenzaba a brotar de sus labios, no podía parar, no mientras mantuviera esa irónica expresión en su rostro, sonriendo, burlándose de lo que le había hecho a Annie. Por un momento pegué mi mirada a la suya, pude ver mis ojos reflejados en sus pupilas, la persona que estaba viendo en sus espejos naranjas no era yo. Dentro de mí no entendía porque no podía detenerme, sabía que estaba mal pero estaba dispuesto a correr el riesgo.

- ¡Maldito infeliz!- Gruñí mientras tomaba su rostro ensangrentado con ambas manos y lo golpeaba con fuerza contra el suelo ¡Quería asesinarlo! ¡Quería cortarlo en pedazos mientras me observaba con esa sonrisa!

- ¡Hubieses oído como gritaba esa mujerzuela!- Gritó entre carcajadas, dejando relucir sus colmillos blancos. Estaba decidido, no me importaba si le gustaba el dolor ¡Le daría en el gusto! ¡Acabaría con él! Di un fuerte golpe en el estómago que le hizo retorcerse para luego tomar la daga que guardaba en la bota izquierda, levantándola contra él, la iba a clavar, directo en su corazón.

- ¡Sasha!- La voz de Soul me sacaba de trance mientras sentía como no podía mover el arma, mi amigo sostenía con fuerza mi muñeca. No pude reaccionar, cuando me di cuenta de lo que había hecho no quise detenerme.

- ¡Soul! -Grité intentando zafarme de su mano opresora, parecía tener más fuerza que nunca -¡Déjame matarle, Soul!-

- ¡No dejaré que te ensucies las manos, Sasha!- Exclamó mientras con la fuerza de sus brazos me apartaba de Ethan y me lanzaba hacia atrás, volé algunos metros hasta estrellarme contra un arbusto.

Entonces lo vi, Soul estaba tan furioso como yo. Como si Ethan pesara menos que una bebé lo tomó tan solo con una mano y embistió su cuerpo contra un roble, haciéndole escupir sangre, luego lo tiró al piso como y comenzó a darle patadas en el suelo, el vampiro pareció reaccionar y tomó su pie para que el también cayera, Ethan se posó arriba de Soul, musitando algo al oído, algo que apenas pude oír.

- Se quién eres maldito- Susurró mientras la sangre caía desenfrenadamente de su boca –Y voy a matarte…- En ese instante Soul invirtió la posición y comenzó nuevamente a darle una paliza, más salvaje que la anterior. Veía como sus puños chocaban contra las mejillas y el estómago de Ethan sin compasión, los ojos de Soul resplandecían con un inusual brillo, y su cuerpo se veía más fibroso y fuerte, mucho más que cualquier otro día. La coordinación de sus músculos trabajando todos al mismo tiempo era inhumana, la forma en que tomaba a Ethan me impresionaba, el vampiro debía pesar al menos unos sesenta kilos, pero entre las manos de Soul parecía pesar menos de una pluma. Sus golpes se hacían cada vez más bestiales, incluso más que los míos, Soul nunca conoció a Annie ¿Entonces por qué? ¿Por qué reaccionaba con tanto odio?

No, no era odio lo que movía al pelinegro a aplastar el cuerpo de Ethan, era ese extraño descontrol que había visto antes en él, él…

Parecía disfrutarlo.

- ¡Basta, Soul!- Grité exasperado, el giró la cabeza hacia mí, me encontré frente a frente con su mirada fría, cortante, despiadada, animal ¡Este no era el Soul que conocía! Me asusté y al parecer él lo supo y se apartó del malherido Ethan para avanzar hacia mí, vi como el vampiro escapaba pero no dije nada. Cada paso que Soul daba era uno que yo retrocedía, no podía evitarlo, inconscientemente estaba aterrado, lo que estaba viendo era aterrador.

- Aléjate…- Murmuré mientras chocaba con el tronco de un árbol. Soul me miró con frio desconcierto mientras me atrapaba y se paraba frente a mí, colocando su boca considerablemente cerca de la mía, mi respiración agitada entró en su boca.

- ¿Sasha?- Su voz había cambiado. Abrí los ojos sorprendido, esto era… ¡No podía ser!

- ¿S…Soul? -Apenas las palabras escapaban de mi boca, mi voz estaba temblorosa y asustada –¿S…Soul? - Él se acercó aún más para oírme mejor.

- Soul...¿Por qué? – Todo mi cuerpo se tensó y mis manos temblaban sin poder evitarlo.Mi voz se quebró de pronto.

- ¡S…Soul! ¿¡Por qué tus ojos se han vuelto amarillos!?-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).