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En la oscuridad del Bosque por InfernalxAikyo

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Notas del capitulo:

Aquí el ultimo capítulo! :D Lo tenía listo hace días pero he tardado un poco en subirlo D: pero aquí está...

Espero que les haya gustado mi historia n_n traída desde las profundidades más enredadas de mi cabecita loca :D 

Ya saben, si notan alguna falta ortográfica o alguna palabra repetida xd lo que sea háganmelo saber n_n 

Y si gustan dejen sus impresiones finales en un lindo review <3

PD: Sé que ya lo sabían pero lo pondré igualmente aquí :D "Le Petit Chaperon Rouge" Es en francés "La pequeña Caperucita Roja" 


Abrazos * ! 

Muchas gracias por leer :) <3


- ¡Traidor!- Exclamó Vlad mientras desenfundaba su espada y arremetía contra mí, su velocidad era tanta que no pude reaccionar, cerré los ojos esperando lo peor pero nada paso. Solo una respiración intensa sobre mí me obligó a abrirlos de nuevo.

La espada le había atravesado un hombro, jadeante estaba sobre mí, protegiéndome, el hombre lobo ¿Por qué diablos me estaba defendiendo? ¡Se supone que estás bestias salvajes no salvan humanos! El dolor de la hoja atravesándole la piel parecía ser demasiado y un agudo aullido escapó de su boca. Instintivamente llevé mis manos a su rostro y lo acaricié. Era típico de los cazadores bañar las hojas de sus armas en plata, para causarles más dolor a los hombres lobo.

- Así que este humano es muy preciado para ti, Lycan-  Dijo el vampiro clavando más fuerte aún la espada en su hombro.
Mis ojos se abrieron como platos al escuchar ese nombre, solo una vez lo había oído antes.

- ¿Has oído hablar de Lycan?- Pregunté sin despegar la mirada del libro de tapa negra que tenía frente a –Es mencionado aquí, en el libro- Los ojos mieles del cazador se posaron en mí.

- Si, es una leyenda- Dijo distraído.

- ¿Ah, sí?-

- El espíritu inmortal del primer hombre lobo que pisó esta tierra- Mi mirada se apartó de la amarillenta hoja y se dirigió hacia los ojos de Desmond.

- ¿Un espíritu inmortal?- Pregunté un poco confundido.

- Si…- Continuó –Un alma que no tiene descanso y está obligada a reencarnar eternamente- Eso sonaba horrible –Cada cierto tiempo toma el cuerpo de alguien al nacer y lo transforma en su nuevo cuerpo cuando está listo…- Tragué saliva.

- Algo parecido pasa con los Vampiros Purasangre…- Musitó un poco más bajo –Pero nuestra alma puede descansar cuando nuestra deuda esté saldada…- Me quedé pasmado clavado por unos segundos en el centro de sus ojos claros, por un momento me parecieron tristes. Desmond se percató de esto y me obligó a apartar la mirada.

- ¿Existe alguna forma de matarle?- Dije avergonzado intentando controlar el rubor de mis mejillas.

- Si…hay una- Susurró en voz baja –Simplemente matarle…pero es tan fuerte que nadie nunca ha podido hacerlo-

Toda esta historia de reencarnar eternamente sonaba como la peor de las torturas, por un momento, le di las gracias al cielo por ser humano y tener una vida corta.


- ¿Ly…Lycan?-  Pregunté asustado - ¡Debes estar bromeando, Vlad!- Exclamé nerviosamente levantando la cabeza por sobre el hombro del lobo -¡Lycan es una leyenda!-

- ¡Pues tienes una leyenda justo frente a ti!- Gritó enfurecido y rápidamente sacó su arma del cuerpo de la bestia y se apresuró a clavarla nuevamente. Me aparté del animal rápido y me puse delante de él, haciendo chocar una de mis dagas con la punta de su espada. No sabía por qué le estaba defendiendo ¡Estaba protegiendo a Lycan! ¡El mayor come hombres de toda la historia de la humanidad! Pero no podía evitarlo.

-¡Sasha….tu!- Exclamó frenético y rápidamente me tomó por un brazo y me lanzó lejos contra unos árboles pero antes de estrellarme Lycan estaba sujetándome entre sus brazos fuertes y amortiguaba mi choque con su cuerpo. Le miré sorprendido, a él le estaba ocurriendo lo mismo. Por algún motivo él me estaba protegiendo también.

- ¿Qué es lo que pretendes defendiéndole, Lycan?- Vlad parecía realmente enfadado. En un movimiento tan veloz que no pude ver claramente, saltó sobre el lobo y le apuñaló en la espalda, comenzando ambos una feroz batalla que me fue imposible impedir. Cuando intenté moverme Ethan ya estaba sobre mí golpeándome en la cara, debía defenderme.

- ¡No eres más que la perra de esa bestia!- Exclamó furioso mientras me golpeaba en la quijada. Invertí la posición y me posé sobre él para comenzar a golpearle yo esta vez. No sabía cómo responderle a Ethan, yo mismo me estaba contradiciendo ¿Qué demonios hacía yo, ayudando a Lycan, el señor de las bestias, el más fuerte de todos los lobos? ¡Se supone que mi objetivo era matarle!

Tuve la oportunidad y la aproveché, en un descuido tomé una de las pistolas y la apunté directamente al vampiro, atravesando su hombro izquierdo con una bala, sabía que eso no le mataría pero lo retendría por un tiempo. Rodé por el piso hasta caer a su lado, exhausto.

Estaba jadeando y apenas podía respirar, estaba muy cansado y comenzaba a sentir las mejillas hinchadas luego de tantos golpes, mi boca estaba sangrando y estaba asustado, estaba metido en un lío y no tenía ni a Soul ni a Desmond a mi lado.

Un estruendo me obligó apartarme, el cuerpo de la bestia caía justo donde yo había estado tendido segundos antes, no tardó en levantarse y en arremeter nuevamente contra Vlad. Quedé estupefacto mirando la intensa lucha que se daba entre ambos, Lycan tenía la fuerza de diez mil hombres y se movía ágil como un felino aún estando profundamente herido, parecía querer aferrarse a la vida con fervor. No podía apartar los ojos de él, me fascinaba verle luchar de esa forma, tan arduamente, tan bestial.

- ¡No vas a escaparte!- Ethan se había levantado y ahora estaba tras de mí, apresándome y amenazándome con un cuchillo.

- Detente ya Lycan, si no quieres ver al chico morir- Gritó hacia el lugar dónde su compañero y la bestia estaban luchando. ¡Demonios! No debí haberme distraído, me había atrapado. Para mi sorpresa el lobo se detuvo cuando estaba a punto de cortarle la cabeza de una mordida al ensangrentado Vlad. Ethan sonrió.

- Eso es…- Murmuró con maliciosa sonrisa –Acércate aquí…- Lycan obedecía sus órdenes al pie de la letra, cada vez que intentaba hacer otro movimiento el vampiro presionaba más el filo del arma contra mi cuello.

- ¿¡Qué estás haciendo, Lycan!?- Exclamé molesto intentando llamar su atención -¡Eres el señor de la noche, maldita sea!- Me enojaba profundamente que esta criatura legendaria se rebajara al nivel de Ethan tan solo para protegerme.

- Acércate, cachorro…- E hizo un gesto con su dedo índice para atraerlo hacia mí. El lobo llegó hasta nosotros, su pelaje completamente negro y sus ojos fieros no correspondían con lo que estaba haciendo en ese momento. Casi dejé de respirar cuando le vi frente a frente, aun si estaba obedeciendo órdenes de otra persona, su mirada seguía cortante, fría y salvaje y se me hacía inmensamente familiar ¿Dónde la había visto antes? Clavó sus ojos en los míos, como si quisiese hablarme, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, yo ya había vivido esto antes.

- Muéstranos tu forma humana…- Rió el pelinegro. Mis ojos se abrieron expectantes ¿Lycan tenía una forma humana también? Él agachó la cabeza, parecía triste aún en su forma zoomórfica, dudó algunos segundos pero la hoja del cuchillo comenzando a penetrar mi piel y dejando escapar el primer hilo de sangre le convenció de que el vampiro iba enserio. Sin despegar sus ojos amarillos de los míos comenzó a transformarse. Primero sus patas traseras de animal se transformaron en firmes y fibrosas piernas humanas, luego sus caderas y su torso ahora se teñían del característico color trigo, sus hombros, ¡Esos  hombros se me hacían intensamente conocidos! eran anchos y fuertes. Tomé instintivamente una de sus patas en mis manos y observé cómo se transformaba en una cálida y conocida mano humana, quise cerrar los ojos y dejar de ver lo que estaba presenciando.

- ¡No transformes tu rostro! ¡No! ¡No quiero verlo!- Grité desesperado intentando que se detuviese, pero no lo logré; sus ojos amarillos ya se habían tornado verdes, verdes como las hojas de los árboles y los cabellos oscuros comenzaron a descender sueltos y revueltos desde su frente completamente humana hasta sus caderas.

Los ojos se me llenaron de lágrimas, no, no podía creer a quien tenía en frente ¡Esto debe ser una broma! Pensé, pero era demasiado real como para serlo. Deseé nunca saber la verdad, deseé nunca haber llegado aquí ¡Era a Soul quién tenía frente a mis ojos! ¡Todo este tiempo él…!

Todo este tiempo le estuve buscando, al lobo que se llevó a mi amigo, a la bestia que llegó a arruinar mi vida, todo este tiempo…

Era a Soul a quién estaba buscando.

- Soul…- Mi voz se quebró y las lágrimas comenzaron a brotar solas cayendo por mis mejillas sin poder controlarlas - ¡Soul! ¿Por qué?- Exclamé en un grito mezcla de furia y tristeza ¿Por qué no me lo dijo desde un principio? ¿Por qué se ocultó durante diez años? ¿¡Por qué demonios apareció!? Eran tantas preguntas, tantas respuestas que merecía escuchar, pero las palabras apenas cruzaban mis labios y la voz apenas podía escapar por mi garganta. Ethan me soltó de pronto y me derrumbé cayendo de rodillas frente a la figura de Soul.

- Lo siento, Sasha…-  Dijo mirándome desde arriba, pude sentir como una gota descendió de su rostro y cayó sobre mis manos.

- Yo…No sé como…-

- ¡Cállate!- Grité furioso poniéndome de pie y tomándolo por los hombros -¿¡Sabes acaso todo lo que sufrí cuando te fuiste!?- Le zamarreaba con tanta fuerza que sus ojos llorosos me miraban sorprendidos y atónitos -¿¡Sabes cuánto te busqué mientras tú estabas desaparecido!?- Le tomé con más ímpetu y azoté su espalda contra un árbol. Clavó sus ojos en los míos y me tomó a mí por los brazos, girándome y embistiéndome contra el tronco.

- ¿¡Crees que yo no sufrí transformándome todas las lunas llenas en esta bestia!?- Gritó, ahora el iracundo era él -¿¡Crees que no me dolió alejarme de ti, Sasha!?-

- ¿¡Qué sabes tú de dolor, Soul!?- Grité con toda la fuerza que mi garganta temblorosa daba -¿¡Qué sabes tú, Lycan!?- Poco a poco sentí como sus manos comenzaron a aflojar -¡Eres una bestia! ¡No sabes lo que es el dolor!- Exclamé con la voz desgarrándome la faringe. Sentí como Soul se inmovilizó, sus ojos abiertos estupefactos me indicaban que mis palabras le habían herido, pero no tuve tiempo de disculparme, había algo que le preocupaba aún más…

- Debí haberlo sabido…- La voz grave, amarga y con una pizca de decepción entraba a mis oídos y me llenaba de miedo. Miré hacia el rostro de Soul, su cabeza estaba siendo apuntada con un arma al igual que su estómago, pude reconocer perfectamente las pistolas plateadas con bordes negros.

- Debí haber sabido que tú eras un hombre lobo…- Los ojos completamente rojos de furia de Desmond asomaron de la penumbrosa oscuridad. Sus armas contra el cuerpo de Soul me hicieron temblar.

- Desmond, no…- Intenté decir, pero una fulminante y fugaz mirada del cazador me hizo callar inmediatamente.

- Estoy decepcionado de ti, Soul- Dijo como si no me hubiese escuchado. Las palabras del vampiro sonaban tristes –Debiste haberme matado mientras podías…- Su pálido rostro se acercó al de Soul, tanto vi como un temblor azotó el cuerpo del pelinegro, los labios níveos del blondo se acercaron a su oído:

- Por qué ahora tendré que matarte…-

Fue como si lo hubiese visto en cámara lenta, fue como si lo hubiese  sentido justo antes de que el cazador apretase el gatillo, un segundo antes de que lo hiciera me interpuse irresponsablemente entre él y Soul, Desmond titubeó y alejó los disparos de mí, moviendo las pistolas hacia arriba. Había evitado que le disparase en la cabeza, pero Soul no tardó en caer al suelo, una bala había entrado en su estómago.

- ¡Sasha! ¿¡Cómo te atreves!?- El vampiro parecía furioso. Me tomó por la camisa y me levantó del piso con fuerza sobrenatural, sus ojos coléricos se clavaron en los míos exigiéndome explicaciones, aunque por un momento me pareció ver como el carmesí de sus pupilas se tornaba levemente aguado.

- Lo siento mucho…- Dijo intentando esconder el notable temblor de su voz –Pero es lo que tengo que hacer…- Y entonces sin poder evitarlo vi como el brazo con el que me levantaba se movía levemente hacia atrás, cerré los ojos y sentí como me lanzó lejos, estrellándome contra un árbol y golpeándome en la cabeza.

Cuando volví a abrir los ojos Lycan había vuelto a ponerse de pie, su forma salvaje había sido nuevamente expuesta. Vi como Ethan y Vlad se sentaban a los pies de unos árboles ¡Esos malditos! ¡Iban a disfrutar del espectáculo! Pero no podía juzgarlos, no podíamos hacer nada más que observar.

Soul se abalanzó frenéticamente contra el cazador, pero este fue más rápido y lo esquivó ágilmente y lo embistió contra el suelo, apuntándole con sus pistolas. El lobo se levantó rápidamente y le arañó el torso con sus afiladas garras, dejando escapar un casi imperceptible gemido de los labios de Desmond. El pelinegro se alejó y tomó velocidad para dirigirse hacia el cazador, quién hizo lo mismo, y cuando estaban a punto de chocar…

No podía creer lo que estaba viendo.

Justo antes de que sus cuerpos se encontraran, de la espalda de Desmond comenzaron a aparecer unas gigantescas alas negras, como las de un cuervo, brillantes y con ese tono levemente azulado, una pluma llegó hasta mí y la tomé entre mis manos ¡Eran de verdad! ¿Qué demonios era esto? Desmond tomó el pesado cuerpo de Soul y lo elevó consigo por los aires, perdiéndose tras la figura de la luna carmesí.

Los próximos minutos fueron de silencio absoluto. Miré hacia todos lados y no vi absolutamente nada, las figuras del cazador y Soul habían desaparecido en la bruma del cielo nocturno ¿Había sido real todo lo que había visto? El falso silencio amenazó con extinguirse cuando oímos un pequeño murmullo descender desde lo alto, hasta que les vimos aparecer. En picada, como un águila cuando caza a algún roedor, ambos caían desde más arriba de las copas de los árboles y cuando estuvieron a punto de estrellarse contra el suelo Desmond tomó a Soul y lo puso debajo de él, dejándole toda la  fuerza del impacto. Una gran capa de polvo se levantó y por un momento me pareció escuchar como los huesos de Soul se rompían contra la dureza del suelo.

- Detente, Desmond- Pensaba en voz baja intentando llegar a él, pero su mente parecía estar apagada, no me estaba oyendo.

- Por favor…- Supliqué mientras veía como el manto de polvo se esparcía y dejaba ver lo que estaba tras de ella. El cazador yacía sobre el malherido cuerpo de Soul y le golpeaba frenéticamente en el rostro. La brutalidad de sus puños embistiéndole me hizo estremecer.

- ¡Desmond! ¡Detente!- Desmond miró hacia mí y se distrajo, Soul aprovechó el descuido y se abalanzó sobre él, mordiéndole un hombro y rugiéndole en el rostro, furioso como un lobo salvaje, el blondo correspondió el energúmeno rugido mostrando los afilados dientes escondidos tras sus labios, como un león peleando por su presa. Luego ambos comenzaron a golpearse, era cómo si desde hace tiempo estuviesen censurando el odio que el uno sentía por el otro, parecían disfrutar con esta feroz pelea.

Sentí un fuerte nudo en el estómago y como todos y cada uno de mis nervios explotaba ¡Uno de ellos iba a morir! Intenté levantarme pero el temblor de mis piernas no me lo permitió y me hizo caer al suelo nuevamente, todo mi cuerpo estaba tiritando, de miedo, de ansias y de múltiples sensaciones que comenzaban a invadirme ¿En serio tenía que terminar todo de esta forma?

- Deténganse chicos…-  Las imágines de mis recuerdos comenzaron a brotar, después de todo Soul y Desmond eran lo único que tenía y ahora…se estaban matando entre ellos.

La pelea estaba a punto de terminar, un grito desgarrador me hizo mirar nuevamente lo que estaba pasando ¡Desmond! Él mantenía a Soul sujeto del cuello mientras… ¡Le estaba mordiendo! ¡Estaba bebiendo su sangre!

- ¿¡Qué!? ¿¡Qué me has hecho!?- Soul sonaba desesperado, entonces lo supe, Desmond le había inyectado un veneno, alguna vez había oído de la capacidad de algunos vampiros para paralizar a sus víctimas por algunos minutos. Sus ojos carmesís de pronto volvieron a su color miel característicos y dejó caer al pelinegro al suelo, le había inmovilizado por completo. Se posó sobre él y le apresó con sus piernas, sacó una de sus pistolas y apuntó a su cabeza, Soul dirigió una última mirada hacia mí y pareció sonreírme.

¡No! No podía permitir esto.

 -¡Desmond por favor! – Grité sin poder evitar las lágrimas que inevitablemente comenzaban a invadirme. La angustia y el terror de perder a Soul fue más fuerte que el miedo que estaba sintiendo y logré levantarme y correr hacia ellos.

No me lo quites de nuevo…

Repetía esa frase una y otra vez en mi cabeza, no podía hablar por qué las palabras simplemente no salían, el aire comenzaba a faltarme y sentía mi corazón latiendo rápidamente, tanto que parecía querer explotar dentro de mi pecho. Me acerqué a Desmond y me desvanecí contra su hombro, el cazador dirigió sus ojos a los míos y pareció conmoverse. Tomé aire y le miré fijamente.

- Si le matas…- Dije casi en un susurro ahogado entre lágrimas –Si  le matas por favor mátame a mí también…- Sus ojos  almíbar parecieron llenarse de lágrimas, acercó su rostro al mío y sentí como suavemente sus labios rozaron con los míos ¿Qué era esto? ¿Una despedida? Él… ¿Iba a matarme a mí también, no?

-Lo siento mucho…- Dijo en voz alta aún sin dejar de apuntar a Soul.

- Esto me dolerá a mí también, Sasha…- Le miré extrañado. Siempre lo supe, después de todo Desmond sí sentía cariño por Soul.

- Pero los instintos son algo que no podemos entender bien…- Miraba fijamente al malherido pelinegro mientras la plata de sus balas amenazaban con salir.

- A veces…- Continuó – Está en los instintos….-  Dijo tomando el  cuerpo de Soul y levantándolo un poco. Se acercó a mí y besó mi mejilla nuevamente antes de continuar su frase.

- ¡Está en los instintos traicionar a tu especie!- Exclamó y lanzó a Soul un metro más allá, alejándolo y  dirigió  tan rápidamente dos certeros disparos a la cabeza de Vlad y Ethan que no les dio tiempo de moverse, cayendo ambos al suelo inmediatamente. ¿Qué? ¡Les había disparado!

- Váyanse…- Dijo dirigiendo una fugaz y cómplice mirada hacia mí - ¡Llévatelo de aquí y adéntrense en el bosque! ¡Desaparezcan!- Su voz se había quebrado por completo. Me levanté y me abalancé sobre él en un abrazo que el cazador no pudo evitar. Tomó entre sus manos mis mejillas y las acarició con suavidad, sonriéndome.

- Gracias, Desmond- Dije mientras me alejaba de su cuerpo cálido.

- Gracias a ti, Sasha…-Dijo sin abrir la boca mientras  volvía a esbozar una sonrisa en su pálido rostro –Gracias a ti estoy libre ahora…-

- ¡Vete!- Volvió exclamar al ver cómo los cuerpos de los vampiros comenzaban a moverse -¡La plata no los matará!-

Entonces tomé por el hombro a Soul quién ya había recuperado la movilidad y nos adentramos ambos en la profundidad del bosque. Lo último que vi cuando miré hacia atrás antes de desaparecer en la frondosidad verde de los árboles fue a Desmond extendiendo sus alas a punto de saltar sobre los dos vampiros. Le estaría agradecido eternamente.

Sentí la mano suave de Soul tomar la mía y trasmitirme seguridad, nuestras miradas se cruzaron cálidas y sus ojos verdes me  calmaban, sonrió. Todo estaba a punto de terminar, comenzamos a correr a pesar de sus profundas heridas, pero era lo único que podíamos hacer en ese momento, desaparecer. Mi pesadilla estaba terminando por fin, por fin viviríamos todo lo que no habíamos vivido. Ya no habría más mentiras entre nosotros.

No sé cuánto fue el tiempo el que corrimos entre la inmensidad del bosque. Incluso si nuestras respiraciones jadeantes rogaban por una pausa, incluso si nuestras piernas cansadas temblaban a punto de derrumbarse no nos detuvimos. Quizás fue un día, quizá tres, pero fue lo suficiente como para perdernos y dejar que la gente olvidara que alguna vez existió un Sasha Rouge o un Soul Mond en esa aldea.


Cuando por fin nos hallamos lo suficientemente lejos caímos tendidos, rendidos ante el cansancio sobre la hierba fresca de una pradera verde, la húmeda brisa de un río cerca de nosotros llegaba a mi rostro limpiándolo, junto con el agradable sonido del agua chocando contra las piedras.

Nos quedamos por unos minutos mirando un nuevo amanecer. La noche de los mil aullidos había pasado ya, todo había terminado. Sentí la mano de Soul nuevamente tomar la mía y sentí sus ojos mirándome hipnotizados.

- ¿Qué pasa, Soul?- Pregunté mientras acariciaba con mi mano los dedos de la suya que sostenía sobre mi mejilla.

- Tus ojos son como el cielo…- Sonrió mientras comenzaba a acercar su rostro al mío. Amaba cuando Soul recitaba estas palabras para mí.

- Cada vez que miro su azul….Encuentro paz en mi alma- Y sus labios se toparon con los míos. Ahora entendía el significado detrás de sus palabras. Por algún motivo Soul podía calmar a la bestia que llevaba dentro suyo cada vez que estaba a mi lado.

Su boca cálida sabía más dulce que cualquier néctar, sus manos sujetando las mías me parecían más firmes que cualquier estructura, sus ojos, inocentes como los de un niño y salvajes como los de un animal me fascinaban con locura. Dese siempre le había amado.

- Te amo, Soul- Musité cuando separó sus suaves labios de los míos.

- Te amo, Sasha- Sonrió tranquilo. ¡Cuánto me encantaba su sonrisa!

Soul era la encarnación del lobo más feroz que alguna vez haya pisado la tierra y yo aun así me mantenía junto a él ¿Una locura? Yo le llamo Amor, ese sentimiento puro que mantuve guardado desde nuestros primeros años de infancia, cuando no había engaños, cuando no había mentiras…Justo como ahora. 




                                                                                                        Epilogue



“Le Petit Chaperon Rouge” Era el título de la singular historia contada años después allá donde nuestros nombres fueron olvidados y reemplazados por personajes de cuentos para asustar a los niños.

La pequeña caperucita roja. Una inocente niña a la cuál su madre le regaló una caperuza color rojo que siempre llevaba con ella. Un día la pequeña fue a visitar a su abuela que vivía al otro lado del bosque y allí fue engañada por un astuto lobo que la devoró. Un cazador que pasaba por ahí lo observó todo y en venganza mató al lobo y sacó el cadáver a medio comer de la pequeña, reemplazándola por piedras con las que relleno el estómago del animal feroz y lo lanzó a un río.

Los aldeanos dicen haber visto la figura de una “niña” vestida con una caperuza roja, que es el alma de la inocente niña que no puede descansar en paz. Se le ha visto vagando en la frontera del forêt des Landes de Gascogne. Los ancianos dicen que su visita es un mal augurio para la caza y la cosecha.

Reímos a carcajadas cuando escuchamos esta historia. Los aldeanos no sabían lo que realmente pasó. No tenían idea que la pequeña caperucita se enamoró profundamente del lobo y se fugó con él, no sabían que el buen cazador renunció a su especie y les ayudó a escapar. Tampoco sabían que tanto el lobo, como la caperucita y el cazador se reunían cada veinte de Junio a ver la llegada de la luna llena apareciendo en el cielo oscuro mientras disfrutaban bajo la luz de las estrellas.  Y por supuesto, no sabían que la tierna caperucita en realidad era un chico acostumbrado a asesinar hombres lobo.

Pero a veces, es mejor que la humanidad no sepa ciertas cosas.

- Debes tenerlo en cuenta, Soul- Dijo el cazador aun intentando controlar la risa mientras daba un par de palmadas en los hombros del pelinegro. –Si alguna vez llegas a devorarte a Sasha, te llenaré el estómago de piedras y tiraré tu cuerpo a un río-

- Lo tendré en cuenta…Desmond- Rió de buena gana Soul mientras posaba su mano sobre la mía, produciéndome un extraño escalofrío que aún sentía luego de dos años de estar escondido junto a él. Sonreí mientras sus ojos oliva se cruzaban cómplices con los míos.

Los impulsos de una bestia salvaje siempre estarán dentro de él, lo siento y lo veo cada luna llena que pasa. No sé si alguna vez Soul llegue a descontrolarse, no sé si alguna vez el lobo feroz llegue a devorarme. Pero si es así, estaré dispuesto a soportar el dolor y a disfrutarlo. Si he de ser devorado alguna vez, estaré feliz de que sea Soul quién triture mis huesos, coma mi carne y beba mi sangre…


Hasta la última gota.
                                   

Notas finales:

Espero que les haya gustado ! :)

Muchas gracias por leer <3


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