CAPITULO 1
¡Al fin llegue! Después de un día y medio de viaje en carruaje mi nuevo empleo está justo frente a mí. Seré el tutor de un pequeño de 8 años para una aristocrática familia, hace unos días me contactaron por medio de un conocido en Londres, a pesar de mi inexperiencia tuve la suerte de encontrar este trabajo gracias a un amigo de mi padre, es difícil creer que justo en el momento en que mi padre falleció una oportunidad como esta se presentara a mi puerta. Extraño a papá, un hombre con pasión por los libros y amor por el conocimiento, un excelente padre y maestro pero muy despistado e incapaz de producir dinero con su sabiduría, creo que nunca fue el mismo desde que mi madre falleció demasiado joven y terminamos llenos de deudas hace unos años, tuvimos que vender todo cuanto poseíamos, hasta los libros que tanto amo. Al final murió dejándome solo y en la ruina. Creo que por eso el señor Ligthwood el amigo de papá se apiado de mi situación y me consiguió este empleo a pesar de que mi padre le quedo debiendo dinero, decía que con mi cara y mi cuerpo probablemente terminaría siendo víctima de constantes abusos. La verdad siempre he sabido que soy más bien delgado, no muy alto y aunque la belleza de mi madre se hizo presentes en mis ojos que son una combinación de verdes y cálidos tonos miel, la nariz fina y recta no se podría decir que soy atractivo, parezco muy joven para mi edad lo cual me provoca constantes disgustos ya que nunca me toman en serio. En cuanto al dinero de el señor Ligthwood, planeo juntar algo y enviárselo en cuanto pueda a pesar de que el buen hombre le restaba importancia, le deje la ultima colección de libros que mi padre heredo del suyo y se negaba a vender para subsistir, los trajo desde Italia en un viaje que hizo mi abuelo en su juventud, sé que no valen el dinero que mi padre le pidió, pero el valor sentimental le darán la certeza que le pagare en cuanto pueda. Además aun soy muy joven acabo de cumplir los 21 años y con el tiempo podre pagarle. Mi padre siempre avivo mi interés por la filosofía, la pintura y se preocupo de que aprendiera latín y francés, ello me hizo un candidato al empleo que tendré en Black hills, mi patrón Lucien Collinwood Conde de Blackmore, proviene de una de las más antiguas familias de Inglaterra y heredero de una inmensa fortuna, recientemente se hizo cargo de su sobrino el pequeño Henry Bradley hijo de su fallecida hermana Lady Elizabeth. Debo mencionar que quizás los muchos rumores y oscuro pasado que tiene la familia y sobre todo Lord Blackmore puede ser la causa de que pudiera aspirar a este empleo. Lord Lucifer le dicen.
¡Cielos, que lugar tan impresionante! No solo es enorme, la propiedad se ve muy prospera, los campos cultivados, la gente en movimiento, se ve que necesita muchos sirvientes para mantener el lugar. Quisiera ver más a detalle pero un mozo de cuadra me saluda y me ayuda a bajar mi equipaje que no consta más que de una maleta y una pequeña valija. Se propone buscar más cosas dentro del carruaje. –¿¡Es todo señor!?- Me pregunta, mientras me ve con recelo yo le respondo un poco incomodo que si y me dirijo a la entrada.
Me saluda allí lo que sospecho es el mayordomo.
-Buenas tardes, me imagino que es el señor Alec Blumer si no me equivoco el nuevo tutor de el señorito Henry, soy el mayordomo, dígame Charles -me dice antes de darme tiempo a contestar nada- tenga la bondad de seguirme, Lord Blackmore lo está esperando.
No sé porque me pongo tan nervioso, bueno tal vez sí, estoy preocupado por mi rostro infantil y mi falta de presencia, no quiero que piense que soy poco confiable para la educación de su sobrino. Nunca me sentí tan inadecuado como hoy en esta enorme propiedad solo espero que me deje quedarme para demostrarle que soy digno del trabajo ¡realmente lo necesito! Llegamos por una serie de puertas con un salón más grande y hermoso que el anterior a lo que creo es el despacho, estoy tan nervioso que ni me fijo en las pinturas, esculturas y decorados. Charles toca suavemente una puerta y se escucha una voz de barítono desde el interior
-Entra.
Charles abre la puerta entra y le dice –Milord, el señor Blumer está aquí.
La voz de barítono responde –Muy bien hágalo pasar y puedes retirarte Charles te llamare si te necesito. Él le responde –Si Milord con permiso.
Charles me abre la puerta y me da espacio para entrar, lo primero que veo es un enorme escritorio de madera frente a un ventanal inmenso y al lado una biblioteca y un hermoso sillón junto a un par de sillas haciendo de salita y justo ahí en medio de todo un hombre muy alto de 1.90mts. con el cabello negro como ala de cuervo y los ojos negros a juego, no se distingue el iris de la pupila, tiene una mirada penetrante, como si todos tus secretos fueran fáciles de leer para él y un ligero temblor me baja por la columna es un hombre sumamente masculino y vestido impecablemente con unos pantalones grises que se ajustan perfectamente a sus poderosas piernas junto con unas botas negras de montar perfectamente lustradas, camisa blanca y una chaqueta negra que solo lo hace aun más impresionante. Todo el exuda poder, tengo la boca seca pero trato de recomponerme pronto y me saluda.
-Señor Blumer, bienvenido a Black hills espero tuviera un buen viaje- me dice mientras muestra una mirada de halcón a su presa.