Capítulo 1.- Naufragio
Aquella noche estaba más ruidosa de lo normal, el submarino se había metido en una batalla de piratas. Aunque ellos siendo piratas ya deberían de haberse acostumbrado a los ruidos de los cañones y los sablazos de espadas cortando.
Cuando amaneció todo parecía en perfecta calma, como si anoche no hubiese pasado absolutamente nada.
Tal vez se debía a que Jean Bart fue al cuarto de control y puso al submarino en máxima velocidad. Si tal vez fue eso.
El submarino salió a la superficie, se podía contemplar como el Sol salía desde las profundidades del océano.
Los demás subordinados salieron a "apreciar" la superficie del océano, y cuando digo a "apreciar", se referían a empezar a limpiar el submarino después de los destrozos de anoche. Lapas, algas, pulpos, conchas, y uno que otro pez pegado al submarino.
También se veían escombros de madera, de seguro restos del barco que quedaron de la batalla de anoche.
-¡Siempre yo! ¡Todo yo!- se quejaba uno de los piratas que limpiaba la parte trasera del submarino -¿A quién le toca quitar la mierda que se pega? a mí por supuesto, únete a los piratas decían, será divertido decían. Tal vez debí de haberme quedado como vendedor de frutas, ahhh- Suspiraba resignado, entonces se percató de algo, un trozo de madera venia flotando, no le dio mucha importancia, hasta que...
Adentro del submarino, en la habitación del Capitán...
Un joven que no sobrepasaba los 26 años, alto, moreno, ojeras muy notables, abrigo negro con su Jolly Roger estampado en él, pantalones azules moteados, botas, cabello negro azulado, un sombrero blanco con motitas y cerca de él un oso polar que cargaba una nodachi.
-Law- hablo el oso -¿Qué es lo que estas estudiando ahora?
-Una nueva especie de ranas que ha empezado a aparecer en el Nuevo Mundo- decía mientras empezaba a diseccionar al anfibio con el bisturí que tenía a la mano.
-¿Nunca superaras las ranas?
-¿Te ofreces como sujeto de prueba?- decía con una mirada asesina.
-¡No! ¡Qué va! Si yo solo estaba aquí de hablador jejejejeje *Disimula Bepo, él puede oler el miedo*- pensaba con cierto pavor el oso.
-Tch- el capitán volvió a sus "asuntos".
-¡Capitán! ¡Capitán!
Se empezaron a escuchar los gritos de sus subordinados en cubierta.
La puerta se abrió en seguida entrando unos cuantos hombres, uno de ellos cargaba algo, o más bien a alguien.
-¿Qué es lo que ocurre?- exigía una respuesta el capitán a sus subordinados quienes no paraban de hablar y enredar el asunto.
-Yo le puedo explicar la situación- decía el pirata que hace un momento había estado limpiando la parte trasera del submarino -Estaba quitando los escombros que se habían quedado pegados anoche, y entonces visualice que en uno de ellos venia este joven.
Law observo al joven que venía siendo cargado.
Era de estatura mediana, delgado, piel morena, cabello negro, abajo de su ojo izquierdo tenía una cicatriz, vestía un chaleco rojo, shorts azules, sandalias y traía un sombrero de paja amarrado al cuello, traía algunas heridas, pero no parecía nada serio. En palabras del capitán, un niño herido.
-Bepo- hablo el capitán
-Aye capitán
-Haz que preparen el cuarto de operaciones, veamos con que nos hemos topado- hablaba Law con una mirada ensombrecida.
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Pero aunque sea un pirata, también era doctor, de él su apodo de cuando fue Supernova "El Cirujano de la Muerte". Al igual que sus subordinados que conocían las bases de la medicina y la naturaleza humana.
En el momento de la operación, Trafalgar Law se había dado cuenta que el joven que Sachi había rescatado, era también un usuario de Akuma No Mi, aunque todavía no sabía cuál era su habilidad.
Llegada la noche se volverían a sumergir, así que Law paso un momento observando la puesta de sol.
-¿De dónde vendrás?- se preguntaba sin poder comprender. ¿Pirata? no parecía, tal vez ¿Ayudante de la Marina? no, debería de llevar el uniforme ¿Esclavo?, a Law le dio un escalofrió de solo pensarlo. Tan joven y siendo un esclavo de cualquier persona.
Suspiro.
Lo admitía, el chico le daba cierta curiosidad.
-Capitán- oyó hablar a Penguin
-¿Qué pasa?- hablo en un tono fastidiado.
-Estamos a punto de sumergirnos
-Bien- decía mientras se levantaba de su asiento y entraba al submarino.
Rara vez le nacía el deseo de querer dormir, pero ahora tenía otra cosa en la cabeza, y eso, estaba en la sala de operaciones.
No se dio cuenta en que momento, pero cuando reacciono ya estaba recargado en la entrada de la sala de operaciones viendo a su paciente dormir. Mantenía una mirada tranquila.
-Mph, entonces esclavo, no eres- un esclavo no podía dormir con una expresión tan tranquila.
Law se acercó al joven y delineo su rostro con sus dedos, pasando suavemente el pulgar por donde estaba la cicatriz en su ojo derecho.
Dormía tan profundo. Qué envidia, pensó Law. Empezó por acercarse más hasta él, hasta que sus respiraciones se mezclaban. Tenía un aroma muy peculiar, era cálido y tranquilo...
Law se alejó rápidamente de aquel joven.
¿Él estaba a punto de...?
Aquel chico empezó a moverse...
-Mmmhhh- empezó a removerse incomodo
Law se acercó a él y trato de tranquilizarlo, con algo de éxito.
Aquel niño le producía una sensación extraña, como de querer tenerlo solo para él. Que nadie más lo tuviera. Protegerlo. Law observo más detenidamente al joven.
Un niño, un desconocido que lo había cautivado en este momento. Se decidió su nuevo objetivo en mente.
-K...Ki...- trataba de pronunciar algo o a alguien.
A Law no le gusto lo que el chico estuvo a punto de pronunciar, de solo pensar que había alguien más para ese chico le hacía querer cortarle la cabeza a alguien y quitarle su corazón con sus propias manos.
Le tomo de la mano, aun inconsciente, sintió como aquel chico igual la apretaba.
-Tranquilo- le susurraba -No pienses en nada ni en nadie más, solo concéntrate en mi.
El chico volvió a caer en la profunda inconciencia.
Law salió de la sala de operaciones y se dirigió al cuarto de control donde estaba Penguin tomando el curso de la nave.
-Penguin- hablo con voz de autoridad.
-Si capitán- hablo con sumo respeto
-Cambia el curso- decía mientras salía del cuarto de control
-Claro capitán... ¿hacia dónde?
Law volteo a verlo y pronuncio una sola palabra -Dressrosa
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-¿Eh? ¿Law-nii-chan vendrá a casa?- preguntaba una niña de cabello verde y vestido negro con motitas azules.
-Eso fue lo que había oído- hablaba una mujer algo rechoncha con unos lentes morados y cabello rizado color naranja
-El Joven Amo es demasiado bondadoso con Law, Jora
-Mph, ese mocoso siempre fue muy extraño- comentaba Jora
-Yo creo que era divertido- decía la pequeña
-*¿Que entiendes por divertido?*-era lo que pensaban los dos adultos.
-Bueno, cuenta más detalles Búfalo
-Solo se sobre ese rumor
-Ah, no sirves para los chismes, debería de buscar a alguien más, tal vez Baby 5 o Vergo
-¿Y el -San?
-¡¿Vergo?!- se sobresaltaron Jora y Búfalo
-¿Desde cuándo estabas aquí?- preguntaba Búfalo
-Desde que Joker me llamo para preparar todo para el regreso de Law
-¡Entonces si es cierto!- exclamaba Jora
-Sí, y por lo que hablo Joker, parece que planea quedarse un tiempo.
Vergo salió de la habitación de la que se encontraba.
¿Que tendría que hacer Law aquí en Dressrosa?
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-¿No es fabuloso, Vergo?- hablaba un rubio, con un abrigo rosado pareciendo ser de plumas de flamenco, unos pescadores morados con rayas amarillas y traía unos lentes morados que impedían ver su rostro -Law-chan vuelve a casa.
-Sí, ya lo creo- hablaba con ¿emoción? Vergo.
-Me pregunto... ¿cuál será su motivo para querer regresar?
-No tengo la menor idea, ambos sabemos que la manera de pensar de Law es muy extraña.
-Fufufufufufu, sería interesante saber porque decidió regresar, ¿no lo crees?
-Por supuesto...Joker.
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En el submarino de los Piratas de Heart...
-Todo ha estado muy tranquilo, ¿no lo crees, Penguin?- Sachi se dirigió a ver a su compañero, pero este estaba muy ausente. -Oye, te estoy hablando- lo termino empujando para ver si así lograba reaccionaba.
-Ah ¿me estabas hablando?, lo lamento Sachi, simplemente estoy pensando
-¿Pensando? Es muy raro en ti- se rio Sachi
-¿Que quisiste decir con eso?
-Nada, nada, nada. ¿En qué pensabas?
-En el joven que rescataste aquella vez
Sachi empezó a prestar atención a lo que su compañero decía.
-Solo es un niño, en cuanto despierte lo dejaremos en Dressrosa, ¿qué es lo peor que puede suceder?
-Que tal vez el capitán...
-¿Estaban hablando de mí?- se escuchó una voz escalofriante.
Ambos voltearon con temor, encontrándose al mismísimo demonio en persona.
-¡¡Kyaaa!!- gritaron "varonilmente" -No claro que no capitán, simplemente estábamos pensando en voz alta.
Trafalgar se alejó dejando a ambos hombres llenos de pavor y sudando frio.
-Se ve más tranquilo- hablaba el oso polar.
Ambos superaron.
-¿¡Porque no nos dijiste que estaba ahí!?- le gritaron ambos
-Lo siento- un aura depresiva aprecio en Bepo
-¡No te disculpes!
-A propósito Bepo- empezó Sachi un poco más calmado -¿A qué te refieres con que más tranquilo?
-Es que el capitán, desde que mugiwara empezó a moverse, el capitán tenía una pose más rígida como temiendo algo, pero conforme veía los resultados de los análisis que le hacía a mugiwara su expresión se calmaba. Incluso ayer durmió.
-Ah, comprendo- Penguin pareció pensarlo -¡Espera! ¿Dijiste Mugiwara?
-¿Ah? Claro, así le empezó a decir el capitán, ya sabes por el sombrero.
Tanto Sachi y Penguin aprecian algo extrañados y se miraron algo preocupados para después volver su mirada hasta Trafalgar quien entraba de nuevo al submarino.
Definitivamente el capitán estaba extraño.
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-¡Capitán!
Era la voz de Jean Bart.
Trafalgar salió de su habitación para ir a donde lo estaban llamando sus subordinados.
-¿Qué es lo que pasa ahora?
-Hemos llegado a Dressrosa.
Trafalgar observaba la isla desde el monitor.
-Empiecen a trasladar las cosas. Hasta que yo lo ordene, nos quedaremos por un tiempo.
-¡Si Capitán!
Más le valía a Joker mantenerse callado sobre su visita a Dressrosa.
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-¿Qué tiempo nos quedaremos?- preguntaba Sachi mientras trasladaba algunas maletas con los utensilios que utilizaba Law.
-Ni idea. Solo espero que no mucho, ver a Doflamingo sonreír me pone de los nervios- comentaba Sachi
-A mí me da más miedo Vergo, parece más robot que humano, aparece de quien sabe dónde- hablaba Bepo
-Yo quisiera ver a Violet o a Baby 5- empezó otro subordinado.
-Seria genial que hubiera osas mujeres en Dressrosa
-¡No hay!- le gritaron
-Lo siento- otra depresión para Bepo
-¿¡Porque te disculpas!?
Trafalgar Law veía a sus subordinados gritando y Bepo deprimiéndose, nada extraño, excepto que llevaba a Mugiwara-ya en sus brazos. Mantenía una expresión tranquila.
Recordó cuando casi parecía despertar...
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Law había entrado a la Sala de Operaciones para poder ver a "su" paciente, Mugiwara, como le había empezado a llamar, aun dormía tan pacíficamente.
Se sentó a su lado, dejando su nodachi al lado de la cama y un par de jeringas con algo de tranquilizante por si Mugiwara-ya empezara otra vez con uno de sus "despertares violentos".
No supo en que momento la mano de Mugiwara empezó a levantarse como intentando sujetar o alcanzar algo, Law tenía preparada las jeringas, pero su mano cayó rápidamente y su cabeza era la que empezaba a moverse.
Entonces empezó a mover sus ojos, aun cerrados, como intentando despertar.
Law se acercó a él y fue ahí cuando uno de sus ojos se abrió, pero tan rápido como se abrió, se cerraron.
Entonces suspiro tranquilo, fue una falsa alarma. Mugiwara-ya todavía no despertaría, pero por lo visto faltaba muy poco…
Es por eso que había decidido cambiar su curso a Dressrosa, ahí tendría un lugar estable para poder atenderlo y curarlo.
Pero más que nada, al ser el territorio de un Shichibukai, ningún pirata o marine tonto, descuidado y que además valorara su vida se acercaría a ese lugar.
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Trafalgar entro a la mansión de Joker, esperaba no encontrarse a nadie y dirigirse directamente a su habitación.
-Oh, así que Law-chan ha vuelto- canturreaba alguien.
Demonios. Puta suerte la que tenía a veces.
-Veo que traes algo interesante ahí, Trafalgar
Doflamingo se les acerco y vio al joven. Law observo esa sonrisa que solo Doflamingo podía tener cuando le traen un nuevo "juguete".
Doflamingo confirmo su sospecha del porque Law había decidido regresar al lugar que tanto huía.
-Debe de ser tan interesante tener algo de diversión ¿no es así?
El rubio extendió una mano hacia mugiwara con la intención de querer tocarlo.
-No te acerques- hablo con una voz terrorífica
Doflamingo se detuvo.
-Si te acercas... te mato- esta vez Law volteo a verlo, y Joker observo la mirada que tenía. Era la misma que tenía un cazador cuando atrapaba a su presa, la misma cara que ponía Law cuando se obsesionaba con algo.
-El chico es mío-
Acto seguido, Law beso al joven que tenía en sus brazos aun inconsciente.
Tenía un nuevo objetivo en mente, y ese era que nadie le quitaría al joven mugiwara, y quien lo intentara podría empezar a cavar su propia tumba.