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Verano por Agus_16

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Notas del capitulo:

Primer capitulo! Espero que lo disfruten!

Joaquín Borges iba sentado en el asiento trasero del auto que manejaba su padre, mirando por la ventana. Poseía puesto unos auriculares azules, mientras escuchaba el disco entero “Appetite for destruction” de los Guns N Roses, y su mente se dejaba llevar por la melodía y la voz de Axl Rose. Su expresión era seria, sus bellísimos ojos azules miraban concentrados todo el mar que acompañaba el recorrido que el auto que manejaba su padre estaba haciendo. No iba pensando en nada, realmente no lo motivaba mucho el hecho de saber que iba a estar un verano entero en una ciudad que desconocía, sin sus amigos y teniendo que desenvolverse en un ambiente extraño.

La carretera era larga y parecía infinita. A la izquierda de la misma había un gran parque, que también parecía interminable. A la derecha estaba la playa y el mar. Joaquín iba mirando atento la belleza del paisaje que lo bordeaba y, al menos, lo motivaba el saber que iba a estar en un lugar naturalmente muy lindo y estético. Su madre, que estaba sentada al lado de su padre, en el asiento del copiloto, iba hablando animadamente, y así estuvo durante las tediosas cuatro horas del viaje. Su padre también hablaba animadamente. Joaquín ni siquiera los escuchaba, se perdía en el universo de la música y en el mar azul. Al lado suyo iba sentada su prima, Carolina, que tenía su misma edad: 14 años. Muy parecida a él, la adolescente poseía una larga cabellera negra brillante y ojos celestes. Su cutis era limpio y suave, su nariz tenía un tamaño ideal y era realmente bella. Todo el tiempo fue chateando, vía Whatsapp, con sus amigas, a las cuales no vería por un trimestre. 

Joaquín tampoco prestaba atención lo que estaba haciendo su prima, simplemente seguía con su rutina de escuchar música y perderse en el mar. Lamentablemente, el disco de los Guns N Roses no era eterno, asique cuando finalizo la última canción y Joaquín notaba que no se reproducía la siguiente, se dio cuenta que había terminado el disco entero. Se sacó los auriculares y los guardo en su mochila, la cual estaba entre sus piernas. Se fijó en el celular: Eran las 18:18 horas, y solo le quedaba una barra de cinco de batería, asique lo apago y lo guardo en su bolsillo.

-¿Cuánto falta?- Pregunto sin mucha animosidad.

-Falta poco, Joaco, a eso de las siete ya estaremos ahí.- Exclamo su madre y continuo conversando con su esposo. Joaco miro a Carolina y se sonrieron en un momento cómplice.

-Como le gusta hablar a mi tía, Joaco!!! No se cansa más de hablar con el tío Mariano- Dijo ella riendo, mientras Joaquín también reía animadamente. Amaba a su prima como a pocas personas en el mundo. No sabía si era por una cuestión de edad o qué, pero desde que tenía memoria se llevaban perfecto, poseían un vínculo realmente tierno y hermoso, combinando lo fraternal y la amistad. Se daban una mano cuando más lo necesitaba el otro, se tiraban consejos y se protegían contra todos. Además, iban juntos al mismo colegio, y al mismo grado, asique eso había fortalecido más su relación. Igualmente, ella tenía su grupo de amigas, y el, el suyo.

-Lo peor es que cuando comienza a hablar, no termina hasta 2019 más o menos- Dijo Joaquín, haciendo reír a su prima.

-¡No soy sorda, les aviso!- Exclamo la mama de Joaquín, haciendo que los cuatro que iban en el auto rieran.

Tal y como lo predijo su madre, Joaquín y compañía llegaron a las siete a la atractiva ciudad costera y playera denominada, casualmente, “Estrella del mar”, un nombre más que peculiar para aquel pequeño pueblo de no más de 2000 personas. Un clima muy armónico y amistoso reinaba en esa ciudad ínfima, la calidez entre los ciudadanos era algo más que admirable. El padre de Joaquín llevo el auto hasta un barrio bien familiar, donde había alquilado una casa por toda la temporada de verano. Era un barrio no muy grande, no pasaban muchos autos, los niños podían jugar tranquilos con sus bicicletas, y atrás de los patios  de aquellos hogares se erigía la gran región boscosa que predominaba allí. A tres cuadras de la casa donde habitarían Joaquín y su familia, estaba la playa de la ciudad, grande, arenosa, con un mar templado y una paz extraordinaria.

                                        *****

 

Llegaron a la casa, y de forma comunitaria se ayudaron entre todos para desempacar y llevar casa cosa para su lugar. Se dividieron los cuartos, organizaron donde poner cada elemento que habían traído, llenaron con ropa los armarios, guardaron el auto en el garaje, y pusieron la comida que habían traído en la alacena. Los padres de Joaquín se fueron a su cuarto a cambiarse y ponerse ropa más cómoda, Carolina hizo lo mismo en su cuarto, y Joaquín también. El chico que desde hacía unos meses tenia catorce años, se puso una remera azul con un logo negro en el medio, una malla también del mismo color, y unas ojotas negras. Se revolvió un poco más su medianamente largo pelo castaño oscuro, y se fue a la cocina donde estaban su prima y sus padres. Vio que estaban hablando seriamente.

-¿Paso algo?- Pregunto preocupado Joaquín.

-¡Trajimos todo lo necesario para cenar unos sándwiches pero nos olvidamos el jamón!- Exclamo su madre.

-Lo peor es que no tenemos ninguna otra cosa para hacer de cenar- Agrego su prima. Pensando, Joaquín recordó algo:

-A dos cuadras de aquí, vi un mercado. Seguramente allí habrá algo, ¿Quieren que vaya?- Dijo, siempre siendo tan servicial.

-Mmh bueno, ¿estás seguro que viste un mercado Joaco? Ya veo que te equivocas, acuérdate que estamos en una ciudad que no conocemos-

-Relájate, Claudia, aquí todos son muy amables y sociales, además Joaco se sabe desenvolver solo- Entre dudas y sobreprotecciones, la madre de Joaco accedió al pedido de su hijo.

 

                                    *****

 

Joaquín Borges fue caminando hacia el mercado, mirando todo con suma extrañeza y admiración. La ciudad estaba limpia y la gente que pasaba realmente parecía amena y cálida. Llego hasta el mercado e ingreso. No había nadie, salvo el dueño que era el que atendía.

-Buenos tardes, joven, ¿Qué se le ofrece?- Pregunto con suma cordialidad aquel hombre, viejo, algo gordo, pelado, con anteojos y un frondoso bigote gris.

-Ehh, vengo a llevar 300 gramos de jamón cocido- Exclamo el chico. Recordó que su madre le había dado algo más de dinero por si quería comprarse algo más para el- Y también deme uno de esos chocolates que están ahí- Agrego.

-Agárrelo usted, hijo- Con algo de timidez, Joaquín tomo el chocolate y se lo guardo en el bolsillo. -¿No es de por aquí, o no?- Afirmo, mientras cortaba el jamón.

-Ehh, no, soy de Buenos Aires, la ciudad capital. Llegamos hace dos horas y nos dimos cuenta que nos faltaba el jamón-

-Jajaja, es comprensible, entre toda la movida del viaje siempre suceden esos imprevistos. ¿Dónde viven?-

-A dos cuadras para arriba de aquí- Termino de decir Joaco, y un chico de su misma edad entro a la tienda. El hombre que atendía levanto la vista y lo saludo:

-Hola Lucas- Exclamo el hombre.

-Hola Jorge- Dijo con algo de timidez el chico. Joaquín, al principio, se dio vuelta y lo presencio sin darle mucha importancia, pero cuando escucho la voz dulce del chico, volvió a darse vuelta y a mirarlo con detenimiento.

Ese chico, Lucas, parecía de su misma edad. Tenía la misma estatura, ambos medianos. Su pelo era rubio, rubio como el sol, su piel era blanca, a pesar de, ser de una ciudad donde el calor, el sol y la playa eran los protagonistas, sus labios eran colorados y anchos, sus ojos eran castaño, castaño oscuro. El chico no había parecido notarlo, y se había ido directo a la zona de los helados. Sin saber porque, Joaquín lo continuaba mirando, sentía que su corazón latía con fuerza mientras veía como el chico retiraba dos helados de la heladera que había allí. El chico de ojos azules trago algo de saliva y volvió al mundo real cuando noto que el hombre que le estaba cortando el jamón lo estaba llamando:

-Hijo, ya corte todo el jamón y lo envolví.- Dijo aquel señor tan amable.

-Ah, muchas gracias. ¿Cuánto es? ¡No se olvide cobrar el chocolate!- Afirmo el adolescente, siempre siendo tan noble.

-El chocolate es cortesía de la casa, llévatelo gratis, no hay problema-

-No, deje, se lo pago, no me cuesta nada- Exclamaba Joaquín, mientras sacaba el dinero del bolsillo. Con un gesto, el señor le pedía que guardase el dinero.

-El chocolate es gratis, hijo. Es el regalo del mercado para los nuevos turistas- Joaquín  le sonrió y le otorgo el dinero por el jamón. El señor amable le dio el vuelto y cuando Joaquín estaba a punto de irse, el chico de su misma edad se acercaba a la caja con los helados. Por esos asuntos de la vida, inexplicables y extraños, Joaquín arrastro con fuerza un pie, mientras con el otro caminaba normal, lo que le produjo que cayera torpemente al piso, golpeándose la rodilla, sin ser nada preocupante. Cayo entero al piso y sintió que un mar de vergüenza lo inundaba.

-¡Uh! Lucas, se tropezó, ayúdalo a levantarse- Afirmo el Señor Amable. El chico Lucas se acercó con algo de nervios a Joaquín y le tendió una mano.

-¿Estas bien?- Pregunto con una voz muy dulce y una sonrisa en su rostro, se notaba que era muy tímido e intentaba ser cordial. Joaquín solo logro corresponderle la sonrisa y no había notado que Lucas le tendía la mano.

-Ehh, sí. He sufrido caídas peores- Exclamo cuando noto la mano de Lucas ofreciéndole ayuda. Joaquín levanto una de sus manos y la apoyo con suma lentitud y delicadeza en la palma de ese chico. Este último, la apretó un poco. Sintió que su palma transpiraba y que el contacto de las palmas era suave. Con algo de fuerza, Lucas ayudo a Joaquín a levantarse.-Muchas gracias por ayudarme, Lucas- Afirmo Joaquín mientras levantaba la bolsa con el jamón. El chico solo atino a sonreírle, bajando un poco la mirada.- Ehh, bueno, tengo que irme. Gracias por el jamón, señor, y gracias por ayudar a levantarme, Lucas.-

-Se cruzaran muy seguido este verano- Intervino el Señor Amable- Serán buenos amigos.- Ambos chicos, que estaban uno al lado del otro, sonrieron torpemente.- Espero que tenga una buena cena, hijo-

-Mi nombre es Joaquín, mejor que lo sepa, seguramente voy a venir aquí muy seguido- Dijo con suma simpatía Joaquín- Ahora sí, me voy yendo. Adiós, señor, adiós Lucas- Exclamo el adolescente mientras era despedido por el otro adolescente y por el Señor Amable.

-Adiós, Joaquín- Exclamaron ambos al unísono.

El adolescente de pelo castaño y ojos azules volvió a su casa, con la mirada fija en el piso, pensando en el momento que vi, y conoció a ese nuevo chico Lucas. Cuando llego a su casa, y su madre le pregunto acerca de si la gente era amable y esas cuestiones, Joaquín afirmo:

-Sí, el señor que atiende es muy bueno, y además justo entro un chico de mi edad-

-¿De enserio? ¡Qué bueno!-

-Sisi, se llama Lucas y me ayudo a levantarme cuando me tropecé-

-¿Te tropezaste?-

-Sí, no sabes la vergüenza que me dio- Dijo Joaquín, intentando no recordar ese vergonzoso momento.

-¿No te habrás tropezado mirando a una chica me imagino, no?- Pregunto su madre.

-¡Mamá!- Exclamo el adolescente.

-Bromeo, hijo, bromeo nada más. Pero bueno, que suerte que haya un chico de tu edad, ¿no? Pueden ser amigos-

-Ojala- Afirmo Joaquín- ¡Ah! Me olvidaba, toma, le compre este chocolate a Caro, luego, si no es molestia, se lo puedes dar- Dijo Joaco, mientras se iba de la cocina rumbo a bañarse. Su madre solo atino a sonreír, orgullosa del hijo tan generoso que tenía.

Luego del baño y de la cena, se fue a dormir. Mientras estaba acostado en la cama, veía por la ventana una enorme luna llena que adornaba la belleza del cielo nocturno. Joaquín la presenciaba mientras justo su mente se acordó de Lucas, ese nuevo chico que había conocido, ese nuevo chico que, a pesar de su timidez, seguramente iba a ser su amigo. Seguramente.

-Lucas y yo nos llevaremos muy bien- Murmuro de la nada, sin saber porque, sin haber pensado ese frase. La había dicho de forma inconsciente. No le dio mucha trascendencia, observo por última vez a la luna, cerro sus ojos y se durmió pensando en ese nuevo chico con el cual, según había dicho inesperadamente, se llevaría muy bien.  

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado! 

Tengo pensado que sera un fic largo, y que su historia de amor de para rato jaja! En el proximo capitulo los chicos se conoceran mas. El nuevo capitulo estara el lunes y se llamara: "Los nuevos"

Pueden dejar cualquier tipo de critica, buena, mala, lo que sea! Siempre son todas bienvenidas!

Nos leemos el lunes con un nuevo capitulo :)


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