Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Soy tu mejor amigo y te ayudare por KunihikoTezuka

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos 

¿Me extrañaron? Yo si XD

Bueno aqui les triago mi tercer fanfic

Disfruntenlo

Mi nombre es Yami Atem, hace más de tres años que soy un arqueólogo dedicado a estudiar las antiguas generaciones que habitaron en el antiguo Egipto. Solo me dedicaba a  investigar a estas civilizaciones dado que eran las que más me intrigaban debido a su historia.

Pero bueno no les vengo hablar de mi  presente sino de mi pasado y el del ángel que tengo dormido a mi lado, el se llama Yugi Motou, su cabello es de tres colores, sus ojos son dos preciosas amatistas, su piel es blanca y el es un poco más bajo que yo.

Tan solo verlo dormir tan pacíficamente me hace sonreír y recordar el día que nos conocimos, ese día fue uno de los más felices de mi vida.  

 

*********FLASH BACK**********

Aquella mañana yo me acababa de despertar por culpa de los ruidos que provocaban mis padres cuando se comienzan arreglar para irse a trabajar. Mi padre se llama Aknamkanon, el es diseñador de planos de edificios de empresas, casas, mansiones, edificios de departamentos y muchos más. Mientas que mi madre se llama Akira y ella es dueña de casa o mejor dicho asesora del hogar.

A pesar de ella tiene un título de enfermera por más que desee trabajar para ayudarle a mi padre con las cuentas no pude hacerlo debido a que tiene que cuidar de mi dado que yo solo tenía en esa época casi cuatro años.

Luego de haber despertado, trate de volver a dormirme pero fue imposible debido a que por los ruidos no solo de familia sino de la calle no me dejaban retomar el sueño por lo que no quedo de otra manera que bajarme la cama, salir de mi habitación y caminar hacia el comedor en donde mis padres ya habían terminado de comer.

Mi padre al verme me dio los buenos días, me despeino un poco, beso a mi madre cortamente en los labios y se marcho rápidamente ya que él era demasiado puntual. Por otro lado mi madre me sirve el desayuno para después dedicarse hacer los quehaceres de la casa.

Después que terminar de comer, mi madre me había tomando en brazos para luego llevarme a la plaza que se encuentra enfrente de nuestra casa. Al llegar a esta, mi progenitora me dejo en los juegos y ella se sentó en una de las bancas a conversar con una de las vecinas.

Yo jugaba animadamente en el resbalin hasta que vi a un niño con mi mismo cabello pero más pequeño que yo quien lloraba debajo de un árbol. Al verlo tan triste provoco que yo me sintiera igual por lo que me baje del juego, me acerque a él.

-         ¿Por qué lloras?- le pregunte algo preocupado al  oír sus sollozos.

 

-         Porque mis papas se van separar- me responde entre lágrimas.

 

 

-         Lo lamento mucho – bajo un poco la mirada a la vez que saco un pañuelo  de mi bolsillo y se lo paso- ten

 

-         Gracias- me dice con timidez al mismo tiempo que toma el pañuelo y se lo pasa por los ojos.

 

 

-         ¿Cómo te llamas?-le pregunto subiendo mi rostro a la vez que miro lo fijamente.

 

-         Yugi y ¿tu?- me responde ya más tranquilo.

 

 

-         Yami

 

-         ¿Cuántos años tienes?- le interrogo con curiosidad.

 

 

-         Tres y ¿tu?- me contesta con una dulce sonrisa.

 

-         Estoy a dos semanas de cumplir los cuatro- le respondo al mismo tiempo que yo también sonrió.

 

 

-         Ya veo

 

-         Yugi ¿quieres ser mi amigo?- le pregunto con esperanza a que me diga que sí.

 

 

-         Si

 

Luego de oír su respuesta, le sonríe alegremente, le di la mano para ayudarlo a  levantarse y comenzamos a jugar hasta que nuestras madres nos llamaron para irnos a nuestras casas pero antes de irnos con ella, nos prometimos que nos veríamos todos los días en la plaza.

Desde ese día, mi amistad con Yugi fue aumentando de tal manera que nos volvimos tan unidos como uña y mugre. Tanta fue nuestra unión y alegría que nuestras madres decidieron inscribirnos en la misma primaria y en el mismo salón.

En ese momento pensamos que seguiríamos juntos hasta la universidad. Sin embargo no fue así ya que cuando cumplí los siete años, mis padres me citaron a la sala para decirme que a mi padre lo habían transferido a Egipto por lo que nos teníamos que ir con él.

Luego de escuchar esas palabras sentí que mi corazón se quebraba en miles de pedacitos ya que tan solo pensar en volver a ver a mi querido amigo me dolía y mucho por lo que salí corriendo de la sala hacia a mi recamara en donde me tire en la cama a llorar como nunca había llorado antes.

Cuando logre calmarme, me pare de la cama, rompí mi alcancía, tome todo el dinero que tenia y me fui a la joyería de la cuidad en donde compre dos cadenitas bañadas en oro blanco. Con ellas en mis manos me encamine a la plaza en donde me estaba esperando Yugi sentado en una banca, al verme se alegro pero al ver mis ojos tristes, el se preocupo.

-          Yugi,  no te tengo buenas noticias – le  digo tristemente.

 

-         ¿Qué paso?- me pregunta preocupado.

 

 

-         Mis padres y yo nos vamos a Egipto pasado mañana- le respondo sin mirarlo a los ojos no quería que viera mi dolor.

 

-         ¿Qué?-sorprendido y triste-¿Por qué?

 

 

-         Porque  a mi padre lo transfirieron a ese país y nosotros debemos ir con el-le explico.

 

-         No quiero que te vayas- me abraza.

 

 

-         Yo tampoco me quiero ir pero tengo elección- le respondo el gesto y beso su frente.

 

-         Te voy a echar mucho de menos- me dice comenzando a llorar y yo le seco las lágrimas con los dedos.

 

 

-         Y yo a ti-me separo de él para verlo a los ojos- Yugi, quiero que hagamos una promesa

 

-         ¿Cuál?- me pregunta más tranquilo y con interés.

 

 

-         Que pase lo que pase, siempre seremos amigos- le respondo levantando el dedo meñique.

 

-         Lo prometo- me dice sonriendo a la vez que hace lo mismo que yo y los unimos.

 

 

-         Quizás en el futuro nos podremos reencontrar – le digo al mismo tiempo que saco las cadenas de mi bolsillo.

 

-         Pero ¿Cómo nos reconoceremos?- me pregunta angustiado.

 

 

-         Con estas-le pongo la suya y  el a mí la mía.

Yugi estaba a punto de decirme algo pero fue llamado por su madre por lo que me dio un último abrazo y se fue a su casa. Mientras que yo me iba a la mía ya que tenía mucho que empacar.

A los dos días después estaba por subirme al taxi para irme con mi familia cuando de repente ciento que alguien me abraza por la cintura, ese era Yugi quien me venía a decir hasta luego mejor amigo. Luego de oír eso no pude evitar no llorar y devolverme el abrazo.

Estuvimos así por unos segundos, nos separamos, el se alejo de mí y yo me subí al auto. Ambos con lágrimas en los ojos nos dijimos adiós con la mano y el taxi partió hacia el aeropuerto en donde tomaríamos el avión hacia mi nuevo hogar.

 

********* FIN DE FLASH BACK**********

Tan solo recodar ese día de nuestra despedida, me causa tristeza pero tan solo ver que el está a mi lado nuevamente hace que ese dolor desaparezca y pueda sonreír a la vez que cuido el sueño de mi querido Yugi.

CONTINUARA

 

 

 

Notas finales:

Espero que les guste

Cuidense

Dejen comentarios

Nos leemos

Proximo capitulo: Diez años despues 

Besos 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).