Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pudimos Hacernos Daño por VampireDark

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fic me surgió de una manera extraña. Llevaba queriendo escribir un HunHan hace mucho, y escuchando música de un cantautor de mi país, se me vino esta hermosa y triste idea.

Espero en verdad les guste. Gracias y ¡A Leer!

—Aunque sea respóndeme una última cosa— escuche tu voz entrecortada, justo en el instante en que tome el pomo de la puerta en mis manos. No te respondí, no te devolví la mirada. Pero si me detuve, mientras contenía mis lágrimas ávidas, y esperaba tu pregunta. Tal vez, la ultima que me harías, la ultima que yo te respondería. —¿Qué fue lo que nos paso?

No pude evitar paralizarme gracias a tu pregunta. ¿Qué nos paso? Eso mismo quería saber yo. Nuestra relación era perfecta. Tal vez, demasiado perfecta para durar lo suficiente. Nos amábamos, ambos lo hacíamos, tú lo sabías, yo lo sabía. Pero… lastimosamente, a diferencia de lo que creí toda mi vida, no solo con amor se mantiene una relación.

Aun recuerdo cuando nos conocimos. ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas aquellos días lluviosos, que yo tanto odiaba? ¿Recuerdas aquella cafetería en el centro de la ciudad? Yo nunca sería capaz de olvidarlo. Recuerdo perfectamente aquel 21 de diciembre, en que mi vida cambio radicalmente.

Un coincidencia; el estar en el lugar, y el momento equivocado. O debería decir ¿En el lugar y en el momento correcto? No lo sabría realmente.

Aquella mañana, había salido de casa temprano. Ahora lo sabes, la convivencia con mi familia nunca había sido fácil. Y ese día, debido a una de mis constantes peleas con mi padre, había decidido salir temprano, alejarme de todo. Y así lo hice.

No suelo frecuentar el centro de la ciudad, es demasiado concurrido para mi gusto. Prefiero los lugares tranquilos, lugares donde pueda pensar, leer un libro tranquilamente, sin preocuparme por nada, ni nadie. Pero por eso mismo, sabía que sería el último lugar donde mi familia me buscaría. Por eso, molesto con mi padre, conmigo mismo, y con aquel fastidioso lugar. Llegue a aquella pequeña cafetería, me llamo la atención rápidamente, se notaba tranquila y poco concurrida. Perfecta.

Se me acerco una camarera, coqueta, joven, atractiva. Pero estúpida y distraída. O al menos eso pude notar. Coqueteaba con un chico de la mesa de al lado ¿Esta ese recuerdo en tu mente? Yo lo recuerdo perfectamente. Fue imprudente, por estar coqueteando con aquel joven, tropezó. Y todo aquel café me callo encima, quemándome, enojándome.

Quería gritarle a aquella chica, y vaya que lo hubiese hecho. Pero escuchar la risa de aquel joven que estaba en la mesa contigua me enfureció más. Después de todo, de él también había sido la culpa.

¿Recuerdas mi mirada? Nunca había mirado a alguien tan mal como lo hice con aquel joven. Incluso aquella camarera paso a un segundo plano. Solo lo miraba a él, con infinita molestia. Mientras él, lo único que hizo fue pararse de su sitio y murmurarle algo en el oído a la chica y esta, sonrosada, salió disparada hacia la cocina, dejándome aun más confundido y molesto.

—Te encuentras bien— la voz de aquel joven salió tranquila y atrayente. Debo admitir que olvide mi enojo en aquel momento. Sus facciones eran finas, delicadas, incluso algo femeninas. Pero simplemente hermosas.

No sé de donde, tampoco me interesa. Cuando menos me di cuenta, aquel joven tenía un pañuelo en sus manos, mientras con ese limpiaba mi ropa. Pasaba sus manos delicadamente por mi cuerpo, mientras me dedicaba una sonrisa picara, y pasaba su lengua lentamente por su labio inferior. Extasiándome.

—Luhan— me lo dijiste al oído tan seductoramente, que en ese mismo instante me olvide del mundo. En aquel momento, aquel extraño se convirtió en el que sería el ser más importante de mi vida hasta ahora, tú.

Todo ocurrió de ahí en adelante demasiado rápido. Las llamadas, los mensajes, las salidas, los ratos juntos hasta altas horas de la noche, lo abrazos, los besos, el sexo…

Cuando menos me di cuenta ya vivía contigo. Disfrutaba de tu compañía todo lo posible. Parecíamos hechos el uno para el otro, y gozábamos cada momento como si fuera el último. Tal vez fue por eso que no nos dimos cuenta, aquel aviso que nos dio la vida. “No sigas” nos decía vigorosa. Tal vez, si hubiésemos hecho caso, la historia sería diferente hoy en día.

Nos dejamos llevar por el desenfreno y la locura, excedimos nuestra propia paciencia y empezaron a surgir los problemas. Fue una guerra de orgullos que ninguno de los dos quería perder, y fue ahí donde lo derrumbamos todo.

¿Con cuántos te acostaste, después de nuestras peleas? Si te he de ser honesto, no me interesa saberlo. Con decirte, que yo mismo perdí la cuenta de las veces que, por enojo, te fui infiel con otros. No me remuerde la conciencia aun ahora, se que tu también lo hacías: te vi al menos dos veces, pero ¿Cómo decirte algo? Después de todo, yo andaba en las mismas.

Me duele pensar, recordar. Creíamos tener el mundo en nuestras manos, usarlo a nuestro antojo. ¿Quién hubiese creído que, era en realidad el mundo quien nos usaba a nosotros? Estábamos explotando, demasiado cerca el uno del otro. Y sin lugar a dudas nos terminaríamos haciendo daño. Era mejor parar.

Ahora me hacías esa pregunta. ¿Qué nos había pasado? No lo sabía, aun no lo sé. Pero honestamente tampoco me interesaba, lo único que me interesaba era seguirte amando. No quería que nos termináramos dañando, no quería que nos termináramos odiando.

No te respondí aquel día, no respondí aquella pregunta simplemente porque no tenía la respuesta. Te deje llorando, escuche que gritaste que, realmente nunca te había amado. Tampoco te corregí aquello, no porque no te hubiese amado. ¡Carajo! Te amaba, te amo demasiado. Incluso ahora, no dejo de asistir a la cafetería, sabes, me trae recuerdos tan hermosos que simplemente son invaluables para mí. Pero si me quedaba aquel día, si te corregía, todo seguiría igual. Y estábamos iniciando una guerra, una guerra que, por el bien de ambos teníamos que parar antes de que iniciara.

Por eso ahora, aunque sé que es un acto cobarde, quería que entendieras el por qué de mi huida. Aunque sé que probablemente no te interesa ya; aunque sé que ha pasado demasiado tiempo. Pero para mí es necesario, para librarme de la culpa y del dolor. Para poder cerrar este capítulo y seguir por fin hacía adelante.

Y ahora que estamos hablando de todo un poco, permíteme comentarte que me entere de tu nueva relación. Sé que te ama, y que tú le amas, con más intensidad de lo que nunca me amaste a mí. Incluso conozco sus planes de matrimonio. Permíteme felicitarte, no por tu boda. Simplemente, porque tú si pudiste superar nuestro pasado, pudiste seguir adelante, y de nuestros errores aprender, para no equivocarte una vez más.

Además, quería contarte que ha llegado alguien a mi vida, sabes. Baekhyun es un gran chico, y me está ayudando a curarme, poco a poco y lentamente, así como Kai lo hizo contigo. Por eso, he decidido escribirte hoy, por primera y última vez. Para poder liberarme, y poder amarlo como él lo hace, de manera sana, sin dudas. Y te juro, por el amor que te tuve, que te tengo, que esta vez lo hare bien, amare correctamente, por su bien y el mío.

Se feliz, como lo eres hasta ahora, y así como yo lo seré de ahora en adelante.

Gracias por todo.

Te quiere, Sehun. 

Notas finales:

Espero que les gustara. Por favor, dejen reviews y comentarios. Estos me ayudan y me animan a seguir.

Para tener auto-propaganda tengo otros dos fics de EXO.

Un SeBaek→ Solitude

Un KrisBaek→ Inattendu

Espero les gusten, junto con ese fic. Qué hasta ahora es mi favorito.

Sin más me despido. Gracias a todos por leer.

Sayo♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).