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UNA VEZ EN INVIERNO por rosale

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Notas del fanfic:

¡Holi!:

celebrando el cumpleños de Mr. Cho Kyu viene a ver la luz(?) este coso, tambien s aprovecho la oportunidad para dar un combo regalo super atrasado  de navidad, año nuevo, reyes magos, para mi pequeña y singular familia, sí, hablo de ustedes niñas One_Fluffy,  Kurara y Ale-Chan <3 <3 <3 con corazoncitos gheis y todo.


Sé que salio rarito, pero igual quieranlo, XD ...

Es de lejos lo más largo que escrito, por eso es para las tres .

 

Cho Kyuhyun amaba el invierno, amaba poder esquiar, amaba poder arrebujarse con una manta mullida y dejar que las horas pasen con un buen libro en las manos y una taza con chocolate caliente al lado, también añoraba esos domingos por la tarde en los que podía perderse entre la multitud y patinar desprendiéndose de su entorno y dejando que el aire helado le de ese sentimiento de absoluta tranquilidad,  amaba el invierno porque era la estación en la que se celebraba Navidad una de sus festividades favoritas que además le daba  el pretexto perfecto para volver a casa por un par de días y dejarse mimar, también porque era el momento de reencontrase con esos amigos de la infancia y la juventud y celebrar el año nuevo en una sonada fiesta que siempre era épica repleta de gente conocida y de mucho alcohol. Al menos eso era lo que marcaba la tradición desde que había dejado su ciudad natal y se mudó a la capital para en primer lugar conseguir la licenciatura al ser admitido en la universidad   y después de graduarse comenzar a trabajar en la empresa en la que había hecho la pasantía, todo perfectamente calculado y se sentía satisfecho de estar cumpliendo una a una sus metas y siguiendo su plan de vida.

Pero este invierno no estaba saliendo como a él le gustaría que salga,  todo estaba fuera de control y eso era  algo que odiaba, perder el control de su entorno.

Ahí se encontraba, en ese apestoso local con su jodido jefe tratando de hacerle entender que ya no había nada más que hacer, que si  bien todos había trabajado en equipo y dado lo mejor de cada uno esta vez habían perdido limpiamente, y maldición que era la madrugada del jodido 24 de diciembre y que él como  todos los demás deberían estar preparándose para pasar las fiestas donde sea que tuvieran que pasarlas y no enfriándose las bolas oyendo los lamentos de ese detestable idiota.

Ya había perdido el tren que le llevaría hasta su casa y muy a pesar suyo  tendría que manejar, porque conseguir un boleto de avión o bus era imposible.

Cuando al fin lograron deshacerse del pesado jefe, él y los demás encargados de sección respiraron profundamente deseándose pasar buenas fiestas de mala gana y con muy mal humor, cada uno tomo su rumbo.

Kyuhyun había dejado su automóvil estacionado en el parqueó subterráneo del  edificio de las oficinas de la  empresa, camino rápidamente las ocho cuadras de distancia maldiciéndose por olvidar sus guantes y bufanda en su oficina, en momentos como ese el invierno no le parecía tan genial.

Cuando el guardia le dio el pase de entrada y al ver que muy pocos coches estaban todavía allí, una vez más maldijo a su jefe por ser el causante de la situación, al llegar hasta su precioso Audi negro,  obsequio de sus padres por su brillante y destacada graduación, y ver que tenía un horrible golpe en la parte frontal en el lado derecho más una abolladura de  consideración y el faro hecho trizas con sus restos esparcidos en el suelo.  Quiso gritar, con rabia miro alrededor queriendo encontrar al bastardo que lastimo a su amado coche, ni una sola persona, tendría que llevar el coche al taller mecánico, tendría que encontrar al bastardo para hacerle pagar por la avería. No podría ir a casa en su coche, no importaba si contactaba con la aseguradora, no era un daño menor.

Mierda.

Llegó a su departamento cuando fácilmente ya pasaban las cinco de la mañana, después de  llamar a la aseguradora, esperar por uno de sus representantes, explicarle dos mil veces toda la situación, hacer que se revisaran las cámaras de seguridad para ver quien fue el bastardo malnacido que golpeo a su coche y todo el absurdo papeleo necesario, por fin pudo observar como su bello Audi era remolcado y según el representante recién lo tendría con él tal vez después de año nuevo, y que lamentablemente no podrían darle otro automóvil de reemplazo porque, como bien podría imaginarse por las fechas, tenían un par de inconvenientes con la empresa que les rentaba los coches y mil escusas más que ya no quiso escuchar.

Absolutamente frustrado, con frio, cansado y de muy mal humor, decidió que dormiría un par de horas, que se debía muchas por estar trabajando horas extras en la estúpida licitación que al final perdieron.

 Tomo un baño caliente, se vistió con ropa cómoda y abrigada, se aseguró de correr las gruesas cortinas esas que evitaban que la luz del día se filtrara en su habitación apago su celular descolgó el teléfono, por un par de horas descansaría.

Su madre le reclamo por no ir a casa, sus amigos le mandaron muchos tipos de mensajes poco amables al enterase que no llegaba a la ciudad, su hermana le lloro al teléfono por ser un mal hermano y no estar ahí justo ahora que ella llevo a su novio para presentarle oficialmente a la familia, claro como si hubiera sido su intención que todo se le torciera. Bufo molesto bebiendo su cuarta taza de café del día, andaba todavía en pijama y no tenía intenciones de salir de su departamento, no con la tormenta de nieve de afuera, ya paso mucho frio anoche, gracias.

Estaba atrapado en Seúl, todos sus amigos  lejos y con sus propios planes, mierda, que era Navidad y él ahora estaría molestando a su cuñadito o robando comida de la cocina, tomando ponche y todas esas cosas que él suele hacer. Este año no  podrá ser, y es una putada bien grande, patéticamente pasaría la Navidad solo en su jodido departamento, cual tía solterona, tal vez mirando alguna película cursi en la televisión o aún peor, durmiendo temprano.

En momentos como ese, lamenta haber terminado su relación con Zhoumi,  bueno que podía hacer si el tipo en cuestión se mudó a su natal China, las relaciones a larga distancia no son para él. También lamenta haber ignorado los coqueteos de Yesung del departamento de diseño, que mirándole bien, el tipo es guapo y tiene una personalidad interesante, según le han dicho y él pudo apreciar, pero con la fama que tiene más las pocas ganas que tenia de lidiar con los chismes de pasillo en la oficina, en fin, le dejo pasar, tampoco es que le estuviera rechazando totalmente.

Pasó parte de  la tarde lamentando su suerte y maldiciendo a su jefe, al idiota que choco su auto, a la  nieve, a la programación de las cadenas de televisión que no ponían nada bueno y a todo lo humano  y celestial, es decir, traía un humor de perros que ni él se soportaba. En un momento, harto de todo y sintiéndose asfixiado por las paredes de su departamento, se abrigo bien  y salió a caminar por ahí.

Las seis de la tarde, ya había oscurecido, nevaba ligeramente, ya no  había tanta gente en las calles  y sentía que el aire frio  poco a poco le quitaba de encima todo el mal humor y  hasta se dijo a si mismo que no era tan malo, que serían unas navidades diferentes, tal vez y le llaman de la agencia de viajes para decirle que hay un boleto para él al estar en lista de espera y pueda ir a casa. Bien, bueno estaba siendo demasiado positivo.

En su larga caminata llego hasta uno de sus lugares favoritos de la ajetreada Seúl, esa pista de patinaje al aire libre y pública, se prendo del lugar desde la primera vez que fue y siempre que tiene tiempo y es invierno se asegura de ir, ahora tiempo le sobra y aunque es un poco triste estar allí en esa fecha y solo, rodeado de parejitas cursis y empalagosas, va a hacer su mejor esfuerzo por ignorarlas, y tratar de pasar un buen rato.

Alquila un par de patines,  deja sus zapatos en una taquilla y se toma un tiempo para observar la pista y decidir  donde patinar sin tener que encontrarse con muchos tortolitos y evitarse la tentación de empujarlos “accidentalmente”.  Y es en ese momento cuando le ve,  parado en el lado opuesto en el cual él se encuentra, Choi Siwon, y no puede evitar sentir cierto cosquilleo/retorcijón en el estómago,   nota que Choi también le ha reconocido y que se acerca a donde está él, parado inmóvil y maldiciendo a sus piernas por no responderle, tiene ganas de dar la vuelta y correr a encerrarse en su departamento y olvidar que le vio.

 Ha fantaseado muchas veces en cómo sería el momento de su “reencuentro”, ha probado con muchos escenarios y situaciones, en todas ellas  él era el que se acercaba, le saludaba como cuando te encuentras con un viejo amigo después de un largo tiempo de no verle, conversas de un par de cosas prometes beber unos tragos algún día y luego te marchas a casa y continuas con tu vida como si nada. Bien, ha comenzado mal.

-          ¡Realmente eres tú! Kyunnie, Dios me alegra tanto verte – esa sonrisa  de un millón de wons con ese par de hoyuelos de un millón de dólares, ese no saber respetar el especio personal de los demás y ese abrazo rompe costillas en el que le tiene atrapado.

-          Hola Hyung – su saludo es varios niveles menos efusivo y es tan notorio que siente a Siwon soltarle para retroceder un par de pasos y verle un tanto avergonzado pero sin borrar esa resplandeciente sonrisa de su rostro.

-          ¿Cuánto tiempo sin verte? – le siente poner una mano sobre su hombro y recordar esa manía de tocarle.

-          Ha sido un largo tiempo – una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios más que nada producto de su nerviosismo que otra cosa.

-          ¿Estas con alguien? – le ve mirar alrededor, podría haberle dicho que sí, que “alguien” le esperaba y que había sido un gusto verle pero que se tenía que ir, pero en cambio simplemente niega con la cabeza y nota cierto chispazo de alegría en la mirada del mayor, luego tiene que  reprenderse por estar imaginando cosas.

Están sentados uno junto al otro en la barra de ese bar cercano a la pista de patinaje, al cual ha evitado ir desde ese “día”, ha pasado tanto tiempo desde la última vez, casi tres años.

Tiene un vaso con cerveza  dando vueltas entre  sus manos, sin saber que decir, con ganas de huir, pero sin el valor necesario para hacerlo.

Tiene que admitir, que muy en el fondo que no quiere irse.

-          ¿Vas a pasar las fiestas en Seúl? – la mirada de Siwon es la misma, cálida, alegre y le da la sensación de que puede leer a través  de él.

-          Si,  Hyung  - tomo un gran sorbo de su vaso, intentando aplacar sus nervios, en otro momento sabría que embriagarse no era una buena idea.

-          ¿Tus padres están de viaje? – Kyuhyun le mira largamente para después encogerse de hombros.

Claro que lo recuerda, Choi es alguien tan atento con todos que no olvidaría que hace casi tres años él se quedó en Seúl con un par de amigos porque sus padres no estarían en casa. Fatídica fecha.

La conversación que en un principio fue tirante y en realidad recayó sobre Siwon, poco a poco se hace más fácil de llevar y con una mayor participación de  su parte, es así como averigua que la familia de su hyung está muy lejos de Seúl, que fue un viaje inesperado y de último momento y que por eso él se quedó  colgado y sin ningún plan en concreto.

Ya es mas de las once de la noche, Kyuhyun tiene que admitir que se pasó un poco con el alcohol que bebió, está ligeramente  mareado pero intenta aparentar que se encuentra en perfectas condiciones cuando Siwon le dice que le llevara a casa, no puede permitir que eso pase.

No hay nadie más terco que Choi Siwon sobre esta tierra, es esa la conclusión a la que llega Kyuhyun cuando se ve sentado en el asiento del copiloto en el coche de Siwon, un Audi deportivo blanco, cuando lo vio no pudo más que sonreír con ironía, debe haber bebido mucho más de lo que pensó porque en algún momento del recorrido se quedó dormido y ahora es suavemente despertado por Siwon que le toca en el hombro y le dice que ya han llegado. Abre los ojos y efectivamente están estacionados en la puerta principal de su edificio, un tanto incomodo se remueve y se quita el cinturón de seguridad pero es sorprendido por Siwon con un abrazo en el cual no puede evitar aspirar la fragancia del mayor y confirmar que es la misma de  siempre.

-          Feliz Navidad  Hyunnie  - le oye decir muy cerca de su oído.

-          Feliz Navidad Hyung – contesta igual con voz baja y suave, consciente de lo mucho que ha extrañado a Siwon durante todo este tiempo.

Los abrazos no deberían durar tanto, no deberían porque te hacen recordar cosas que te has esforzado en olvidar, como lo cálido y reconfortante que  es  estar entre esos brazos, no deberían durar tanto los abrazos que hacen que no quieras estar en ningún otro lugar en el  mundo, ni siquiera en casa de tus padres disfrutando de la cena de Navidad al lado de la amada familia.

Esos abrazos largos que remueven sentimientos, deberían estar prohibidos si solo van a hacer que te sientas en las nubes mientras dure y luego sea una caía al vacío, cuando el maldito celular de alguno de los dos – no lo tiene claro – empieza a timbrar y rompe la burbuja en la que se había elevado por un tiempo corto.

Se han despedido, Siwon se asegura de recordar la dirección de  Kyuhyun y ha guardado su número y dirección de correo electrónico en su lista de contactos – “No pienso volver a perderte de vista” – le ha dicho. Es un buen tipo ese Choi, pero justo ahora, le ve como el más grandísimo hijo de puta y verdugo personal  que existe sobre la tierra y planetas cercanos.

Cuando ha cerrado la puerta de su departamento, ha dejado sus llaves y billetera sobre la mesita del recibidor se ha quitado el abrigo, bufanda y guantes, no puede hacer nada más que caminar hasta la cocina tomar esa magnífica botella de vino tinto que ha estado guardando para una ocasión especial descorcharla y verter una buena cantidad dentro de una copa y tomar un largo sorbo, olvidándose de disfrutar con todos sus sentidos del preciado licor y más bien queriendo apagarlos para ver si así todo el cuerpo deja de hormiguearle y prácticamente quemarle en los lugares en los que Siwon le ha tocado.

Es la mañana de Navidad, lo sabe, pero realmente no tiene ganas de abrir los ojos, esta incomodo porque en algún momento de la noche quedo dormido en el sofá de la estancia, las cortinas están corridas y la brillante luz de la mañana le ha estado molestando desde que poco a poco ha tomado conciencia de que es un nuevo día.

Finalmente abre los ojos y lamenta haberlo hecho, la luz en la estancia es demasiado para él, una persona con una tremenda resaca, posa el antebrazo sobre sus ojos y deja pasar un par de minutos tratando de acostumbrarse a ese punzante dolor de cabeza y a la sequedad de su garganta, la noche anterior se pasó con la bebida, porque no solo le dio fin a la botella de vino, también recuerda haber acabado con esa media botella de vodka , haber iniciado una de sake y quien sabe que más, su tolerancia al alcohol es buena pero haber mezclado licores y ese encuentro inesperado ciertamente le desestabilizaron, acabando bebiendo patéticamente solo en la sala de estar de su departamento en un intento inútil por borrar de su mente a Siwon, lo ha estado intentando arduamente durante los últimos años, ilusamente creyó que una noche llena de alcohol lo haría, ahora le queda soportar la resaca como escarmiento por su ingenuidad.

Arrastra los pies camino a la cocina y va directo  al refrigerador a tomar una botella de agua que bebió con avidez, el teléfono sonó tan de pronto que le asusto e intensifico su punzante dolor de cabeza. De mala gana contesta sin verificar el nombre e inmediatamente se arrepiente y la cabeza le martillea dolorosamente al escuchar la demasiado alta, escandalosa, irritante, molesta voz de su más “amado y hermoso hyung”.

-          ¡Kyu! ¡Maldito bastardo! ¿Cómo te atreves a regalarme esa asquerosa porquería para viejas? ¡Insolente malnacido! y  ¿Por qué carajos sigues en la jodida helada Seúl?

-          Heenim Hyung, por todos los dioses cierra la maldita boca, yo te regalo la mierda que me da la gana además deberías agradecerme tienes la cara llena  de arrugas, bastardo malagradecido, y crees que quiero estar en la jodida Seúl, no soy tan idiota como tú hyung. – siempre era bueno conversar con su hyung pero ahora le dolía la cabeza y no estaba de humor.

Si algo admiraba Kyuhyun de Kim Heechul era la capacidad que tenía para leer los estados anímicos de las personas, aun si la persona en cuestión solo le dirigía un par de palabras, gestos o incluso una simple conversación telefónica, ese  don siempre fue muy bien aprovechado por este simpático  hyung, él lo sabe bien, puede que  tenga resaca y se sienta  en un nivel por debajo de la mierda pero aun es capaz de darse cuenta que su hyung se ha dado cuenta - valga la redundancia – de que algo ha pasado en su vida. Kyuhyun ahora mismo no se siente muy comunicativo pero tratar de escapar de la curiosidad de su hyung es iluso irrisorio y peligroso.

-          Kyu – le oye casi cantar con un tono de voz tan suave totalmente opuesto al berrido que le obsequio al inicio de la llamada – no te atrevas a mover ese gordo culo tuyo, estaré ahí en media hora – y colgó, Kyuhyun siente un escalofrió que le recorre desagradablemente toda la columna vertebral.

Ha limpiado un poco y abierto una ventana para lograr que el olor a alcohol no sea tan notorio y desagradable, una nariz sensible y quisquillosa que natura le dio como castigo cuando anda resacoso. Ha pasado casi una hora cuando el timbre suena y suspira con resignación arrastra los pies y abre la puerta…

Y ahí le tiene parado frente a él, se le viene a la mente la imagen de Fluffy el gato de su hermana, cuando este se agazapaba en algún rincón del jardín de su casa listo para atacar a alguna pobre criatura, su presa, la sonrisa en el rostro de su hyung es felina y viendo en sus ojos sabe que ha caído cautivo y va jugar con él tanto como quiera, hasta que él - ahora mismo representado el rol de un pobre y acorralado ratoncito-  suelte toda la información, sabe que esta jodido, lo sabe.

Han pasado exactos veintitrés minutos desde que él y su hyung están sentados en sillas altas uno frente al otro en el desayunador de la cocina, veintitrés minutos en los cuales Kyuhyun ha tenido la penetrante mirada de  ese hyung pegada a su rostro sin que este se pierda ni un solo gesto suyo y veintitrés, no, veinticuatro minutos en los cuales Kyuhyun gradualmente ha acumulado una importante cantidad de estrés cortesía de Heenim hyung.

-          Interesante – le oye decir mientras toma una cucharada de la sopa que tan amablemente ha traído para él – muy interesante.

-          … - no quiere caer en su juego, sabe que disfruta torturando a los demás, si no fuera tan inescrupuloso Kim Heechul  habría sido el mejor terapeuta de todos los tiempos. Por eso decide mantenerse callado, concentrado en la sopa - que odia- , pero da lo mismo, la premisa es evitar a su hyung tanto  como pueda.

-          Así que, por lo visto él ha vuelto a tu vida – Heechul tiene los codos sobre el mesón y  el mentón recargado sobre sus dedos entrecruzados.

-          No sé de qué diablos estás hablando hyung – se encoje de hombros y continua comiendo ahora un poco de  vegetales los cuales traga con esfuerzo, porque también los odia.

-          Sabes perfectamente de quien estoy hablando, pequeño bastardo. – le quita los palillos y los pone delicadamente a un lado, se para y camina hasta el sofá sentándose en el y dando un par de palmaditas indicando  que se siente junto a él. Obedece dócilmente, cansado del juego y sintiendo de pronto la necesidad de desahogarse.

-          ¿Cuándo, dónde y por qué se vieron? – las preguntas son claras.

-          Ayer, en la pista de patinaje esa a la que te lleve el año pasado, no lo sé, ambos estábamos en el momento y lugar equivocados.- puede adivinar la  sonrisa en la cara de su hyung, pero prefiere mirar a cualquier lado.

-          No pudo ser más jodidamente perfecto – y Kyuhyun no puede creer el tono de colegiala emocionada en la voz de ese hyung idiota.

-          ¡No me jodas Heenim hyung! te das cuenta de  lo asquerosamente patético que es todo esto ¿verdad?- gesticula con las manos tratando de indicar lo  grande que era el asunto.

-          ¿El qué?  Que la princesa haya encontrado a su príncipe azul el día de noche buena en la pista de patinaje en la cual hace tres años  la princesa se dio cuenta que estaba perdidamente enamorada y que se le mojaban las bragas por el gallardo príncipe azul, que además era su mejor amigui del mundo mundisimo, me doy perfecta cuenta – ese hyung nunca antes se le hizo tan golpeable, y no se frenó le dio un buen golpe con el puño en la boca del estómago.

-          ¡Jamás vuelvas a compárame con una jodida  princesa! -  le ayudo a enderezarse y pudo ver que si no lo hubiera golpeado ahora mismo ese patán estaría revolcándose de la risa, porque tenía esa molesta sonrisa gatuna atornillada en la cara.

-          ¿Qué voy a hacer hyung? – su voz sonaba desesperada y angustiada, porque así se sentía, desesperado y angustiado lleno de temor, porque ese encuentro era todo lo que había deseado por mucho tiempo y a la vez era algo que conscientemente había estado evitando por todos los medios, porque moría de miedo, por eso.

-          Dejar de portarte como un mariquita, además se vieron en la pista de patina y ¿Qué? No es como si vivieras ahí.

-          Pero ahora él tiene mi número de celular y sabe dónde vivo, sé que se va a poner en contacto conmigo. – y esa ceja alzada era advertencia de una futura tortura.

-          Entonces solo arrójale toda esa mierda cursi y rosa que llevas atascada dentro de ti durante todos estos años.

-          Como si fuera así de sencillo.

-          Claro que lo es, mira kyu, maldito zopenco, cuando te diste cuenta que  morías de amor por él comprendo que haya sido un shock para ti, o sea, eras el hijo súper cristiano y heterosexual de papi y mami Cho, eras joven, y ese idiota era tu mejor amigo, protector y modelo a seguir y te enamoraste de él, y bueno sí, esas mierdas solo te pasan a ti. Pero ahora ya no es igual.

-          Claro que es igual, él sigue siendo  tan heterosexual como en ese entonces– poco a poco Kyuhyun había recostado su cabeza en las piernas de su hyung y ahora este jugaba con su cabello permitiendo que se relajase.

-          Pero tú ya no eres un maldito mariquita de closet, tu familia y amigos saben quién eres, y si ese idiota aun conociendo tus sentimientos no quiere volver a saber de ti, por toda esa mierda homofóbica que le metieron en el cerebro, pues maldición no te merece y jamás lo hará, y yo me encargare de la venganza luego, y carajo tendrás eso tachado de tu lista de cosas por hacer antes de morir, de acuerdo. Y sobre todo, por fin podrás avanzar y sabes muy bien a lo que me refiero.

Ese hyung deslenguado tenía razón y él debía de una buena vez asumir su realidad y portarse como una persona adulta hablar con él y decirle lo que ha estado sintiendo por más de tres años,  y si las cosas no resultaban – de lo que estaba seguro – pues bien, solo debía continuar con su vida, con Choi Siwon  por fin fuera de  su mente y quitarse ese ridículo enamoramiento, avanzar con su vida, porque admitía que se quedó atascado, era hora de actuar como un hombre.

Era fácil tomar la decisión, se volvía difícil cuando pensabas y pensabas en ello por la noche dando vueltas en la cama después de  haber pasado toda la tarde con Heenim  hyung animándote para hacer lo que tenías que hacer, pero una vez que este se fue la resolución perdía atractivo con cada segundo que pasaba para finalmente parecer una absurda locura al día siguiente. Las cosas estaban perfectamente bien como estaban, gracias, él no iba a mover un dedo.

La vida es una perra dicen, ¡oh! Sí, es una grandísima perra cuando se lo propone y a Cho Kyuhyun eso le quedo claro cuando después de haber estado esperando alguna llamada, visita o correo electrónico durante las últimas tres semana del hijo de puta de Choi y cuando finalmente se hacía a la idea de que el haberle visto había sido una alucinación producto de su defectuoso inconsciente. Veía al jodido Choi parado en la puerta principal de su edificio obviamente esperando por alguien. Por él.

Podría simplemente pasar de largo, total estaba en su coche, pedir asilo en casa de Changmin pero el idiota estaba de viaje con el vejete de su casi novio, podía ir a casa de Heenim hyung pero claramente le mandaría de vuelta a casa y es más vendría con él a ayudarle desinteresadamente, como más de una vez le propuso, también estaba… bien la verdad es que no tenía muchos amigos en Seúl, y ya no le quedo más tiempo Siwon le vio, claro como no le iba a ver si como un idiota se quedaba estacionado ahí donde no debía y los otros autos tocaban bocina para avanzar. Siwon sacudió la mano saludando a Kyuhyun y este  contesto el saludo entro al parqueo subterráneo del edificio y aparco su coche en su espacio, ahora si debía enfrentar sus miedos y avanzar, eso era algo en lo que había estado pensando durante las tres semanas que pasaron.

Camino hasta la puerta principal donde Siwon aguardaba por él, tenía que admitir que ese hombre se veía muy bien a pesar de tener la nariz roja debido al frío el muy idiota probablemente llevaba un rato esperándole a la intemperie, siempre fue así de descuidado con su salud.

-          ¡Hola!  Hyunnie, siento venir sin avisar pero yo perdí mi celular y no tenía otro modo de comunicarme contigo – mientras hablaba gesticulaba con las manos y se veía nervioso.

-          Hyung, no hay problema, no te preocupes por eso, ¿Quieres pasar? Hace frío aquí – vio asentir a Siwon.

Caminaron al interior en silencio y pudo escuchar un ligero suspiro de satisfacción salido de los labios de Choi ahora que se encontraban en el interior calefaccionado, tal vez si le espero por mucho rato allí afuera.

Subieron en el ascensor hasta el piso trece Kyuhyun dejo pasar a Siwon a su departamento e inmediatamente fue al control de la calefacción para hacer el lugar más cálido, mientras se quitaba el abrigo ejecutivo y afloja su corbata, dejando el abrigo sobre el respaldo del sofá.

-          Por favor hyung toma asiento – vio a Siwon mirar a su alrededor.

-          Este lugar es muy agradable, es como tú – la voz de su hyung se oía tranquila y ya no tan nerviosa como cuando se encontraron en la calle.

-          Gracias, te puedo ofrecer algo para beber, que te parece una taza de chocolate caliente – no espero por una respuesta, porque no soportaba estar sentando y sin hacer nada.

-          Claro, me encantaría – se paró rápidamente y Siwon le siguió de cerca.

Kyuhyun no sabía que decir  y Siwon parecía entretenido mirándole traquetear en la pequeña cocina, así que de cierta manera se instaló una especie de silencio agradable entre ambos.

-          Sé que tal vez este fuera de  lugar, y que no tenga derecho a decir esto, pero debes saber que te echado mucho de menos en todo este tiempo – y tras escuchar esas palabras Kyuhyun se sintió capaz de levantar la cabeza y vio que  Siwon  tenía la mirada fija en él sosteniendo con ambas manos esa cálida taza de  chocolate. Y esa imagen se le antojo tan entrañable y pudo ver sinceridad en esos ojos.

-          Yo también te echado mucho de menos hyung – esa era la jodida verdad, y siendo egoísta podía sentir un pinchazo de satisfacción al saber que su hyung no había estado tranquilo y su ego también agradecía no haber sido el único extrañando al otro, aunque tal vez no de la misma manera ni con la misma intensidad.

-          Entonces ¿Por qué te fuiste y desapareciste así? – aunque podía notar cierto reproche en la voz de Siwon, Kyuhyun no podía negarle eso, él simplemente alejo a todas las personas de su entorno con las cuales convivía en ese entonces y en especial a Siwon, pero tenía sus motivos.

-          Tú sabes muy bien porque lo hice hyung.

-          No quiero reprocharte por ello, sé que fui un idiota, también tenías todo el derecho de estar enfado conmigo, pero por Dios Kyunnie, no debiste irte así.

-          ¿No quieres reprocharme?- no pudo evitar sonreír de lado. – estás haciendo eso ahora.

-          Lo sé, lo siento Kyunnie- le vio pasar ambas manos por la cara, clara señal de que estaba nervioso.- Yo no quiero hacer esto así, quiero  volver a saber de ti, quiero que…

-          ¿Qué quieres hyung? – una pequeña esperanza empezó a anidar en su pecho.

-          Que vuelvas a ser parte de mi vida, ser parte de tu vida, como antes – y esa pequeña esperanza murió cayo en él como un peso muerto.

-          ¿Cómo antes?  eso difícilmente pasara hyung, por muchas razones y lo sabes muy bien – su mirada se endureció.

-          No, Hyunnie no es lo que quise decir, por favor no te molestes. – Siwon tomo las manos de Kyuhyun que estaban cerradas en  fuertes puños sobre la encimera. Y como siempre pasaba se relajó ante su toque.

-          Entonces que es, explícame hyung, no entiendo – y otra vez ahí estaba ese jodida bastarda esperanza que se negaba a morir.

-          Tú no tienes ni idea de la manera en la que cambiaste mi vida y el curso que tomo después de ese día, yo sé que no tuve la mejor reacción, también sé que me porte como un maldito imbécil, pero me sorprendiste – hizo una pausa mirando a Kyuhyun con una pequeña sonrisa en los labios – yo te aparte de mí y fui estúpido pero lo hice porque tuve miedo, ¿sabes?, en ese momento todas mis creencias y los valores con los que fui criado se tambalearon, y fue tan impactante para mí descubrir que el dulce niño al  cual protegía y veía como a un hermano, un día venga a mí y me plante un beso en los labios, y mientras estaba perdido luchando conmigo mismo un día me di cuenta que te aleje y que tu alejaste a todos los demás y ya no era plausible comunicarme contigo ya no sabía dónde vivías porque te habías mudado, y ya no volviste a ninguno de los lugares en los cuales alguien podía darme referencias sobre ti, ahí fue cuando me di cuenta de lo mucho que te lastime – Kyuhyun intento liberar sus manos del agarre de las manos de Siwon, pero él le dio un suave apretón – Lo siento mucho Kyuhyun, me porte como un patán.

-          No importa hyung, eso ya es algo del pasado y no es tu culpa, en realidad es mía, yo no tenía derecho a hacer eso y tú no tenías ninguna obligación a aceptar mis sentimientos.

-          Si importa Hyunnie, tu siempre fuiste una persona especial para mí, eres alguien a quien quiero proteger y cuidar, tú eras  ese amigo especial con el cual siempre me porte posesivo y celoso del acercamiento de otras personas, al cual tocaba más que a los demás, me di cuenta de ello cuando te fuiste y ya no estabas ahí para mí, ¿Kyuhyun estas entendiendo lo que estoy intentando decirte? – la mirada de Siwon  se centró en los ojos de Kyuhyun.

-          No, hyung y si estás jugando conmigo, te pido que te va…

-          ¡Demonios Kyunnie! No estés tan a la defensiva, estas entendiendo todo mal.

-          ¿Qué estoy entendiendo mal? que me sigues viendo como al hermano pequeño al cual cuidabas y protegías, bien hyung, lo entiendo,  pero no quiero representar ese rol, será mejor que olvidemos que nos vimos, por favor vete – Kyuhyun quito sus manos del agarre de Siwon, porque su toque dolía, estaba a punto de perder el control sobre sus emociones y antes de que eso pase necesitaba que se fuera.

-          No Hyunnie, no hasta que escuches todo lo que  tengo que decir, después me iré,  tendré que ser muy claro a partir de ahora,  si yo me portaba así en ese entonces era porque estaba enamorado de ti, pero fui necio y me negaba a reconocer mis sentimientos porque estos iban en contra a todo lo que me habían enseñado e inculcado desde siempre. – Kyuhyun  pudo sentir como su corazón se estrujaba – fue difícil ¿sabes? Fue difícil para mí y también lo fue para mi familia y  amigos, y eso es algo con lo que aún estoy lidiando, pero no me arrepiento.

-          ¿Por qué ahora hyung? – las emociones rebasaron a Kyuhyun, lagrimas recorrían su rostro una tras otra, y le parecía demasiado cruel el hecho de que Siwon estuviera desenterrando cada uno de sus miedos e inseguridades.

-          Porque te lo debo Hyunnie – así que era por eso, lo que motivaba a Siwon para hablarle con  la verdad, era ese absurdo sentido de lealtad que era tan propio de su personalidad.

-          Está bien, hyung me alegro de que las cosas hayan salido bien para ti, pero estoy cansado siento ser descortés, pero quisiera descansar.- Siwon asintió, poniéndose de pie y caminando hasta la salida.

-          Adiós Kyuhyun.

-          Adiós hyung- y luego el sonido de la puerta cerrándose retumbo con fuerza en los oídos de Kyuhyun.

Los siguientes días pasaron para Kyuhyun entre el trabajo y el consuelo de sus amigos, Changmin que ya estaba de regreso en la ciudad con su ahora novio oficial con el cual no tuvo reparos al momento de echarle de su casa mientras  gentilmente se ofreció a golpear sin piedad al bastardo malnacido innombrable, cuando le daba lucha en la partida del videojuego que era su nueva obsesión mientras se emborrachaban con botellas y botellas de vino y se tragaban una importante cantidad de snacks, también  obtuvo consuelo de su Heenim hyung a quien llamo en el momento en el que el innombrable dejaba su departamento, y fue grandioso y catártico insultarle juntos borrachos gritando que era un grandísimo hijo de puta y que él se lo perdía por idiota y mierda no se merecía al bello Kyu el muy grandísimo bastardo subnormal retrasado hijo de puta, aunque ya habían dicho eso se sentía bien repetirlo, y cantando a todo pulmón muy mal en un karaoke de la cuidad al que estaba seguro jamás les dejarían entrar de nuevo.  Nunca.

Y era pronto para decir que estaba bien y que lo tenía superado, pero estaba seguro de que ahora ese era un ítem cumplido en su vida, que ya era momento de avanzar y liberar a su  corazón y ser capaz de llevar una verdadera relación sin la sombra de Siwon, era tiempo de crecer y de dejar ir a su primer amor.

Ese día se suponía que saldría más temprano del trabajo, pero sus compañeros y hasta su jefe le llevaron a un pequeño bar cercano a las oficinas y se empecinaron a celebrar su cumpleaños, entre todos se ocuparon de mantener su copa llena y de hacerle saber que era un gran compañero y trabajador, que últimamente parecía taciturno y triste, y  que contaba con ellos porque había demostrado como le dijeron antes que era un gran compañero y buena persona.

 La celebración se terminó alrededor de las once de la noche, Kyuhyun un tanto afectado por la bebida fue enviado a casa en un taxi después de recibir los abrazos y felicitaciones de todos, llego a casa y bajo del taxi y tuvo un déjà vu parado en la puerta principal del edificio, estaba Choi Siwon con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo y prácticamente con la mitad de su rostro cubierto por una gruesa bufanda, dejando ver solo sus ojos, con pinta de haber estado esperando por un largo rato.

Camino hasta la puerta dispuesto a ignorarle y renegar de su suerte, pero cuando estaba a punto de lograrlo una mano se aferró a su brazo y detuvo su avance.

-          Solo dame unos minutos Hyunnie – todo su cuerpo tembló, no quería oírle, porque sabía que solo retrasaría su proceso de curación, pero diablos, era un masoquista de mierda y además curioso. Así que simplemente le miro y con un asentimiento le indico que hablara.

-          La noche anterior no termine de decir todo lo que tenía que decirte, una vez más me malentendiste,  yo tenía que pedirte disculpas por el daño que te cause y también decirte que estaba enamorado de ti. Y ese día de pronto me di cuenta de que tal vez estaba siendo un idiota de nuevo y que tú ya habías dejado atrás todo esto, y que yo era un bastardo trayendo al presente situaciones que te lastimaron y que tu tenías todo el derecho de echarme de tu casa y de tu vida y que solo te estaba lastimando otra vez y que no tenía derecho – Siwon hizo una pausa y respiro profundamente – No sé si ahora estas en alguna relación, no sé qué es lo que sientes por mí, no sé si tengo alguna oportunidad contigo, pero lo que estoy intentando decirte es que aún estoy enamorado de ti, que lo que hace tiempo descubrí que sentía por ti se ha mantenido intacto y ha seguido creciendo y me he llenado de orgullo al ver el hombre en el que te has convertido. Y también estoy aquí para esto – vio como sacaba un pequeño estuche del bolsillo de su abrigo y se lo tendía. – feliz cumpleaños Kyunnie – los brazos de Siwon le rodeaban y al ver que no tomaba el estuche este lo metía en el bolsillo de su abrigo y le soltaba al momento de darle un ligero beso en la frente y se disponía a irse dejándole parado ahí en medio de la calle en la puerta de su edificio, todo era surrealista y molesto, muy molesto tomo en una mano un poco de nieve que se amontonaba en la acera y la tiro directo a la cabeza de Siwon con plena intención.

-          ¡Yah! Tu maldito bastardo, ¿dónde diablos crees que estas yendo?- estaba gritando en la noche en la calle y ¿Qué?– ahora me vas a oír tu – camino hasta  ponerse delante de la figura paralizada de Siwon – ¿te parece que existe una pizca de lógica en tu comportamiento? , ¿Es agradable venir aquí cada vez que te da la gana darme un discurso  de lo patán que eres y luego largarte como toda una víctima? ¿preguntaste a alguien antes de venir y desbaratar mi vida?, lo acepto hyung, me equivoque no debí actuar tan precipitadamente esa vez, pero ¿qué hacía? era joven, pero ¿cómo te justificas tú? ¿Qué patética escusa me vas a dar para justificar que escapas luego de decirme todo eso de que aun estás enamorado de mí? ¿Por qué, incluso ahora no eres capaz de escuchar las respuestas a tus preguntas? Te las voy a decir igual, no estoy saliendo con nadie, y es gracias a ti maldito idiota, y como comprenderás mis sentimientos por ti no han cambiado- ¡oh! Que bien se sentía, más ligero y enormemente satisfecho con la cara de estupefacción del tonto de su Wonnie hyung, sonrió un poco – y solo estoy dándote una pequeña oportunidad y esta caduca en el exacto momento en el que mi cumpleaños finalice, es decir en los próximos tres minutos – dijo después de mirar el reloj - ¿Qué dices? ¿lo tomas o lo dejas?

No recordaba haber visto una sonrisa tan grande en el rostro de Choi Siwon antes, ni haber sido presa de una abrazo más cálido y fuerte, ni tampoco haber escuchado ese tono de voz susurrante y feliz que le decía un – “por supuesto que lo tomo” – para luego recibir un beso roba almas, porque eran dos hombres adultos que se tenían ganas desde hace mas de tres años y que importaba si era de noche, estaban en medio de la calle y hacia un frio que calaba los huesos, así de juntitos este se aplacaba.

Tal vez ese invierno na había sido el que esperaba que fuera, porque había sido mucho más de lo que esperaba, y le daba una cosa más para agregar a su lista de razones para amarlo ahí debajo del que rezaba que su cumpleaños era en invierno y que él era un niño de la nieve, ahora también estaba el apartado de empecé una relación con mi primer amor una noche de invierno, si, súper cursi el asunto, pero nadie tenía porque enterarse.

Y si se piensan que todo fueron rosas y margaritas para ellos a partir de ese momento es una gran ilusión, porque aún quedaban temas por solucionar como el odio eterno que le juro Kim Heechul  a Siwon en el momento que le vio aparecer, por hacer sufrir a su engendro, es decir a su Kyu, le costó muchas horas de andar por su detrás como un fiel vasallo pero lo consiguió,  también el escalofrío que le recorrió el cuerpo cuando se encontró bajo el poder de la fría mirada de Changmin al que finalmente conquisto con muchas invitaciones a cenar, eso por el lado de Kyuhyun, por el lado de Siwon fue un poco más serio y delicado pero juntos lo lograron. Kyuhyun se metió al bolsillo a la señora Choi y lo demás vino solo.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

:D

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