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Un mal día. por Mache

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Notas del fanfic:

Hola.

No he actualizado ninguno de mis relatos, que si no me equivoco son solo dos y no deben de tener mas de dos capitulos cada uno.

Hoy traigo esta historia que llego a mi cabeza hace unas noches. Es un ONE SHOT, o al menos lo es por el momento. Me gustaria mucho seguirla, pero no se como.

De seguirlo, agregare advertencia conforme lo escriba.

Notas del capitulo:

Hola.

No he actualizado ninguno de mis relatos, que si no me equivoco son solo dos y no deben de tener mas de dos capitulos cada uno.

Hoy traigo esta historia que llego a mi cabeza hace unas noches. Es un ONE SHOT, o al menos lo es por el momento. Me gustaria mucho seguirla, pero no se como.

De seguirlo, agregare advertencia conforme lo escriba.

Hasta hace tan solo unos meses eramos papá, mama, mi hermano mayor y yo. Vivíamos los cuatro muy felices y unidos hasta el "incidente": me encontraron con un chico en la cama de mis padres. Después de eso termine en la calle, en la entrada de mi, hasta ese entonces, casa en boxers y zapatillas, que fueron lo único que logre tomar antes de saltar por la ventana del piso superior antes de que el descontrol se desatara. Todos los vecinos podían verme sentado en el cordón de la vereda mientras de oían los gritos por parte de mis padres dentro de la casa. No sabia que hacer; quería que se enteraran, pero no de ese modo. Me pregunto como estará Frank ahora, él es el chico con el cual estaba en la cama de mis padres. Realmente me gusta, hace años que venia fijándome en él y cuando finalmente lo consigo esto es lo que sucede. Él es el capital del equipo de fútbol, nadie sabe que le atraen los chicos, o al menos eso me ha dicho las pocas veces que hablamos ¿se sentirá avergonzado de que nos descubrieran en nuestra primera y probablemente única vez juntos? Esa duda se contesta por si sola cuando lo veo caminando por la vereda de enfrente de la mano de Rachel Evans , vistiendo aquellos que hacía unos momentos estaba tirado por la habitacion de mis padres, de hecho, la camiseta que lleva puesta es mía, le ajusta en los hombros. No se digna a mirarme a los ojos siquiera, toda esto debe resultarle patético y vergonzoso. Frank y Rachel se apresuran a entrar a la casa de Rachel, aquella casa frente a la mía. Veo como sus cuerpo se pegan, gracias al cristal de la puerta de calle. Seguramente ahora subirían la escalera, tomarían el pasillo y entrarían a la segunda puerta a su izquierda; Rachel y yo solíamos ser mejores amigos hasta hace seis años. Recuerdo cuando su madre no quiso que sigamos siendo amigos, porque convencí a Rachel de que dos muñecos Ken podían ser pareja. Aparentemente que dos personajes ficticios y de plástico, y que no son del mismo sexo porque no poseen genitalidad, no pueden amarse porque no es natural; igual que su cabellera rubia. Y desde entonces, Rachel no volvió a dirigirme la palabra y esparció el rumor de que me gustaban los chicos.
No me equivoque, porque la ventana del cuarto de Rachel se cerro, dejando la cortina abierta. Podía ver desde mi posición como se besaban y comenzaban a despojarse de sus prendas. No se porque no dejo de mirarlos, desde que vi como se tomaban de las manos siento un dolor dentro de mi, supongo que lo merezco. Hace tan solo unos instantes Frank era mio, y solo mio; y ahora ya estaba con ella, teniendo relaciones. Esa forma en que se Frank se muerde el labio los delata, aunque debo aceptar que se ve tan lindo así: su rubio cabello despeinado, con el torso desnudo y mordiéndose el labio.
Me recuerda a cuando nos comenzamos a hablar, teníamos que reunirnos a causa de un trabajo de investigación en su casa. Cuando abrió la puerta estaba sin camiseta, un pantalón de pijama, despeinado y usando lentes. Esa apariencia  suya era tan confusa. Su cuerpo tan atractivo y su rostro tan tierno. Su apariencia me enamoro aun mas de la ya estaba.
—Pasa, mis padres no están en casa — me dijo, provocando un leve rubor en mis mejillas. No es que esperara hacer algo mas que el trabajo de investigación, pero si había fantaseado con eso en el camino a su casa. Después de todo, porque alguien como él se fijaría en alguien como yo.

Subimos a su habitación, me invitó a sentarme frente a su computadora.
—¿Te molesta si me cambio aquí mismo? — negué con la cabeza. ¿No habría escuchado los rumores sobre mi? ¿Se había vuelto loco? ¿Acaso era eso un sueño? Me ruborice ante la idea de que secretamente estuviera enamorado de mi, pero era una idea ridícula.

Desvié la mirada hacia el espejo pegado a la pared paralela a la del armario. Frank lo abrió estirando su espalda, me encantaría poder tocarlo en ese mismo momento. Baja sus pantalones dejando al descubierto su ajustada ropa interior, que por cierto le queda excelente. No había rastro alguno de vello en su cuerpo, debía depilarse para jugar fútbol. Podía ver mejor su cuerpo de lo que ya lo hacia en el vestuario luego de las clases de gimnasia, había mejor luz y no tenia el miedo a que el resto del colegio me viera.
—¿Te gusta lo que ves? — preguntó sacándome de mis pensamientos.

—¿Que?¿Quien?¿Yo? — intente disimular.

—No finjas, se que te gusto — ¿Como lo sabia?¿Era tan evidente? Ahora que él había confirmado sus sospechas ¿se lo diría a todos? — No te preocupes, tu también me gustas.

No podía creer lo que Frank, el chico mas popular y atractivo de la escuela, me estaba diciendo. Estaba confesándome que yo le gustaba. Nos vimos unas veces mas, solo para hablar porque aunque él quería que hiciéramos algo, yo me negaba porque tenia miedo. Pero llego el día, en que decidí que hiciéramos todo. En mi casa, mi familia se suponía que no iba a volver hasta dentro de una hora más, pero no.
Sigo viendo a aquella ventana, por la mirada de Frank puedo deducir que esta pasando un buen momento; no como el que acababa de pasar con el pobre chico en boxers sentado en el cordón de la vereda. Lo miraba fijamente y el ignoraba mi presencia al otro lado de la calle, hasta que miro a través de la ventana. No supe cual fue su cara al verme, porque un auto amarillo, que resulto ser un taxi, paro frente mio y toco bocina. Luego escucha la puerta de mi casa cerrarse, al voltearme vi a mi madre con las maletas.
—Sube el auto — me dijo, mientras ella guardaba el equipaje. Le indico la dirección al chófer, me tendió una nota de papel y se despidió.

Dentro de la nota de papel, doblada dulcemente por las manos de mi madre, había dinero para pagar el viaje en taxi y me indicaba que tenia que ir hasta la recepción del motel que estaría frente a donde me dejaría el taxi y tomar las llaves de la habitación que había reservado a mi nombre por teléfono.
Cuando llegue a mi cuarto, seguía en boxers, tome el teléfono y marque a casa.
Reconocí su voz.
—Mama, solo quiero decirte que...
—No digas nada Dylan.
—...lo siento.

Notas finales:

Si les gustó, o no, dejen una review.

Si quieren que lo continúe, o quieren ayudarme con ideas, dejes sus aportes en sus review.

Gracias por leer.

 Voy a intentar actualizar los otros relatos, es uno de mis propósitos de año nuevo.


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