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Take A Bow por Mellark

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Notas del fanfic:

Debo aclarar, antes que todo, que yo soy MinKey shipper, del alma. Y me vale un carajo partido por la mitad que se me "desprestigie" por subir ésto y fics de otras parejas. 

Es mi cuenta, yo subo lo que se me de la gana.

También quiero aclarar que procuraré dejar las dedicatorias, luego se ofenden.

Disfrútenlo, porque es del poco JongKey que verán aquí, y es !broken, al fin y al cabo.

Notas del capitulo:

LALALALA.

Escribí esto en una época en la que sentí que todo el mundo conspiraba contra mí, en las anteriores notas de este fic se notaba mi curiosísimo estado de ánimo.

Ruego que me sepan perdonar por ser una asquerosa deprimida, pero soy adolescente y los cambios de humor son el pan de cada día. 

Me gusta este JK, no lo negaré, salió de lo más negro de mi ser y me agradó el resultado. De eso es de lo único que no me arrepiento.

El olor del tabaco llenaba la habitación compartida. En el lado izquierdo, la ventana estaba abierta de par en par, ayudando a que se filtrara el aroma del cigarrillo. También había una cortina medio corrida a la derecha y la cama estaba pegada a la pared. Del lado derecho, otra cama individual y un armario de cedro llenaba el lugar. La puerta estaba en ése lado y estaba cerrada con llave.

En la cama derecha, una silueta pequeña y encorvada fumaba su último cigarro del día. Las manos le temblaban y apenas había podido encenderlo, pero ahí estaba, ahogando sus privilegiados pulmones con ésa toxina tan dañina. Dió otra calada y levantó la cabeza.

Sus ojos eran pequeños y rasgados, típicamente orientales pero con una línea muy felina y atrevida. Sus pestañas eran largas y espesas, ahora estaban manchadas del negro de la mascara. El residuo del producto había tintado hasta sus mejillas altas y definidas. Como en ésos cuadros dramáticos donde el único color que hay es el negro de las lágrimas maquilladas.

En su mente había un torbellino de emociones y sensaciones, pero todas desembocaban en el mismo punto : decepción, desamor, desilusión y tristeza.

Pensaba que hubiera sido mejor quedarse en su pueblo, no poner un pie en la capital y definitivamente no entrar a una escuela de alta élite social. ¿Por qué ésa escuela? ¿Por qué su viejo y buen no padre no lo había matriculado en una sencilla y aburrida preparatoria gubernamental? ¿Por qué un internado costoso?

El cigarro se le acabó y con él perdió el último dinero guardado que tenía. Ahora debía esperar otra semana hasta que sus padres, tan buenos, consiguieran reunir una módica cantidad y la enviaran hasta él, para gastos de estudios y ésas cosas.

Si supieran que mayormente se iban en Camel, alcohol y otras nimiedades.

El castaño de las lágrimas oscuras arrojó la colilla por la ventana y la cerró. Procuró no tocar ni la sábana de la otra cama. Fue hasta el tocador y tomó un ambientador de olores, lo roció y la estúpida fragancia llenó el reducido espacio.

Olía a vainilla, a estúpida y jodida vainilla artificial.

Recordó la primera vez que olió vainilla auténtica. Fue del cabello de él, que rociaba con gotas de flor de vainilla pura después de salir de la ducha, para suavizar su aroma masculino. O éso decía.

Kim Jonghyun decía muchas cosas que no eran ciertas. Que su cabello era castaño, cuando era negro. Que su operación de nariz había sido por estética, cuando fue por un accidente de auto. Que sus tenis nuevos eran del mercadillo, cuando él mismo lo acompañó a recogerlos a la central de correos porque no habían llegado en las dos semanas que prometía el diseñador. Que lo amaba, ésa fue la mayor de sus mentiras.

Kibum se rió irónico y ácido cuando dejó el ambientador en el tocador. Sus dedos se cerraron en torno a un viejo cepillo con cabellos enredados en él. Eran negros, como sus lágrimas manchadas. Lo tomó y volvió a su cama.

Pasó la mano por las suaves cerdas en las que los cabellos de Jonghyun estaban ensartados. Los sintió suaves y se odió por no tener las agallas de arrojarlo por la ventana junto con el Camel. Lo dejó en el colchón y se dirigió al armario.

Lo abrió y un sobre amarillo le golpeó su confundida cabeza.

En el sobre se leía Jong + Key - 23/09/10.

Se sintió estúpido. Eran las fotos de su último cumpleaños. Jonghyun lo había llevado a recorrer Seúl, desde los mercados ambulantes, hasta los lugares donde se codeaban las grandes celebridades. Habían ido a tomarse fotos, a un karaoke, a comer kimchi al mejor lugar, al cine... El muy astuto se había lucido.

Ése día le robó su primer beso.

Fue tan cliché. A la luz de la luna, en un parque no muy lejano a los dormitorios de la escuela. Jonghyun lo había tomado de la mano y lo sentó en la orilla de la fuente.

—Estoy feliz de haberte conocido, Bum.

Kibum había sonreído y, muy tontamente, se había sonrojado como un idiota.

—Yo también me alegro de conocerte, hyung.—le jaló la manga para que se sentara junto a él.—Siéntate, no te quedes ahí parado.

Jonghyun había negado con la cabeza y había tomado la muñeca de Kibum con su mano, lo atrajo hacia sí y lo abrazó. El menor se había estremecido, derritiéndose como el virgen que era.

—Eres asombroso, Bum.—le dijo en el oído, donde el día de hoy había un arete.—Me encantas.

Y justo cuando Kibum había querido decir que también él le encantaba, que era un rayo de luz en su vida, Jonghyun lo besó. Estrelló su ancha y gruesa boca en la delicada del otro. Lo tomó de la cintura —¡Como a una chica, joder!— y lo apegó más a él.

El recuerdo se desvaneció en la mente del castaño y dejó el sobre en su lugar. Sólo Dios sabía qué cosas encontraría dentro de él.

Tras su primer beso, siguieron más, tantos que era imposible para él contarlos. Unos eran muy tiernos y casi podía jurar que eran amorosos. Los otros eran los favoritos de Jonghyun. Ésos donde casi podía sentir la lengua del mayor en sus amígdalas y donde lo atrapaba entre una pared y su propio cuerpo. A Kibum también le habían gustado.

Mucho tiempo después, había comprendido el por qué de las llamadas seguidas a casa de sus padres, amenazándolos con quitarle la beca a su hijo si no dejaba de ser "amiguito" de Kim Jonghyun. A su pobre madre le había dado un ataque de nervios al pensar que el nombrado pudiera ser un traficante o maleante juvenil.

Kibum no podía no ponerse furioso. ¡Habían amenazado a sus padres! ¡A lo que más amaba en su vida! ¡Ésos hijos de puta! Estaba muy, muy, pero que muy enojado.

Aún así no le dijo nada a Jonghyun.

Estúpido enamorado de mierda.

Las señales comenzaron a ser más evidentes cuando Jonghyun no se presentaba a las clases en todo el día y volvía a su habitación compartida muy entrada la noche. Sin una gota de alcohol en las venas pero con cara de muerto.

—¿Quieres que te llame al médico escolar, Jjong?—le preguntaba, preocupado.

Jonghyun sólo negaba con la mano y se echaba a su lado en la cama individual, lo abrazaba fuerte y enterraba la cara en su cuello.

—Sólo necesito estar así contigo. Por favor.

Y Kibum lo dejaba. Dejaba que se durmiera así, pegado a él y con las sábanas revueltas. Sin ponerse pijama y compartiendo suspiros. Como una pareja. Como una puta pareja de enamorados.

También había sido un idiota crédulo cuando Jonghyun le dijo que no podía acompañarlo a la fiesta de compromiso de su hermana porque sus padres no le conocían.

¡No le conocían y un carajo! ¡Hasta Taemin y Yunho habían ido!

Se sintió herido, pero aprovechó ésa noche para arreglarse y ponerse bonito para su —Dios le perdonara por su atrevimiento— novio. Se bañó con sales de olor jazmín, se puso crema hidratante en las largas y blancas piernas, se depiló. El muy estúpido se había depilado para él. Completamente, desde el ligero bigote hasta el pubis. 

¡El pubis, carajo!

Cualquiera podría haber imaginado lo que pretendía.

Se ensartó unas flores de vainilla en los cabellos chocolate y se puso una bata semitransparente que le había robado a alguna porrista en los lockers del gimnasio.

El muy ingenuo Kim Kibum se entregó en bandeja de plata al casi hombre que le rompió el corazón.

Cuando Jonghyun llegó, pasadas las 3:00 a.m, Kibum se había quedado dormido esperándolo. Le llenó de ternura el saber que su Bum se había esmerado en su aspecto. Para él. Sólo para él.

Lo despertó a besos y cuando Kibum le preguntó si se veía bien, él respondió :

—Eres la cosa más hermosa que he visto en mi vida.

Lo besó dos o tres besos en el cuello y la dignidad de Kibum flaqueó. Se entregó. Con todos los honores de una princesa rescatada por un noble caballero de brillante armadura. El muy idiota.

Jonghyun lo había tomado con lentitud y entre te amos sin sentido, les amaneció.

En ése momento, con la colilla del Camel en el tejado del departamento de abajo, Kibum se dió cuenta que el error de Jonghyun fue decir "cosa" en lugar de "persona". 

No mucho tiempo después del bochornoso evento en el que Kibum había gritado muy agudamente en todo momento, se enteró de todo el truco en el cual se había visto envuelto sin saberlo, tal como el conejo blanco que sale del sombrero del mago.

Las mismas personas que amenazaron a sus padres, lo llamaron a él. 

—Te juro, Kim Kibum, que si no alejas tu marica trasero de mi futuro yerno, tus padres y tú sufrirán peor que en mismo Infierno.—colgaron.

Y ahí estaba en ése momento, después de oír de los propios labios de Jonghyun toda la verdad. Había empezado a salir con él, con intención de que sus padres notaran sus preferencias sexuales, lo alejaran del matrimonio forzado con Shin Se Kyung y lo dejaran vivir su vida como quisiera. 

Con lo que el muy listo no contaba era con que su carnada terminaría enamorándose de él. Tampoco con que su propia hermana lo traicionara con sus padres y Se Kyung, quien por cierto, tampoco estaba entusiasmada con la boda.

Se dió cuenta de su estúpido error cuando Kibum se entregó a él. Estaba mal, él no era un patán. Lo trató con sumo cuidado. Pero, ¿cómo podía saber que Kibum era virgen si Taemin no se lo hubiera dicho? El mocoso había sido muy claro.

—Kibum hyung, ah. Él es virgen, ¿sabías? Hace poco dió su primer beso, pero no nos quiso contar quién lo ayudó.

Jonghyun supo que Kibum estaba enamorado de él. ¡Maldita fuera! ¿Por qué de él? ¿Por qué no de alguien que valiera la pena? ¡Ahí había miles de chicos sensatos! Nam Woo Hyun, Choi Min Ho, Lee Jin Ki, Choi Si Won... ¿Por qué él?

Tuvo la necesidad de decirle al menor toda la verdad, pero su malnacida hermana se le adelantó, su futura suegra también. Cuando volvió del club de canto, Kibum era una masa tambaleante de llanto. Estaba acurrucado en su cama, hablándose a sí mismo en voz baja y rota.

—¿Bum? ¿Estás...—sus palabras se cortaron por el sonido de un zapato arrojado hacia él.

Volvió la vista hacia Kibum y no pudo creer que ése frágil niño lo hubiera lanzado.

—¡Maldito!—había gritado el menor—¿Por qué? ¿Querías mi virginidad, Jonghyun?—se levantó y lo empujó hacia la otra cama—¡Ahi la tienes! ¡Toda tuya! Acábatela, ya nunca la voy a recuperar. 

Jonghyun lo tomó las muñecas y lo detuvo. Vió su rostro manchado y oscuro.

—Lo siento.

Fue todo lo que pudo decir antes de que Kibum le arrojara cuanto objeto encontró a su paso. Camisas, zapatos, joyería, un frasco de perfume extranjero, hasta un cinturón con hebilla gigante. Huyó y se fue a refugiar a la habitación de Taemin.

Kibum se quedó solo, y así empezó esta historia.

Tal vez fue su culpa, por ser tan ingenuo y crédulo, tan lindo e inocente, tan estúpido y enamorado. Quizás se ganó ser desvirgado por quien le enamoró a base de mentiras y luego descubrir que fue engañado todo el tiempo.

Tal vez fue culpa de Jonghyun, por ser cobarde y no poder decir que no a sus padres, por usar a un inocente para sus propios medios, por no poder gritarle a todos que era gay pero no estúpido. Quizás era su paga por no saber ser hombre.

O tal vez fue culpa de los dos, por no saber hablar con sinceridad, por ocultar tantas cosas.
Que si la virginidad, que si el compromiso, ¡y un carajo!

A fin de cuentas, eran un par de desdichados. Uno por no saber que lo estaban embaucando y el otro por no poder ser hombre y decir que estaba embaucándolo.

Kibum hizo una reverencia ante el espejo y rebuscó en el cajón de las pertenencias de Jonghyun, por un poco de dinero para otra cajetilla de Camel.

Notas finales:

Dejen RW. <3


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