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Presentimiento. por Eustass Law

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Notas del fanfic:

Después de años sin escribir aquí tienen un poco de mi. 

Ahora mismo tengo muchos proyectos pero por problemas técnicos no he podido escribir nada de lo que tengo en mente.

Este es un drabble un poco extenso. 

Notas del capitulo:

Este corto está basado en el capítulo del manga donde la Kiseki no Sedai obtiene la tercera victoria. 

Para personas que aún no leen el manga no lo recomiendo para evitarse posibles spoliers.

Presentimiento


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Eustass Law.

 

 

 


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Shuuzou observó en silencio, adoptando una figura rígida, el último partido de los nacionales.

En las épocas de antaño donde era un simple novato en Teiko jamás creyó ver la encarnación de la que consideraba una frase
poco recurrente para un equipo de basketball.

Cien partidos cien victorias.

En sus pensamientos más profundos e incluso en sus sueños más sórdidos jamás pensó seriamente el rumbo que tomarían
las decisiones de su pasado.

Así pues con pesar se puso de pie mientras oía, sin desearlo realmente, el llanto ahogado de Tetsuya.

Comprendía, aunque no en una escala como la de Kuroko, el dolor de esa perdida.

Esos cinco jóvenes habían sido despojados de algo más que el amor por el deporte, se habían perdido a si mismos.

El conocido nudo en su garganta se hizo presente, el que apareciera tras el fallecimiento de su padre hace no más de dos
meses.

Recordó vagamente la presencia de Akashi.

Si en ese entonces no estuviese tan destrozado le habría hablado, habría dicho algo antes de que todo se desatara de tal
manera.

Tan atrapado en su propia miseria que no había visto el horrible destino que le deparaba a esos mocosos, tanto en Teiko como
después de él.

Volteó a ver el marcador comprobando con asco el producto del ego de los que serían "La generación de los Milagros"

Aquello ni siquiera podría hacerse pasar como burla.

Lo habían jodido, en verdad.

Ese fue el pensamiento que atravesó de su mente al mismo tiempo que sus pasos le llevaban hasta fuera del recinto.

Le sobraban unos quince minutos antes de tener asistir a su trabajo de medio tiempo.

Suspiró, la vida universitaria apestaba y mucho.

Fue entonces que deseó por un breve momento volver a su época como capitán y tal vez.. solo tal vez dar más de si mismo.

Nijimura se sintió derrotado contradiciendo el invencible lema que había sido grabado con fuego sobre su piel.

Rememoró en ese instante esa sensación que le embargó en su último partido.

Shuuzou entrecerró los ojos, solo un poco, recordando ese presentimiento que le invadió en su momento, el mismo que se
había vuelto realidad después de su graduación.

Realmente eran unos monstruos sin límites.

Se habían vuelto unos monstruos.

 

 

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Shuuzou observó en silencio, adoptando una figura rígida, el último partido de los nacionales.

En las épocas de antaño donde era un simple novato en Teiko jamás creyó ver la encarnación de la que consideraba una frase
poco recurrente para un equipo de basketball.

Cien partidos cien victorias.

En sus pensamientos más profundos e incluso en sus sueños más sórdidos jamás pensó seriamente el rumbo que tomarían
las decisiones de su pasado.

Así pues con pesar se puso de pie mientras oía, sin desearlo realmente, el llanto ahogado de Tetsuya.

Comprendía, aunque no en una escala como la de Kuroko, el dolor de esa perdida.

Esos cinco jóvenes habían sido despojados de algo más que el amor por el deporte, se habían perdido a si mismos.

El conocido nudo en su garganta se hizo presente, el que apareciera tras el fallecimiento de su padre hace no más de dos 
meses.

Recordó vagamente la presencia de Akashi.

Si en ese entonces no estuviese tan destrozado le habría hablado, habría dicho algo antes de que todo se desatara de tal
manera.

Tan atrapado en su propia miseria que no había visto el horrible destino que le deparaba a esos mocosos, tanto en Teiko como
después de él.

Volteó a ver el marcador comprobando con asco el producto del ego de los que serían "La generación de los Milagros"

Aquello ni siquiera podría hacerse pasar como burla.

Lo habían jodido, en verdad.

Ese fue el pensamiento que atravesó de su mente al mismo tiempo que sus pasos le llevaban hasta fuera del recinto.

Le sobraban unos quince minutos antes de tener asistir a su trabajo de medio tiempo.

Suspiró, la vida universitaria apestaba y mucho.

Fue entonces que deseó por un breve momento volver a su época como capitán y tal vez.. solo tal vez dar más de si mismo.

Nijimura se sintió derrotado contradiciendo el invencible lema que había sido grabado con fuego sobre su piel.

Rememoró en ese instante esa sensación que le embargó en su último partido.

Shuuzou entrecerró los ojos, solo un poco, recordando ese presentimiento que le invadió en su momento, el mismo que se
había vuelto realidad después de su graduación.

Realmente eran unos monstruos sin límites.

Se habían vuelto unos monstruos.

Notas finales:

Cualquier crítica, comentario o algo, simplemente dejenlo. 


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