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En el civil por Master weasel

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Notas del fanfic:

No es un drabble por que es muy largo, pero fue escrito en una noche de insomnio. No hize la historia mas larga, la deje sencilla y no quize hacerle las mayores correcciones, por que quería que vieran lo que hago cuando me estoy callendo de sueño y aun asi no puedo dormir. 

Notas del capitulo:

ESTE ONE SHOOT TIENE MPREG. Raramente lo escribo, pero una noche de insomnio mas un montón de historias ZADR donde salían niños me dio la idea. 

En el Civil

La Tierra en su propia existencia de por si era odiosa, pero vivir en Minnesota, Estados Unidos, era toda una tortura. El cuasi salvaje estado aun estaba cubierto en un 64% por espesas zonas boscosas, y ser atacado por animales como tejones, ardillas y halcones cuando se sacaba la basura era algo que pasaba al menos una vez cada temporada. La temperatura variaba de tanto en tanto, y dependiendo de los vientos, podía estar haciendo un frío congela huesos, luego un calor infernal y al final un diluvio, todo en la misma maldita semana. La primavera era la que mas mostraba esos cambios climáticos.

Zim lo sabía muy bien, sus 15 años de vida en la tierra no los había pasado en vano, y el seguir sus días dentro del condado mas ganadero de Minessota, no era tan malo. Pero quizás los animales y el clima quedaban de sobra cuando se trataba con la auto denominada "especie inteligente".

-Ya llegamos- exclamo una tonada alegre hecha por la voz del Profesor Membrana

El alíen disfrazado iba apretado dentro de una camioneta junto con los super abrigados Dib, Gaz, el esposo de esta, Gir y mini alce. Aunque era incomodo, agradecía el calor dentro del vehículo. Andar de camino por la ciudad normalmente no mostraba reto, pero era invierno, y hasta las calles mas grandes tenían como 5 centímetros de nieve, ademas de estar completamente congeladas; algo peligroso contando a la gran cantidad de foráneos que venían a esquiar a las montañas, y que no saben conducir en el hielo, a menudo provocando accidentes.

Al estacionarse, el profesor levantó una gran cantidad de hielo que estaba en la banqueta, y el primero en bajarse, fue Gir en su traje de perro.

-¡¡Siiii, harina!!- gritó al echarse sobre la nieve -¡Adoro la harina!-
-Gir, no debes de hablar, ¿que no se supone que eres un perro?- le dijo Dib.
-Ah, si. Miau- exclamo el robot.
-Que alguien me mate- murmuró Zim llevándose la mano a la cara.
-Je, bastante cerca amiguito, pero aun te falta practica-

El cuñado de Zim, Torque, era el único ser humano fuera de los Membrana que había dado con la identidad real de Zim.

Lo descubrió poco antes de su boda con Gaz, mientras aun estaban comprometidos. Gaz le planteó que el (Zim) y Dib llevaban siendo novios desde hacía tiempo ya, y que, si estaba dispuesto a ser parte de la familia, debía saberlo. Aunque lo aceptó por mera confusión (y por que no se esperaba otra cosa de Dib), el entendimiento del asunto le llegó con un tanto de dificultad.

-¿Queeeeeee? ¿Eres un alien? ¿Desde cuando?-
-... Mhn... Y luego me preguntas Dib, por que creo que tu raza es netamente inferior-
-Torque, calladito te vez mas bonito-

El profesor salió del auto a la par de Torque y Dib, luego le siguió Gaz y de ahí, Dib le pidió al profesor que le ayudara a bajar a Zim.

No le molestaba el trato, le hacía mas facil seguir con sus actividades normales aun con el peso extra. Parecía que el alienigena se había tragado una bola de boliche, y eso era suficiente para verse en dificultades al caminar. Estaba ansioso de que naciera el smeet y tener otra vez su ansiada libertad de movimiento.

Dib, por su lado, estaba preocupado. Para ser de los últimos meses de gestación, según el ultrasonido que le hicieron al vientre de su Zim, el bebé era muy chiquito. Su pareja lo calmaba diciéndole que las pruebas habían salido bien y que los irken, naturalmente, son muy pequeños al nacer; incluso llegó a comentar que el bebé era un poco mas grande que cualquier smeet de probeta que el hubiera visto, pero eso no mantenía quieto por mucho a Dib.

-Ten mucho cuidado por donde pisas Zim, puedes resbalar-
-Dib, no tienes por que protegerme como si fuera de porcelana. Mi cuerpo es mas resistente que el de las hembras humanas, si me caigo, nada le va a pasar a nuestro smeet-
-De todos modos hay que tener mucho cuidado Zim, no vaya ser la de malas- exclamó el Profesor Membrana -Yo tampoco quiero que le pase nada a mi pequeño nieto-
-Nieta- corrigió Gaz.
-¿Y como sabes que va a ser niña, amor?- cuestionó Torque, poniendo el brazo alrededor de los hombros de Gaz.
-Estoy vigilando los ultrasonidos que le hace la computadora a Zim. Solamente me aseguro que la bebé no sea muy cabezona, por que si no, vamos a tener que aplicar una cesárea-
-Que chistosa Gaz- exclamó Dib con sarcasmo.

Dib tomo la mano de Zim y rodeo su cintura con el brazo para asegurar sus pasos. Caminando con cuidado por las calles llenas de hielo, el quinteto y los robots finalmente llegaron a un edificio café con pinta de tener años en la ciudad, tenía un letrero en letras negras grandes que decía "Registro Civil". Zim observó atento la edificación, un poco confundido, de hecho.

-Al fin aquí. ¿Listo para ser el señor de Membrana Zim?- le dijo Torque dándole una pequeña palmada en el hombro.
-Aun no entiendo estas tradiciones humanas, ¿por que tendría Dib que hacer legal el hecho de convertirme en su pareja?-
-Para que nuestra hija tenga todos los accesos legales que tienen los hijos de una pareja casada por el estado- le comentó Dib secamente.
-No necesitas aparentar que no estas nervioso- se burló Gaz.
-Yo no estoy nervioso Gaz, nunca estoy nervioso, Zim sabe perfectamente lo que esta haciendo-
-Como digas-

Los chicos caminaron por los pasillos del lugar. Algunas personas sentadas en las bancas de afuera acurrucaban algunos niños, otros eran ancianos y a parte, al departamento donde se dirigía el grupo, se encontraban saliendo algunas parejitas muy felices acompañadas de sus familias. Tantos humanos metidos en un solo edificio abrumaban a Zim, pero no había de que quejarse, oficinas de gobierno atestadas se encontraban hasta en los planetas mas avanzados.

-...Vamos a ir a la casona de las mega costillas a celebrar, pero tenemos muchos mas planes que ese. La boda por la iglesia va a ser mas bonita, mis suegros están viendo en que parte de su jardín va a quedar el altar...- escuchaba Zim a una chica parlotear con sus amigas mientras su recién estrenado marido saludaba al grupo.
-Suerte- exclamo el hombre alejándose de la mano de su nueva mujer.

Dib llevó a Zim dentro de una sala con una cuantas banca de plástico una detrás de la otra, que estaba completamente sola. Mucha gente prefería casarse en verano cuando había un mejor clima, por eso los chicos pensaron que ahora era cuando. Al frente de las bancas, había una ventanilla, y una anciana mujer de corto cabello blanco se encontraba acomodando papeles detrás de esta, ayudándose a leer con unos gruesos anteojos de los que colgaba un cordel con bolitas. La familia se acercó y puso su mejor cara de simpatía, a lo que la mujer respondió muy poco enérgica.

-¿Pareja del mismo sexo?-
-Es legal en el estado, ¿no?- reclamó el profesor
-Aun así no es tan común ver chicos homosexuales en invierno, prefieren casarse en otoño antes del día de gracias. Supongo que quieren amanecer casados para navidad, ¿jumh?- preguntó la mujer con pocas ganas.
-Jejejeje. Algo, algo así- le dijo Dib.
-Bueno, vamos a ver sus papeles-

Dib le dio el folder a la mujer y Zim, aun con un poco de nerviosismo, también le pasó un folder. Era obvio que todos los papeles del alíen eran falsos, pero largas investigaciones le llevaron a hacer un montón de certificados completamente creíbles, eso incluía acta de nacimiento, pasaporte y permiso de conducir.

-¿Filipino?- exclamo la mujer viendo a Zim.
-Si... si... mi deformidad genética es originaria de las Filipinas. Conseguimos la nacionalidad cuando yo era un bebé, vivíamos en Kansas, pero me mude a los 12 años aquí- dijo Zim con una enorme gota de sudor recorriendo su frente y una sonrisa dudosa.
-Eh visto gente originaria del Himalaya viviendo aquí, no se preocupe, solo me causa curiosidad-

Aunque cubierta por buena cantidad de abrigos, al menos daba crédito de que la mujer no hubiera preguntado nada de su panzita, seguramente pensaba que Zim tenía problemas de sobrepeso.

-Bueno, parece que todo está en orden, iré con el juez, ahorita regreso-

Los tacones de la anciana resonaron rápidamente por el salón vació, algo que aprovechó la familia para tumbarse en los banquillos de plástico.

-Eso estuvo cerca, pensé que no iba a reconocer mis papeles- dijo Zim en voz baja.
-Relájate un poco, el estrés le puede hacer daño al bebé- Din entonces procedió a acariciar el vientre de su novio.
-Estas cosas de humanos son tediosas y muy molestas, y se perfectamente que para ustedes tiene algún beneficio, pero siguen fastidiandome-
-¿Es que en Marte no se casan?- preguntó Torque.
-¡¿Cuantas veces te tengo que decir que no vengo de Marte, idiota?!- exclamó Zim muy enojado, haciendo que Torque se asustara -Y no, en IRK no nos casamos. Las parejas son extremadamente raras, por eso cuando alguien se encuentra con su otro alguien, muy regularmente es de por vida...-

El alíen bajó la cabeza, quizás un poco avergonzado.

-Entonces, ¿crees que todo esto es innecesario?-
-¡Por supuesto que si! Te amo, eso es lo único que te debería de bastar. En mi planeta, todos estos trámites se vuelven bobos al momento que deje que mi cuerpo sostuviera a tu smeet. Cuando me preguntaste si quería ser tu esposo, te dije que si, por que yo ya se que esa es la máxima unión de una pareja aquí, ¡pero no esperaba venir al civil!-

Hubo una pausa que fue interrumpida por Dib, quien besó de repente la frente de Zim, y le sonrió.

-Quería formalizarme contigo por que pensé que eso era lo correcto, no solo por que te amo demasiado, también quiero darle mi apellido al bebé. Pero viendo que todo esto no es en realidad necesario para ti, te vuelvo a preguntar Zim, y esta vez de la manera correcta. ¿Te quieres casar conmigo?-

Zim se vio nervioso por un rato, pero era obvia la respuesta.

-Si Dib, si, tu ya sabes que si- le comentó acurrucando su cabeza en el pecho de Dib.
-Aww, que lindo cuadro- exclamo el profesor.
-¡Squek!
-¡Yay! El amo y Mary, sentados en un árbol... ¿puedo ser la niña flor?-
-Changos Zim, me paraste el corazón por un segundo. Pensé que íbamos a tener que cancelar todo y regresar a casa- exclamó Torque.
-Si, y hubiese sido así, mataría a Dib por eso-
-¿Eh? ¿Pero por que?- cuestiono el azabache.
-Por no haberle explicado a tu novio los por menores de las uniones aquí en la tierra bobo- le replicó Gaz -Tu sabes que Zim es demasiado idiota para deducirlo por su cuenta-
-Oye, eso es insultante- se molestó el alíen.

Un afable hombre negro con lineas de canas a los lados de la cabeza se apareció en el vestíbulo y saludó a los Membrana. Después de aclararles algunos puntos y de pedirles que leyeran bien su acta, con mucho cuidado les pasó una pluma y ambos firmaron, quedando oficialmente unidos por el estado. Ahora Zim era el señor de Membrana, y probablemente su hija llevaría el apellido de su padre.

Quizás Zim aun tenía que acostumbrarse a muchas cosas del mundo humano, y a la naturaleza del lugar donde vivía. Pero mientras lo siguiera haciendo con Dib nada mas importaba. Nada.

Notas finales:

Bueno estimados lectores, vean lo que hago cuando no puedo dormir...


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