Siendo gemelo, siempre hay momentos difíciles, como cuando quieres ter la propia libertad de vestirte diferente al otro, salir con personas diferentes y hasta no estar con tu hermano todo el tiempo. Sin embargo mi relación era muy distinta a eso con mi hermano..
- 4 años antes -
-K-Kaoru, pero, ¿Qué es lo que estás diciendo?- Cuestióne totalmente en shock, no podía creer lo que mi hermano estaba diciendo
-Lo que escuchaste Hikaru, me voy a estudiar a Londres, rechacé la beca a la universidad de Japón, para irme allá, después de este fin de semana, no me veras hasta dentro de 6 años- Dijo totalmente seco, no parecía tener emociones en ese momento, simplemente, me lo dijo.
Mis ojos instantaneamente se llenaron de lagrimas, para ocultarlas tuve que bajar mi rostro y así el mechón naranja de mi cabello ocultaría mis ojos
-¿N-no regresarás n-ni en vacaciones?.. ¿Navidad?.. ¿Nada?- El nudo que tenía en la garganta, apenas dejaba que hablara, aún así, tenía que saber eso, mas que nada la razón principal de aquella desición, habíamos quedado en ir los dos juntos, como siempre, a la misma escuela, ser el confidente el uno del otro y ahora..
-No, no regresaré, quiero terminar sin retrasos la universidad, estaré mandando correos y esas cosas para que sepan que todo va bien. Deberías hacer lo mismo Hika- Y terminando de decirme aquello, dio media vuelta y se fue. Simplemente me quede ahí, observando el vacío que su partida dejaba en mi, sintiendo aquel gran dolor que me acompañaría los próximos 6 años..
Aquella noche lloré, pero no lloré en mi cama, el estaba ahí, justo en seguida de ese mueble, durmiendo plácidamente, sin saber si quiera como me sentía, como lloraba, como, como nadie jamás ocuparía su lugar nunca.
Ese fin de semana, paso en total silencio, nadie decía nada, mis padres me llenaban de dinero para que no estuviera tan tranquilo pero.. ¿Cómo no hacerlo si mi hermano, la mitad de mi alma se iba por seis años?, seis años sin estar junto a el, prácticamente era imposible el poder volver a sonreír nuevamente.
Las maletas estaban hechas, las coas guardadas, la mitad de nuestra habitación vacía, y mi alma- Tsk -esa ni siquiera podía sentirla mas en ese momento. No fui a despedirle en el aereipuerto, solamente me dijo un pequeño "Hasta pronto" y partió en la limosina. Desde entonces.. lloré casi todos los días.
- Actual -
-¡Hikaru! ¡Recuerda ir mañana al entrenamiento temprano!- Gritó uno de mis mejores amigos a la salida mientras cruzaba la puerta para tomar mi auto
-¡Si! ¡Aquí nos vemos Honey!- Era extraño llamarle así, pero no le gstaba de otra manera, por lo que me importo poco gritarle.
El camino fue tranquilo, las mismas canciones de siempre en la radio, pero así era mejor, no tenía nada que me recordara a aquella persona, 7 años habían pasado ya desde que se había ido y aún no regersaba, sin embargo mandaba un E-mail semanalmente. El teléfono, le contaba solamente a mi madre o padre.. para mi, jamás estaba, entonces dedicí no estar para el.
Pasé la tarjeta frente al monitor para así poder entrar al condominio de mis padres y mío, pero, algo extraño sucedía. Una camioneta negra yacía estacionada en el lugar de la limosina principal de Kaoru, extrañado estacioné el mío para poder bajar lentamente observando aquella camioneta, me molestaba el verla ahí.
-¡Ya llegue!- Grité para que mis padres pudieran escucharme y la servidumbre, subí las escaleras lentamente hacía mi habitación, quería ducharme y dormir lo que restaba del día, mañana les pregutnaría a mis padres lo de la camioneta. Abrí la recamara de mi habitación.. -¿Quien eres tú?- Cuestione al momento de ver aquella figura que me daba la espalda, su cabello era largo, demasiado casi a los hombros y era negro -¡Hey!-
-Vaya hermanito, al parecer no has cambiado- murmuró esa persona, la voz era identica a la mía, un gran peso se posó sobre mi pecho
-¿K-Kaoru?- Salió de mis labios en un pequeño murmuro
-Así es.. -Y al darse la vuelta, mi mundo, volvió a cambiar y caer de nuevo.