Wu Yi Fan era el típico hombre metódico, calculador, cruel y, al parecer, sin ningún tipo de sentimientos o emociones. No le gustaba nada que involucrara sentimentalismo, ternura, cariño o añoranza, no creía en el amor, ni en la amistad. No existían las personas cercanas para él, había perdido el contacto con su familia… estaba solo.
¿Su gran objetivo de vida? El dolor, el sufrimiento. Tenía la tendencia a buscar a las personas más débiles de espíritu, de alma, a las personas más fáciles de romper, o que ya estuvieran rotas, para darles amor, comprensión, cariño, y, una vez que estos se sintieran seguros, a salvo, completos… entonces simplemente les daba la puñalada final. Los destruía completamente, para que no existiera forma de repararlos nuevamente.
Por supuesto, aquel joven profesor, quien además era considerado uno de los mejores y el más atractivo, no había sido así toda su vida. Evidentemente, aquel hombre de tan solo 26 años había sido un hombre feliz, divertido, agradable y buena persona. Y, claramente, aquel joven profesor se había enamorado, vaya que su vida había sido feliz al enamorarse de aquella manera.
La universidad era el lugar donde había conocido a aquel hombre por el que hubiese estado dispuesto a darlo todo, su propia vida incluso, con tal de ver a aquel hombre al que amaba sonreír por siempre, eternamente.
Ese hombre no fue otro que Do Kyungsoo, el maldito chico era solo 3 años menor que él, pero con tan solo 19 años había logrado engatusarlo profundamente, lo había hecho sentir en la gloria, sentirse amado y vaya que Yi Fan estuvo completamente dispuesto a dar todo por él.
Duraron siendo amigos un poco más de un año, hasta que por fin encontró las agallas para declarársele y casi inmediatamente había sido aceptado por el menor. Fueron los diez meses más felices de su vida, Kyungsoo se mostraba como una persona atenta y adorable y él lo complacía en todos sus caprichos, porque lo amaba…
Claro, Yi Fan conocía perfectamente a Park Chanyeol, su novio lo adoraba como a un padre y lo entendía, Chanyeol estuvo con Kyungsoo en los momentos en que sus padres lo abandonaron a su suerte, lo ayudo a crecer, a mejorar y a salir adelante, pagando incluso gran parte de su carrera de medicina. Por supuesto que Kyungsoo le debía mucho a Chanyeol y Yi Fan estaba bastante agradecido con el hombre también.
Habían pasado diez meses de relación, Yi Fan ya se había graduado y tenía un empleo que le garantizaba techo, comida y una vida relativamente cómoda. Incluso creyó que al fin podría pedirle a Kyungsoo irse a vivir con él. Por supuesto, nunca conto con la sorpresa que Kyungsoo le tenía preparada.
El alto ese día había comprado una de las sortijas más caras que su empleo le permitía costear, había pagado una reservación en uno de los restaurantes más caros que había podido conseguir y, efectivamente, había hecho una reservación en uno de los hoteles más lujosos de toda la ciudad.
Todo era perfecto, todo iba a salir bien. Se lo repetía constantemente, quería compartir su vida con aquel hombre a su lado y aunque no se podría casar, al menos quería unir su vida con la del otro, lo necesitaba, porque su vida sin Kyungsoo sería vacía.
Por supuesto, nunca conto con que al momento de hacerle la proposición de irse a vivir juntos, en medio de la cena, mientras le mostraba el lujoso anillo y ponía una de sus sonrisas nerviosas, Kyungsoo se riera en su cara. Tampoco esperaba que le dijera que él solo había sido una distracción mientras conseguía enamorar por completo a Chanyeol y que eso, ya lo había conseguido. Mucho menos esperaba que Kyungsoo se parara de la mesa y lo dejara botado en aquel lugar mientras le gritaba que jamás se pondría una baratija como la que le ofrecía.
Y fue a partir de ese momento de Yi Fan se prometió nunca volver a enamorarse, dejo de creer en los sentimientos dulces y decidió jugar del mismo modo en que había jugado con él. Eso sí, se encargaba de alimentar día tras día aquel odio casi inhumano que sentía por el menor, porque nunca olvidaría el inestable y explosivo odio que guardaba hacía Do Kyungsoo.
Después de varios días sin asistir a clase, y que de algún modo hubiese esperado que fueran más, Chanyeol le había obligado a volver y a cumplir con sus deberes de estudiante. En muchos sentidos eso había molestado totalmente al menor ya que, en primer lugar estaba bastante contento de no tener que volver a pisar aquella prisión y, en segundo, no se sentía listo para enfrentar a Kai en ese momento.
Había pasado aproximadamente una semana desde que Baekhyun había llegado a la casa de Park y, aunque todavía no había logrado tener un día de tranquilidad gracias a Do Kyungsoo, también debía aceptar que él era él quien mayormente generaba las discusiones y que el más bajo se había mantenido prácticamente al margen.
Esa mañana en especial, Kyungsoo había salido demasiado temprano, evidentemente solo despidiéndose de Chanyeol con quien, vale aclarar, tampoco había vuelto a tener ningún tipo de pelea y, por supuesto, se encontraban más empalagoso que nunca.
Suspiro borrando sus pensamientos justo al llegar en frente de su escuela, inevitablemente su cuerpo empezó a temblar, sin saber que debería hacer ¿Debería huir? Vaya que eso era lo que deseaba, pero muy a su pesar su cuerpo le ignoro, colocando la postura altanera y confiada que le caracterizaba y dando pasos firmes y elegantes mientras entraba a la institución.
Suspiro de nuevo antes de entrar a su salón de clases, esperaba que Kai le dedicara cualquier tipo de mirada, desde la más hostil, hasta la más tierna y preocupada. Por supuesto, no había esperado que su amigo hubiese faltado preciso ese día, porque sabía que, estando a cinco minutos de cerrar Kai ya no haría acto de presencia, y no sabía si eso debía alegrarlo o preocuparlo.
Se ubico en el lugar que siempre solía ocupar y miro hacía al asiento del lado, preguntándose cómo era posible que Kai, el correcto y perfectamente aplicado Kai, no hubiese asistido a clases justo el mismo día en que a él lo había obligado a regresar. Sin duda la suerte de Baekhyun parecía ser buena ese día, pero él no creía en la suerte y la situación estaba causándole escalofríos.
Aún a pesar de estos pensamientos, intento sobrevivir de la mejor manera al día escolar y, por extraño que parezca al no tener a Kai para ayudarle en las materias, lo estaba haciendo demasiado bien. Claro, hasta que la bomba exploto, el profesor de Ingles entro tan petulante, serio e intimidante, como siempre solía entrar. Eso sí, no sin dedicarle antes una mirada bastante significativa a Baekhyun.
—Byun… —el adulto sonrío divertido al ver la expresión que ponía el menor—. Que placer que decidiera volver a hacer acto de presencia en mi clase.
—Perdón, profesor Wu —no despegaba la mirada del mayor y si, no es que le tuviese miedo o algo similar, sin mencionar que ya habían compartido cama. Sin embargo, la manera en que este le observaba le estaba produciendo escalofríos.
—Continuemos con la clase —dijo con una sonrisa maliciosa, dando una continuación tranquila a la clase. Sin volver, si quiera a posar su vista en el menor.
Baekhyun suspiro una vez se hubo tranquilizado, aquella clase empezó a transcurrir mucho más lenta de lo que hubiese deseado y, a pesar de que el profesor Wu estaba ignorando totalmente su existencia, sentía aquella fuerte presencia, inquietándolo, de alguna manera poniendo alerta.
Una vez sonó el timbre anunciando el fin de la clase y, de paso del día escolar, todos los estudiantes salieron rápidamente de aquel aula, ya que más de uno se encontraba intimidado por la tensión que Yi Fan emanaba aquel día. Por supuesto, Byun Baekhyun estaba dispuesto a hacer exactamente lo mismo, pero, para su desgracia, no conto con que el profesor tuviese otros planes para él.
—Byun, puede quedarse un momento… necesito hablar con usted —Baekhyun se tensiono inmediatamente, pero hizo caso, viendo como todos sus demás compañeros salían apresurados. Algunos incluso mandándole algunas miradas de apoyo, como deseándole suerte.
—¿Ocurre algo, profesor Wu? —pregunto inmediatamente se encontraron solos en el aula.
—Joven, Byun —sonrió maliciosamente, cerrando la puerta del aula y acercándose a su alumno—. Quiero saber…. ¿Qué hizo que faltara tantos días a clases?
—Yo… —suspira nervioso al sentir una de las grandes manos del mayor sobre su rostro—. Pro-profesor…
Las manos del mayor se alejan de su rostro y Baekhyun le mira sorprendido, mientras este se dirigía de nuevo hacía su escritorio.
—Quiero hablar con algún acudiente suyo, señor Byun —le mira con rostro serio—. Solo para asegurarme de que ellos están enterados de sus últimas fallas. Mañana a las 6 de la mañana en este mismo salón.
Y con estas últimas palabras el mayor salió del aula con aquel caminar arrogante que le caracterizaba, dejando a Baekhyun ahí, totalmente solo y confundido por lo que fuera que acababa de pasar.
Habían pasado varios días para que Kyungsoo por fin pudiese contactar con quien quería. La primera vez, aquella en la que estaba en el parque, la mujer afirmaba que el joven no se encontraba en casa y, a pesar de su insistencia, a respuesta continúo siendo la misma.
Todo se convirtió en un juego constante de intentos fallidos, en los que o bien la persona que necesitaba no se encontraba en casa, o bien simplemente nadie contestaba nunca el maldito aparato. Y, al no tener el número celular del otro, era imposible comunicarse de cualquier otra manera.
En aquellos días también había tenido que soportar al maldito niñato, el cual se encontraba constantemente fastidiándole la vida ó intentando que peleara con Chanyeol, usando estúpidos argumentos como el de “tantas llamadas solo pueden significar que engañas a mi padre”.
Por supuesto, sin obviar la vez que decidió sacar su lado más “maduro” y esconderle el celular con la excusa de que no pudiese hablar con su amante. Siendo este encontrado unas siete u ocho horas después por Chanyeol, quien era el único que podía revisar los estantes altos.
Aún así, ahora Kyungsoo había decidido que debía actuar de manera más inteligente, nunca le peleo o le busco problemas al menor, a pesar de que en más de una ocasión quiso y fantaseo con arrancarle la cabeza.
Por supuesto, su estado de ánimo mejoro considerablemente en el momento en que pudo comunicarse al fin con la persona que tanto necesitaba. Y mejor aún cuando, después de una casi minúscula conversación pudo convencerle de que se vieran al día siguiente.
Y así era como ahora se encontraba esperándole, en aquel café del centro, demasiado lejos de su casa o de cualquier lugar que Chanyeol pudiera frecuentar y, por supuesto, escogiendo horas tempranas para que Baekhyun no pudiera perseguirlo por tener que ir a la escuela. Por supuesto, lo había planeado todo de la manera más meticulosa posible.
Sonrió con suficiencia cuando vio al menor por fin asomarse en la cafetería y empezar a buscar con la mirada en cada una de las mesas hasta encontrarlo, por fin, en la parte más honda de la cafetería.
Vio al menor sentarse en frente suyo con mala cara y con sus gestos y su cuerpo totalmente tensos, probablemente esperando el momento indicado para saltarle encima. Efectivamente, Kyungsoo había realizado una buena elección al pedirle reunirse en un lugar tan público.
—¿Qué quiere, Dr. Do? —la mirada del contrario quemaba, se le notaba molesto e incomodo, pero curioso.
Le sonrío con un poco de su típica burla mientras observaba todo el lugar por unos instantes y bebía un poco de su café, viendo cómo el contrario se desesperaba más a cada instante que pasaba, definitivamente amaba molestar a ese chico — Al menos debería pedir algo, joven Kim. No es bueno tener este tipo de conversaciones con el estomago vacio…
—No me venga con idioteces —le interrumpió el contrario antes de que este pudiera seguir dando su estúpido discurso—. Yo no tengo tiempo que perder y menos con usted así que dígame de una vez cual es la supuesta información que tiene sobre Baekhyun.
—No tan rápido –le dice con burla posando su típica sonrisa de medio lado—. De seguro no se le ocurrió pensar que simplemente le iba a dar la información así como así, ¿verdad? —la mirada llena de burla no pudo hacer evitar gruñir a JongIn—
—Evidentemente nunca he creído en sus buenas intensiones, Dr. Do —suspira mirando a una de las meseras a lo lejos para no dejar que sus impulsos le ganen y golpear al maldito hombre que tenía frente suyo, el cual aún tenía algunos moretones por el último encontrón que habían tenido—. Solo dígame que información tiene… y si esta es en verdad valiosa le pagare como usted considere necesario…
La sonrisa burlona de Kyungsoo se amplió al escuchar esas palabras, definitivamente la decisión de haber contactado a JongIn había sido la mejor, ahora al fin podría deshacerse del estúpido de Baekhyun para siempre, de eso no tenía duda alguna.
El resto del día trascurrió con normalidad, después del pequeño incidente con el profesor Wu, solo tuvo que aguantar una clase más y ya podría irse definitivamente a casa, sin embargo, no podía dejar de pensar en la actitud que este había tomado consigo, la verdad estaba asustado y tenía algo de miedo ya que el profesor Wu era un hombre impredecible y no sabía que podría ocurrir al día siguiente si algún acudiente no asistía a la citación.
Pero aquellos pensamientos desaparecieron de su mente cuando llego a la casa de Park, en la que se había quedado hospedado por aquel tiempo, y se encontró con que esta estaba totalmente vacía recordando, un poco, tiempos anteriores, cuando él aún era pequeño. Se suponía que aquel día el Dr. Do tenía el horario de la tarde, por lo que aún no entendía porque había salido tan temprano aquella mañana y Chanyeol no llegaría hasta unas cuantas horas después.
La situación no hubiese variado mucho respecto a su infancia si no hubiese sido porque esta vez al entrar a la cocina encontró una nota escrita por Chanyeol en la que le deseaba un buen día, que hiciera sus deberes y que le había dejado un poco de comida en el microondas para que solo tuviese que calentarla, cosa que de algún modo le hizo sonreír un poco y, por extraño que pareciera, decidió obedecer la nota.
Cosa tal por la que, al momento en que Chanyeol entro en la casa después de un agitado día de trabajo, Baekhyun ya había almorzado y terminado los deberes y ahora se encontraba simplemente viendo algo de televisión en la sala mientras tomaba un poco de jugo y comía algunas palomitas.
Chanyeol simplemente sonrío ante la tranquila escena ya que el contrario ni siquiera había notado su presencia, por lo que se sentó a su lado y le saludo dándole un pequeño beso en su mejilla, esperando no incomodarlo, mientras con una de sus manos le robaba un poco de palomitas al menor.
Baekhyun por su parte salto algo asustado por el repentino contacto y volteo su mirada haciendo que ambos rostros quedaran demasiado cerca, por lo que suspiro suavemente mirando a los ojos ajenos perdiéndose de nuevo en aquella mirada, quedando prácticamente paralizado en aquel momento.
Por su parte, Chanyeol tuvo que utilizar todo su autocontrol para separarse un poco del pequeño, se sentía molesto por aquellas emociones que surgían al tener tan cerca al contrario, definitivamente tendría que aprender a controlarse.
—Buenas noches… —dice suavemente alejándose un poco del chico mientras empieza a comer sus palomitas—. Como te fue hoy en la escuela?
El menor aún se sentía algo aturdido por el momento que habían acabado de tener pero simplemente sacudió un poco su cabeza e intento mantenerse consiente en el momento. —El profesor Wu quiere hablar con algún acudiente, al parecer quiere asegurarse de que simplemente no me escape de la escuela o algo así sin que nadie supiera nada…
—¿A qué horas debo estar allá? —Chanyeol dijo suspirando un poco al escuchar aquello mientras negaba suavemente no acostumbrado a ese tipo de reuniones o actividades escolares.
—A las seis de la mañana —dijo tranquilo y siguió comiendo con tranquilidad, al final de cuentas no le importaba lo que Chanyeol tuviera que decir al respecto, pero al ver la negativa de Chanyeol su cuerpo se alarmo inmediatamente, él no quería tentar al profesor Wu más de la cuenta.
—Yo no puedo ir Baekhyun… —le mira con algo de tristeza sintiendo que de nuevo le estaba fallando a su hijo, más aún al ver la reacción de este—. Mi turno inicia a esa hora —muerde su labio suavemente—. Yo… pedí ese turno para poder estar en casa cuando tú llegues de estudiar… ahora no puedo cambiarlo…
—Pero no puedes faltar —dice asustado, casi a modo de suplica—. El profesor Wu es… —No pudo terminar de hablar ya que en ese momento la voz de Kyungsoo entrando a la casa los interrumpió y a Chanyeol pareció brillarle los ojos con una repentina idea, idea que Baekhyun de algún modo sabía no será del todo de su agrado.