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-Suspiros por Sabaku noo Gaa

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Notas del fanfic:

Pareja: "Itachi Uchiha y Naruto Uzumaki"

Genero: Romantico.

Rating: K+

Anime o manga: Naruto.

Autor: Sabaku noo Gaa...

Aviso: AU y con personajes un poco OCC.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Kishimoto.

Estaciono el auto frente al gran y lujoso edificio, había tenido que ir a recogerlo al taller, soltó un suspiro, sabia que prestárselo era una mala idea, pero como siempre Naruto lograba salirse con la suya, Naruto era muy despistado, pero jamas creyó posible que fuera capaz de dejar las llaves del auto dentro de este, soltó otro suspiro, ese chico siempre lograba sorprenderlo.
Camino a paso lento hasta el ascensor, no tenia ánimos de tomar las escaleras, presiono el botón del piso de Naruto, y una vez mas, como cada día que hacia el mismo recorrido se pregunto «¿Como es que había terminado en aquella situación?»
La respuesta a pesar de ser bastante obvia, era difícil de aceptar. Las puertas del elevador se abrieron y caminó los veinte pasos que lo separaban de la puerta, solo rogaba a Dios que Naruto no hubiera quemado el apartamento en su ausencia, saco las llaves de su bolsillo y lo primero que percibió al abrir la puerta fue el fuerte olor a quemado, suspiro nuevamente, «Ojala Naruto hubiera dejado algunos ingredientes con los que pudiera preparar una cena mínima mente decente, o se verían en la necesidad de comer fuera. Otra vez.»
Camino a la cocina y vio el plato con lo que se suponía trataba de ser su cena, suspiro, «¿Acaso Naruto no se daba cuenta que el en la cocina era un peligro?» Estaba seguro que si un día no lo mataba en un incendio, moriría intoxicado.
Tiro la asquerosa masa negra y lavo el plato, «¿Como era posible que lograra darle un aspecto tan desagradable a la comida?» Abrió el frigorífico y soltó un suspiro, tendrían que cenar fuera.
Dirigió su mirada a la puerta de la habitación, «Ese doncel parecía un niño» seguro estaría echo un mar de lágrimas por haber quemado su comida.
Entro a la recamara y la recorrió con la mirada, observo la enorme cama y el rubor se apodero de su rostro normalmente indiferente, sacudió la cabeza un par de veces tratando de borrar la lluvia de imágenes que inundo su mente, se detuvo frente a las enormes puertas del closet y las abrió, separo un poco la ropa que había colgada y le vio, tirado al fondo del armario, escondido entre las prendas, echo un ovillo tratando de controlar sus sollozos, parecía una muñeca de trapo olvidada. Suspiro nueva mente. Se inclino sobre sus rodillas y lo tomo en brazos, se sentó en la cama y lo dejo sobre su regazo, Naruto no lo veía, tenia el rostro escondido en su pecho, se sentía tan indefenso y el necesitaba protegerlo.
-"No se porque te esfuerzas. Sabes que no sabes cocinar, debes esperar a que yo llegue. Tranquilo, no llores" Odiaba verlo llorar, le recordaba los días de escuela, cuando era demasiado tarado como para acercarse a el y defenderlo de los que se divertían a costa suya.
Naruto se separo de su pecho y lo inundo un sentimiento de vacío, sorbió un poco la nariz y se seco los ojos con los puños, «Tal y como en la secundaria» Entonces lo miro, con esos enormes ojos tan azules como el cielo, y el sintió un pinchazo en el pecho, mas exactamente en el corazón, siempre le pasaba eso cuando lo veía, y no importaba cuanto tiempo pasara, el sentimiento era igual a como lo sintió la primera vez, aquellos lejanos años cuando estaban en la primaria. -"Pero Itachi-kun" un nudo en el estomago, esta vez era un nudo lo que sentía cada vez que el lo llamaba por su nombre, el solo echo de escuchar su nombre salir de sus labios lo hacía estremecer, la primera vez que le paso eso estaban en la preparatoria, y el llego como si nada, torpe mente como era y lo había llamado por su nombre de pila, decidiendo que ya se conocían lo suficiente como para dejar los apellidos atrás.
-"Yo solo quería que hoy fuera un día especial, quería retribuirte todo lo que has hecho por mi" respondió entre sollozos y sorbos de nariz. -"Hoy, hoy es tu cumpleaños y ni así puedo hacer algo bien" continuo llorando ahora mas fuerte. «¿Su cumpleaños?» giro la vista al calendario que había sobre el buró a un lado de la cama, efectivamente, era su cumpleaños, había estado tan concentrado pensando el que había pasado el día anterior, «La noche anterior» que se había olvidado totalmente de la fecha en la que estaban. Suspiro. Miro a Naruto una vez mas, cuando lo tenia así, entre sus brazos era cuando se daba cuenta que todo lo que había echo había valido la pena. Al salir de la secundaria lo había tratado de ayudar a clasificar para la preparatoria a la que el entraría, y tras su segundo fracaso el solo se encogió de hombros y se inscribió a la misma que Naruto.
Durante toda la preparatoria el no hacia nada mas que ayudarle, además, solo se tenían ellos dos, Hinata y Deidara habían obtenido los puntos suficientes y ahora cursaban sus estudios en otra escuela. Así que bien o mal Naruto solo lo tenia a el y a el no le importaba cuidarlo incluso de si mismo.
Pero la universidad había sido peor, mas difícil, había tenido que conseguir un trabajo de medio tiempo para pagar no solo sus gastos si no también los de Naruto, el cual gracias a el había podido ingresar a la escuela, y entre los estudios, exámenes, trabajo, tareas y las tutorías que le daba a Naruto, terminaba totalmente exhausto.
Y ahora, tres años después, aun seguía haciéndose cargo de el.
Había logrado titularse como abogado y había conseguido trabajo en un importante bufete, pero para Naruto había sido mas difícil, el a pesar de todo pronostico había cursado la carrera de profesor de artes, ya que con su torpeza y espontaneidad era un gran artista, y aunque había tardado algo de tiempo había logrado conseguir un buen empleo, con el que para su desgracia no alcanzaba a pagar todos sus gastos, de los cuales el había tenido que hacerse cargo. Su vida era complicada, el jamas se imagino cuidando de alguien, pero ahora no se imaginaba la vida sin Naruto, sin preocupase por el o tener que cuidar de el. Que si no había comido, o si se había enfermado por dejar las ventanas abiertas.
Naruto ahora era su vida, y después de lo que había pasado la noche anterior, estaba seguro que el no solo lo veía como el hombre que lo alimenta y paga los gastos. Naruto verdaderamente no dejaba de sorprenderlo, se suponía que el inteligente ahí era el, que el era el cuerdo, pero el día anterior, el... «no había podido contenerse» todo había comenzado por una torpe e irritante conversación sobre un compañero de trabajo de Naruto que trataba de enrolarse con este y que el gracias a su torpeza no notaba. El se había puesto completa mente loco de celos cuando sin querer, Naruto le había contado como el maestro de historia había tratado de besarle, y el a pesar de ser tan despistado había notado la ira que lo invadía, se había colocado a horcadas sobre el y lo había besado, y el lo beso de vuelta tratando de demostrarle que  siempre había sido y siempre seria suyo.
Ahora sentado en la cama donde hacia tan pocas horas habían echo el amor, con el en su regazo llorando por no haber echo de su cumpleaños un día especial, todo parecía un sueño, y unas tiernas palabras dichas por Naruto varios años atrás resonaban en su cabeza: «-"Apuesto a que tu serias un estupendo marido..." "¿Quisieras ser mi esposo y cuidar de mi?"-» Y hasta ahora caía en cuenta que sin saber había aceptado ese compromiso propuesto sin pensar.
Regreso al presente, suspiro y tomo a Naruto por los hombros para poder observarlo, y el lo miro con sus ojos acuosos y mejillas sonrosadas y sin pensarla dos veces lo beso, porque Naruto era suyo y el era de el, y el tenerlo así, con el, era el mejor regalo que podía haberle dado.
Coloco a Naruto en la cama y se inclino sobre su cuerpo para besarlo con mayor profundidad, era increíble que hubiera tardado tantos años en besarlo. -"Si Naruto, acepto ser tu esposo" dijo con un poco de burla por la infantil propuesta que le había echo años atrás, cuando aun cursaban secundaria, y por otro lado, para dejarle ver que ahora no podía deshacerse de el, seria su esposo, quisiera o no.
Naruto sonrió y le paso las manos por el cuello acariciando su larga cabellera azabache. -"Tardaste muchos años en decidirte Itachi-kun" contesto siguiendolo en su broma, y el solo pudo soltar un suspiro de satisfacción al comprender que Naruto lo amaba tanto como el lo amaba a el.


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