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Pasado Interrumpido por Allegra96

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Notas del fanfic:

Aquí una nueva historia, he tardado en subir algo así que acepten esto como una disculpa, comenten y díganme si les gustó!!

Notas del capitulo:

LO SÉ, ME TARDE HORRORES EN SUBIR ALGO, TRATARÉ DE YA NO HACERLO, ACEPTEN ESTA NUEVA IDEA COMO DISCULPA, COMENTE Y DIGANME SI LES GUSTÓ :D

Pasado interrumpido

Capítulo uno: DE MUERTE Y LOCURAS

Por fin todo terminó.

Sentía como su vida se apagaba con cada aliento que salía de su boca, después de haber luchado tanto el destino se ensañaba con él una vez más, tenía ganas de gritar y hacer esa pregunta que se había formulado en su corazón ¿Por qué? 

Siempre la pronunciaba mentalmente, pensando que tal vez algún día alguien le respondería, se la hacía cuando vivía con los Dursley, cuando le maltrataban, lo humillaban y le mentían , se la hiso cuando su condición de Elegido le fue revelada y cuando varios de sus seres amados morían uno tras otro.

Seguía sin respuesta, qué decepción.

Suspiró mirando el techo de la habitación que ocupaba en el número 12 de Grimmauld Place, la casa principal de los Black y su hogar desde que había dejado la escuela después de la última batalla; su pecho subía y bajaba entrecortadamente, los espasmos de dolor en sus pulmones y corazón habían parado hace unos minutos,  pero cansadamente sabía que no lo harían por mucho.

Los últimos seis meses se los había pasado con esos dolorosos ataques, al principio no molestaban tanto, los confundió con músculos desgarrados o huesos mal soldados que reclamaban cada vez que hacía movimientos bruscos, ya que después de haber acabado con Voldemort, Madame Pomfrey le había curado a las prisas, tenía mucha otra gente que estaba en peores condiciones que él y necesitaban la ayuda con más urgencia, así que cuando los tenía solo tomaba una poción para el dolor y olvidaba el asunto, aunque claro, los problemas no pueden evitarse para siempre.

Al cumplirse tres meses desde el comienzo de sus ataques, el dolor se había vuelto insoportable, tanto que durante los peores se desmayaba debido a la horrible sensación.

Sus amigos se enteraron muy tarde de su condición, Harry era necio y lo había ocultado por demasiado tiempo, alegando que no quería perturbar la paz y felicidad de todos ellos; con pánico en sus ojos pudo ver la culpabilidad mezclada con miedo que se plasmaba en los rostros de sus amigos, se sintió mal, lo había estropeado todo de nuevo por ser débil.

Después de una larga platica y mucho apoyo de sus amigos fue llevado a San Mungo, la noticia de su enfermedad se esparció como pólvora por el mundo mágico, varios de los mejores medimagos se presentaron en el hospital para ofrecer sus servicios, mucha gente incluso fue a acampar fuera del edificio para presentar sus respetos y buenos deseos para la recuperación del joven al que le debían la vida.

Fue revisado y tratado, pero lamentablemente ninguno pudo hacer nada.

Ya era muy tarde.

La infelicidad que había estado tratando de alejar de sus amigos les cayó como un balde de agua fría, lloraron por él, por la injusticia de la vida que parecía tomarla cada vez peor contra él.

Al cumplirse seis meses ya no era capaz ni de levantarse de su cama, su piel antes suave y hermosa como porcelana blanca lucía ahora  muerta y fría como la de un cadáver, los tentadores labios estaban rotos y resecos, mientras que su cuerpo cada día se debilitaba más, sus ojos estaban opacos y sin luz, él mismo ya no se sentía como el Harry Potter que había luchado y vencido los peores obstáculos, toda esperanza de una vida nueva y tranquila ya no existía. Su único consuelo era que por fin podría ver a su amada familia.

Sintiendo el doloroso escalofrío que recorría su columna vertebral anticipando un nuevo ataque, el joven se acomodó en el gran lecho en posición fetal, un gemido roto escapó de su garganta, sus opacas esmeraldas recorrieron la cama buscando así distraerse un momento, acarició con cariño las sábanas limpias que Hermione y Ginny le habían colocado esa mañana, sintió contra su piel el agradable calor de la pijama que tanto Ron como George le habían ayudado a colocarse antes de que se fueran a cenar para dejarlo dormir.

De nuevo su corazón fue estrujado por un puño invisible, el aire se atoró en sus pulmones, sus ojos comenzaron a arder haciéndole soltar lágrimas y sintió cómo la tristeza que había sentido desde la última batalla crecía aún más en su interior.

¿Por qué?

La habitación se enfrió, supo de inmediato que la muerte ya había llegado por él.

-No temo morir- estaba en paz, es más, lo deseaba, que por fin acabara, quería ver a quienes hace tiempo había perdido, el dolor lo estaba dejando inconsciente cuando de repente una presencia extrañamente familiar se materializó a su lado, diablos, ¿es que caso el sufrimiento lo había vuelto loco por fin?

-No mi niño, no lo estás- al escuchar esa suave voz tan cerca la bruma implantada en su mente que lo aletargaba se disipó violentamente, volvió el rostro tan rápido que escuchó sus huesos crujir, topándose con un par de figuras fantasmagóricas encapuchadas, se incorporó lentamente, movió su mano disimuladamente bajo su almohada para palpar su varita.

-¿Cómo entraron? ¿Qué quieren?- los espectros permanecieron en silencio, podía sentir sus miradas fijas en él, analizando cada detalle de su maltrecha figura, Harry por su parte hiso lo mismo, por la altura dedujo que eran hombres solo que uno era más bajo que el otro por media cabeza, además de eso no pudo ver otras cosas debido a los mantos que los cubrían.

-¡Merlín bendito, mi ángel, estás peor de lo que creí! – el más bajo fue el que hablo, identificó su voz suave con la que le habló al principio

-No te preocupes, sigue vivo, hay esperanza –dijo el otro encapuchado infundiéndole a su compañero tranquilidad al tiempo que rodeaba su cintura, el trato entre ellos se le antojo a Harry muy íntimo, como el de un par de amantes.

-¿Quiénes son ustedes?- la voz del muchacho sonaba ronca como si no la hubiera usado en mucho tiempo y así era, a estas alturas hasta sostener una charla de más de cinco minutos le agotaba.

-Venimos a ayudarte- la figura más alta hablo evadiendo la pregunta sobre sus identidades, al Niño-Que-Vivió no se le pasó por alto ese detalle- debes saber muchas cosas ¿sabes por qué estás muriendo? ¿por qué la tristeza te hunde día con día?

Harry sintió gran extrañeza ante esas preguntas, no se imaginaba quiénes pudieran ser estos sujetos, no eran mortífagos, si lo fueran posiblemente ya estaría muerto.

-Estoy enfermo, tanta magia oscura dañó mi núcleo, es lo que los sanadores me dijeron, al ser yo un mago de la luz mi magia se contaminó con demasiada oscuridad y se desequilibró.

Las figuras se quedaron quietas antes de que la más pequeña volviera a hablar mientras negaba con la cabeza

-Tú naciste de la magia oscura, aún en ésta vida eres inmune a ella, te protege, no te daña.

El joven estaba muy confundido, no comprendía lo que acababan de decir ¿la oscuridad le protegía? ¿a qué se referían con eso de “en ésta vida”?

Ya estaba harto, los apuntó con su varita sintiendo como la ira corría por sus venas, malditos ¡ni en su lecho de muerte le dejaban tranquilo!

-No volveré a preguntar ¡¿quiénes son ustedes?!

La habitación quedó en silencio, los dos hombres se acercaron un poco a él al mismo tiempo en que descubrían sus rostros, la mente de Harry quedó en blanco por un segundo, sus rostros eran definitivamente familiares, lentamente bajó su varita y observó al que estaba más cerca de él, era el hombre más bajo, era muy bello, analizó sus rasgos detenidamente, tenía el cabello negro con reflejos azulados, la piel aperlada y los ojos grises, detuvo su escrutinio en estos últimos.

Si no hubiera visto su rostro antes podría haber jurado que eran los ojos de su padrino, su querido Sirius, tenían la misma maravillosa y extraña coloración distintiva de los Black, un azul cobalto que se degradaba desde el centro del ojo hasta convertirse en un gris mercurio, le miraba con calidez, como se mira a un ser amado.

La figura fantasmal acercó su elegante mano de dedos largos a la mejilla de Harry y la acarició, fue un contacto leve como alas de mariposa o una brisa tranquila.

El otro hombre no se acercó, solo se le quedó mirando desde donde estaba pero aun así pudo ver el mismo sentimiento en sus ojos, se sorprendió al percatarse de que eran verdes como los propios, solo un poco más oscuros, tenía facciones masculinas, los pómulos altos y la nariz recta, un hombre sin duda apuesto.

El bello hombre que le había acariciado tomó su rostro perforándole con los sentimientos que reflejaban, supo de inmediato que pasaría algo importante.

-Este asustado, no te culpo, yo también lo estaría si un par de desconocidos irrumpieran  en mi habitación, lo sentimos mucho, pero debes saber algo, amor

El otro hombre se adelantó un paso, alzó su mano para acariciar el sedoso cabello del más joven

-Disculpa la descortesía, debemos presentarnos, yo soy Acube Peverell y él- señaló al otro- es mi esposo, Rasalhange Black y somos…

Calló a la mitad, pasó un momento en el que no pudo seguir así que Rasalhange tomó la palabra, esperaba que no salieran con alguna locura, comenzaba a agotarse

-Somos tus padres, Harry

Demonios, una maldita locura.

 

 

 

 

 

Notas finales:

ESPERO Y LES HAYA GUSTADO, ACTUALIZARÉ PRONTO, NO SE PREOCUPEN Y PARA LOS QUE LEEN MI OTRO FIC "EL AMO DEL AMO" YA TENGO LISTO EL CAPI 12, SOLO LO ESTOY REVISANDO ;), DEGEN REVIEWS SI QUIEREN SABER QUÉ PASARÁ, AMO SUS COMENTARIOS Y OPINIONES, CHAU!!!


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