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Poder Femenino por LatexoHPo

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Notas del fanfic:

¡Hola!


Sip, sé que debería estar actualizando mis otros fics, pero esto me llegó de golpe después de tres noches en vela y aquí está.


Esto será más bien algo tonto y sin sentido, hecho con el único afán de divertiles. Humor hueco, clichés a diestra y siniestra y nada más =)


 


 

Notas del capitulo:

Ok... no olviden que es sólo un tonto relato. Por favor, amigas, mujeres divinas que están a punto de leer esto: no se lo tomen en serio.


De hecho, yo me reí mucho cuando leí... lo que van a leer aquí ^^v

 

Gimió con extremo placer cuando al fin sus cansados e hinchados pies tocaron el suelo alfombrado del elevador. Si no fuera porque esos tacones le encantaban lo más seguro es que ya estuvieran volando cincuenta pisos abajo… y vamos, que no quería tampoco ser culpable de la muerte de algún pobre peatón que tuviera la mala fortuna de pasar por la calle en el momento justo, así que los tomó ambos con una sola mano para dejarlos colgar mientras ella se recargaba en la pared del aparato y descansar también su tensa espalda. Ladeó la cabeza mientras cerraba los ojos; sonrió cuando sus vertebras crujieron deliciosamente.

Necesitaba vacaciones. Unas de verdad y no las excusas en las que había caído los últimos dos años. Tony le había dado ya en varias ocasiones vacaciones, y era cuando estaba en un caro spa, en una linda playa sin sujetador, en un tour por tierra santa o incluso en una cueva para excursionistas aventurados que Tony Stark, de alguna retorcida manera, la localizaba para pedirle que regresara urgentemente a Nueva York. Generalmente terminaba volviendo por nada; Tony realmente parecía un completo inepto que no podía vivir sin ella. No, la verdad es que era absoluta y totalmente dependiente de ella. Y ella, Virginia Potts, no podía negarle nada. A veces se odiaba, y mucho.

Como ahora, que apenas acababa de llegar de un viaje a tres ciudades distintas para firmar unos papeles (¡En persona! Había exigido el vicepresidente) que al descuidado de Tony se le habían olvidado. Y es que claro, desde que inició su relación con Steve no había otra cosa más que el rubio en los pensamientos del millonario. Y mientras Tony y Steve jugaban a la eterna luna de  miel, Pepper se jodía.

Al menos podría tener un par de días de  paz. Eran casi las cuatro de la mañana y fin de semana.

Algo positivo de todo esto era que Tony había dejado las parrandas y las fiestas escándalosas en pro de su relación con Steve. Era algo que  Pepper agradecía infinitamente.

Pero estaba agotada.

Cuado el elevador se detuvo Pepper abrió los ojos pensando que había llegado ya a su piso personal en la torre Vengadores. Pero  no. Frente a ella estaba Natasha, con cara de pocos amigos y un vaso enorme de lo que parecía ser cerveza de raíz helada.

“¿Un mal día?”, preguntó Pepper cuando la otra mujer se recargó también en la pared con un resoplido.

“Sólo quiero comprobar que esos idiotas no han destruído el piso común. Escucho su escándalo hasta mi habitación”.

“¡Ay no!”, gimió Pepper. “No me digas que están teniendo una de sus absurdas fiestas de cita doble…”

Natasha dio un gran trago a su cerveza y miró a Pepper con una expresión que confirmaba su suposición.

“Esta vez es cita triple: Loki llegó ayer y Thor está más destructor que nunca por la emoción”.

“Te dije que no me lo dijeras”, gimió más profundamente Pepper.

Y es que las fiestas de cita doble no tendrían nada del otro mundo salvo porque el piso común terminaba hecho una mierda; las cuentas se sucedían una tras otras de pedidos de pizza, hamburguesas, comida india (el gusto personal de Bruce), y una larga lista de etcéteras. Incluso de facturas por llamadas al otro lado del mundo sólo para complacer algún capricho mundano.

Hombres. Hombres en edad adulta que se olvidaban de ese detalle para comportarse como Adolescentes, así, con mayúscula.

Y si sólo fuera eso… la última vez Pepper había encontrado un desastre monumental, y a dos parejas desnudas; Steve y Tony encima de la isla de la cocina, como Dios los trajo al mundo y sólo cubriendo las partes pudientes con lo que Pepper descubrió eran hojas de lechuga (¿Quizás habían jugado a ser Adán y Adán o a la ensalda viviente?). Y Bruce y Clint fueron descubiertos horas más tarde con las ropas echas girones cuando decidieron bajar del helipuerto; evidentemente habían jugado “Hulk persigue y se cena al pájarito… literalmente”… Un escalofrío recorrió a Pepper.

Llegaron al piso común. Natasha para gritarles que bajaran los décibeles de sus risas, y Pepper para ir mediando qué tanto tendría que sacrificar su merecido descanso de fin de semana. La verdad era que también estaban curiosas. Las mujeres eran excluídas de esas fiestas, evidentemente, y ahora con Loki de agregado sería más que interesante ver qué hacían y de qué hablaban.

Lo primero que se escuchó fue una serie de carcajadas. Tony, Clint y Thor, por supuesto. Luego la voz de Tony, aunque ninguna fue capaz de entender lo que había dicho, para enseguida escucharse más risas.

¿La hora de los chistes?, se preguntó Natasha rodando los ojos. Encontraron un estupendo escondite tras la pared de la sala, desde dónde podían ver más que bien a los seis hombres sentados en las alfombras en lugar de los sillones. El suelo ya estaba repleto de migajas, botanas y bebidas.

Se dieron cuenta entonces de que no todos ellos reían. Steve tenía el ceño fruncido. Bruce miraba con desaprobación a Tony y Loki tenía una ceja alzada con total confusión. Eso sólo disparó la curiosidad en ambas pelirrojas, así que se pegaron más a la pared, una encima de otra.

“¡Oh, vamos, Steve! Solamente son bromas. Por supuesto que respeto mucho a las mujeres”, exclamó Tony antes de engullir un puñado de palomitas de maíz. “Una me trajo al mundo”.

Clint todavía se reía aunque con más calma, y Bruce entrecerró peligrosamente los ojos al mirarlo.

“Espera, espera…”, dijo Clint sin percatarse de la mirada de su pareja. “El otro día escuché uno buenísimo”, aclaró su gargante y habló: “Últimos estudios científicos demuestran la existencia de hormonas femeninas en las bebidas alcohólicas. Esto se puede demostrar porque cuando bebemos decimos muchas tonterías y conducimos fatal”.

Las carcajadas llenaron la sala, e incluso Steve desvió la mirada con una sonrisa que era muy difícil de disimular. Bruce dejó de mirar feo a Clint, y Loki sólo alzó más la ceja.

Sí, era la hora de los chistes: de los chistes machistas. Natasha apretó su vaso de cerveza, pero Pepper le tocó el hombro y le indicó con la mirada que aguardara antes de asesinar a Barton, se supone que ellas no estaban allí.

“¡Vamos, Steve!”, repitió Tony cuando dejó de reír. “Apuesto a que te sabes alguno. Es con respeto”.

Steve, sorprendentemente, negó con la cabeza y ya no disimuló su sonrisa.

“Tal vez escuché alguna vez uno”, dijo con tranquilidad. Todos se giraron a verlo, Bruce con sorpresa. “¿Por qué la estatua de la libertad es mujer? Porque necesitaban un sitio hueco para el mirador”.

Las carcajas volvieron, y Steve rió también, menos escandalosamente, pero se estaba riendo.

“¡Yo tengo uno!”, exclamó Thor con su potente voz: “¿En qué se diferencían una mujer y un caballo? ¡En la mirada noble e inteligente del caballo!”

Loki rodó los ojos y Bruce negó con la cabeza mientras los demás reían. Steve había caído irremediablemente.

“Brucie, esa mirada me dice que te sabes uno”, dijo Clint con una enorme sonrisa. “¡Vámos, suéltalo!”

Natasha y Pepper abrieron la boca al mismo tiempo. No, Bruce no podría ser un cretino…

“Bueno”, dijo Bruce también entrando al juego. “Pero que conste  que es sólo por…”

“Sí, hermano, lo sabemos. Hermosas y benditas mujeres; ahora suéltalo”, le interrumpió Tony.

Bruce suspiró, se retiró las gafas y comenzó:

“Entra una chica a una biblioteca y le pregunta al bibliotecario: Disculpe, ¿dónde está el libro Grandes Mujeres de la Historia?, y el bibliotecario le responde: ¡Oh, claro! Ciencia Ficción en la estantería del fondo”.

Si. Bruce era oficialmente un cretino, pensaron las espías pelirrojas cuando las carcajadas volvieron a retumbar en el lugar.

“¿Qué es una mujer embarazada?”, cotinuó Clint. “¡Un kit de limpieza!”

“¿Cómo se divide el brazo de una mujer?: Brazo, antebrazo y escoba”

“Dios creó al hombre primero, y al ver tanta perfección… le creó una sirvienta”

Ese último dicho por Tony enfureció a Pepper a tal grado que la pared fue decorada con sus uñas.

Cuando se giró a mirar a Natasha, ésta le estaba sonriendo. Extrañada, Pepper frunció el ceño, pero pronto realizó que la sonrisa de Natasha era pura y absoluta maldad.



ooooo



El amanecer despuntaba a través del ventanal. Pepper bostezó sonoramente, pero enseguida sonrió.

“Listo, JARVIS. Puedes anunciarle a los caballeros su situación cuando sea el momento”, dijo ampliando su sonrisa.

“Como usted ordene, señorita Potts”, respondió la IA con una extraña tranquilidad.

Cuando salió de taller, Natasha ya la esperaba con un par de maletas a sus pies. Ambas se sonrieron. A los pocos minutos el garage de la torre se abría para dejar escapar el lamborgini rojo de Tony Stark, manejado por Natasha. Pepper, a su lado, se soltó el cabello y alzó los brazos con un grito de jubilo.

Desde la ventana del piso común, Loki fue capaz de distinguir el auto. Una enorme sonrisa se formó en su rostro. Luego se giró para volver a la habitación que compartía con Thor. Esos cinco idiotas recibirían una lección. Esas… bromas, como ellos las habían llamado, habían sido de muy mal gusto.

Fue un gran golpe de suerte el haberse topado con esas dos mujeres una vez que los cinco cretinos se quedaron dormidos. Una vez a lado de Thor, se recostó en el gran pecho del rubio. Iba a disfrutar esto enormemente.



oooo



Tony se giró en la cama y abrió un poco los ojos. Sonrió cuando se topó con la espalda desnuda de Steve; se pegó al rubio que todavía dormía y adelantó sus manos para abrazarlo. Y entonces sus manos tocaron algo suave y abultado… muy suave y muuuy abultado…

Tony se sentó en la cama de golpe, despertando a Steve con el movimiento. Cuando el rubio se giró entre sueños…

“¡AAAAAAAAAAH!”


Un grito lejano despertó a Clint de golpe. Se incorporó y bajó el rostro para ver a Bruce, que todavía roncaba suavemente bajo las sábanas. Se talló los ojos pensando que aquél grito había sido parte de su sueño húmedo junto al hombre a su lado. Se estiró y se levantó para ir a orinar y poder volver a los brazos de Bruce.

En el camino, sin embargo, un terrible mareo lo descolocó. Jadeó y se tambaleó, golpeándose el dedo chiquito del pie con una de las patas de la cama.

“¡Mierda!”, exclamó adolorido.

Bruce se despertó y le miró con los ojos nublados.

“¿Estás bien, Clint?”

“Me golpeé…”

Clint se interrumpió de golpe. Bruce se incorporó rápidamente cuando vio cómo el color desaparecía en el rostro de Clint. Iba a preguntarle qué le pasaba cuando el castaño se giró enseguida y corrió al baño.

Bruce sólo escuchó el ruido de un escándaloso vómito.

Notas finales:

Pobres, pobres, pobres chicos... U_U

xD  ¿Quieren continuación?

Gracias por leer!!!

Látex.


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