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Mordisco Rapido por Arlequina Lunatica Snape

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Notas del fanfic:

Esta historia esta basada en parte en el libro Mordisco Rápido de la saga los hermanos Argeneau de la escritora Lynsay Sands, a los lectores que les gusten las historias de vampiros os recomiendo esta saga, aunque en esta histori los vampiros los cambiamos por dragones, de verdad os recomiendo esta saga que es muy buena a mi parecer muchisimo mejor que crepusculo.

En esta historia mesclaremos El Hobitt, EL señor de los anillos, Piratas del caribe, Sherlock y Harry Potter.

 

Espero que os guste la historia.

Notas del capitulo:

En esta historia mesclaremos El Hobitt, EL señor de los anillos, Piratas del caribe, Sherlock y Harry Potter.

Espero que os guste la historia.

Prólogo

 

—Es sólo una cena pequeña de compromiso, no todos los días tu hermano mayor se casa.

—Ya, pero mama, te recuerdo que estoy en Rumania y que tengo unos dragones a mi cargo que cuidar, eso sin contar con que Fred y George me pidieron que les hiciera unos recados y además esta el asunto de la Orden, que Dumbledore no para de pedir cosas, joder, se cree el amo de este sitio cuando no es nada, estoy a muy poquito de mandarlo a la puta mierda — Charlie Weasley mantenía el auricular del teléfono en la curva entre su cuello y el hombro, manteniéndolo con su barbilla mientras comenzaba a limpiar sus armas para dragones.

 

La voz de su madre había adquirido un tono persuasivo, lo que era siempre una mala señal. Suspirando interiormente, agitó su cabeza mientras su madre parloteaba cual cotorra; contándole lo que había preparado para la cena y demás le estaba recriminando que seria un mal hermano y un muy mal hijo si no iba, además le estaba dejando en claro que los amigos iban a estar, pero eso hizo que Charlie se percatara de que ella no estaba mencionando quién más iba a estar en esa pequeña cena, por lo que sospecho saber de antemano que le había buscado una cita a ciegas, no tenía la menor duda de que serían alguna amiga o ex de Bill o en el peor de los casos una hija de alguna amiga de su madre.

 

—Entonces, ¿a qué hora puedes estar aquí mañana?

—No iré —antes de que ella pudiera quejarse, añadió rápidamente—: No puedo. Mañana tengo mucho trabajo y además tengo que viajar fuera del país.

—¿Qué? —hubo una pausa, seguida de la desconfianza—. ¿Por qué? ¿A dónde vas a ir? ¿no se supone que venias de vacaciones a casa.

—Japón. Voy a trabajar, tu querido amigo Dumbledore me a dado mucho trabajo extra, tanto que ni a la boda podre ir y si quieres recriminar algo ves a el no a mi, vosotros sois los miembros de la puñetera orden. Es por eso que te llamé en primer lugar. Salgo en el primer vuelo de la mañana hacia China donde he de recoger unas cosas y luego tomare el primer vuelo a Japón—sabiendo que acababa de dejarla desconcertada, Charlie permitió que una sonrisa se formara en sus labios, a la vez que hacía malabarismos con el teléfono para poner el huevo de dragón en la incubadora.

—¿Japón? —repitió su madre después de una larga pausa—. ¿Tu?

 

Charlie no pudo decidir si su desconcierto era de diversión o sólo un triste comentario más en su vida hasta la fecha, su trabajo como domador, criador y cuidador de dragones hacía ocho años, no le permitía apenas descansar ya ni hablar de viajar, apenas, este seria el primer viaje que haría solo realmente y aunque era por trabajo. De hecho, no había ido de vacaciones desde que dejo Hogwarts. Era el típico hombre adicto al trabajo, impulsado a lograr el éxito y dispuesto a emplear horas y horas en ello. No dejaba mucho tiempo para la vida social. Hacía mucho que necesitaba esas vacaciones que nunca llegaban pues desde hacia mucho solo se relacionaba con dragones y las féminas con las que compartía su tiempo no eran precisamente humanas, aunque las prefería, las mujeres solo le habían traído problemas y estaba seguro que el seria de los pocos Weasley que acabaría solo, pues aunque supuestamente según las leyendas habían dragones que podían tomar aspecto humano, el nunca encontró uno, si no ya estaría casado, después de todo amaba los dragones.

 

—Escucha, necesito irme. Te enviaré una postal desde Japón y algún regalo a Bill. Adiós —Charlie colgó antes de que ella pudiera decir algo que lo detuviera, cogió su mochila y rápidamente se la puso en la espalda para escapar de su improvisado sitio de trabajo, rumbo al bar para poder comer algo decente y así volver al trabajo, no se sorprendió al escuchar el teléfono sonando justo cuando cerró la puerta, su madre era del tipo de persona persistente o cansina dicho de forma coloquial y mas desde que algunos magos usaban ese objeto muggle tan practico y odioso. Con una pequeña sonrisa, lo ignoró y se metió las llaves en el bolsillo mientras descendía al vestíbulo para salir de la barrera mágica que rodeaba la “finca” y perderse en el mundo muggle.

El domador/criador/cuidador de dragones Charlie Weasley estaba ahora relajado cada vez más a medida que se alejaba de la oficina. De hecho, estaba silbando suavemente mientras se dirigía a la puerta de salida, una vez fuera su silbido murió cuando un hombre mas alto que el, que ya es decir, iba a chocar con el, no habría necesitado preocuparse; el hombre fue rápido de pies y se las arregló para deslizarse lo justo para evitar el choque, Charlie le lanzó una curiosa mirada cuando se puso delante de él, preguntándose de dónde habría salido, era un hombre muy hermoso, el calculaba que tendría unos 33 años.

 

Apenas había vislumbrado y gran parte de sus rasgos eran una vaga imagen borrosa en su memoria, pero sus ojos eran inusuales ambarinos con un toque rojo de fondo. Inusuales y bonitos, serían el resultado de lentes de contacto de color, pensó, e inmediatamente perdió el interés en el, bueno si no fuera por que su cabellos era mas rojo que el suyo, pero entonces algo en su mente se conecto, ¿se parece a Malfoy pero mas bestia?

Expulsando la idea de sus pensamientos, se relajó he intento echar a andar pero su cuerpo no respondía, al contrario se puso a andar hacia una especie de descampado donde un enorme arcón de roble viejo de encontraba, el hombre lo siguió sin hablar y el sin entender que pasaba se paro ante el arcón, Charlie lo abrió y empezó a meterse dentro sin entender porque lo hacia, por lo que pensó que o era un hechizo o había perdido la cabeza, pero claro mas bien iba a ser lo primero por que su cabeza la perdió hace años, una vez dentro del arcón lo cerro y quedo todo a oscuras, siguió dándole vueltas a la cabeza de en que momento había quedado hechizado, lo que si tenia claro es que su comida se habia esfumado.

 

Continuara…

Notas finales:

Si os gusta seguir escribiendo la historia, intentare actualizar cada 2 dias, si por algun problema no puedo os avisare previamente, por fabor dejarme algun comentario para saber si os gusta, tambien podeis dar opiniones e ideas si quereis.


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