Los detalles nunca habían sido importantes para él, de hecho, nunca preguntaba nada respecto a las circunstancias que contribuían a formar esa cosa llamada destino.
Y es por eso que ahora se encuentra en esta situación…
-Tú amigo se mete en muchos problemas Smoker… - le comento su compañero serio.
-No es mi amigo… Aokiji. Es solo un mocoso más que no sabe respetar la autoridad. - respondió a la defensiva.
-Pues esta vez sí metió la pata hasta el fondo. - volvió a recriminarle abriendo la puerta de una celda.
-Lo sé… - dijo para mirar al chico sentado en el suelo con la cabeza agachada.
Flash Back…
Había pasado de las agresiones e insultos en la escuela a las peleas callejeras en las que ahora estaba metido.
No recordaba los detalles del porque ahora estaba sobre aquel chico dándole de golpes en su rostro hasta dejarlo irreconocible.
-¡¡Más fuerte!! - gritaban alguien en la multitud presente.
-¡¡Mátalo!! - escucho como otro le alentaba.
-¡¡Mira como lo dejo!! - uno más entre los espectadores.
Estaban en ese callejón de mala muerte, detrás de la escuela donde se supone tendría que estar estudiando para tener un mejor futuro, con todos sus compañeros de clase, prestando la mayor atención, y siendo un adolescente “normal” de algún modo…
Pero ahí estaba modelando con sus manos la cara de ese chico, aun cuando este ya no se movía ni defendía como antes.
Cuando sus puños, ahora tan ensangrentados como el charco del líquido carmesí debajo de él, suspiro para mirar cómo había dejado al imbécil que seguramente lo provoco.
-Siento que destruí algo hermoso… - susurro para sí mismo, cuando por fin se canso.
La cara del pobre chico, victima de su agresividad, solo tosía la poca sangre que no le dejaba respirar, su ojo izquierdo tan hinchado que apenas podía abrirlo, su labio inferior reventado por tanto golpe y una herida muy grande en su frente que le dejaría una cicatriz de por vida.
-¡¡El ganador es Eustass Kid!! - grito un joven que ahora salía de entre la multitud para alzar la mano del victorioso ganador.
La mayoría de los presentes gritaron eufóricos y otros tantos solo chasquearon la lengua o maldecían.
-¡¡Muy bien es hora de pagar!! - ese mismo chico que al parecer era el organizador, se quito el sombrero vaquero color naranja que traía en su cabeza para recolectar el dinero.
Todos sin excepción pagaron el dinero correspondiente para que los ganadores de las apuestas recibieran su parte.
Había sido una de las peleas más fáciles que había tenido, y eso era casi siempre.
Estaba contando el dinero aquel chico, cuando el luchador que ahora se recargaba en la pared para quedar sentado junto a él, comento:
-¿Quién es el siguiente Ace?
-Un idiota llamado Zoro. - respondió sin dejar de contar los billetes en sus manos.
Portgas D. Ace era su amigo de la escuela, que también tenía una extraña tendencia por los problemas, llevaba el uniforme siempre desaliñado.
Su racha de buena suerte estaba a punto de acabar por no saber los detalles de ese nuevo rival.
Pasado el tiempo necesario para que Eustass Kid, un chico pelirrojo, alto, fornido y con cara de psicópata en serie, recuperara algo de cordura. Se levanto del sucio pavimento donde había descansado, para suspirar hastiado y relajado.
Su nuevo contrincante estaba esperándolo sobando su hombro derecho mirando a un chico de entre la multitud, al parecer llamo su atención.
-¡¡Aficionados a las peleas callejeras!! - grito ese joven del sombrero vaquero que organizaba todo, mostrando unas cuantas pecas en su moreno rostro. Todos los presentes guardaron silencio para escucharlo.
-Ya conocen las reglas: Nadie se va hasta que termine. Todos pagan su parte una vez terminada la pelea y esta solo termina cuando uno de los dos ya no pueda más. - les recordó mirándolos con una clara advertencia.
El mismo hacia pagar a todos aquellos que venían por el espectáculo que daban… Nada es gratis en este mundo.
-¿Se pueden navajas o algo así? - pregunto alguien de entre la gente.
-Claro que se pueden… Si quieres ir a la cárcel. Jajajaja - era obvio que no. - Muy bien… ¡¡Que empiece el espectáculo!! - grito Ace apartándose para empezar la masacre.
Los dos contrincantes caminaron al centro del círculo creado improvisadamente por los espectadores.
-Que gane el mejor. - comento el chico de cabello verde que decía llamarse Zoro extendiendo su mano.
-Eso pretendo. - contestó Kid con desprecio para apartar la mano de su rival de un manotazo.
Ambos chicos tenían uniformes de la escuela preparatoria donde “asistían” a clase.
Los primeros golpes por parte de ambos eran bloqueados por sus brazos y piernas.
Se medían mutuamente para ver cómo debían atacar para ganar esa lucha de machismo sin sentido.
Un uppercut llego al estomago de Zoro que lo hizo retroceder dos pasos y Kid aprovechando ese desequilibrio lanzo otro más al flanco izquierdo desprotegido de este pero, el peliverde se vio muy hábil al cubrirse con el antebrazo.
El pelirrojo algo frustrado por no haber acertado, se dejo llevar por un momento y justo ahí… Zoro pudo asestarle un fuerte cross justo en su mejilla derecha haciendo que ahora este retrocediera.
Le había dado de lleno en la mandíbula haciendo rechinar sus dientes.
Eso encendió de inmediato a Kid, quien tenía una mecha muy corta, despertando el demonio dormido en su interior.
Ahora con toda la saña del mundo el pelirrojo se abalanzo sobre el peliverde para molerlo a hostias, pero este no era nada tonto ni lento, tanto que pudo predecir perfectamente su plan antes de que lo tacleara con todas sus fuerza, esquivándolo por un lado, haciendo que este chocara contra los espectadores.
Más de uno cayó al suelo cuando Kid ya estaba más iracundo que nada y se levanto tan rápido como había caído.
El pelirrojo empezó a lanzar golpes al aire con demasiada fuerza en más de una ocasión, casi volvía a caer por los desproporcionados jabs.
Solo basto un uppercut de Zoro para dejarlo en el suelo. Le dio de lleno en el rostro.
¿Había perdido?... Claro que no…No podía estar pasando eso…
Ace ya anunciaba al ganador al ver que Kid seguía en el suelo cuando…
Todo se nublo para el pelirrojo que ahora estaba sobre Zoro dándole en el estomago tan fuerte que ya tosía sangre el peliverde de tanto golpe, pero nadie los detenía… al contrario, todos se quedaron en silencio al ver que Kid no estaba consciente de sus acciones, y gritaba blasfemias sin sentido a su oponente.
La agresividad era su bendición y maldición.
En algún momento que nadie sabe cómo, Kid se hizo con una navaja y clavo profundamente ese metal en el hombro del chico para rajarle todo el pecho.
Ahí todo se distorsiono horriblemente.
Todos los presentes salieron corriendo al ver que nada lo detenía y mataría definitivamente a ese chico del cabello verde.
-¡¡Basta Kid!! ¡¡Lo estas matando!! - grito Ace para tratar de apartar a su amigo, pero este al estar en ese estado solo le dio bruscamente un puñetazo en el estomago.
Alguien… para la mala o buena suerte de ambos, llamo a una ambulancia y a la policía.
Había sellado su destino por no saber el pequeño detalle de que ese chico llamado Zoro, era el hijo de un condecorado militar al cual tenía el poder de desaparecerlo de la faz de la tierra sin dejar rastro pero…
Gracias a un “amigo”, que era un oficial, había sido remitido en la estación de policía 24 horas para poder procesar todo como una pelea clásica de jóvenes inmaduros.
Pero eso no limito el hecho de que el padre de Zoro dejara las cosas así como así. Consiguió hacer un trato para que prestara servicio comunitario por lo menos seis meses pero en su domicilio. Nada del otro mundo, era para verlo de cerca y supiera que nadie se metía con su familia y salía bien librado.
Fin del Flash Black…