EL GEMELO BUENO Y EL GEMELO MALO
El funeral acabo, estoy solo en casa, él está fuera, como siempre no tiene el mas mínimo respeto, ni sentimientos. De seguro esta en algún bar levantándose a lo primero que le pase por el frente sin importarle que el cuerpo de nuestra querida madre aún no se enfrié por completo en el ataúd en donde la hemos dejado y el cual será su última morada.
Esta tarde he visto nuestras fotos, otra vez y cada vez que lo hago me convenzo más de que su cambio comenzó definitivamente tras la batalla de Hogwarts, aun si el niega esto, aun si me confronta alegándome que me equivoco y que en realidad jamás lo he conocido.
Mi pobre madre, tan débil, tan inocente, no era ni la sombra de lo que fue en sus mejores tiempos, nunca imagino el cambio radical que tendría uno de sus hijos, su favorito, ni mucho menos las artimañas de las que se arrimaría para conseguir lo que deseaba y sobre todo para tenerla en sus manos sin que esta se lo imaginara.
El simplemente ya no era mi hermano, mi gemelo, mi amigo, sino un perfecto desconocido, un ser malvado, lleno de codicia y cinismo.
Mi hermano se volvió en el consentido de toda nuestra familia, fingiendo una amabilidad que no poseía, gastando el poco dinero que ganábamos en sus conquistas, gracias a mi arduo trabajo en nuestra tienda que no pasaba su mejor momento tras la maldita guerra. A todos engañaba, menos a mí, porque yo ya había descubierto su juego y sobre todo la oscuridad que fermentaba su alma y que poco a poco iba arrasando con todo aquel que estuviera a su lado.
Y por eso mismo, por esa maldad, por esa oscuridad es que me veía en el deber de ayudar a cuanto infeliz se cruzaba en su camino antes de que fuera demasiado tarde, advirtiéndoles, abriéndoles los ojos, haciéndoles darse cuenta de quién era el en realidad. Asi fue como conocí a Francis, su última conquista, su última víctima, que inocentemente creí ser quien por fin se adueñara de su corazón, un corazón que alguna vez creí me pertenecía al igual a como el mío lo era de él.
Al principio solo podía ver incredulidad en su rostro para pasar a la rabia y terminar en la típica recriminación por una envidia que no existía en mi alma, para luego verle desvanecer ante mis ojos al contarle alguna incidencia de su vida privada que no tenía por qué ser de mi conocimiento.
Siempre era doloroso para ellos darse cuenta lo vil que podía ser mi querido hermano, su amado adonis, su querido héroe de guerra que no paraba de ufanarse de sus grandes proezas con tal de conseguir lo que deseaba. Siempre, mas con él, con el las cosas fueron diferentes, porque por vez primera me dolió más a mí que a la victima de mi hermano lo que le ocurrió, sobre todo al escucharle hablar sobre sus sueños, sus anhelos y su futuro, un futuro que se veía roto gracias a este.
Cuántas vidas más destrozaría el con tal de satisfacerse, ¿Cuántas?, acaso no era suficiente con burlarse de sus sentimientos, acaso no había sido suficiente con apagar la vida de nuestra madre gracias a los múltiples problemas que creaba y que la pobre debía solucionar sin que nuestros hermanos se enteraran.
“Él es mi vida y sin el…sin el no puedo concebir la vida…ya no más”
Me había dicho Francis sin yo sopesar realmente sus melancólicas palabras que terminarían no solo con su vida, sino además con la de nuestra madre un mes después del fatídico suicidio del pobre a causa de una culpa que no le pertenecía. Ella siempre deseo que se casaran, pensó que sería el mago perfecto para mi hermano, que le salvaría de aquella locura que tenía por vida, que nos devolvería al hijo y hermano del pasado, mas nunca se imaginó que este lo llevaría a la mismísima muerte y que con ello la culpa por no pensar más que en su retoño la terminaría llevando a ella a su propia tumba.
Su descaro no tiene límites, lo he visto coquetear con el mismísimo Harry, el novio de nuestra hermana, pero claro, al igual que con el resto esto solo tenía un objetivo que no era precisamente entrar en sus pantalones, a no ser necesario. Es asi como se ha hecho de aquellos libros milenarios, esos libros de magia oscura que le deben haber pertenecido por generaciones a la legendaria casa de los Black y que a falta de un verdadero heredero que se preocupe por su contenido ha dejado que este los tome como si de un libro cualquiera se tratara. Le he escuchado leyéndolos en voz alta, con el único fin de torturarme, pues bien sabe que no me marchare de su lado con tal de evitar que dañe a alguien más, asi deba tolerar diariamente sus constantes ataques y represalias.
Me duele admitirlo, sobre todo al verle regresar tan campante como si nada hubiera ocurrido para luego ver su rostro ensombrecer al recordarle que hace apenas un dia atrás enterramos a nuestra querida madre y verle derramar una lagrima. Pero esto o mejor dicho el, ya no tiene remedio, sobre todo al saber que Oliver ha perdido al hijo que esperaba y el saber que la noche anterior el recitaba un conjuro del cual me hecho hoy para saber que tramaba y arrepentirme de ello al conocer su contenido.
Oliver, pobre, pobre Oliver, él lo único que deseaba era una familia, mientras mi hermano solo deseaba tenerlo como uno más de sus amantes sin imaginarse que su novio lo dejaría por alguien que si lo respetaba, sin imaginarse que aquello solo le traería desgracias, pues mi hermano jamás olvidaba.
Esto debe terminar, la maldad de mi hermano debe acabar, ya basta de victimas que deba recoger en su camino, ya basta de vidas arruinadas por su ruin actitud. Sé que muchos no entenderán porque lo hago, sé que muchos pensarían que yo le envidio o le odio, pero eso no es cierto, sino todo lo contrario. Lo que hare hoy, lo hare por su bien y el bien de todos los que nos rodean, porque lamentablemente me temo que ya no puedo continuar evitando sus fechorías y la muerte de nuestra propia madre me ha abierto los ojos y por ello he decidido poner fin a toda esta locura y que mejor que con uno de sus propios y malignos libros para no dejar huella.
Hoy, Fred Wesley, dejara de existir por el bien de toda la humanidad….
-¡Ya deja de leer eso!,… por favor-
-Es su diario y-
-Lo sé pero no quiero escuchar eso, no más Ginny-
-Ron, esto es necesario-
-¡Como puede serlo!, ¡por favor Percy!....el…nuestro hermano, está muerto y…-
-Y debemos saber por qué- intentaba de decir sereno el más inteligente de los Wesley.
-Pues ya está claro en esas páginas, no- dijo lamentándose el mayor de los hermanos Wesley cayendo como un saco de papas sobre el primer sillón que encontró.
-Pero lo que no entiendo, ¿es porque?, ¿porque lo hizo?, ¿porque hizo algo asi, porque?-
-¿Porque utilizo magia negra o porque se suicidó?-
-Si- pregunto acongojado Ron a su hermano.
-Él no se suicidó, acaso no han entendido lo que acabo de leer- recrimino la única mujer del clan de peli rojos.
-El jamás fue el mismo desde su muerte- dijo cancinamente Bill.
-Lo sé, desde que lo perdió en Hogwarts…pobre de nuestro hermano-
-Deberíamos demandar al psicomagia que lo atendió-
-El hizo todo lo que estuvo en sus manos para ayudarlo Ron, esto no es su culpa- dijo a la defensiva Percy.
-¿¡Cómo no va a serlo!? ¡Dijo que estaría bien con las opciones y mira donde esta!-
-La muerte de mama fue demasiado para él, quizás debimos saberlo, debimos estar más al pendiente de el-
-Nosotros también sufríamos Percy-
-Lo se Ginny, pero aun asi…quizás…-
-Lo de mama fue demasiado para él, sobre todo porque ella era su ancla a tierra- dijo con una media sonrisa melancólica Bill –perderla fue el tiro de gracia-
-Nunca entenderé como pudo pasar esto, como fue que el-
-Era su gemelo Ron- dijo Ginny abrazándolo –Si para nosotros fue difícil perderlo imagínate lo que fue para el-
-Tanto que prefirió imaginarse que el aún estaba a su lado- soltó cansinamente Bill desde su sillón.
-El no solo se lo imaginaba, sino que actuaba como el- le corrigió Percy -…doble personalidad- dijo recordando como al principio ni siquiera lo habían notado y que para cuando lo hicieran pensaron que solo se trataba de una de las típicas bromas de su hermano para darse cuenta muy pero muy tarde de su graso error y gravedad del asunto.
-Eso ya no importa…el ahora descansa en paz-
-Si Ginny, el descansa en paz- dijo Ron mirando a través de la ventana en dirección al cielo –Y esperemos que por fin este al lado de Fred-
-Lo está hermano- dijo Bill uniéndose al abrazo que ya tenían sus dos hermanos pequeños, atrayendo a Percy también a este –George y Fred están juntos y te puedo asegurar que esos dos deben estar haciendo de las suyas allá arriba-
Fin.