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MI HERMANITO por DRAGIOLA

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Notas del fanfic:

Harry Potter no me pertenece, sino a J.K.R. de quien utilizo esta grandiosa historia para crear fics sin fines de lucro y con el unico proposito de entretener.

Notas del capitulo:

Dedicado a los verdaderos hermanos mayores, esos que siempre dan todo por aquellos un par de años menores, con o sin la misma sangre.

 

 

 

Mi hermanito

 

 

 

 

 

 

 

Siempre envidie a los hermanos Wesley pero no precisamente por su pobreza, ni mucho menos por el exceso de ellos, mi envidia tampoco radicaba en la familia completa que dejaba mucho que desear tanto a magos como cualquiera con dos dedos de frente. No, mi envidia solo radicaba en dos de ellos, dos y únicos seres que unidos podían ir contra cualquier eventualidad que la vida les presentara. 

 

 

 

Soy hijo único, de una larga y distinguida familia de herederos únicos, que en cada generación tienen la obligación de engrandecer no solo el apellido familiar, sino también sus arcas. Fui educado para ello, nací para ello, crecí moldeado con ese único fin.

 

 

 

La soledad es una consecuencia vana que se lleva al vivir mi vida, creer que alguien te ama una ilusión, saber que te odian una constante y pensar en una amistad sincera solo una ridiculez. Pero en el pasado, cuando aún era un inocente infante, creí en todas esas tonterías, alzando mis manos a una amorosa pero fría madre, pidiendo atención a un aterrador pero paciente padre y jugando con niños que fingían ser mis amigos por mera conveniencia. Si yo creía en ellos, en mi inocencia, creí en ellos.

 

 

 

Pero la infancia desaparece poco a poco cuando la cruda realidad nos golpea de frente y más cuando quienes se suponen te aman te dan la espalda.

 

 

 

La soledad no siempre fue mi compañera pero cuando empezó a serlo no puedo negar que me sentí aterrado, temeroso, porque yo no deseaba estar solo, no a mi corta edad pero que podía hacer si  mis padres decidían dejarme al cuidado de una persona totalmente desconocida mientras ellos se iban de viaje, ¿Qué? Nada, absolutamente nada, más que agachar la cabeza y aceptar sus designios.

 

 

 

Aún recuerdo la tristeza que me embargo en aquella casona que no era ni la mitad de majestuosa que mi verdadero hogar, la frialdad desmedida de quienes debían cuidarme, pero sobre todo la soledad al no contar con nadie con quien jugar o hablar. Las noches frías llenas de añoranzas por una madre que me arropaba dándome un delicado y ras beso en la frente. Los días sombríos en los cuales extrañaba los regaños de mi padre por lo infantil que era a mis escasos cinco años. Odiaba ese lugar, lo odiaba tanto que hasta comencé a extrañar a los inútiles elfos que en mi mansión siempre estaban a mí alrededor protegiéndome de cualquier peligro y que en ese lugar ni siquiera soñarían con algún dia tener.

 

 

 

Recuerdo claramente como aquella vieja casona crujía por las noches, como me aterraba por ello y como una buena noche llenándome de valentía salí de la cama para enfrentar mis temores persiguiendo unos ruidos que no tenían fin para encontrarme con la mayor alegría de mi corta vida.

 

 

 

Ya no estaba solo en esa gran casa y mi padre estaba feliz de que parara de quejarme por no poder ir a jugar al pueblo con los otros niños, ni que no me permitiera tener amigos.

 

 

 

“Lo que él no sabe no le daña” me decía mi hermanito y yo contento le respondia que tenía la razón.

 

 

 

Fueron días felices a su lado, días de plenitud, días de dicha que fueron arrancados de golpe por la déspota de mi madre que apenas lo vio grito horrorizada solo porque él era un poco diferente al resto de los niños.  Y la odie por eso, porque él era mi hermanito, mi amigo, el único que tenía en esa soledad.

 

 

 

Entonces llegaron ellos, esos hombres de vestimentas extrañas con unos palitos que al parecer eran muy importantes por la forma en que los sujetaban y por lo cual me hubiera reído de no haber estado preocupado por mi inocente hermanito.

 

 

 

Lo oculte lo mejor que pude o al menos eso creía.

 

 

 

Mi padre estaba furioso y esos hombres echaban chispas por mi falta de cooperación mas no me importaba, porque lo único importante ahí era la seguridad de mi hermanito.

 

 

 

Ellos jamás lo encontraron, al igual que yo jamás volví a verlo….Hasta ese dia, en brazos de un sujeto extraño, hablando de la misma forma que lo recordaba.

 

 

 

Sentí una gran alegría abordarme, al fin lo había encontrado, al fin después de tantos años había dado con mi pequeño hermanito, al fin, entonces le escuche dar la orden y mi alegría paso a ser sorpresa para luego terminar en oscuridad…

 

 

 

Los recuerdos vinieron de golpe a mi mente donde quiera que estuviera, el llanto de mi padre al perder a mi madre, su desesperación al perderlo todo en un mal negocio, el temor porque otros niños me gritaran fenómeno, porque sus padres me dañaran, la rabia que me daba ver a ese tal Digori pretendiéndole, la furia por tener que llamar a un completo extraño papa,  su terror al ver a mi hermanito y la exaltación de esos hombres que no eran más que Aurores preguntándome donde estaba un tal Voldemort.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fin

 

Notas finales:

Como siempre gracias por leer y mucho mas por comentar, hasta la proxima. 


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