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¡No es tiempo para eso! por Msiaki Birthday

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Notas del fanfic:

Espero sea una historia corta, aún no la tengo planeada del todo, pero, espero les guste. Saludos!

Notas del capitulo:

Una nueva entrega a los lectores, espero les guste y gracias a todos los que me han apoyado a lo largo de este mi aprendizaje como escritora, espero les guste este fanfic.

 

¡Saludos!  Y... ¡A leer!

 

 

La lluvia era el ex novio de la tormenta, siempre le seguía a todas partes, sin parar y a pesar de que esta anunciaba una tristeza infinita cuando estaba a lado de la tormenta lo hacía únicamente para darle apoyo y hacerla sonreír.

 

 

 

Pero ellos no eran los únicos que existían ahí dentro del firmamento, ni mucho menos en aquellos días de lluvia, alguien más, alguien más dentro de la Tierra, como intérprete de ambos: La nube.

 

 

 

Ese elemento que dividía cielo y tierra, que se interponía entre ellos.

 

 

 

Porque la lluvia no era nadie sin la nube.

 

 

 

Y la tormenta no podía existir sin ambos.

 

 

 

— Ma, ma Hibari-san solo estábamos jugando un rato. — Calmó el beisbolista con una sonrisa, interponiéndose entre ambos chicos de ojos jade y el prefecto de la escuela.

 

 

 

El aludido afiló la mirada, tenía cierto rencor en ella, pero segundos después ese rencor se convirtió en burla. — Un  juguete. — Concluyó bajando las tonfas que amenazaban con golpear a su interceptor.

 

 

 

— Tch, ¿Qué acabas de decir bastardo? — Bramó eufórica la tormenta, lista para el ataque, aquella palabra no hizo más que aumentar la cólera.

 

 

 

— Aun así, yo seré el primero. — Tomo la mano del beisbolista, jalándolo a su lado, de forma posesiva y exigente.

 

 

 

— ¿Huh?

 

 

 

— ¡Oe Bastardo! — Tomo la mano contraria del beisbolista jalándolo a él, de ninguna forma dejaría que el otro se quedara con la lluvia. — Nadie te ha dado permiso de ser el primero.

 

 

 

—No es necesario, yo siempre fui el primero— Una sonrisa de superioridad se dibujó en su rostro, esta vez tomando de la cintura al beisbolista que parecía estar rojo cada vez más.

 

 

 

— Eso es cosa del pasado, ¡Ahora esta conmigo! — Refunfuño sin ceder.

 

 

 

— ¿Quién lo rechazó primero? — Preguntó el prefecto haciendo flanquear al peli plateado, sabía muy bien que argumentar.

 

 

 

— ¡Di algo! — Exigió el de ojos jade, sentía perder ahora mismo y se destrozaba por dentro, pero lo único que recibía siempre como respuesta era la vista de su ex amante hacia el suelo.

 

 

 

— Nos vamos. — Una vez la tormenta soltó a la lluvia la nube fue la encargada de llevárselo, dejando al otro completamente solo en aquel salón de la clase 2-A, había sido la primera de muchas victorias por delante.

 

 

 

— ¡Maldición! — Bramó el peli plata una vez solo, gruesas lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas, nunca había sido tan sentimental, y si lo había sido siempre había tenido a Yamamoto de consuelo, era alguien que siempre lo apoyaba y estaba enormemente agradecido, ¿Cómo es que no se había dado cuenta hasta ahora? Lo había perdido sin darse cuenta, sin ver a su alrededor, siempre lo había rechazado y ahora esas eran las consecuencias. — Vuelve… Takeshi… — Cayó de rodillas al piso, apretando los puños y los ojos con desesperación.

 

 

 

—Hibari… No era necesario eso…— Una vez fuera se soltó del agarre, su mirada se veía distante y fría, a comparación de hace solo unos segundos.

 

 

 

— Pensabas volver con él…— Las palabras eran cortas pero bastaban para dar a entender todo lo demás. Y aunque la lluvia no lo supiera, la nube sufría por permanecer a su lado, por tener un poco, aunque sea un pedazo de su corazón.

 

 

 

— Lo nuestro solo es un trato. — Y acto seguido soltó un suspiro, de alguna forma las palabras le causaron cierto malestar, no sabía por qué si al que amaba era a Hayato, no debía sentir nada por el otro.

 

 

 

— .  .  . — Sin decir más se retiró del sitio, dirigiéndose al comité.

 

 

 

Minutos, segundos, horas más tarde, la niebla, esa que era otra forma de la nube, se aparecía en el recinto, buscando a la nube, vaya amor tan mal correspondido. Pensaba que se encontraría en aquel salón donde la mayoría de las tardes se encontraba en un mismo asiento, pero no era así, en vez de eso veía al guardián de la tormenta de rodillas.

 

 

 

— Kufufu~ ¿Llorando? — Le era indiferente el estado de ánimo del más bajo, su especialidad era ser directo, sin rodeos.

 

 

 

— Cállate. — Apenas en un susurro compuesto de la voz quebrada habló.

 

 

 

Entrecerró los ojos con diversión, se hincó hasta su sitio y le tomó del mentón, al mismo tiempo que el chico dinamita abría más los ojos el ilusionista se encargaba de robarle un beso. — Oya~ Sabe a sal.

 

 

 

— Tu…Bastardo… —Las lágrimas ni siquiera estaban presentes ya, en su lugar un sonrojo ocupaba las mejillas pero se veía la furia que desprendía.

 

 

 

Y más atrás, arrepentido de dejarlo de esa forma se acercaba el azabache amante del beisbol dispuesto a arreglar lo de hace unos minutos. Lo que nunca se esperó era que encontrara esa escena, ambos chicos besándose y el de ojos esmeralda sin poner resistencia.

Notas finales:

¿Les ha gustado? Ya tengo el capitulo 2, bueno, sigue en proceso, aún no logro terminarlo por causas externas, pero espero sean pacientes y si les ha gustado les agradecería su apoyo y opiniones.

¡Nos vemos!

 

~Misaki~


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