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Feliz Navidad... Mamá por yoshi_cl16

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Notas del fanfic:

Fan fic realizado para la tercera convocatoria Gundam Wing 

mas informacion: 

https://www.facebook.com/Gundam.Wing.Yaoi.Hispano

Feliz Navidad Mamá

Fic basado en Gundam Wing

 

Las calles de L2 siempre han sido frías, nunca ha cambiado siempre esta ese grupo de chicos abandonados a su suerte buscando comida para sobrevivir, yo también lo hice.

Duo camina por las calles de la Colonia L2 y miro con tristeza a unos niños pequeños, eran tres en total, el mayor de ellos le calculaba unos 8 años el segundo 6 y la tercera una niña pequeña e inocente de unos 4 años mas o menos, los chicos trataban de calentarse entre ellos mismos pues no estaban muy bien abrigados y no había una fogata para ellos, Duo solo los mira y se recuerda lo que el mismo vivió

-También yo estaba así- Susurro Duo mientras recordaba sus días de infancia o al menos lo poco que recordaba.

***

-Mami mira ese carrito, ¿me compras uno?- Pregunto emocionado mientras miraba la vidriera de una juguetería, el chico se deleitaba mirando con detalle cada juguete mientras que su madre solo se limitaba a sonreírle con cierta tristeza, cosa que el niño no lograba descifrar.

-Ya es hora de volver a casa pequeño- Le dijo la madre del infante y le tendió la mano para ir juntos a casa, Duo tembló un poco al escuchar esa palabra “Casa”, de todos los lugares ese era el único a donde no querría volver y menos si él estaba allí.

-Mami- Esta lo miro- ¿No podemos ir a otro lugar?- La madre solo niega con la cabeza con tristeza, no tenían otro lugar a donde ir mas que a casa, al llegar notaron que la casa estaba sola, lo cual los hizo respirar con alivio, la madre preparo lo poco que tenían para cenar y se dispusieron a hacerlo mientras que Duo hablaba de sus sueños- ¿Que te parece mami?- La miro con ilusión- Cuando sea grande te comprare una casa grande y bonita luego tendremos una gran cena con algunos amigos y como estaré grande te presentare a mi novia.

-O un novio- Sonrió a tan solo imaginar a su pequeño hijo de 4 años grande y con pareja le parecía asombroso escucharle decir esas cosas- Y dime, ¿como será tu pareja?- Come un poco de pan  notando como el niño se queda pensativo por unos segundos.

-Pues… será linda, de cabello mmm…- Mira a su madre- De cabellos así como el tuyo castaño chocolate- Sonríe a su madre- También tendrá ojos lindos y será amable conmigo.

-¿Y tu como serás con esa persona?- Lo miro a los ojos violeta de su pequeño, no quería que su hijo se portara como su padre con ellos.

-No se, lo único que se es que no seré como papá- Dijo con seriedad, su madre solo sonrió aliviada, ella haría todo lo posible para criar un buen hijo aunque estuvieran en esa miseria, de repente algo la saco de sus pensamientos la puerta se abrió de forma rápida dejando pasar a un hombre alto con mal aspecto debido a lo ebrio que estaba- Papá- Susurro con miedo mientras su cuerpo temblaba al ver esa figura en la puerta, automáticamente el niño se acerco a su madre.

-Qui… ¿quieres comer?- Pregunto con cautela agarrando a su hijo para alejarlo de su padre.

-Si me vas a dar eso no quiero comer nada- Mira con desprecio lo que su esposa había preparado- Dame el dinero que cobraste hoy- Le dice con autoridad mientras que la mujer temblaba del miedo, eso quería decir que morirían de hambre esa semana.

-¿Para que lo quieres?- Pregunto con valentía después de pensarlo un poco.

-¿A ti que te importa? solo dámela- Le extiende la mano para que le diera el dinero.

-Si te lo doy no tendremos que comer esta semana, ya te has gastado todo el dinero que he traído estos días, deja algo para la comida del niño- Mira a su pequeño que esta escondido detrás de ella.

-¿Y a quien le importa?

-A mi me importa, es nuestro hijo y nuestro deber como padres es cuidarlo sobre todo el tuyo por ser el hombre así que haz algo y ponte a trabajar de una buena vez!!!- Le dio un golpe a la mesa con furia pues ya estaba cansada de esa misma situación cada día durante los últimos años.

-¡¡¡A mi nadie me da ordenes!!!- Golpea la mesa con ambas manos y esta tembló dejando caer uno de los platos al suelo por suerte no era de vidrio así que no paso a mayores.

-No es una orden es tu deber, me lo prometiste- Sus ojos se llenaron de lagrimas pero su semblante seguía serio.

-Ya deja de llorar- La miro con desprecio- Por tu culpa es que estamos aquí, por tu culpa estamos en esta miseria, por tu culpa es que mi vida se ha vuelto en esto- Miro la pequeña pieza donde vivían los tres, no era muy grande pero era mejor que vivir en la calle.

-No es mi culpa- Sollozo mientras que Duo se aferraba más a su madre.

-Tienes razón, no es tu culpa- La mujer lo miro con cierta sorpresa por primera vez no la estaba culpando- La culpa la tengo yo por haberme fijado en ti y haberte hecho quedar embarazada de este mocoso- Agarra a Duo por el brazo sacándolo de su escondite, este el verse expuesto  empieza a forcejear con su padre para que lo soltara y le permita esconderse de nuevo pero no lo logra hacerlo.

-¡¡¡Mami, mami!!!- Gritaba con desesperación, ese hombre a pesar de ser su padre le daba miedo, mucho miedo.

-Ya déjalo- Le rogaba mientras se acercaba a él para que dejara a su hijo en paz pero el hombre al verla sobre él solo le dio un golpe dejándola caer cerca del sofá con mucha fuerza- El… el no tiene la culpa- Logro decir después del golpe pues la había aturdido mucho.

-Mami… mamá- Lloraba mientras la observaba tratando de llegar a donde estaba ella.

-Ve con tu madre- Lo empujo de tal forma que el niño cayo al piso golpeándose la cabeza dejándolo inconsciente cerca de su madre, esta la verlo desmayado en el piso se apresuro para agarrarlo mientras que el hombre solo busco en la cartera de ella el dinero para seguir bebiendo licor.

Después de eso Duo miro con mas miedo a ese hombre, ese día su madre lo llevo al hospital por la parte de emergencia, no la querían atender porque no tenia dinero para pagar hasta que un hombre que estaba con su hijo vio la escena de desesperación de la madre, por lo tanto tuvo compasión de ella y le pago los gastos de hospital.

-Disculpe- Hablo la madre con timidez al ver que Duo ya estaba bien- Solo le quería agradecer el hecho de que me haya ayudado- Le hizo una reverencia- No se como pagárselo- Dijo un tanto apenada.

-No se preocupe, como ve también soy padre- Miro su hijo, era un niño de la misma edad de Duo, sus cabellos eran desordenados y sus ojos azules cobalto el cual estaba cerca de la camilla donde descansaba Duo, miraba con detalle al trenzado mientras tomaba su mano con delicadeza como si le estuviera dando fuerzas para seguir.

-Me alegra que usted sea un buen padre- Sonrió con cierta nostalgia, como añoraba que su esposo fuera como ese hombre y que su hijo (Duo) encontrara una pareja como el hijo de ese hombre que acababa de conocer pues desde que la atendieron a su hijo el niño de ojos cobalto se había quedado al lado de su hijo pendiente de el como si fuera su novio- Por cierto, ¿me podría decir su nombre?

-Odín- Sonrió- Y este es mi hijo Heero Yuy- Después de eso el hombre desapareció del universo nunca mas la madre de Duo supo de ese hombre amable que era un buen padre, el le había contado que la madre de su hijo había muerto unos años atrás y el se había encargado de Heero desde pequeño, luego de que Odín se fue ella entro al pequeño cuarto donde descansaba Duo.

-Amor, perdóname por no haberte dado un buen padre- Agarro la manita de Duo mientras lloraba.

Paso tiempo y las cosas con su padre no cambiaban mas bien empeoraban mas, un día Duo encontró en la calle un oso de peluche sucio y abandonado, le faltaba un ojo y un brazo lo tenia descosido, él tomo el oso lo lavo bien, con mucho cuidado lo cosió  colocándole un botón de su camisa por el ojo que le faltaba.

-Listo- Sonrió emocionado abrazando su nuevo amigo. Cuando el padre vio su oso de peluche no le agrado nada así que en frente de su hijo agarro al oso y lo tiro en una pila de basura que se estaba quemando, Duo se desespero tanto que cuando el hombre dio la espalda el niño metió la mano al fuego y saco a su oso, gracias a Kami solo se quemo la pequeña colita del oso y una de sus orejas, después de eso tenia mucho cuidado en no dejarlo tirado en ningún lugar y lo guardaba como un tesoro.

Un año después días antes de navidad miraba las vidrieras de la juguetería donde el se quedaba horas admirando los juguetes que allí se exhibían y vio algo especial allí entre tantos juguetes miro hacia su madre y tomo una decisión, el sin lugar a duda haría lo posible para tener esa caja de música en sus manos y se lo regalaría a su ángel, ese ángel que él llamaba mamá y fue cuando entonces se dedico a robar pues por ser pequeño no podía trabajar y lo mas fácil fue robar, el mismo día que el logro reunir lo suficiente y comprar esa cajita de música para su madre ocurrió algo que cambio su vida, la casa donde vivía con su madre ardía en llamas, no pregunto si su padre estaba dentro es mas si lo estaba agradecería al cielo por eso, el solo pregunto por su madre y la encontró esta estaba  agonizando lo ultimo que le dijo fue “Se fuerte amor mío, te amo”, Después de eso quedo solo, completamente solo, pues su amigo el oso y su madre los había perdido a ambos en el incendio.

Después de pasar por muchas cosas como la matanza en la iglesia Maxwell y quedar como el único sobreviviente nunca pudo recordar su verdadero nombre, no podía recordar el nombre de su madre ni el nombre que le coloco al oso, era curioso para el recordar ciertos detalles de su pasado pero no poder recordar cosas importantes como los nombres de sus seres queridos al principio de su infancia.

***

-Bueno ya no importa ya tengo un nombre, unos amigos y una nueva madre- Sonrió al decirlo- Hilde me matara si se entera que le digo así- Volvió a sonreí mientras miraba tres lapida en una gran colina donde se podía ver casi toda la colonia, al menos eso pensó cuando coloco las lapidas allí- Ahora que lo pienso no se ve casi nada desde aquí, en fin- Se inclino para dejar tres ramos de rosas blancas una en cada lapida- Mamá, Hermana Helen, padre Maxwell, siento no haber venido desde hace tiempo he estado ocupado… mejor no les diré en que para que no se preocupen por mi- Rio como si nada- Estoy ocupado tratando de que haya paz en las Colonias y en la tierra, perdónenme por elegir este camino muy diferente al que ustedes me enseñaron pero es lo único que puedo hacer- Suspiro un poco- Es lo único que se hacer- Luego mira su reloj y nota la hora- Ya me tengo que ir, Feliz navidad- Sonrió delante las lapidas y se marcho.

-Diablos Maxwell ¿dónde estabas?- Le pregunto el chino al verlo parado en la puerta con medio cuerpo dentro y medio cuerpo fuera de la casa.

-Solo me distraje un poco no más amigo Wu- Sonrió con cierto nerviosismo en eso llega Trowa.

-Entra, el frio esta colándose por la puerta- Le dijo con su serenidad acostumbrada.

-Si, ya voy- Sonrió ampliamente, luego los chicos se fueron a la cocina pues estaban llevando los platos a la mesa junto a la comida de navidad que había hecho Quatre con ayuda de Wufei- Ahora si vamos- Susurro a los niño que venían detrás de el- No hagan ruidos para que no nos descubran- Les guiño el ojo en señal de complicidad.

-Para que no los descubra ¿quien?- Duo sintió desfallecer, frente a el estaba Heero Yuy la ultima persona que quería que lo descubriera.

-¿Que sucede?... ¿¡Duo!?- Lo miro el rubio sorprendido al ver que detrás de él había tres niños- ¿Y esos niños? - Pregunto desconcertado, pero la única en responder fue la niña que venia con Duo.

-El señor Shinigami nos invito- Sonrió de forma angelical al grupo de jóvenes que ya estaban reunidos al escuchar la voz de la niña en la casa.

-Con que el “Señor Shinigami” los invito ¿no?- El chino miro acusadoramente a Duo.

-Puedo explicarlo.

-Seguro será una historia larga- Suspiro Trowa pues el conocía esas historias de Duo Maxwell.

-Comienza- Le ordeno Heero, pero antes de decirle algo a Heero el mayor de los niños interrumpió.   

-Señor Shinigami, ¿podríamos sentarnos cerca de la chimenea? Es que hace frio y no quiero que mis hermanos se congelen.

-Claro adelante- Guio a los niños a la chimenea, estos estaban maravillados por los adornos y la gran sala del lugar, nunca había entrado a un lugar así, se sentaron al frente de la chimenea acercando sus manitas al fuego.

-No se acerquen mucho porque se podrían quemar- Les advirtió Trowa mientras que los chicos obedecían a lo que le había dicho, pocos minutos después llego Dorothy algo cansada y molesta.

-¿Oigan donde esta la servidumbre de esta casa?- Pregunto al llegar y no ser atendida como se debía- Primero me llaman diciendo que venga rápido, luego me dicen que traiga juguetes y por ultimo no me abren la puerta cuando llego- Se dejo caer en el sofá mientras era observada por los niños y Duo- ¿Y ellos son hijos de quien?

-Te los presento- Se levanto Duo del piso ya que estaba sentado con los niños contándole historias navideñas muy a su estilo- Este niño de aquí se llama Zhack y tiene ocho años- Nombra al mayor de todos- El es Dylan tiene seis y por último la pequeña Samanta de cuatro años- Los tres niños hicieron una reverencia- Son hijos de Quatre.

-¡¡¡Quatre!!!!- Se escucho el grito de la chica por toda la casa alarmando a todos en ella.

-¿Duo que le hiciste a la señorita Dorothy?- Se acerco el rubio a la chica dándole aire con un libro que encontró.

-Solo le dije que ellos eran tus hijos.

-¿Como se te ocurrió decir eso Maxwell?

-No me dejo terminar- Dijo algo enfadado- Lo que le quise decir es que eran los hijos adoptivos de Q-man pero ella se desmayo antes de terminar la frase.

-¿Porque no me extraña esa respuesta de ti?- Ladeo el oriental la cabeza de un lado a otro en forma de resignación.

-¿Quatre?- Susurro algo desorientada la rubia.

-Aquí estoy señorita Dorothy- Le contesto con suavidad en eso la chica lo toma por el cuello mientras gritaba algo histérica.

-¡¡¡Como es eso que ellos son tus hijos!!!- El árabe trataba de explicarle pero los constantes ladeos de su cuello de un lado a otro no se lo permitían hasta que intervino.

-¿Haz considerados la edad de esos chicos?-La chica soltó el cuello del rubio y Trowa aprovecho para agarrando al rubio para ser el quien le diera aire al lindo ángel.

-Ahora que lo dices, Quatre debió ser padre a los diez años- Comento el trenzado riendo a carcajadas, la chica rubia rio un tanto apenada por su actitud- Bueno hay chicos prematuros y Quatre lo es- Afirmo.

-Dorothy- La chica volvió a desmayarse al escuchar a Duo mientras que Trowa le daba aire a la rubia también.

-Mejor cállate Maxwell- Lo agarro de la trenza y lo saco del lugar ante la mirada atenta de los niños.

La velada fue muy grata a pesar de que los niños estaban presente en la casa, Quatre y Duo estaban mas que maravillados con esos niños, le contaban historias y jugaban con ellos inclusive Duo reto a Wufei para que jugara con la pequeña Samanta a la fiesta de té con la señora Osa y Barbie, juguetes que compro Dorothy sin saber el motivo, la noche de la navidad termino con todos sentados frente a la chimenea mientras que los niños dormían en las piernas de Duo, Quatre y Wufei ya que la rubia se había ido.

-Sera mejor llevarlos a dormir en una de las habitaciones- Hablo el rubio con el pequeño Dylan en sus piernas pero en eso se acerco Trowa

-Yo te ayudo a llevarlo- Tomo con Cuidado al pequeño que al sentir que lo cargaban se aferro al cuello del moreno sin despertarse

-Creo que le caes bien- Sonrió el árabe

-Tengo experiencia con niños, después de todo son los que mas van al circo- Explico con tranquilidad- ¿En que habitación dormirán?

-Sígueme- Le indico mientras caminaba adelante.

-Bueno mocosa- Hablo Wufei- Tu también te vas a dormir con tu hermano- La cargo y esta también se aferro a su cuello.

-Quiero dormir contigo- Hablo por lo bajo.

-No, tu dormirás con tu hermano- Hablo con seriedad pero en eso la niña comenzó a llorar.

-¡Quiero dormir contigo!- Lloro con mas fuerza.

-Wufei, debería darte vergüenza hacer llorar a una niña- Le dijo Duo de forma burlona.  

-Ok, ok, dormirás conmigo, pero solo un rato- Le dijo con fastidio mientras la pequeña sonreía- Mocosos- Susurro molesto llevándola a su habitación.

-Pobre Wu, dice que las chicas son débiles pero en verdad el es débil con las chicas- Rio con burla, luego miro a Zhack- Tu crees…

-No- Corto Heero sabiendo lo que diría- Solo fue por hoy, mañana hay que llevarlos a un orfanato o algo así- Se levanto del sofá viendo de reojo como el otro solo bajo la mirada.

-Son niños huérfanos y estamos en vísperas de navidad.

-Y estamos en misión, no podemos cuidar niños, solo fue por hoy Duo, mañana se van, encargare a Quatre de eso.

-No te preocupes, yo mismo me encargare.

Ninguno de los dos hablo mas respecto al tema pero Duo se sintió como si al soldado perfecto no le interesaba mas que cumplir las misiones por adrenalina que cumplirlas para salvar vidas, esa misma mañana llamo al padre de la iglesia mas cercana, planteo la situación de los niños y el padre accedió a recibirlos, después del desayuno los alisto a los tres pequeños explicándoles que se quedarían en la iglesia aunque estos se querían quedar con ellos, Duo con su carisma les explico la situación de forma que los pequeños aceptaron con la condición de que los fuera a visitar cada semana y llevarlos al parque para jugar. Duo desde que había salido esa mañana con los niños no fue a su casa en la cual estaban los otros ex pilotos Gundam sino que regreso muy de noche tanto así que el único despierto era Heero el cual estaba frente a su portátil en la habitación que compartía con el trenzado.

-Llegas tarde- Dijo con seriedad sin dejar de teclear observando el reloj el cual marcaba casi la una de la madrugada.

-¿Te hice falta o algo así?- Contesto con sarcasmo de forma mordaz quitándose el abrigo de lana ya que estaba nevando.

 -No, ya nos dieron la orden de comenzar con la misión, mañana nos vamos al medio día a la tierra.

-Ok- Dijo sin ánimos cosa que le llamo la atención al otro, vio como tomo algo de ropa y salió hacia el baño, después de casi media hora salió vestido tirando la ropa sucia en una cesta, luego solo se acostó en su cama dándole la espalda al otro.

-Duo

-Si vas a decirme algo respecto a los niños será mejor que no digas nada, en estos momentos Shinigami no esta de humor- Sentencio sin voltearse, el ojos cobalto le sorprendió lo que dijo pero solo siguió con lo que hacia, nunca era bueno molestar a Shinigami, algunas veces creía que en verdad Shinigami vivía y que se apoderaba del cuerpo de Duo, nunca sabría que tan cierta era esa teoría pero aun así no quería tentar su suerte antes de una misión.

En la mañana todos se levantaron temprano para ver lo planos de la misión, todo parecía sencillo solo tenían que hacer explotar el almacén donde se creía que habían armas de contrabandos para comenzar otra guerra entre la tierra y las colonias, la parte que le tocaba a Duo era colocar los explosivos y salir mientras que Heero hacia explotar el lugar y estar alerta ante la salida de Quatre el cual tenia que llevarse toda la información disponible y Trowa creaba un distracción para que todos pudieran cumplir con su parte, una vez que tenían todos los preparativos listos Duo fue a la iglesia acompañado de los chicos, menos de Heero, para visitar a los niños e informarle que ese fin de semana no podrían verlos porque tenían “trabajo” que hacer.

-¿Pero vendrán para año nuevo?- Pregunto Zack mirando a los mayores.

-Yo creo que si, de todos modos yo mismo los vendré a buscar, lo prometo- Sonrió con orgullo- Yo nunca miento.

-Creo que ya es hora de irnos- Intervino Trowa.

-Tienes razón- Hablo Quatre rectificando la hora.

-Señor Dragón, ¿usted también vendrá a buscarme en año nuevo?- Sonrió de forma angelical la pequeña, Wufei iba a decirle que no pero recibió un codazo por parte de Duo.

-Si, vendré a buscarte- Hablo casi entre dientes.

-Y jugara a las muñecas contigo princesa- Hablo Duo ante la mirada negatoria de Wufei- Ahora si, nos vamos- Todos se despidieron de los niños y fueron hacia la estación de la colonia para encontrarse con Heero.

Todos pagaron sus pasajes y viajaron a la tierra, allá llegaron a una de las casas abandonadas cerca de la base a donde atacarían, días después de haber llegado a la casa Duo recibe una llamada del padre de la iglesia preguntándole por los niños pero este le había dicho que no estaban con el, Wufei intervino llamando a Preventes hablando directamente con Sally Po para que encontrara a los pequeños mientras ellos estaban en misión, la chica accedió y luego todos se enfocaron en la misión.

-¿Entendieron?- Hablo Heero de forma seria habían terminado la explicación de la misión que llevarían a cabo ese día aunque el único que no respondió fue Duo quien aun estaba preocupado por los niños- Duo concéntrate.

-Si, si- Respondió de mala gana.

-Maxwell, mira que todo depende de ti y tus bombas.

-Lo se Wu.

-Yo también estoy preocupado por los niños pero ya la señorita Sally se esta encargando, lo único que tenemos que hacer es confiar en Alá para que los guarde y estén bien aunque seguro lo están- Sonrió para darle ánimos a trenzado.

-¿Y si escaparon porque creen que los hemos abandonados?- Trowa lo miro con atención al trenzado, se había dado cuenta de algo y es que desde que Duo había estado con esos chicos el trenzado había cambiado, hasta podía creer que había madurado un poco.

-¿Por que dices eso Duo?- Quatre coloco su mano sobre el hombro del otro.

-Cuando se esta solo en la vida lo único que quieres es encontrar a alguien que te cuide y te de seguridad, un motivo para seguir pero cuando ese motivo muere, solo quieres morir también y cuando no puedes morir solo huyes- Se escuchaba un poco triste cosa que les preocupo a los demás.

-No deberías apegarte a esos niños- Sonó casi como una orden de parte del soldado perfecto.

-¿Que sabes tu de sentimientos? Solo eres un tempano de hielo- Espeto con cierta irritación en su tono de voz cosa que sorprendió a los otros ya que no era como las peleas que ellos tenían habitualmente.

-Solo se que los sentimientos no sirven en una guerra y en estos momentos estamos en una.

-Eso no quiere decir que no deba sentir, no puedo ser como tu.

-No digo que debas ser como yo, solo digo que es tonto tener sentimientos en tiempo de guerra y mas aun siendo un piloto Gundam- Lo miro con cierta frialdad.

-Pues me importa un comino ser un piloto y tener sentimientos no es malo ya que nos valemos de ellos para pelear en la guerra y en la vida.

-Si eso es lo que piensas seguro morirás a causa de esos sentimientos.

-Si muero, espero que no sientas nada por mi ausencia.

-No lo sentiré.

-Ok- Desvió la mirada por unos segundos luego miro su reloj observando que ya era de comenzar con su misión- Me voy- Tomo las cosas que necesitaba y salió del escondite.

-No debiste de hablarle así a Maxwell- Hablo el chino de forma fría.  

-¿Piensas igual que el?

-Sino pensara como el, no estaría aquí cumpliendo misiones suicidas- Tomo sus cosas para ir a su misión el cual era intervenir toda comunicación para que el enemigo no pidiera refuerzos.

-Heero- Hablo el rubio- No digas que no tienes sentimientos porque se que los tienes, el hecho de que no los exteriorizas no quiere decir que estas exento de tenerlos, pero piensa un poco, ¿que te mantiene vivo en este mundo? ¿Por que luchas sino hay motivos?- Con esto también tomo sus cosas- Te espero afuera Trowa- Le indico saliendo de la casa.

-Ok- Contesto a Quatre, luego coloco una mano en el hombro de Heero- No te creo cuando dices que no sentirás nada por la ausencia de Duo, por mucho que no queramos admitir si Duo muriese todos extrañaríamos su presencia y se que tu lo extrañarías mas que nosotros- Luego de eso se levanto para hacer su misión.

Heero solo se quedo pensativo, si Duo muriese tendría mas espacio en su habitación, podría concentrarse mas, no se irritaría tanto por tonterías y no lo escucharía cantar esas canciones que parecen mas que todo velorio o un concierto de Rock en vivo, en pocas palabras tendría beneficios aunque el no seria quien lo matase, es mas el haría lo que fuera para que nada malo le pasara “nada malo” pues lo amaba aunque no se lo dijera.

La misión fue completada, todos hicieron su trabajo exterminado así la organización que estaba reuniendo armas, fue un gran alivio que todo había sido una organización de contrabando, solo dinero de por medio que no querían amenazar con la paz, solo querían algo de dinero extra, y con la ayuda de esos mismo mafiosos cayeron varias organizaciones mas manteniendo así la paz en la tierra y las colonias.

Al llegar de la misión fueron de nuevo a la casa abandonada donde se hospedaban, Duo tomo sus cosas en silencio ya era de noche y estaba nevando como era de esperarse en la tierra para esos días de vísperas de navidad, Quatre lo observa pero cuando iba a preguntar que pasaba Trowa lo detiene haciéndole un gesto negativo con su cabeza, Wufei observaba sin decir nada temiendo como terminarían las cosas entre el piloto 01 y 02.

-¿A donde vas?- Pregunto Heero mientras observaba como Duo guardaba algunas cosas en su mochila.

-A L2- Contesto sin mirarlo.

-Estas herido y es de noche.

-¡Que te importa!- Respondió de forma mordaz

-No quiero reconocer tu cuerpo en una morgue- Se sentó sobre su cama con cierto cuidado ya que tenia una herida en su costado

-Wufei me puede reconocer- Termino de cerrar su bolso para tratar de salir pero en eso se sintió algo mareado trastabillo un poco y Heero trato de agarrarlo pero Duo aparto su mano de forma brusca- No necesito tu ayuda- Lo miro con frialdad.

-¿Eres baka o que? Estas herido y has perdido sangre, te morirás en el camino- Trato de agarrarlo pero Duo de nuevo se soltó de el.

-¡¡¡Es lo mejor que puedo hacer!!!- Grito con fuerza- Se supone que no sientes nada por mi entonces ¿por que demonios te preocupas?- Ese ultimo grito lo volvió a marear así que se sostuvo del marco de la puerta.

-¿Por que le das tanta importancia?- El otro lo miro- ¿Que quieres que te diga?

-¿Para que preguntas sino dirás nada?, eres un maldito soldado perfecto que no comete fallos, que botaste a la basura los sentimientos para no morir en la guerra aunque casi te mueres cuando detonaste tu Gundam, si dijeras algo solo seria “Misión aceptada” o “misión cumplida” de allí no pasas, nunca me has dicho nada, siempre soy yo el que te dice cuanto te quiere y que te dice que no puedo vivir sin ti, pero tu… tu eres todo lo contrario, perdona que te diga esto soldado perfecto pero estoy lleno de imperfecciones, somos muy diferentes.

-¿Que quieres decir?- Miro a Duo a los ojos sin ningún sentimiento de por medio como si las palabras de Duo no lo hirieran, como un gran tempano de hielo y eso termino por hervir la sangre a Duo, pues pensaba que con esas palabras el soldado perfecto reaccionaria y le diría algo para retenerlo o por lo menos mostrase algo de tristeza pero no vio nada detrás de los ojos cobalto de su amante.

-Te estoy diciendo que hasta aquí puede llegar contigo… será mejor que cada uno vaya por su lado- Se dio la vuelta dejando escapar una lagrima aunque Heero lo noto no dijo ni hizo nada mas, los otros ex pilotos solo miraron a Duo y este les sonrió- Nos vemos chicos- Salió a la puerta y se fue caminando bajo la nieve con dificultad.

-Heero ¿no iras con el?- Hablo Quatre quien tenia sus ojos aguamarina algo llorosos pues nunca se imagino ver a esos dos peleados y mucho menos separados.

-No- Sentencio sin darle importancia.

-Si que eres un imbécil Yuy- Wufei se levanto y tomo un paraguas junto a su abrigo- Winner, lleva mis cosas a Preventers, las buscare allá- El rubio asintió mientras que el oriental fue detrás de Duo pues por nada del mundo dejaría a Duo solo.

-Soy un idiota ¿verdad?- Hablo el trenzado de forma temblorosa mientras estaba en un banco pasando uno de los mareos mientras que Wufei lo protegía con el paraguas de la nieve.

-No lo eres, él es el idiota- Se sentó a su lado- Deberíamos ir al hospital, te ves pálido- Examino sus ojos los cuales se veía cansados y casi sin brillo.

-No quiero encontrarme con él- Expreso al saber que si iban al hospital seguro irían al de Preventers y allí se encontraría con Heero.

-Entonces vamos a uno privado- Vio como el otro asentía así que el chino lo ayudo a levantarse ya que un taxi se había detenido en la parada.

-No debí enamorarme de él- Dijo de forma cansada recostándose al asiento del taxi y cerrando momentáneamente los ojos.

-Si el cerebro mandara al corazón entonces lo que sientes no es amor.

-Tienes razón- Dejo escapar unas lagrimas perdiendo el conocimiento.

Llegaron al hospital e ingresaron a Duo, había perdido algo de sangre pero había llegado a tiempo para ayudarlo, la bala había entrado y salido de su costado pero no era nada grave, al menos no comparada con su corazón, el piloto 02 se sentía utilizado y desechado, al salir el hospital se encontró con la notica que los niños habían ido a casa de los ex pilotos a esperarlos para cuando llegaran de su “Trabajo” Quatre los había llevado a la iglesia explicándoles que habían tardado un poco pero que ya estaban de vuelta.

Esas navidades Duo dejo Preventers y se concentro en su vida de civil, ya no era un chico de 16 años que cumplía misiones, el había mantenido una relación con Heero por años pero después de la misión y darse cuenta que los sentimientos de Heero estaban en la basura simplemente decidió seguir, desde que había conocido a esos niños comenzó a soñar con tener una familia, se fue a vivir en la colonia L2 para comenzar a trabajar y estudiar una carrera de Ingeniería en redes y radares, al cabo de tres años se había graduado ahorrándose dos años ya que el sabia todo lo que implicaba la carrera gracias de haber sido un piloto Gundam.

Los niños que conoció encontraron un buen hogar con la ayuda de Quatre, este hablo con uno de sus socios que anhelaba ser padre pero que su esposa no podía tener hijos, Quatre le hablo de esos niños y la pareja termino por adoptar a los tres infantes, Duo los visitaba de vez en cuando junto a Wufei que se había casado con Sally y que ahora esperaban a su primer dragón mientras que Quatre se había ido a vivir con Trowa y gracias a la tecnología habían logrado tener una pequeña nena que ahora tenia seis meses, de Heero, de el no supo nada mas excepto una vez que lo vio por la Tv siendo guardaespaldas de Reelena.

-Bueno un día mas- Susurro Duo al apagar el despertador a las cinco de la mañana, se levanto coloco la cafetera eléctrica, luego la tostadora mientras se daba un baño, salió en pantalón hacia la cocina secándose el cabello con una toalla, desayuno y alisto para ir a trabajar, ese día no tenia nada de importante tan solo que saldría de vacaciones navideñas, vacaciones que no estaba muy seguro en tomar.

El día pasa de forma lenta, Duo trataba de hacer su trabajo lo más lento posible para tener excusa y así volver el día siguiente pero su jefe no se lo permitió, marco su tarjeta de salida y despidió de sus compañeros de trabajo, luego recibió una llama inesperada la cual contesto.

-Aló? ¿Duo, eres tu?- Sonó la voz de una chica.

-Si, y tu eres Donothy ¿no?

-Si, lo soy.

-Vaya que cosas tan inesperada, nunca pensé que me llamarías.

-No te preocupes, tu tampoco fuiste mi primera opción- Ríe un poco la chica del otro lado a lo que hizo sonreír a Duo también, no era que tenían una gran relación de amistad pero si una de mucho aprecio.

-Dime, ¿en que te puedo ayudar preciosa?

-Necesito que vengas al reino de Sanc, tengo una biblioteca allí y pues quiero copiar todos los libros que tengo y volverlos digital, hasta ahora nadie me quiere ayudar, ¿estas interesado?- Suspiro algo cansada.

-¿Son libros viejos?

-Si, la mayoría ya que mi abuelo lo tenia en su biblioteca, logre salvar muchos de ellos y otros libros vienen de otros lugares que fueron destruidos durante la guerra- Explico con tranquilidad.

-Ok, acepto.

-¿En serio?- Sonó la voz muy animada del otro lado.

-¿Cuando me quieres allá?

-Si puedes llegar volando en un Gundam te lo agradecería- Bromeo un poco.

-Ok, Llego mañana- Le informo.

-Me parece bien, te mandare la dirección por correo.

-Esta bien, cuídate, adiós- Sonrió y tranco el celular- Wow, tengo trabajo para entretenerme- Susurro alegre.

Llego a su apartamento muy animado y comenzó a empacar las cosas que necesitaría para su viaje, llamo al propietario del departamento para indicarle su salida al día siguiente y dejar al día su alquiler, de verdad que no se esperaba semejante propuesta de trabajo pero aun así lo disfrutaría mucho pues aunque nadie lo creyera el había desarrollado un afecto por los libros viejo y Dorothy le estaba dando una buena oportunidad para trabajar y leer libros al mismo tiempo.

Al día siguiente Duo se levanta temprano como siempre, se despide del recepcionista y se va al cementerio, compra algunas rosas blancas y las deja en la tumba de su madre, Padre Maxwell y la hermana Helen, luego se dirige al estación espacial para tomar un transbordador que lo condujera al reino de Sanc donde Dorothy lo esperaba, al llegar a horas del medio día se encontró con la rubia en la estación de viaje.

-Tardaste joven Duo- Saluda Dorothy dándole la mano y Duo la toma besando su dorso como un caballero.

-Lo mejor de la vida se hace esperar- Dijo con orgullo a lo que ambos rieron.

-No haz cambiado nada, sigue tan bromista como antes y te diré que estas mas guapo que nunca.

-Vamos siempre he sido guapo- Sonó algo ofendido- Aunque tu también estas muy linda- Le sonríe, ella le hace seña para que comenzaran a caminar- Nunca imagine que estuvieras viviendo en el reino de Sanc- Miro la gran cuidad.

-Vivir en la L4 junto a Quatre era muy doloroso- Comenta con cierta tristeza.

-Me imagino- La miro de reojo- ¿Aun no lo olvidas con el tiempo?

-¿Tu haz olvidado a Heero con el tiempo?- El otro solo se queda pensando.

-No lo he olvidado pero tampoco regresaría con el.

-Bueno, no todos tenemos tu resistencia.

-Hasta cierto punto eso es bueno- Le sonrió un poco- Solo hay que seguir adelante, lo hicimos durante la guerra, ¿por que no ahora?

-Tienes razón- Se animo mas- Aunque no te traje para que habláramos de corazones roto- Paro en una librería- Esta en mi tienda, en la parte de arriba hay habitaciones, te quedaras en una- Dijo mientras abría el local.

-Oye ¿y que paso con el hotel y esas cosas?- Bromeo un poco.

-Te necesito cerca, así no tendrás escusa de que llegaste tarde por el trafico, a demás yo también vivo aquí- Ambos entraron y vieron montones de libros unos en sus cajas y otras dejados sobre una mesa- Empieza con el que quieras, solo quiero que el trabajo este hecho.

-Sigues dando ordenes como siempre- Comento mirando el lugar.

-Hay cosas que no cambian con los años.

-Ya veo, lo se muy bien… por cierto ¿donde dejo mi maleta?

-Ven te enseñare el lugar- Le contesto la rubia señalando la escalera que daba hacia un segundos piso- Mi habitación es aquella y la tuya será esta- Abrió la habitación mostrándosela- Tiene una linda vista hacia la calle principal, como ves es algo amplia y tiene su propio baño- Vio como el otro entraba y recorría la habitación con su vista.

-No esta nada mal, me gusta- Le sonrió.

-Acomódate como quieras- La rubia salió de la habitación y Duo aprovecho para acomodar un poco sus cosas  y luego salió para empezar con su trabajo.

El trabajo no era del todo difícil, tenia un escáner y con este escaneaba cada pagina de cada libro y luego lo guardaba en la PC, lo malo del trabajo es que era muy repetitivo ya que eran muchos libros, ya a la hora de la cena sintió hambre, dejo su trabajo y tomo la tarjeta que Dorothy le había dejado antes de irse a buscar unos libros que le habían donado a su biblioteca, la tarjeta era de un restaurante estilo ambiente familiar que estaba al frente de la biblioteca, la chica le explico que ya había hablado con el dueño para que fuera a comer sin cancelar.

El chico de la trenza cerro la biblioteca y fue al restaurante, se sentó para leer el menú pero le llamo la atención un grupo de chicos que estaban molestando a una niña, estos la tomaron de la mano y se la llevaron bajo la resistencia de la menor, Duo salió del restaurante y vio como los chicos llevaba a la niña a un callejón así que no dudo y entro también, vio como dos de los chicos tenia fuertemente agarrada las manos de la niña mientras que otro estaba a punto de golpearla.

-Hey ¿que sucede aquí?- Hablo Duo y los chicos lo miraron con cierta sorpresa al verse descubierto.

-Oiga no se meta señor- Hablo el mas alto de todos el que estaba a punto de golpear a la niña que Duo logro identificar con tan solo verla.

-¿¡Señor!?... oye no soy tan viejo- Fingió enfado.

-Jin será mejor dejarla- Intervino uno de los mas pequeño del grupo pero era mayor que la niña.

-No me des ordenes- Le dio con el puño en la cara al chico.

-Si que te crees muy fuerte- Comento divertido el trenzado- ¿Por que no te metes con uno de tu tamaño?

-¿Quiere que pelee contra usted?- Miro a Duo de pie a cabeza- Somos casi del mismo tamaño aunque no creo que usted sea mas fuerte que yo- Hablo con arrogancia.

-Señor será mejor que se vaya, el padre de Jin es un militar.

-¿Y eso que?- Miro Duo al chico que tenía al frente el cual sonreía con orgullo.

-Que mi padre me enseño a pelear y soy el mejor en las peleas.

-Nunca ha perdido- Interrumpió otro de los chicos con orgullo.

-¡Ah!, ¿solo por eso?- Duo hablo sin darle importancia al chico que tendría unos 17 años mas o menos.

-¿No me cree?- El chico hijo del militar y jefe de la pandilla se balanceo sobre Duo para tratar de golpearlo.

Duo con facilidad esquivaba todos sus golpes y es que no pensaba hacerle daño por ser un chico menor de edad y sabia muy bien las leyes junto a los problemas que eso le acarrearía, los otros solo miraba al igual que la niña de ojos azules y miraba calculadora que en ningún momento hablo y mucho menos grito para pedir ayuda.

Después de un buen rato Duo se había aburrido de tanto esquivar golpes y con un solo movimiento neutralizo al chico tomándolo del brazo y haciéndoselo hacia atrás con la amenaza de rompérselo sino dejaba de molestar a la niña, los otros al ver a su líder inmovilizado salieron corriendo dejando a su líder.

-Veo que te han dejado solo.

-Le diré a mi padre que te de una buena paliza- Amenazo el menor.

-En ese caso dile a tu padre que se trata de un ex piloto Gundam, el piloto 02 el dios de la muerte para ser mas preciso- Hablo la niña con autoridad.

-No pensé que me reconocieras, Marimeia- Sonreía el trenzado y el chico cayo del rodillas, Duo lo soltó y el chico salió corriendo- No creo que te molesten mas ¿o si?

-No por un tiempo- Tomo su mochila- No pensé ver a otro ex piloto en este lugar- Hablo de forma madura como cuando la conoció de unos 7 años ahora debía de tener entre 10 y 11.

-¿Otro!?- Luego su curiosidad se esfumo- Hablas de Heero ¿no?- La pequeña afirmo- Supongo que lo ves muy a menudo ¿verdad?- Hablo con cierta tristeza.

-De vez en cuando, cuando viene con la tía Reelena.

-¿Tía Reelena?- La niña asintió- ¿Quieres una malteada mientras me cuantas? Es que, ya hace mucho que no se de nadie excepto de Quatre, Trowa y Wufei- La menor lo miro y pensó un poco.

-Esta bien, pero que sea de chocolate.

-No hay problema- Sonrió el trenzado y llevo a la niña hacia el restaurante donde tenia crédito.

Allí ella le conto que estaba viviendo como hija adoptiva de Zechs o el rey Milliardo pues Leidy One no podía soportar vivir con la hija del ser que mas amo y que ahora estaba muerto, la niña se lo recordaba todo el tiempo con su forma de ser y por el parecido que tenia con Traizen, Leidy hablo con Milliardo y el accedió a adoptarla, después de todo el también había amado a Traizen y criar a la niña era una forma de sentirse unido a él, ya que después de la guerra el planeaba declararse y proponerle tener una familia pero murió antes de saber los sentimientos del Coronel Relámpago.

Ahora vivía en el castillo y que Reelena los venia a visitar de vez en cuando en compañía de Heero quien era su guardaespaldas, Reelena seguía siendo la Neo Reina que procuraba mantener la paz y por eso estaba muy ocupada con esos asuntos, su padre Milliardo, también estaba ocupado y que casi no pasaba tiempo con ella, por eso se sentía sola y mas de una vez se revelo contra su padre y una de esas rebeliones era de estudiar en un instituto como chico de su edad, no lo lamentaba pero si se metía en muchos problemas por lo que había hecho en el pasado y esos chicos que la molestaban lo sabia, por eso se habían metido con ella para hacerle pagar por las muertes de aquella época.

-Si que tienes una infancia dura- Hablo Duo mientras la miraba tomarse su malteada de chocolate y el comía su cena.

-¿Y ahora que haces tu?- Pregunto interesada pues sabia del paradero de los otros ex pilotos pero de Duo no supo nada.

-Por ahora trabajo allí- Señalo la biblioteca de Dorothy- Copio libros antiguos- La niña miro hacia al frente por unos segundos.

-Dorothy también se lo ha visto difícil, su pasado también la he marcado mucho- Hablo de forma seria- Supongo que todos nosotros tenemos que vivir con el pasado a cuestas.

-Es un precio que tenemos que pagar por habernos involucrado en la guerra para el beneficio del mundo.

-Tu lo tienes fácil porque fuiste uno de los héroes de la guerra, a los demás como a Dorothy, papá Milliardo y yo nos ven aun como enemigos, como si en algún momento vamos a atacar la paz, como si nosotros no estábamos buscando un mundo mejor para todos- Comento de forma triste.

-Se que no tenían malas intensiones aunque su camino estaba equivocado, pero no hables como si fueras mayor que yo, me haces ver como un inmaduro- Hizo un puchero infantil.

-Con esa actitud es lo único que eres- Sonrió la niña.

Después de una buena cena con malteadas Duo volvió a la tienda con la niña la cual lo ayudo hasta tarde, luego Marimeia recibió una llamada de preocupación por parte de Milliardo y al saber donde estaba a niña llego en su auto, Dorothy lo recibió con té y algunas galletas donde todos conversaron de forma amena.

-Es extraño conversar todos juntos- Interrumpió Duo mirando a los otros.

-Si hablas por las cosas del pasado, no te preocupes, todo esta en el pasado- Comento Milliardo.

-Si, aunque aun me debes un Gundam- Bromeo el trenzado.

-Te recompensare por eso, pide lo que quieras.

-Por ahora no se me ocurre nada.

-Yo quiero que Duo nos acompañe en la mansión- Hablo la niña.

-Oye, el trenzado loco ese es mi trabajador- Dorothy miro con recelo a la niña.

-Querrás decir tu sirviente- Aclaro el trenzado.

-Sigues siendo mío.

-¡No! el es mío también- La pequeña tomo al trenzado por el cuello- ¿Verdad que vendrás conmigo al la mansión?- Duo miro a Dorothy y esta lo miraba de forma severa.

-Puedo pero el fin de semana, ¿si?- Miro a Dorothy buscando la aprobación.

-Solo el fin de semana, del resto es mío- También tomo a Duo por el cuello.

-Vaya, dos chicas peleando por un chico, como quisiera que pelearan así por mí- Interrumpió Milliardo con gracia.

-Soy irresistible- Hablo con orgullo el trenzado.

-No te creas tanto, Duo- Dorothy soltó a Duo con seriedad.

-Si jefa- Dijo de forma resignada mientras que Milliardo solo reía, luego de unas horas Milliardo y la niña se fueron.

-Papá, te cae bien Duo ¿verdad?

-¿Porque lo dices?

-No habías reído así desde hace tiempo- Miro a su padre.

-El siempre ha sido el alma de la fiesta en todo los lugares donde esta.

-Me cae muy bien, me gustaría que ustedes dos se entendiesen, el también esta solo, lo puedo ver a través de su sonrisa.

Milliardo no dijo nada al respecto, el aun amaba a Treize pero no podía negar que el trenzado le había caído bien, hablar con el en tiempo de paz había sido algo agradable, de haber sido enemigo como años atrás habría sido solo para amenazarlo de muerte y mandado a golpear de nuevo, ahora se arrepentía de eso.

Al llegar a la mansión llevo a su hija en brazos hasta la habitación de ella, la acostó y arropo, las palabras de la niña no salían de su mente “Me cae muy bien, me gustaría que ustedes dos se entendiesen el también esta solo, lo puedo ver a través de su sonrisa” ¿que tan cierto era eso de que la tristeza de Duo se escondía en su sonrisa? Hasta cierto punto lo entendía pero no sabia como la niña lo había visto si el no se había dado cuenta, lo único que le tocaba averiguar era que si Duo le había contado algo o de plano darle por acertado lo que las personas dicen de los niños, que ellos son muy sensitivos a los sentimientos escondidos.

Había llegado a su habitación meditando las palabras su hija, hasta le hacia gracia la forma de pensar de la niña tan inocente, y el no era el único en pensar antes de dormir, Duo se acostó en su cama recordando el pequeño compartir con la niña y Milliardo, no cavia dudas que el platinado estaba mas maduro y se veía atractivo, lo genial que era con su hija aunque no fuera su hija de sangre, que a pesar de todo reinaba un reino que al principio no lo querían, de verdad que admiraba la persona que se había convertido Milliardo en esos cinco años.

-Duo ¿estas dormido?- Hablo la rubia desde la puerta de la habitación del trenzado.

-No lo estoy.

-No te levantes- Le ordeno y Duo volvió a la cama ya que la chica no iba a entrar a su habitación- Me alegra que hayas venido, por alguna razón creo que eres como una luz en la oscuridad aunque no encuentres luz en tu vida- Se quedo callada unos segundos- Buenas noches Duo- Se alejo de la puerta.

-Buenas noches- Susurro, se quedo pensando las palabras de la rubia pues ella había acertado, algunas veces creía que ella era una especie vidente o algo, se acostó en su cama para luego quedarse dormido.

Los días fueron pasando y Marimeia llegaba a la biblioteca todos los días a la hora del almuerzo para ayudar a Duo  con la recopilación de libros y para tener algo de compañía que no tenia en la mansión, a menudo Duo la ayudaba con las tareas y a media tarde horneaba algunas galletas para la merienda, en la noche llegaba Milliardo en su auto ultimo modelo para llevarse a la niña sin antes quedarse a conversar y beber algún té o café con Duo y Dorothy.

-Y bien Duo, ¿hoy te quedaras en casa?- La niña miro al trenzado con emoción.

-Es que yo…

-No le puedes mentir a una niña Duo, tú le prometiste que te quedarías en su casa este fin de semana- Acordó con tranquilidad Dorothy al trenzado.

-Pero si tienes cosas que hace no hay problema- Trataba de defender Milliardo a Duo.

-No tiene nada que hacer, esta semana es navidad y pues Duo tiene esos días libres.

-¿Y tu?- Interrogo Duo a la rubia- ¿Te quedaras sola aquí?

-No, Quatre me invito a su casa en la L4 para pasar navidad- Sonrió.

-Ya veo- Hablo Duo con cierta tristeza pues Quatre no lo había invitado y hasta cierto punto no le extrañaba ya que siempre rechazaba la oferta pero este año quería ir para no tener estar cerca de Milliardo.

-¿Pasaras navidad con algún familiar tuyo Duo?- La niña lo miro con detalle.

-No, siempre la paso solo- Trato de sonreír para no hacer sentir mal a la niña.

-En ese caso pásala con nosotros, bueno al menos conmigo, papá seguro tendrá reuniones de diplomacia- Miro a su rubio padre.

-Sabes que no puedo negarme- Se excuso con cierta vergüenza de no poder pasar tiempo con su hija.

-Bueno en ese caso te acompañare.

-¡¡¡Yupi!!!- La pequeña saltaba de un lugar a otro por la felicidad pues Duo se había convertido en más que amigo para ella.

Milliardo se fue con la niña como todas las noches y Duo acomodo su maleta para irse al día siguiente, Dorothy se iría temprano y a Duo lo buscarían en horas del medio día ya que Marimeia iba a salir a esa hora para que disfrutara de sus vacaciones.

-Dorothy no entiendo tanta insistencia en venir sin que invitara a Duo- Hablaba el Árabe un poco molesto al ver a la rubia en su mansión sin Duo, ya que como todos los años lo invitaba a su mansión aunque este no fuera a pasar las navidades con el y Trowa.

-Ya te dije que tu no eres el único con un don- Hablo con orgullo.

-Lo único que se que tienes es intuición- Interrumpió Trowa.

-Es lo mismo, de todos modos tengo un plan y ustedes dos me van a ayudar- Miro con malicia a Trowa y a Quatre lo cual ellos se pusieron algo nerviosos al escucharla- No se pongan así, este año no hablen con Duo, déjenlo solo aunque sea el quien les hable.

-¿Y eso porque?- Pregunto algo asustado el rubio.

-Quiero que Duo y Milliardo se comprendan.

-¿Hablas de Zechs?- Analizo Trowa.

-Si, ¿saben? Creo que ellos dos harán una linda pareja pero hay que ayudarlos un poco.

-¿A Duo le gusta Zechs?- Se sorprendió el rubio.

-Si- Los otros dos la miraron sorprendidos- Pero el aun no lo sabe- Les guiño el ojo a lo que los otros no les quedo mas que seguir sus ordenes.

A Duo lo fueron a buscar en la biblioteca junto a Marimeia, como decía la niña Milliardo no estaba en casa porque estaba ocupado con asuntos del reino así que ellos dos pasaron la tarde juntos, hicieron un pastel y lo decoraron con muchos dulces de colores hablaron de todo un poco, incluso Duo le toco hablar de temas que nunca en su vida había imaginado hablar como lo era el sexo y los cambios hormonales de la chicas a cierta edad y es que en verdad la chica no tenia a nadie que le explicase esas cosas pues Milliardo no tenia pareja y ella no tenia amigas ni ningún familiar de confianza para preguntar esas clases de cosas, ya era de noche y estaban cenando cuando llego Milliardo cansado sentándose a la mesa también para cenar.

-Papá, entonces ¿pasaras con nosotros navidad?- Lo miro la niña con ilusión.

-Lo siento pero no podre, ese día tengo una cena con ministros de relaciones interiores ¿que tal si ustedes vienen y la pasamos con ellos?

-Etto…

-Yo no quiero, todos son unos estirados que solo actúan para quedar bien con los demás- Hablo de forma molesta la niña.

-No hables así de las personas, Marimeia- Regaño un poco Milliardo mientras Duo los observaba sin decir nada.

-Tu los defiendes mas a ellos que a mi, siempre vas a sus fiestas y no pasas tiempo conmigo- Levanto mas la voz.

-¡¡¡Marimeia!!!- La miro de forma severa y la niña se le llenaron los ojos de lágrimas, pues sabia que su padre se había enojado con ella.

-Nunca debiste adoptarme ¡¡¡estaría mejor en un orfanato!!!- Grito con fuerza mientras salía corriendo hacia las escaleras rumbo a su habitación, Milliardo solo se limpio los labios con la servilleta recostándose sobre la silla dejando escapar un suspiro cansado.

-Siento que hallas presenciado esto Duo yo…

-Es normal- Hablo Duo mirando las escaleras- Sino te molesta hablare con ella.

-Pero…

-Iré aunque digas que no- Sonrió- Sera como cumplir una misión- Rio con tranquilidad mientras se levantaba- Por cierto prueba el pastel y luego le dices como quedo- Y con eso subió las escaleras para hablar con la niña, Milliardo se quedo callado unos segundos.

-Un misión, ¿he?- Sonrió a tan solo pensarlo.

Después de unas horas la pequeña se acerca a la habitación de Milliardo, Duo la acompaño hasta la puerta para que ella le diese valor, luego al asomarse vio como la niña abrazaba a Milliardo llorando mientras le pedía perdón, no hizo mas que sonreír y dejarlos solos, luego fue a la cocina para servirse pastel y algo de jugo, después de unos minutos llego Milliardo sentándose a su lado.

-Gracias- Susurro.

-No tienes que agradecer nada- Comió una cucharada de su pastel- Supongo que les fue bien ¿no?

-Si, al menos ya no esta molesta conmigo, había mucho tiempo que no hablaba con ella así y que ella no lloraba de esa manera, por primera vez se mostro como una niña.

-Es porque ella es una niña- Le sonrió- Aunque eso no quiere decir que este de acuerdo con que no pases navidad con ella.

-Son compromisos que me atan- Trato de excusarse.

-Vamos eres el rey, muy bien puedes mandar a todos a volar- Rio con gracia.

-No es tan fácil.

-Lo es, solo que no lo quieres ver así.

-¿Tu lo haz hecho?- Lo miro con curiosidad.

-Si, y fue lo mejor que pude hacer- Miro su pastel acordándose de Heero, pero era eso un recuerdo.

-Me gustaría ser como tu.

-Mejor no, te suicidarías si lo fueras- Milliardo lo miro con cierta sorpresa y eso le causo gracia a Duo el cual rio  a carcajadas y eso contagio al platinado el cual también rio.

-¿Quieres beber algo?

-¿A parte del jugo?- Mostro su vaso.

-Si, a parte de eso- Se levanto y fue a su mini licorería.

-Esta bien, por cierto ¿que tal el pastel?

-Nada mal para ser su primer pastel, tiene talento- Sirvió vino en dos copas.

-También lo creo- Comió más pastel mientras tomaba la copa que le ofrecía el platinado, después de unas horas ambos estaban tomando de más, se habían acabado una botella de vino cuando decidieron tomar sake.

-No tomaba así desde que murió Treize- Confeso de pronto el platinado.

-Y yo desde que termine con Heero- Rio un poco.

-¿Y eso? Yo pensé que estarían por siempre juntos.

-Heero es un maldito soldado perfecto que no tiene cavidad para los sentimientos y yo soy un manojo de ellos- Miro su copa vacía y Milliardo le lleno de nuevo la copa de sake.

-Bueno, al menos él sigue vivo- Comento con nostalgia- ¿Tu aun lo amas?

-Sigue vivo en la realidad pero no en mi corazón, no creo que lo ame pero si dejo un hueco-Vio como el otro tomaba sin perder detalle de sus gestos- Oye no me mires así- Tomo de su copa mas rápido desviando su mirada.

-Es que no puedo entender como Heero te dejo ir si eres muy atractivo y genial- Duo casi se atragantaba con el sake lo cual solo tocio.

-No digas cosas tan de repente mientras bebo- Dejo escapar un puchero infantil con un sonrojo en sus mejillas.

-Estoy diciendo la verdad- Rio con tranquilidad- Sino fuese por ti Marimeia y yo estaríamos peleados y yo no sabría que hacer porque dejarla en un orfanato no seria una opción para mi.

-No es opción para nadie, solo sucede y en otros casos solo toca vivir allí para sobrevivir- Comento con nostalgia al recordar su pasado en el orfanato y sus únicos momentos felices de la infancia.

-Tú estuviste en un orfanato ¿verdad?

-Si, al quedar solo sin mi madre viví en calle por un tiempo pero los que estaban conmigo murieron a causa de una enfermedad, quede de nuevo solo y un padre me llevo a su orfanato, me adoptaron pero a los pocos días me devolvieron, supongo que era muy travieso- Rio un poco- Lugo el padre Maxwell y la hermana Helen me adoptaron, fueron momentos felices lo que pase con ellos, hasta que ocurrió la matanza de la iglesia Maxwell y quede como el único sobreviviente- Se veía la tristeza en los ojos violetas del trenzado.

-Ya no tienes que pensar en eso, todo quedo en el pasado- Coloco su mano sobre la mano de Duo- Sino te molesta puedes quedarte aquí con nosotros, serias de gran ayuda para mi y Marimeia, ella estaría muy feliz ¿que dices?- Lo miro sin soltar su mano.

-Yo… no se si seria buena idea- Miraba la mano de Milliardo sobre la suya haciendo que una corriente eléctrica recorriera su cuerpo.

-Me gustaría que fueras parte de esta familia, no quisiera verte solo… yo… yo creo que eres un buen chico y por eso me gustas- Duo subió su mirada y miro a Milliardo a los ojos.

-¿¡Que!?- Lo miro sorprendido.

-Que me gustas Duo, antes de la guerra no lo hubiese pensado pero pasar estos días juntos me ha hecho pensar que tengo que dejar el pasado atrás y seguir, y si tuviera que seguir me gustaría hacerlo contigo, no tienes que decir que si ahora, después de todo no tenemos mucho tiempo conociéndonos pero si me gustaría que lo pensaras- Dijo con seriedad mostrando un sonrojo en sus mejillas que Duo no sabia decir si era por el alcohol o por la confesión.

-Yo…- Miraba a Milliardo y no le parecía un mal hombre, después de todo le gustaba y admiraba desde la guerra, aunque él durante la guerra el estaba enamorado de Heero pero desde que había visto a Milliardo en Sanc todo había cambiado poco a poco a paso imperceptible pero había cambiado de la misma forma que aquellos niños años atrás habían cambiado y abiertos sus ojos respecto a Heero- No te diré que si pero si lo pensare un poco.

-¿En serio?- Sonrió emocionado, en eso Duo se le acerco y le dió un beso suave en sus labios cosa que le sorprendió al otro.

-Es mi decisión- El otro sonrió mas, y tomándolo del rostro lo acerco a el besando sus labios con dulzura hasta que escucharon un ruido cerca y al mirar vieron como una niña salía corriendo hacia las escaleras a toda prisa- Creo que es imposible ocultarle algo ¿no lo crees?

-Es más astuta de lo que piensas- Sonrió orgulloso.  

Después de eso ambos subieron y encontraron a la niña haciéndose la dormida en su cama aunque después los felicito por ese paso pues era lo que ella anhelaba, quería que su padre encontrara a alguien y ese alguien fuera una personas genial y especial.

El día de navidad Milliardo no salió a ninguna reunión ni cena de negocio, se excuso con las personas diciendo que pasaría la navidad con su familia y aconsejo que hicieran lo mismo, después de todo navidad es compartir en familia, Dorothy se había enterado de la relación de Milliardo por medio de Marimeia y después confesaron ser las cómplices en toda la historia.

-Ustedes si que dan miedo- hablo Duo al ver al par riendo y dándose la mano como buenas actrices mientras compartían en la mansión de Milliardo la cena de navidad.

Allí estaban todos, Wufei con un recién dragón de cabello negro y ojos azules como su madre Sally y mas allá Quatre con su pequeña niña que le robaba el corazón a su padre Trowa, también habían invitado a los niños que habían conocido tres años atrás quienes al verlos lo abrazaron contándoles lo bien que estaban con sus nuevos padres, Hilde llego con su novio mientras que Noin seguía sola pues esperaba que Zechs se fijar en ella pero nunca ocurrió, así que no le quedo mas que solo desearle felicidad.

Todos estaban felices de pasar las navidades justos por primera vez, era extraño verlos a todos ya que en algún momento fueron enemigos y ahora compartían todos en una fecha festiva como la navidad.

-Ya vengo tocan la puerta- Hablo Duo mientras se alejaba de Milliardo por unos minutos pues dentro de poco anunciarían su matrimonio, al abrir la puerta se encontró con Heero tomado del brazo de Reelena.

-Hola Duo- Hablo la rubia triunfante- ¿Podemos pasar?

-¿¡Ha!? S… si adelante- Le abrió la puerta, Heero solo lo miro por unos segundos antes de que Reelena lo jalara del brazo para entrar.

-¿Señorita Reelena?- Miro Quatre sorprendido, pues cuando siento un puntazo en su corazón se apresuro a ver de donde venia y vio la escena de Heero llegando con Reelena- ¿Trowa tu crees?

-Estará bien- Interrumpió dándole un beso en los labios de forma suave mientras se acercaba Wufei con su hijo en un coche.

-¿Sabían que Yuy llegaría?

-No- Contesto el rubio.

-¿Creen que vendrá a…?- El rubio no sabia como explicarlo pero temía que Heero quisiese llevarse a Duo y que Duo correspondiera.

-Le romperé el cuello a Yuy si hace algo tonto- Apretó su puño, en eso la pequeña hija de Trowa vio el cabello largo de Wufei cerca de ella y aprovecho para jalarlo- ¡¡¡Ay, no… no suéltame!!!- Trataba de zafarse de la pequeña que solo reía.

-Victoria, ya te he dicho que no te lleves cosas raras a la boca- Regaño suavemente a su pequeña y esta soltó el cabello de Wufei mientras reía.

-Me dejo el cabello lleno de baba- Trataba de limpiarse mientras que los demás reían pues la escena no paso desapercibida por los presentes.

-Necesito hablar contigo Duo- Heero tomo la mano de Duo y lo llevo al balcón pero la mirada de Milliardo lo habían seguido.

-¿Que quieres?-Pregunto cruzándose de brazos al estar a solas con el, el corazón le latía con fuerza pero trataba de que no se le notase.

-Yo te amo.

-¿Y?- Lo miro de forma desafiante.

-Quería que lo supieras.

-Eso lo quería saber hace años atrás, no ahora.

-Antes no podía decirlo.

-Me di cuenta, pero ahora ya tengo a alguien mas, si me lo hubieses dicho antes hubiese vuelto a tus brazos pero ahora no, busca tu felicidad al lado de Reelena.

-Reelena tiene a alguien más a quien amar.

-Bien por ella entonces- Tenia curiosidad por saber quien pero su pregunta fue respondida al verla guindada al cuello de Dorothy plantándole un beso en su mejilla o mas bien dicho entre la mejilla y comisura de los labios- Tienes que continuar adelante Heero, todo lo hacemos y todo lo hicimos, ya encontraras a alguien- Coloco una mano en su hombro- Perdóname.

-Perdóname tu a mi- Lo jalo de la mano y le planto un beso suave en los labios del trenzado dejando al trenzado paralizado, en eso Milliardo entro al balcón dispuesto a matar a Heero cuando este lo miro con su acostumbrada seriedad y señalo sobre él apuntando a un muérdago guindando- Es la costumbre.

-Conozco las costumbres- Hablo irritado Milliardo y jalo a Duo de la mano ya que el pobre no daba crédito a lo ocurrido y lo que estaba ocurriendo, pero todo ese asombro se fue cuando Milliardo tomo el rostro de Duo y le planto un beso dulce y apasionado, Duo sin pensarlo le correspondió rodeando a Milliardo por el cuello y con esto Heero se dio cuenta que había perdido a Duo para siempre.

- Me tengo que ir, Feliz navidad- La pareja se separo y vio como Heero salía, se acerco a Reelena y le hablo al oído.

-Puede quedarse si quiere- Hablo Milliardo al ver como Duo observaba a Heero que por lo visto discutía un poco con Reelena la cual negaba irse.

-¿No te incomoda?- Vio como el otro negaba.

-Se que solo me amas a mi- Sonrió

-Tienes razón, te amo solo a ti- Le dio un beso rápido y corrió hacia Heero- ¡Hey! no tienes que irte- Lo tomo de la mano.

- No tengo nada que hacer aquí.

-Si que lo tienes- Se acerco el rubio con Trowa el cual tenia a su bebita en los brazos.

-Cuida de los niños- Le dejo la bebé en los brazos de Heero y se fue a bailar con Quatre en medio de la pista.

-Ryutaro le toca su mamila dentro de media hora- Hablo Wufei dejando el coche con su pequeño dragón acostado en el.

-Que bien te ves tío Heero- Rio con burla el trenzado.

-No es divertido- Miro a un lado algo sonrojado.

- Tómalo como una misión- Coloco su mano en el hombro del otro y sonrió para luego marcharse al lado de Milliardo quien lo esperaba en medio de la pista.

-Yo te ayudo- Se ofreció Marimeia mientras miraba a los bebés- Supongo que a partir de ahora planeare a mis hermanitos- Sonrió fascinada por la idea.

-A él le encanta los niños, será un buen padre- Sonrió al ver a Duo bailar con el platinado.

-¿Que te parece estas navidades Duo?- Le susurro Milliardo al oído, noto como Duo miraba a todos en la sala los cuales bailaban y otros conversaban animados.

-Son las mejores navidades que he tenido, lo mejor de la vida se hace esperar ¿no?

-Si, tienes razón, feliz navidad- Abrazo mas al trenzado dándole un beso en los labios con suavidad.

-Feliz navidad- Susurro respondiendo al beso.

“Todos tenemos la oportunidad de ser felices, algunos no lo logran pero pasan la vida intentándolo y aquellos que lo hemos alcanzado, somos los mas afortunados, feliz navidad Mamá, siempre te lo quise decir con una gran sonrisa y alegría en mi corazón”

Susurro Duo al viento mirando el horizonte frente a la tumba de su madre donde descansaba una caja de música la cual dejaba escapar la más hermosa canción navideña. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, si tienen dudas, sugerencias y correcciones será bienvenidas, muchas gracias por todo, nos seguiremos leyendo.


Ja ne nwn 


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