Conociendo amis suegros en navidad por Narujico

Un joven de negro cabellos, que tenía, en una trenza caminaba por su patio trasero.
Él joven tenía el ceño fruñido y sus ojos mostraban todo el coraje que sentía a dentro.

Se detuvo sin ningún aviso y miro hacia el oscuro cielo, dejando que la nieve callera en su cara. El joven estaba furioso por una simple razón, el padre de su pareja. Quien le reclamaba a cuanta oportunidad tenía cuanto había arruinado la vida de su querido hijo.

Finalmente dejo de mirar al cielo, y retomo su camino, hasta llegar a unos columpio, en donde se sentó. La escenas de ese dia empezaron a repetir en su mente, como si se tratara de una película.

- Ranma, ayúdame a preparar el plato principal.- pidió un joven de cabellos castaño, con un paño en la cabeza, mientras caminaba de un lugar a otro tratando de hacer cuatro cosas a la vez. Y es que hoy era un día muy importante para el y su pareja, Ranma, ya que sus padred vendrían a pasar la navidad con ellos. 

- ya, voy amor.- respondió ranma mientras entraba hacia la cocina. Después de darle un rápido beso a su pareja, el chico de trenza, camino hacia la mesa donde se encontraba el pavo, y el relleno. Unos minutos después el pavo estaba relleno, y se encontraba en estos momentos en el horno, mientras eso se hacía el chico con trenza preparaba el ponche, mientras su pareja empezaba a acomodar toda la comida lista en la mesa.

Cuando Ranma términode hacer todo lo que su novio le había pedido, abrazo a este último por la espalda mientras, recostaba su cabeza en el hombro de este, viendo como terminaba de hacer uno de los postres.- ya termine amor.- aviso.

-Ranma, mis padres son demasiado estricto. Estoy nervioso, no quiero que se lleven mal, quiero que se lleven bien.- dijo Ryoga sin necesidad de girarse. 

- yo me llevaría bien con ellos. Pero que cuando se enteren de que tu pareja es nada mas y nada menos que tu mejor amigo, quien también es hombre.- dijo Ranma, pero se arrepintió cuando sintió como su pareja se tensaba. Ryoga sabía que su novio tenía razón a sus padres no le gustaban la relaciónes del mismo sexo.- 

-Ya hablamos de eso Ranma,hoy les diré sobre mi preferencia sexual.- dijo seguro mientras empezaba a decorar un pastel.

-Amor ya temo por mi vida.- bromeo el chico con trenza viendo como su novio se relajaba. -¿Que si me hacen a mi el plato principal?- Ryoga rio.

- si eso pasa, cariño, juro que sere el unico en probar.- comentó, el castaño, con una sonrisa.

- eso no es un alivio.- murmuro Ranma.- ¿Te importa si salgo un momento?- preguntó. Pero antes de recibir una respuesta salió de la cocina dirigiéndose hasta la puerta principal, solo alcanzando a escuchar a su pareja gritar:

" ¡Trae una botella, de vino!"

Al salir, camino por las calles, cubiertas de nieve. No era un dia tan frio, pero algo frio hacia, y Ranma agradecia internamente haber recordado traer por lo menos su abrigo. Suspiro cansado. Pero una sonrisa sé formó en sus labios. 

-Ryoga, hoy, delante de tus padres pedir tu mano- murmuro hacia el aire. Su sonrisa nunca borrandose.

Después de unos minutos de caminar, Ranma llego a una tienda. Donde compro el vino que Ryoga le pidió. Después de salir de aquella tienda, camino unos bloques mas hasta llegar hasta otra tienda, una tienda de joyería para ser exacto.

Después de comprar lo necesario, Ranma se dirijo de regreso a su hogar.

La noche llego rápido,y sin que Ranma supiera como, se encontraba sentado en la mesa, justo al frente de el estaba el Sr. y Sra. Hibiki con una expresión que decía:

"No puedo creer que mi queridisimo hijo este saliendo con alguien como tu."

O algo asi, pensó el Saotome.

El ambiente era tenso, ningúno de los cuatro hablaba, solo comian en silencio. El unico sonido era el de los utensilios renchinando contra los platos. 
El patriarca de los Hibikis no se encontraba muy contento, y eso era fácil de notar. Justo cuando Ryoga fue a buscar uno de los platos para la mesa. Fue cuando os Sra. Hibiki hizo una pregunta rompiendo el incómodo silencioso.

- ¿y a que te dedicad?- pregunto con seriedad. Con amabilidad Ranma le contestó.

- En una empresa de exportación.- término de decir con una sonrisa.

- Mamá, Papá, el es el encargado de que todo valla bien.- comentó Ryoga regresando al comedor con un postre en las manos.

- ¿Y eso que?- comentó el Sr.Hibiki con insolencia.

La habitación se volvió silenciosa. Hasta que la Sra. Hibiki decidió hablar.

- Perdonalo, Ranma.- pidió la mujer.- el no se a sentido bien en estos últimos días. Por eso creo que nos deberíamos ir, a hora.- dijo mientras se levantaba de la mesa.

-¡No mujer!- dijo el padre de Ryoga. - ¡Yo no dejaré a nuestro hijo, con este!- la última parte con disgusto mientras señalaba a él saotome, antes de continuar.- ¡El arruino a nuestro hijo por completo!- 

-¡Papá!- gritó Ryoga asotando bruscamente sus manos contra la mesa, mientras sé levantaba. Estaba mas que enojado de que su padre hubiera dicho tales cosas sobre su pareja.

-Ya fue suficiente, cariño- dijo entre diente, la única mujer en la habitación. - Nos vamos a hora.-

- ¡y yo dije que no!- gritó con firmeza el Sr.Hibiki, retando a su esposa con la mirada.

Ranma, veía la escena sin saber que hacer, estaban asombrado que la situación se hubiera salido de control en cuestión de segundos. Hace segundo se encontraba hablando, y sin saber como, Ryoga y sus padres discutían.

-¡Tu!- Ranma salió de sus pensamientos al escuchar al Sr. Hibiki gritar. Solo para encontrar a este último señalando. -¡Tu eres el culpable de todo esto! ¡Tu arruinaste el sueño de mi hijo de tener una familia!-

T esa fue la gota que derramó el vaso. Él saotome se levantó de la mesa y sin decir siquiera alguna palabra, salió de el comedor, tratando de contener todo el enojo que sentía en ese momento.


Y por eso justamente en ese momento se encontraba, sentado en aquel columpio, mirando como la nieve caí a su alrededor. Estuvo segundo pensando en silencio. 

¿Acaso el padre de Ryoga tenía razón? Pensó.

- Pero aún así, aunque el tuviera razón. Yo no quiero dejar a Ryoga.-murmuraba el chico de trenza, hizo una prevé pausa.- pero creo que ya le eh arruinado su vida demasiado, debería alejarme.- siguió murmurando.

- ¿a quien le as arruinado la vida?- pregunto alguien a su espaldas. 

-a ti.- dijo mientras lo miraba sobre el hombro.

Ryoga, fruñio el ceño, y puso una expresión de pocos amigos.- entonces ¿te arrepientes de estar con migo?- levanto una eja al terminal de hablar. Ranma rápidamente se puso de pies, y en tiempo recor se acercó a su pareja poniendo sus manos en la cintura de Ryoga. 

-No- Ranma rescosto su frente sobre la del Ryoga.- nunca, jamás, dejaría de amarte tanto.- una sonrisa se formo en sus labios al terminal de hablar, haciendo a su ya guapo rostro, aun más inirresistible.

Ryoga, se sonrojo ante la mirada de su novio, y bajo su cabeza tratando de esconder su vergüenza. - mis padres ya se fueron.- dijo con las mirada aun puesta en el suelo.

Ranma por su parte sonrio de medio lado al ver como Ryoga trataba de esconder su sonrojo. Y sin poder evitarlo, entre sus manos tomó la cara de el castaño y beso sus labios rápidamente. - Pensaba pedir le tu mano a tus padres, pero todo salió mal.- murmuro aún en el beso. 

Los ojos de Ryoga se abrieron de la sorpresa, y en segundo se separó de Ranma dejando a este último sorprendido.

- ¡Tengo que hacer una llamada!" Casi grito Ryoga con una sonrisa, antes de empezar a correr a toda prisa a dirección de la casa.

-¡¿Para que?!- pregunto en un grito el joven que aún se encontraba parado en el patio trasero de su casa.

-¡Para que regresen y le pidas mi mano a mis padres!- escucho gritar su pareja antes.de que esta entrara a la casa. Ranma suspiro de fastidio.

- Parece que volveremos a empezar del principio.- solto con un poco de fastidio.- esto saldra peor que hace unas horas.- finalmente sonrio, mistras miraba su casa.

-solo por Ryoga, solo por el.- le dijo al viento mientras empezaba a caminar hacia el adentro de su casa. No quería enfermarse después de todo.

Fin.