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Amor Forzado por redangel

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Notas del fanfic:

 

Notas del capitulo:

 

El día que nos  presentaron oficialmente no pude evitar sorprenderme por su inmensa belleza , por momento me perdí en aquellos hermosos ojos azules como el mismo mar así de intensos y profundos, su piel era hermosa sin ningún defecto era como la porcelana, sus rasgos eran finos y muy femeninos, era delgada y su cabellera era lisa y negra la cual caía delicadamente sobre su espalda, claro que la desilusión fue igual de inmensa al ver cómo me despreciaba en frente de todos los presente, menos mal que en ese momento solo estaban nuestros núcleos familiares que en su caso eran ambos padres , sus abuelos y en el mío era mis abuelos y por ultimo mi padre.

Era entendible su reacción de enojo y desilusión al saber que estaría comprometida con alguien que a penas recién hoy  conoció en persona, entiendo que no a todas las chicas de 16 años les pasa y más si es un compromiso entre chica y chica tal vez hubiera sido más soportable para ella si yo hubiera sido un chico, pero aquí estaba yo parada en frente a ella mirándola seriamente mientras escupía palabras ofensivas a mi persona. ¿Era necesario tratarme como escoria?

-          Padre… no quiero estar comprometida con este desparpajo de persona- le dije muy seria, incluso fue más de lo habitual, mi voz de ultratumba resonó en toda la sala e hizo que todos los presentes guardaran silencio.

Mi prometida que en ese momento estaba en frente mío y me miraba con asco y desprecio, decidió apoyar mi propuesta pero sin dejar de tirar veneno sobre mi, ese gran belleza que poseía era opacada en el momento en que decidía abrir su boca ¿de verdad tendré que pasar el restos de mis malditos días con esta mujer?

-          Estoy de acuerdo con esta- se esforzó en sonar lo mas despectivamente posible, ante su acto y ya cansada de escuchar tanta maldad contra mi persona, sonreí con maldad y la mire, ahora era mi turno de hablar y lanzar mi veneno, ahora le tocaba ella escucharme, ¿quien se creía ella para tratarme así de mal, sin siquiera conocerme? ¿tanto le afecto saber que estaba comprometida conmigo?

-          Mas respecto mocosa… - alcé levemente la voz, me cruce de brazos y la mire feo- esta tiene nombre y es “Jill Ginovaef” ¡NO LO OLVIDES!   O no eres capaz de recordar un simple nombre, no te molestes en tirar tanto veneno contra mi víbora de cascabel… ¡OH! Esperen eso es un insulto a las serpientes… pobrecitas no se merecen que las comparen contigo…- negué con mi cabeza- y… créeme al verte sentí mucho asco y más aun cuando decidiste abrir tu puta boca pero como tengo más educación que tu, por el momento me contuve muy al contrario de ti pero como tu gatillaste esto pensé en dedicarte estas sinceras palabras para ti-  sonreí orgullosa ante mis palabras porque al finalizar ella me miraba muy impotente y enojada creo que ya tuve mi logro del día y era hora de retirarme a mi habitación

-          Maldita- fue lo único que dijo mientras apretaba con fuerza sus puños

-          Y… ¡TU!-  mire a mi padre a los ojos con mucho odio- ya hablaremos a solas sobre este asuntito- dicho esto mire a los presentes  y les hice una leve reverencia- mis disculpas por esto, per… esta reunión ha durado demasiado y si no les molesta me retiro tengo algunos deberes que cumplir- dicho esto me gire y me fui a paso veloz a mi habitación donde me encerré con pestillo, descansé mi peso en la puerta mientras miraba al suelo, mire a  mi escritorio donde habita unos cuadernos y un marco con una foto mía con mi madre, apreté los puños con fuerza y con rabia solté un gran golpe a la pared.

-          Y la historia se repite…- susurre

En la sala que había abandonado Jill las personas habían quedado mirando en silencio como ella  se había marchado, algunos asombrados, serio y otros enojados, pero nadie decía nada solo se escuchaban las respiraciones, hasta que el padre de esta se animo a romper ese incomodo silencio.

-          Me disculpo por mi hija, ella aun no sabe controlar su lengua cuando se enoja-

-          No te preocupes- le resto importancia al asunto- tu muchacha tiene energía y eso me agrada, cada vez que la conozco se que es la indicada para mi hija aun que nunca antes había sucedido que dos chicas estén comprometidas, pero, a pesar que ninguno tuvo un varón y que pronto nuestras hijas tomaran el mando, no solo uniremos dos familias sino dos grandes empresas al fin- dicho esto levanto su vaso con whisky y brindo con amigo, al fin sus familias quedaron unidas como sus padres siempre quisieron-

Los padres de ambos se acercaron y brindaron ignorando a la joven que aun seguía ahí, que en ese momento estaba echando fuego por la boca, ella tenía novio y quería decidir por sí misma con quien casarse, porque tendría que casarse con esa, desde que la vio no le agrado, su mirada era seria casi fría sus ojos eran afilados casi listos para el ataque, su tez era pálido  y sus ojos eran negros como la noche, sus rasgos no eran muy fino como los de ella pero eran femeninos en sí, no era fea la chica pero esa expresión  como diciendo ¿no me importa nada? Lo opacaba, lo único que resaltaba y que ella consideraba atractivo era su cabello negro que a la luz se le veía castaño, adornaban ese cabello ondas y algunos mechón rebelde cubría su frente, era bastante alta, era algo esbelta, pero en si su contextura era flaca, ella estaba vestida con su uniforme escolar que consistía en una falda azul marino que llevaba por encima de la rodilla, una blusa con una corbata roja llevaba el primer botón desarrollado  y un bastón azul marino con el logo de la institución donde estudiaba. Agradecía que Jill estudiara en un colegio diferente al de ella.

-          Estamos todos de acuerdo con este compromiso- afirmo su padre

-          Papa… yo no estoy de acuerdo- rebatió a apenas escucho esa semejante mentira ella estaba muy en desacuerdo

-          Silencio Sarah-  su padre fijo su dura mirada azulada en su hija - esto ya está decidido, incluso antes de que ambas nacieran, aparte no solo esta unión es para que ambas estén juntas para molestarte, si no, para unir al fin a dos grandes familias-  

-          ¡POR QUE NO SE CASAN USTEDES EN VEZ DE SACRIFICARME A MI!- grito enojada Sarah

-          ¡SARAH!- la cayo esta vez su madre

-          Me disculpo por mi hija- esta vez era el padre de Sarah el señor Butovich- creo que es hora que nos retiremos, luego hablaremos los cuatros, cuando estamos a solas y con más calma-  dicho esto todos se despidieron y la familia Butovich se marcho en su auto.

Ya en el auto, Sarah se sentía impotente, que no bastaba que ese tipa la insultara delante de todos, si no que tendría que casarse obligada con ella, sin duda era ella la menos contenta con esto, así que aria cualquier cosa para deshacer el compromiso.

-          No puedo creer que esto me este pasando… padre me siento humillada, pasada a llevar, donde están mis derechos…- reclamo mientras miraba a su padre que este a su vez la miraba cansado de tanto show, desde que se embarcaron ene se auto para ir a conocer a la hija de su amigo el señor  Ginovaef, no había parado de reclamar, el encontraba a esa chica, alguien digno para su hija ya que la había visto crecer, era alguien que muy pronto seria alguien importante y ella lo sabia pero a pesar de aspirar alto era alguien amable, noble y era una buena chica, si Sarah su hija se diera el tiempo de conocerla de seguro podrían ser amigas, incluso más, pero Sarah es tan terca que no se rendirá fácilmente y menos si está enamorada de un idiota- ¡VISTE COMO ME TRATO Y TU NO HICISTE NADA!- su padre estaba cansado de  escucharla y decido fingir que la escuchaba eso solía funcionar –  ¡VISTE SU MIRADA ERA RARA!...-  la miraba pero no la oía eso lo hacía feliz por unos minutos mientras llegaban a casa hasta que escucho…

-           ¡¡¡ SABES QUE AMO A SEBASTIAN ES MI NOVIO HACE UN AÑO Y PENSABA UN DIA CASARME CON EL CUANDO TERMINE LA UNIVERSIDAD!!!-  eso lo escucho clarito y le desagrado, a él nunca le gusto ese tipo lo encontraba falso y de doble cara él sabía que estaba con su hija por su dinero, pero como esta estaba tan cegada, no veía sus verdaderas intenciones, decidió dejarla por un tiempo ya que sabía que su hija se casaría con Jill la hija de su amigo, como habían acordado hace mucho tiempo, pero en aquel tiempo ellos pensaron que alguno tendría un varón, pero como no fue así, no se desalentaron y siguieron con los planes.  

-          Hija… eres heredera de una de las familias más ricas y  COMO TAL ES TU DEBER cumplir con lo estipulado… y créeme ese tipo no te querrá si te desheredo… lo siento por ese tipo se le acabo la fiesta, nunca me agrado-

-          Tu no lo conoces…- lagrimas brotaron y cayeron por sus mejillas- el me ama- en aquel momento llegaron a la puerta de su casa y ella corrió a su habitación

El la miro irse  y por el momento la dejo tranquila y se fue a su oficina, sabía que debía darle tiempo a su hija para que comprendiera y asimilara toda la situación.

En la casa de los Ginovaef, el padre de Jill estaba en la patio fumando un cigarro mientras Jill entrenaba en el dojo que estaba en su casa con su maestro, ella al igual que Sarah estaba enojada y se sentía pasada a llevar, esto hizo que sintiera aun mas recelo contra su progenitor, debía encontrar la forma de deshacer ese compromiso con esa víbora,  se la comería viva y no pasaría de los 20. Si tan solo su madre estuviera viva, ella se hubiera opuesto y con eso bastaría para que esto no siguiera pero no estaba para defenderla debía arreglársela sola, aun que tal vez aun que no quisiera  necesitaría ayuda de esa chica, aun que le daba escalofrió verle la cara otra vez, era linda no lo negaba pero no le atraía ni un poco y era malvada, esa fue su primera deducción al tratar por primera vez con ella.            

Notas finales:

gracias por leer

PD: pronto subiere imagenes de las protagonistas de esta historia, estube desconectada mucho tiempo asi que estube dibujando, a penas retoque los dibujos los subiere para que conocan a lasprotagonista tal cual salieron de mi mente :) saludos 


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