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b29;b29;CORAZON DE FRESAb29;b29; por Angel90

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Notas del fanfic:

Los personajes de Los Caballeros Del Zodiaco que fueron utilizados para la creación de esta historia le pertenecen al japonés Masami Kurumada.

Notas del capitulo:

ESPERO QUE ESTA HISTORIA SEA DE SU AGRADO...

Y SE ACEPTAN TODO TIPO DE COMENTARIOS...

 

Popularmente, el amor se considera un sentimiento. En los casos más comunes, dicho sentimiento se basa en la atracción y la admiración de un sujeto hacia otro.

Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles.

Y cuando menos lo esperas,  a tu vida, al igual que a tu corazón, llega el amor, y para acabarla  sin permiso, sin haber sido consultado, este sentimiento sorprendió a tu corazón.

Hoy precisamente es un hermoso sábado y no es un cualquier sábado, ya que en este día se celebra el Día del Amor y la amistad. Y me encuentro sentado en un Restaurant que siempre acostumbramos a venir mis amigos y yo, pero hoy no estarán ellos conmigo ya que el día de hoy la pasare con mi novio, y el problema es que me costó trabajo encontrar el regalo adecuado para él.

En este lugar, al igual que en todos los negocios se encuentra adornado, para dar agradecimiento a ese tonto Dios del amor que no sabe hacer otra cosa que hacer sufrir a nosotros los mortales, mandarnos un desagradable sentimiento que lo único que hace es hacernos sufrir, pero que importa con tal de que la persona que nosotros amamos nos corresponda.

Todo esto me hace recordar el día que te conocí, desde ese hasta la fecha estoy agradecido con mi hermano gemelo mayor (aunque nunca se lo he dicho) ya que fue por conducto de él, por lo que te conocí a ti, ya que tu eres su mejor amigo, todo esto ocurrió hace como ocho meses, y de novios llevamos cinco meses.

¿?: Ya llegue -  lo anuncia un chico de cabellera azul, que justo en esos momentos llegaba del instituto, pero lo más curioso es que no llegaba solo.

¿?: Que quieres que haga Saga, una fiesta para darte la Bienvenida – contesto un chico que al igual que al anterior tenia los mismos aspectos, ya que los dos son gemelos, pero sus padres decidieron mandarlos a institutos diferentes.

 Saga: Como siempre tan lindo mi hermanito menor – acercándose donde se encontraba el sentado para darle un pellizco en la mejilla.

¿?: Auuucchhh – quejándose ante tal atrevimiento – Ya basta Saga - Dándole un manotazo para apartar la mano de su hermano.

Saga: Ha por cierto los presento, Aioros  el es mi hermano menor Kanon, Kanon el es mi mejor amigo Aioros – señalando a cada uno.

Aioros: Mucho gusto – tomando la mano de Kanon, ya que en esos momentos dicha persona se encontraba embelesado ante tal belleza – Ha se te olvido mencionar que soy también tu cuñado – provocando una risita en kanon.

Saga: ha deberás es el hermano mayor de mi novio Aioria

Aioros: y pronto sere tú cuñado por parte de tu hermano – dándole una mirada picara a Kanon, el cual no sabía dónde esconder su rostro sonrojado por tales palabras.

Saga: Pues me gustaría saber cómo le harás para conquistar un corazón fresa – tomando la mano de Aioros para llevarlo a su recamara para empezar con sus proyectos, y dejando a un atontado Kanon parado en medio de la sala.

Y no te costo tanto trabajo, ya que a partir de ese día, nunca faltaban tus visitas a la casa, aunque fuera para otra cosa sin importancia, ya que solo ahí tu me podías ver, ya que yo iba otra escuela diferente.

Y siempre que venias traías contigo una hermosa rosa, y siempre con un piropo los cuales siempre me hacían sonrojar, y desde entonces mi corazón latía a mil por hora, y contigo llegue a sentir las famosas mariposas en el estomago.

Mi corazón era muy fresa decía que nadie aceleraba su latir pero se convirtió hoy en pobreza, fueron tus redes, tu mirar, tu sonreír, los que hicieron que mi corazón permitiera que entrara en el este sentimiento que solo tu pudiste provocar en mi.

Tan absorto en mis pensamientos me encontraba que no me di cuenta que alguien se encontraba sentado en frente de mi, hasta que en mis manos, que en esos instantes se encontraban posadas en las mesa pudieron sentir que eran prisioneras de unas ya muy conocidas manos, fue cuando alce mi vista y pude notar que en tus labios se formaba una sonrisa, cuya sonrisa fue correspondida por otra.

- Hola bebe – logrando en mí un sonrojo.

- Ho…ho…hola – posando mi vista en la unión de nuestras manos.

- Ya pediste algo para comer – lo cual niego con un movimiento de mi cabeza – pero ratoncito* – esta palabra logra que me ponga aun más nervioso y a la vez hace que me enoje aun mas con mi hermano ya que fue él quien le dijo que a mí me gusta el queso y que cuando lo como parezco un ratón, por lo cual siempre me lo dice el – devistes empezar aunque yo llegara mas tarde.

- Pero quería que empezáramos los dos juntos – justificándome.

- está bien, perdono tu falta ratoncito – suelta una risita ya que a través de sus manos logra sentir mis nervios – Haber que es lo se te antoja comer – tomando una de las cartas, una vez ya decidido llama al mesero para hacer el pedido - ¿Qué es lo que ocurre bebe?  - mirando mi rostro que en estos instantes se encuentra sonrojado.

-  Es que… yo este… yo… traje… toma – mostrándote una cajita larga pero a la vez un poco angosta – Feliz día ­– cerrando mis ojos.

-  Gracias mi amor – tomando a la vez la caja, la cual depositas en la mesa, para luego tomar mis manos, las cuales se estremecieron al sentir el contacto de tus labios en ellas.

Si con solo verte provocas que mis rodillas tiemblen como gelatina, ahora imagínate lo que me provocas cuando me besas, por que cuando me besas  no siento el piso, y viajo a las nubes. ¡Y eso que no tengo avión!

-  Por cierto bebe, toma – depositando en mis manos una pequeña pero a la vez largo estuche el cual al momento de abrir muestra en él un hermosa cadenita en la cual se encuentra un dije en forma de corazón – Te gusta ­­– me lo dices mostrando una hermosa sonrisa.

-  Si es muy hermoso, gracias – justo en ese instante traen nuestro pedido, y siento que me armo de valor para decirte en público, lo que en privado siempre te digo -  Te amo mucho – logrando a su vez que en tu rostro muestres una mira de desconcierto, ya que en público nunca te lo había dicho.


Y que quedo de aquel valiente corazón que presumía su armadura anti-amor  
si solamente con un roce de tu piel se vuelve loco ¿dime qué hacemos con él?, no sé porque pero siempre me decía a mi mismo que nunca nadie lograría desbocar a este corazón, ya que yo mismo había logrado cerrar estos sentimientos, pero creo que tu encontraste la llave para lograr liberarlos, pero lo que más me gusto fue que tú te hiciste responsable y asumiste la culpabilidad, y aceptaste la condena de amarme.

-  Yo también te amo ­-  tomado en tus manos la cajita que yo te había dado, al momento de abrirla, vi como se agrandaban tus ojos por tal regalo – bebe, esto es tan hermoso, gracias – ­te levantas y te acercas a mí y depositas en mis labios un beso y tomas de mis manos la cadenita y la colocas tu mismo en mi cuello – anda come – sentándote, colocas en medio ese hermoso regalo que yo te regale, ya que consiste en una hermosa rosa de cristal.

Una vez terminada la comida, decidiste que teníamos que dar un paseo en el parque que se encuentra cercano a nuestro camino de regreso a mi casa, nos sentamos en una de las bancas de este hermoso lugar lleno de vida y al igual lleno parejas que se encontraban demostrando todo el amor que los corazones pueden albergar, pero el mío es mucho mas especial ya que el mismo decidió que no cualquiera podría entrar en él.

-  Y que, pude conquistar este corazón de fresa – con tu mano derecha me rodeas de la cintura, mientras que con la otra me tomas del mentón y en mis labios depositas un beso lleno de pasión.

-  mejor nos vamos – separándome de ti, pero con mi rostro sonrojado, nos levantamos para continuar nuestro camino y una vez llegado a nuestro destino me das otro beso.

-  Bueno aquí nos despedimos – dándome una sonrisa, la cual hace que yo aparte mi vista de tu persona y la pose en el suelo – tan enamorado estoy de ti que cuento las horas para volverte a mirar – te acercas a mi persona y pones tus manos alrededor de mí y yo solo pienso que aquí me tienes, acorralado entre mi orgullo y esos besos que me das, que a mi parecer me saben a gloria.

Me das un beso de despedida y yo solo veo como te das la vuelta para irte y no me queda más que esperar que ya sea mañana para volverte a ver y estar otra vez en tus brazos y seguir recibiendo esos cálidos besos.

Notas finales:

Ese sobrenombre es mio ya que  en mi familia haci me dicen por el color de mi piel (blanca) y por mi aficion al queso...

espero que esta historia haya sido de su agrado...

y no se perocupen se aceptan todo tipo de comentarios buenos y malos...

Bueno nos estaremos leyendo en la siguiente historia.


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