Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Travesuras del Destino por ItouMiyu

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Si, no estan viendo iluciones ni nada asi... Actualice en una semana~ Lamento desaparecer tanto tiempo! Me duele hacerlo D: !

Pero bueno~ Aca les dejo el cap numero 9 =w=!
Espero les guste~

No sé cuántas veces he revisado mi teléfono encontrándome con el mismo resultado; nada, desde que me desperté no he dejado de ver si tengo algún mensaje a cada minuto. Estaba en la sala junto a Sofía mientras que veíamos una película o para ser más exactos ella era la que la veía, nuestros padres no se encontraban en casa y era algo que agradecía ya que no sabría cómo comportarme frente a ellos. Primero por mi madre que por sus acciones en un pasado yo había sido envuelto y resulte herido y segundo por mi padre quien fue víctima de un engaño por la mujer que tanto ama.

Mire hacia el televisor mientras pasaban las imágenes que no lograba entender del todo ¿Por qué había un hombre escapando de un esqueleto de un dinosaurio? No entendía nada y mi hermana no paraba de reír, suspire y volví a mirar mi teléfono.

-No por estar mirándolo a cada momento significa que llegara algún mensaje o llamada- Habló mi hermana sin dejar de mirar la película.

-Deja de molestar y mira tu película- Soltó una suave risa y volteo a verme -¿Qué?-

-¿De quién esperas tanto una señal de vida?- Mantenía un sonrisa divertida.

-Isaac- Quise golpearme por lo dicho, estaba seguro que no se creería algo como eso.

-No me mientas- Su sonrisa se agrando y se acercó a mi acorralándome sobre el sofá –Dime quien es en verdad- La tenía tan cerca de mí dejándome sin escape que no sabía qué hacer y mi salvación fue el sonido de mi teléfono, ambos lo miramos y sin poder saber quién era el que llamaba Sofía me lo quita de las manos alejándose de mi para contestar -¿Diga? ¿Quién habla?-

Me levante del sofá y empecé a correr tras de ella para que me devolviera el aparato –Sofía devuélvelo- No paraba de reírse mientras seguía hablando con quien estaba de la otra línea.

-¿Quieres hablar con Alan?- Cuando la tenía acorralada contra una pared se escabullo entre mis brazos.

-Sofía vuelve acá- Estaba desesperado y en la casa solo se escuchaban nuestros gritos y las risas de ella –Sofí- No termine de hablar cuando ella me estaba devolviendo el teléfono con una gran sonrisa, su piel colorada por andar corriendo y su cabello un poco despeinado.

Tome el aparato entre mis manos mientras ella se iba, mire el nombre del contacto y suspiré aliviado.

-¿Hace cuanto no escuchaba sus gritos y risas?- Fue lo primero que escuche junto a una pequeña risa al colocarlo sobre mi oreja.

-No lo sé, hace mucho- Me recosté sobre una pared con la mano en el pecho mientras intentaba regularizar mi respiración -¿Cómo estas Gil?-

-Estoy bien, quería saber de ustedes y por lo que acaba de pasar veo que están bien­-

-Si llamas estar bien a que tus hermanos menores estén corriendo por toda la casa teniendo una estúpida pelea- Sonreí ante lo dicho –Entonces si estamos bien-

-Me gusta escucharles alegres- Vuelve a reír –¿Alan tienes algo que hacer mañana?-

-Sí, quede en juntarme con Isaac y David- Respondí un poco extrañado -¿Por qué?-

-Necesito ayuda de alguien- Comenzó a hablar en tono más bajo –Quiero darle una sorpresa a Sarah y quería saber si podías ayudarme-

Acomodándome mejor y pudiendo respirar con tranquilidad mire hacia donde se encontraba Sofía quien seguía mirando la película -¿Qué clase de ayuda necesitas?-

-Sé que es muy pronto pero estamos ya en diciembre- Suspiro –El año pasado fue un desastre nuestra cena navideña y quiero compensarle este año-

-Sabes que yo soy otro desastre en ese tipo de cosas ¿Por qué no le pides consejos a Sofía?-

-No creo que sea buena idea- Guardo silencio unos segundos –Tengo miedo de que se le suelte la lengua y le cuente algo a Sarah- Nos quedamos en silencio los dos para luego reírnos con algo de nervios.

Sofía al ser la menor siempre fue consentida por nosotros dos, era nuestra niña pequeña pero hacíamos alguna travesura quedábamos al descubierto por ella que les contaba a nuestros padre lo ocurrido y a pesar de que el tiempo paso y crecíamos esa costumbre de ella no desapareció pero no por ser mala, solo que no podía evitar ponerse nerviosa y decir todo de un solo golpe cuando se siente presionada. No es la más indicada para guardar un secreto.

-Bueno, aun no hablamos de la hora en que nos encontraremos pero si quieres les comento de que te ayudare-

-No quiero incomodarte ni hacer que canceles o retrases sus planes, puede ser otro día que estés disponible-

-¿Estás seguro?-

-Lo estoy hermanito, gracias igual por querer ayudarme ya otro día podremos reunirnos- Escuche un ruido desde el otro lado de la línea –Sarah llego, te llamo luego y pasa un buen día mañana junto a los chicos-

-Gracias cuídate y nos vemos luego, saluda a Sarah de mi parte- Escuche una afirmativa de su parte para luego el tan conocido tono de que se había cortado la llamada.

Camine hasta la sala escuchando las risas de Sofía intentando no ahogarse con la gaseosa que estaba tomando cuando mi teléfono sonó de nuevo, mi hermana bajo el volumen del televisor y me miro.

-Puede que ahora si sea quien esperabas- Sonrió mientras me guiñaba un ojo dándole como respuesta un pequeño gruñido y sin mirar quien llamaba conteste.

-¿Diga?- Mi voz sonó un poco molesta pero la causante era mi hermana que no dejaba de verme con una enorme sonrisa.

-¿Llamo en un mal momento?- Mi corazón se disparó al mismo momento que mis ojos se abrían en sorpresa, sin estar seguro de quien era despego el teléfono de mi oreja y veo el nombre del contacto “Andrew”. Mire a mi hermana quien seguía con esa misma expresión.

-No es nada, solo que mi hermana me está molestando- Intente contestar lo más tranquilo que podía. Mi hermana salto del sofá como resorte haciendo que yo retrocediera unos pasos.

-¿Alan quién es?- Pregunto conteniendo su risa.

-Nadie que te importe- Escuche la risa de Andrew del otro lado de la línea –Y tú no te rías- Le reclame haciendo que su risa aumentara.

-Vamos Alan, dices que no me importa pero te sonrojaste al contestar- Al escucharla me temí lo peor, Andrew estaba escuchando y seguro aquello no lo pasaría por alto.

Salí corriendo y subí las escaleras con Sofía pisándome los talones, llegue a mi cuarto y me encerré con llave sentándome en mi cama. Podía escuchar su voz pidiendo que le abriera pero era algo que no iba a hacer.

-Parece que ya estas a salvo de tu hermana- Comento con cierta burla.

-No sabes lo terrible que es cuando se pone así-

-No quiero ni imaginarlo- Rio un poco y note unos extraños ruidos del otro lado –Lamento llamar así, quería saber cómo estabas-

-Gracias por llamar- Todo lo conversado con Cassandra llego a mi mente y mi pecho comenzó a dolor –No puedo decir que estoy bien, aún no he visto a mi madre y puede que ello ayude en que no esté tan mal, pero aun así… Es muy complicado-

-¿Vas a decirle algo a tus padres sobre ello?-

-¿Sobre el engaño?-

-Sí, ¿vas a hablar con tu madre? ¿Vas a reclamarle? ¿Qué vas a hacer?-

-No lo sé- Suspire con pesar un mi visión estaba un poco nublada –Andrew no sé qué hacer, no perdono el que mi madre hiciera aquello, no solo destruyo una familia sino que también traiciono la confianza de mi padre-

-No hagas nada con prisa, piensa lo que vas a hacer para no decir algo de lo que puedas arrepentirte- No supe que responder y nos quedamos en un silencio donde solo se podría llegar a escuchar el intento de aguantar mis sollozos –Alan te pedí un favor, quiero que lo cumplas  aunque sea difícil de hacer- Se notaba preocupación en su voz.

-¿Qué quieres decir?- Una lágrima corría por mi mejilla.

-No llores, no me gusta ver como tu rostro se baña en lágrimas, no me gusta ya que las única veces que te ve visto llorar es por dolor, no quiero que sufras- Otro silencio se instaló entre nosotros pero esta vez no se escuchaban sollozos –Te lo dije, voy a curarte, voy a sanarte y la única forma que permitiré que llores es de que sea de felicidad-

-E-está bien- No sabía que más decir luego de aquello, todo mi cuerpo me traicionaba empezando por mi corazón que latía con fuerza seguido por mi estómago donde un cosquilleo intenso no me dejaba tranquilo y luego el calor que me estaba envolviendo.

-Andrew el tiempo de descanso acabó, te toca a ti- Escuche otra voz que no reconocía.

-Está bien, dame uno minuto- Respondió seguramente alejando el teléfono ya que se escuchó un poco distante –Alan tengo que irme, espero vernos luego-

-Andrew deja de hablar con tu pareja y muévete ya- Aquel comentario me puso aún más nervioso de lo que estaba.

-Dejen de molestar- Se escucharon unas risas y luego un suspiro de su parte –Ignórales, me tengo que ir cuídate-

-Tú también cuídate- Intente hablar con tranquilidad y al parecer funciono.

-Adiós-

La llamada se cortó y estuve un tiempo intentando calmarme debido a todas las emociones que se encontraban dentro de mí. Luego de unos minutos bajo a la sala encontrándome la película terminando y Sofía acostada en el sofá. Al percatarse de mi presencia no dudo ni un segundo en lanzarse sobre mi preguntando sobre la llamada y haciendo lo mejor que pude logre escaparme de su mirada curiosa y deseosa de saber lo que pasó.

El resto del día paso tranquilo, mientras los dos nos encontrábamos viendo un maratón de películas a las cueles si prestaba atención de vez en cuando reía por las escenas graciosas, nuestro padre llego a medidos de la tarde junto con comida China. Comimos los tres juntos en la cocina dejando la porción de mi madre.

Luego de comer mi hermana se fue debido a que tenía planes con sus amigas, mi padre se quedó en la sala mirando películas mientras yo me fui a mi cuarto a recostarme y pensar sobre las cosas. Andrew tenía razón, no podía actuar sin tener en cuenta bien las cosas además ¿Lo que dijo Cassandra es verdad? Sería tonto pensar eso ahora luego de como reaccione, por eso necesitaría hablar con ella nuevamente, tengo que estar seguro de lo que me conto, dijo que Fred investigo a nuestra madre por lo que hizo ¿Cómo sabían que era ella? ¿Cómo llegaron a la conclusión de que era mi madre quien lo hizo?

Al ver a hora recordé que aún no se había planteado una hora para reunirnos y mandando un mensaje a Isaac recibí como respuesta respondió que sería bueno vernos al medio día. Ya con ello aclarado me quede mirando el techo de mi habitación con muchas preguntas esperando poder responderlas pronto.

El día terminó y la noche llegó dejándome sin fuerza a seguir despierto y me deje llevar por la oscuridad que me libraba de los sentimientos que estaban luchando en mi pecho.

 

Ya tenía media hora de haber llegado al pequeño bar y esperaba por la llegada de mis amigos, no es que ellos estuvieran demorados la verdad es que yo había llegado antes porque de alguna manera me sentía ansioso y nervioso por poder pasar un tiempo así junto a ellos. Hace mucho que no lo hacíamos y estaba feliz por poder volver a hacerlo. Mientras esperaba pedí una gaseosa para poder tener algo en que distraerme mientras el tiempo pasaba.

No paso mucho cuando llega David sorprendiéndome que no viniera junto a Isaac pero mis dudas desaparecieron a los pocos segundos cuando me explica Isaac que le costaba encontrar estacionamiento.

-¿Le robaste el auto a tu padre?- No pude evitar reír al preguntarlo.

-¡No lo robe!- Se sienta un poco incómodo –Solo lo pedí prestado- David quien estaba a su lado sonrió un poco.

-¿Tienes mucho tiempo de estar esperándonos Alan?- Pregunta David sin dejar de sonreír.

-La verdad es que sí pero solo por que llegue un poco antes de lo acordado-

-Bueno ya que estamos los tres y seguro no comiste- Isaac me miro dando por entendido que yo no lo había hecho -¿Pedimos algo para comer?-

-Para tu información comí antes de venir- Le reclame y sonríe con burla mientras se acomodaba en su puesto.

-¿A qué hora?- Desvíe la mirada y murmure para que no escuchara –No te escucho-

-¡A las 8!- Me levante del asiento -¡Eres insoportable cuando te pones de esa manera!- El sonrío de gran manera y mire de reojo a David quien aguantaba una pequeña risa –Iré por la comida ¿Qué quieren?-

-Puedo ir contigo- Propuso Isaac pero negué con la cabeza -¿Estás seguro?- Asentí y comenzó a reír -¿Ahora eres mudo?-

-¡Deja de molestar y dime que quieres comer!- El muy idiota se estaba burlando de mi pero más allá de molestarme por ello me divertía por el momento que estábamos pasando juntos.

-Ya sabes lo que queremos, será lo mismo de siempre- Comentó David ya que Isaac no paraba de reírse.

Este bar tenía una manera distinta de atender, no había meseros que te atendieran así que debías de ir por tu comida en el mostrador y esperar a que esté lista la comida para poder retirarte. Una vez con el dinero de los chicos en mano me dirijo hasta la fila que se encuentra en el lugar.

No paso mucho para poder ser atendido en una de las cajas que se encontraban en horario de trabajo.

-Buenos días ¿Qué desea ordenar?-

-Quisiera dos hamburguesas completas, una porción de lasaña y tres gaseosas- Bien, no era algo saludable pero a nosotros nos importaba poco. Mientras disfrutáramos de la comida éramos felices y siempre tendré la duda del por qué Isaac se mantiene con el cuerpo que tiene si come de esta manera ¿Tendrá que ver con que sea el capitán del equipo? Puede que sí, luego le preguntare como debe ser.

-¿Me permite su tarjeta?- Me saco de mis pensamientos con aquella pregunta que me dejo un poco extrañado.

-¿Tarjeta? Voy a pagar en efectivo-

-Lo siento esta caja solo acepta tarjeta- Señala arriba de él donde hay un enorme cartel donde decía “Solo tarjetas”, me insulte a mí mismo por la estupidez de no fijarme en ello antes. –Dame un minuto- Se acerca a la caja vecina y luego regresa -¿Puedes pasarte a la otra caja? Él te cobrara, ya le pase todos los datos de la orden-

-Está bien, gracias- No era mi intención pero mi voz salió con fastidio, me dispuse a cambiarme de lugar.

 -Siguiente- Habló antes de que pudiera moverme y un grupo de jóvenes se acercaron impidiendo que pudiera pasar.

-Lo que faltaba- Dije con desgana llamando la atención de uno de ellos.

-¿Algún problema?- Me habló con tono de burla.

-Necesito pasar a la otra caja, si fueran amables ¿Podrían dejarme pasar?- Lo que más estaba empezando a molestarme de la situación es que tenía que mirarle un poco hacia arriba, era un poco más alto y no me gustaba la mirada que me estaba dando.

-No me mires de esa manera que no hago daño- Sonrió mientras me daba lugar para poder pasar.

-Gracias- Cada sílaba salía de mi garganta rasposa y cargadas de fastidio. Pase a su lado llegando a donde debía de estar hace unos minutos, por suerte la comida no tardo en estar lista y al terminar  de pagar y de tomar un carro que estaba a disposición de los clientes en caso de tener muchas cosas que llevar me fui hasta donde estaban los chicos.

-Tu cara dice que algo te molesta- Comento Isaac al llegar y me ayudo a colocar las cosas en la mesa.

-Problemas en la caja, cosas que quiero olvidar para estar tranquilo- Dije mientras me sentaba y miraba al lugar de donde venía. Ahí estaba el grupo de chicos pero el más llamativo era el que me hizo molestar.

No solo su altura le hacía resaltar, su corte de cabello un poco rapado de un costado y el resto algo más largo y un poco revoltoso de un color castaño llegando a lo rubio y esos ojos negros le daban un aspecto apuesto, pero su personalidad podía derrumbar todo aquello.

-Ross no deberías de cargar peso, piensa en tu brazo- Le dijo uno de sus amigos mientras le quitaba la bandeja que había agarrado.

-No me traten como un inútil- Comenzó a reír y empezaron a caminar para ir a una mesa, le seguía con la mirada, algo en él se me hacía familiar, sentía que le había visto antes pero era algo que no estaba seguro. Cruzo miradas conmigo, sonrío y me guiño el ojo.

-Ese imbécil- Dije mientras apretaba mi gaseosa con las manos.

Isaac solo se reía al entender por qué me comportaba así mientras que David intentaba ignorarnos de lo concentrado que estaba mientras comía su lasaña. Luego de comer decidimos salir por el centro comercial que se encontraba cerca y entrar en algunas tiendas a pasar el rato, para mi suerte no volvimos a encontrarnos con ese sujeto.

-Bueno creo que es hora de ir despidiéndonos- El cielo ya estaba oscuro y nos encontrábamos cerca de un parque –David no deberías de estar de noche fuera de casa y poco abrigado- Le reprendí al ver que temblaba un poco del frio.

-Alan para regañarme ya tengo a Isaac no te juntes también- Dijo apenado y haciendo un pequeño puchero, no pude evitar reír un poco.

-Dices eso pero no es como que le hicieras mucho caso a él ¿O me equivoco?- Volví a preguntarle aguantando la risa mientras el intento protestar.

-Si no le decía nada hubiera venido sin guantes y gorro- Habló Isaac recibiendo una mirada de David que decía claramente “Traidor” y causando que volviera a reír.

-Isaac cuídalo bien- Me despedí de ambos con un abrazo –Nos vemos mañana- Di media vuelta y camine en dirección a mi casa.

-¿No quieres que te lleve?- La voz de Isaac me detuvo y sin voltear le dije que no con la mano mientras me volvía a despedir dejándoles solos en aquel lugar mientras me alejaba con una gran sonrisa y una agradable sensación en mi pecho ¿Desde cuándo no pasábamos un día así?

 

POV Isaac.

-Hoy está más alegre ¿No crees?- Preguntó David mientras veíamos a Alan irse.

-Sí, se ve más alegre pero su mirada tiene alto que no logro entender- Suspiré y mire a donde estaba él y me sonrió.

-Es lindo saber que te preocupas por Alan-

-Somos amigos, es normal que me preocupe por alguien a quien quiero y aprecio- Me miro sin decir palabra alguna -¿Estas bien?-

-¿Conmigo es igual?- Su piel se tornó de un rosa suave y me miraba a los ojos buscando una respuesta.

-¿Qué si me preocupo por ti como por Alan?- Asintió sonrojándose un poco más logrando que una pequeña sonrisa se formara en mí –Se podría decir que sí- Me miro sin entender –Pero eso lo explicare luego, ahora debo llevarte a casa- Sonreí y como respuesta hizo un puchero que acelero mi corazón un poco.

Comenzamos a caminar hasta donde había dejado estacionado el auto de mi padre en completo silencio. David llevaba abrigo pero no era suficiente para el frio que hacía y de vez en cuando temblaba. Me quite mi chaqueta y se la coloque sobre los hombros.

-¿Qué haces?-

-Tienes frio así que te presto mi chaqueta-

-Pero ya estamos llegando a donde está el auto- Miro alrededor y me doy cuenta que estábamos a solo unos pasos de distancia.

-Unos pasos más unos pasos menos no hacen la diferencia contigo si hace frio- Dije para luego adelantarme y abrir la puerta del copiloto –Sera mejor que suba pronto mi señor- Hice una pequeña inclinación y escuché como David se reía.

-No seas estúpido, no hace falta que me abras la puerta- Llego hasta donde estaba sonriéndome mientras un pequeño rubor se veía en sus mejillas –Gracias de igual forma- Dicho esto sube al auto y tras cerrar la puerta voy hacia el lado del conductor para subir también.

Una vez en el auto encendí la calefacción y prendí la radio para ver que se podía escuchar de bueno en estas horas –El día de hoy me divertí mucho- Su rostro mantenía una gran sonrisa mientras se daba calor en las manos con el aire caliente que salía de las rejillas  de ventilación.

-Hace mucho que no salimos los tres juntos- Di marcha al motor y comencé a moverme por las calles de la ciudad –Ahora que Alan está más abierto y más animado podríamos salir más seguido ¿No crees?-

-Quisiera hacerlo- Dijo casi en susurro –Isaac, me preguntaba si… bueno si tú-Estaba indeciso y mirándolo de reojo se notaba su nerviosismo y como jugaba con sus manos.

-¿Qué pasa?- Baje el volumen de la radio para poder escucharle mejor.

-¿Te gustaría salir otro día los dos juntos?- Le mire por unos segundos sorprendido, su rostro se encontraba rojo y tenía los ojos cerrados, volví a mirar al frente sintiendo a mi corazón latir con fuerza.

Está sería la segunda vez que salimos de esa manera, la primera fue cuando entramos en aquel lago y había sido yo quien lo propuso, pero ahora era él quien lo hacía. No es que antes no saliéramos los dos juntos pero era diferente. Se podría decir que las anteriores veces eran más en un sentido amistoso pero estaba seguro que ahora tenían el interés romántico, estaba seguro que estas salidas eran como una cita.

-Me encantaría volver a hacerlo- Una sonrisa se dibujó en mí y mire de reojo a David quien levanto la cabeza como resorte y abrió los ojos hasta más no poder.

-¿En serio?- Pregunto con cierta ilusión, yo solo asentí como respuesta -¡Genial! ¡Gracias!- Su emoción, su sonrisa, el brillo que tenía su mirada lograron hacer que todo mi cuerpo se tensara y mi corazón casi se detuviera para luego latir con mayor intensidad.

Tuve que hacer lo imposible para calmarme y no hacer algo de lo que me podría arrepentir después, no quería volver a hacer algo sin que David quisiera, no quería que me llegara a rechazar por ello. No digo que me arrepienta de besarlo aquel día, pero de algo que si me afecta es que ese sería nuestro primer beso y David no sabe que sucedió.

Y con todo lo que ha pasado estos últimos días se me debería de dar un premio por controlar mis acciones y no lanzarme sobre él como una bestia a su presa. En estos días en los cuales tenía que hacerse controles de salud por la recaída que tuvo y de la cual me sigo culpando nos la pasamos siempre juntos, en su casa o en la mía viendo películas o haciendo trabajos para la universidad, no pasó nada entre nosotros físicamente pero sentía que me estaba acercando más a él, que me estaba introduciendo más en su corazón.

-Bueno, ya llegamos- El transcurso de la ida a la casa de David nos mantuvimos en silencio, yo metido en mis pensamientos y él en su mundo de felicidad el cual me hacía feliz a mí también ya que esa emoción era causada por nuestra cita.

-Gracias por traerme- Volteo a verme manteniendo su sonrisa –Luego hablamos de la salida- Su rostro se sonrojo un poco y bajo con rapidez del auto llevándose consigo mi abrigo.

Una vez visto que entro a su casa busque mi teléfono y le mande un simple mensaje “En el bolsillo de mi abrigo hay algo para ti, sácalo después.  Ten buenas noches, nos vemos mañana” Luego de enviar el mensaje arranque el auto y me dirigí hasta mi departamento y en medio del camino escuche como un mensaje me había llegado, al instante pensé en David y sonreí el resto del trayecto.

Al llegar al edificio guardo el auto en el estacionamiento y subo en el ascensor hasta mi piso, mientras esperaba tome mi teléfono y reviso el mensaje que llego pero para mi sorpresa no era de David.

Hijo quería saber te ti, tu padre me dijo que te presto el auto y me duele un poco que no hablaras conmigo. Pero bueno no quiero ser muy sentimental, la verdad quería saber de ti y decirte que quiero hablar algo contigo. Cuando puedas llámame, con amor mamá”

Sonreí al terminar de leer el mensaje justo a tiempo para bajar del ascensor, mi madre siempre se hacia la sufrida como una niña pequeña queriendo atención desde que decidí independizarme hace 3 años. Entre en mi departamento y camine hasta el pequeño balcón que tenía, marque el número de memoria y espere a que atendieran.

-¿Diga?-

-Mamá soy yo- Reí un poco –Ya veo cuanto te importo, ni reconociste el número telefónico- Escuche una risa del otro lado.

-Lo siento hijo es que estoy reunida con unos amigos de tu padre y conteste sin ver quien era ¿Cómo estás?-

-Estoy bien, acabo de regresar a casa-

-Oh ya veo, estabas en una cita ¿Verdad?- Pregunto con cierta picardía.

-¿Qué te hace pensar eso?- Solté una pequeña risa para luego pensar en David. Esta salida no era una cita, pero la próxima sí.

-¿No fue por ello que le pediste el auto prestado a tu padre?-

-No, hoy salí con los chicos y como hacía frio no quería que David recibiera mucho fresco- Mi madre suspiro -¿Qué ocurre?-

-Nada, es solo que- Se quedó en silencio unos segundos –Es solo que nunca nos has presentado a una chica e hijo ¡Yo quiero nietos!- Tuve que despegar de mi oreja el teléfono debido al grito que dio al decir lo último.

-Mama ya tienes nietos por medio de mi hermano, además yo soy joven todavía y no termino la carrera aun-

-Pero tu hermano vive lejos y no puedo ver a mis nietos- Suspire, cuando tocaba este tema no se detenía en horas –Y aunque no termines tu carrera puedes tener a alguien, hijo me preocupa que no tengas a nadie todavía- Iba responder pero no estaba seguro de que decir, mis padres no sabía de mi preferencia sexual y la verdad que yo tampoco la sabia hasta que conocí a David –Déjalo en manos de mamá ¿Si?-

-¿Qué cosa? Mamá no hagas nada por favor- Esto estaba tomando un camino sin retorno y sé que no quiero transitarlo.

-Tu tranquilo hijo, hablamos luego cuídate un beso­- Y sin dejarme replicar corto la llamada.

-Cuando se trata de ti madre, no puedo estar tranquilo- Suspire y mire el cielo estrellado –Tengo un mal presentimiento de todo esto-

Notas finales:

Tatan!!! Eh aca el final del cap~ ¿Que les parecio? Un amigo me hizo reir al decirme "A Isaac le costara salir del closet" xD No lo habia pensado asi pero bueh es la verdad hahaha

Quiero agradecer a quienes han leido mi fanfic a pesar de que desapareci dos veces y cada una de dos meses, aquellos que me han esperado y a Kaiku_kun por escribirme~

Nos vemos en una semana mas o menos un beso y un abrazo asi bien grande de oso xD

Bye bye~ =w=/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).