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Amistad Perdida, Amor Realizado por RozenDark

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Notas del fanfic:

Bueno aqui les traigo la continuacion de mi primer fic de Binan y espero que les guste. Es un three-shot ;)

Notas del capitulo:

Espero que les guste ;)
Los personajes de Binan son de sus respectivos autores y los demás de mi entera autoria.
y sin más que decir, les invito a leer ^3^/

 

"Oportunidades"

 

~.°.~.ღ.~.°.~

 

Llego a su departamento y al cerrar la puerta tras de sí, cayó de rodillas con el corazón hecho mil pedazos. Aun no podía creer que al que alguna vez considero su mejor amigo desde la infancia le haya hecho lo que le hizo, pero de solo recordar al doncel que acompañaba a su ahora ex-amigo todo su ser se llenaba de celos y envidia. Se levantó y fue directo a su habitación, se quedó de pie frente a su gran espejo y al verse recordó al fino doncel peli rosa.

 

—Soy horrible...soy doncel y aun así no lo parezco...no tengo comparación alguna con Gero Akoya —, susurró con dolor mientras apretaba sus puños y veía con rabia su reflejo.

 

De una manera temblorosa y hasta con miedo, toco aquel espejo y más lágrimas salieron de sus castaños ojos. Con furia se quitó aquella elegante ropa y la arrojó al suelo, solo se quedó con su bóxer gris, nada más que su triste ropa interior. Volvió a tocar el espejo y al hacerlo volvió a recordar al peli rosa; desde su brilloso y ondulado cabello rosa, hasta los hermosos y expresivos ojos azules como el cielo nocturno.

Y con eso rondando su cabeza, viro a ver su reflejo; desde su cabello lacio y largo hasta los hombros, hasta sus feos y enormes lentes de pasta, cosa que lo volvió a llenar de furia y rencor. Tiro sus feos lentes al suelo, haciendo que se rompieran en el acto, luego tomo unas tijeras y corto su cabello azul.

Después simplemente lloro. Lloro como nunca lo había hecho en su vida, a la vez que se odio. Se odio por no ser tan hermoso como el peli rosa, se odio por no ser un doncel tan fino y delicado, se odio por no haberle dicho a su ahora ex-amigo que era doncel y que era de una familia adinerada, pero al recordar las frías palabras y la manera en la que lo trataron se dio cuenta de que eso no era amor y no porque él no amara a Kusatsu Kinshiro, porque el aun amaba al peli blanco, aunque este le haya destrozado el corazón, pero Kinshiro no lo amaba y de eso se dio cuenta con aquellas palabras, al peli blanco solo le importaba la belleza y el dinero.

Se limpió el rostro y se miró al espejo con una mirada llena de decisión.

 

—Voy a olvidar que alguna vez te amé...tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero te olvidaré...te olvidaré como amigo y amor —, susurró decidido mientras finas lágrimas caían por sus blancas mejillas.

 

Por fin tomo una decisión, se iría y desaparecería de la vida del que una vez considero su amigo, se iría para olvidar aquel amargo recuerdo. Empaco todo lo que pudo, descartando las cosas que solo le recordaban a su ex-amigo y sus preciados muebles, que con tanto trabajo consiguió. Llamo a su padre, le dijo que regresaría a casa, cosa que alegro al mayor, después de todo, su bebé regresaría a casa. En cuestión de unas dos horas un lujoso auto lo esperaba en la calle, junto con un chofer y su querido padre.

Atsushi se despidió de la casera, aquella mujer que tanto apoyo le brindó durante dos años.

 

~~

 

Después de tres largas horas de viaje, llegaron a la mansión Kinugawa. Cuando entraron toda la servidumbre los saludo de manera respetuosa, pero justo antes de entrar a la sala, el mayordomo informo al señor Kinugawa sobre la visita de un tal Yufuin En, el peli azul menor no le tomo importancia alguna, ahora solo quería ir a su habitación y lanzarse a la cama a llorar y sufrir, pero justo antes de subir por las escaleras, se hizo acto de presencia el tal Yufuin En y cuando Atsushi lo vio, su corazón comenzó a latir frenéticamente, por un momento había pensado que aquel que llegó a visitar a su padre era un viejo canoso o algo parecido, pero era todo lo contrario, aquel hombre era un joven varón que no pasaba de los veinte años y su porte tan galante e imponente que era imposible no notarlo lo hizo suspirar como colegiala enamorada, se fijó en el aspecto, desde aquel cabello de un color castaño claro y largo sin llegar a tocar sus hombros hasta sus enigmáticos ojos tan azules como el cielo despejado y aquellos rasgos de aburrición le daban un toque de seriedad, se fijó mejor y se dio cuenta de que era un poco más alto que el, además de que se veía más musculoso, se sonrojo al darse cuenta de que lo estaba mirando demasiado y con una terrible pena volteo a ver hacia otro lado.

 

—Que inesperada visita En-kun —, dijo con una amable sonrisa el señor Kinugawa mientras se acercaba al castaño, el cual no dejaba de ver al peli azul menor.

—El castaño salió de sus pensamientos y fijo su mirada en el mayor —. Es que mi padre me pidió de favor que me disculpará con usted porque no podrá venir —, respondió con aire de aburrición.

—Ya veo, creo que es mejor así puesto que Takeshi no ha estado bien de salud —, hablo con preocupación, pero luego viro a ver a su hijo, el cual veía de vez en cuando al castaño, el cual veía a su hijo y sonreía levemente, cosa que le gusto —. “Nada me haría más feliz que mi hijo y el hijo de mi mejor amigo terminarán quedándose juntos” —, pensó con una sonrisa en el rostro, lo había decidido, haría que ese par se juntará —. Atsuhi, este chico es Yufuin En-kun, hijo de mi buen amigo y socio Yufuin Takeshi —, dijo en voz alta, llamando la atención de su hijo, el cual no tuvo de otra más que acercarse —. En-kun, él es mi hijo, Kinugawa Atsushi —, los presentó entre sí, con una sonrisa al ver la reacción de los jóvenes.

 

Ambos jóvenes quedaron en shock al verse de cerca, la atmósfera se sentía tranquila y silenciosa, de alguna manera sentían que nadie más que ellos estaban en la habitación, pero salieron de sus pensamientos al oír la inoportuna voz del mayor.

 

—Vamos a tomar un café mientras se conocen —, sugirió divertido.

—S...Sí —, susurraron ambos mientras seguían al mayor.

 

Esa fue la primera vez que En y Atsushi se vieron y aunque no lo sabían, esa no sería la última.

 

~~

 

Pasaron dos meses y desde la primera vez que se vieron hasta ahora, los chicos se siguieron viendo, hasta el punto de llegar a ser amigos. Se contaban cosas que pasaban en sus rutinas diarias, desde tareas, platillos que servían en la cafetería hasta las quejas que tenían sobre sus maestros.

Nadie podía separar a esos dos, tanto así que buscaban cualquier excusa para poder estar juntos, cosa que animaba y ponía alegres a los padres de ambos, los cuales ya sentían una boda para un futuro no muy lejano, al menos eso sentían las madres, porque los padres alegaban con mucha razón que ambos chicos todavía se estaban conociendo, cosa que molestaba a las madres.

 

~~

 

Paso otro mes y en ese tiempo Atsushi logró olvidar aquel dolor, por alguna razón, el estar cerca de En le alegro la vida, pero de una manera u otra, la vida siempre nos pone obstáculos que nos hacen más fuertes y eso lo supo al momento de tener que regresar a desocupar aquel departamento que le sirvió de hogar por dos largos años.

Cuando entro, vio que en el suelo había un elegante sobre blanco con adornos dorados, lo tomo con sus temblorosas manos y al abrirlo aquella tristeza y dolor regresaron, ¿cómo podría ser tan cínico?, esa fue su pregunta mental, aquella carta era nada más y nada menos que la invitación de una boda, la boda de Kusatsu Kinshiro y Gero Akoya, que cruel destino, el muy descarado se atrevió a invitarlo a su boda, aun sabiendo sus sentimientos.

Hecho una furia, rompió en mil pedazos la invitación y el la tiro a la basura, luego tomo sus pocas pertenencias y salió para no volver jamás.

 

—Te juro que ya no seremos ni conocidos, Kusatsu Kinshiro —, susurró con dolor y unas finas lágrimas resbalando por sus blancas mejillas.

 

~~

 

Otro mes y el peli azul ya no quiso saber ni del amor, ni de la amistad, ya no hablaba ni con En. Tanta era su depresión que ya ni salía, más que para asistir a la universidad, cosa que preocupaba no solo a sus propios padres, sino que también al mismo En, el cual decidió saber que ocurría con aquel doncel que lo había cautivado desde la primera vez que lo vio.

 

—Atsushi, ¿qué te ocurre?, ¿por qué ya no quieres ni verme? —, preguntó el castaño lleno de preocupación.

—Yufuin-san, no me ocurre nada, es solo que no quiero creer en la amistad, por lo tanto, ni usted ni yo somos amigos, así que por favor ya déjeme y no me vuelva a hablar —, respondió con frialdad, pero muy en el fondo quería disculparse y gritarle la razón de sus penas.

—Se sintió dolido, al parecer el peli azul no lo quería ni como amigo y eso le dolió, porque aunque hacia poco lo conoció, se había enamorado de ese hermoso doncel —. Está bien...tal vez haya sido un hipócrita, yo no quería tu amistad...yo quería tu amor, pero al parecer tu no me correspondes ni como amigo...no te preocupes, yo fui el tonto por creer que podría ganarme tu corazón —, dijo con dolor para después salir de la vida del peli azul.

—Aquellas palabras le llegaron, tanto que su corazón comenzó a latir con fuerza, quiso detener al castaño, pero este ya se había ido —. En-chan —, susurró con un nudo en la garganta.

 

~~

 

Una semana había pasado y ninguna llamada o mensajes recibidos, al parecer el castaño estaba dispuesto a cumplir su promesa y eso lo tenía completamente deprimido, había estado tan cegado por aquel dolor que le habían causado que se negaba a creer que alguien lo llegará a querer, ya sea como amigo o como pareja, pero Yufuin En se le había declarado y el cómo idiota estaba dejando ir una gran oportunidad, claro que no mentiría, el castaño le llamaba la atención de una manera llena de cariño, tanto que hasta se ponía nervioso cuando estaba a su lado.

Se levantó de su cama, lo había decidido, se daría una oportunidad para amar y ser amado, no le importaba si se humillaba al pedirle perdón al castaño, lo único que quería era darle una respuesta positiva al que con esfuerzo y dedicación lo saco de aquella fría oscuridad en la que se había encerrado. Se bañó y vistió decentemente para después salir de la habitación, los sirvientes al verlo se sorprendieron, más no dijeron nada y siguieron trabajando como si nada. Salió de su hogar y comenzó a comer lo más rápido que sus piernas le permitían, después de todo la universidad estaba cerca y ya sabía que encontraría a En allí.

Llego completamente agitado y sudoroso, pero valió la pena, porque a lo lejos estaba el castaño, se sonrojo y sintió nervios, decidido iba a acercarse, pero vio que el castaño no estaba solo, a su lado estaba un peli rosa con un peinado algo extraño y de unos expresivos ojos color avellana, por alguna razón se sintió devastado y más todavía al ver como En era abrazado por el peli rosa, sus castaños ojos se opacaron a la vez de que varias lágrimas resbalaban por sus blancas mejillas, comenzó a retroceder mientras negaba con la cabeza.

 

—No...No otra vez...otra vez siento ese dolor —, susurró con amargura. Su corazón se había roto por segunda vez. Vio que En lo llamaba y con dolor decidió no escucharlo, no quería oír cómo le decía que ya no quería amarlo. Corrió, decidió huir como todo un cobarde.

—En corría lo más rápido que podía, tenía que alcanzarlo, explicarle que Ryuu era nada más que un amigo, su kouhai y que ya tenía novio, otro de sus amigos, Naruko Io, pero para dar explicaciones primero tenía que alcanzarlo y así lo hizo, pero muy a su pesar logró alcanzarlo cuando el peli azul se tropezó y cayó de lleno al suelo —. Atsushi, ¿estás bien? —, preguntó preocupado.

—Vete —, susurró —. ¡Tu novio te espera...vete con el! —, ordenó con dolor, ya no tenía caso fingir que no dolía.

—El castaño hizo lo que creyó correcto, abrazo al peli azul como si su vida dependiera de ello —. Ryuu no es nada más que mi amigo y si llegaste a ver el abrazo, eso fue porque me estaba contando que mi otro amigo se le había declarado y que ahora eran novios —, se explicó con preocupación, temía que el peli azul no le creyera ninguna palabra.

—Atsushi solo escucho, no se resistió a aquel abrazo que en lugar de alterarlo, lo reconfortaba y tranquilizaba. Pero al escuchar aquella explicación se sintió como un verdadero idiota —. “Que idiota...yo y mis temores de no ser querido, de verdad fui un tonto” —, se recriminaba mentalmente mientras veía de reojo al castaño —. Te creo —, susurró al fin —. Pero ahora debo irme...perdón por las molestias —, se disculpó completamente apenado, pero al tratar de ponerse de pie, cayó de regreso a donde estaba con un tremendo dolor en el tobillo.

—Al ver aquello se preocupó demasiado —. Parece que te lastimaste —, dijo lo más obvio —. Supongo que tendré que llevarte yo mismo —, dijo con una sonrisa ladina mientras tomaba en sus brazos al doncel, el cual quiso objetar, pero por más negativas el castaño no lo soltó en ningún momento.

 

~~

 

Estuvo con el peli azul todo el tiempo, incluso cuando el doctor le reviso el tobillo, en todo momento le sostuvo la mano en señal de apoyo, cosa que el doncel agradeció, claro que cuando le avisaron al señor y señora Kinugawa, estos llegaron completamente alterados y preocupados. Después de recibir toda clase de indicaciones y una crema junto con varios medicamentos para el dolor, Atsushi fue dado de alta y ni aun así el castaño se separó de él, sabía que le debía una explicación del porqué de su comportamiento y claro que se la daría, ya lo había decidido, le daría una oportunidad a En para sanar su corazón y él se daría una oportunidad para amar, cosa que no sería difícil, porque de algo estaba seguro.

 

—Creo que me gusta En-chan —, susurró con un lindo sonrojo en sus mejillas y el corazón latiéndole a mil.

 

Oportunidades hay muchas, es cuestión nuestra aprovecharlas al máximo y Kinugawa Atsushi estaba dispuesto a amar y ser amado.

 

 

Continuará

Notas finales:

Espero que les haya gustado y si pueden me lo hacen saber con sus hermosos comentarios jeje
Proximo capitulo "El amor esta en el aire"
Nos leemos pronto
Chau chau (*_-)/


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