EL HOMBRE DETRÁS DE LOS LENTES.
Lo miraba fijamente ¿Realmente podía existir un hombre con semejante porte; con esa indudable educación; con esos rasgos tan finos y divinos como los de un ángel?
- Atento o te va a costar la vida si llegas a fallar - me advirtió con su rasposa voz, tan seductora y varonil (podía escucharlo hablar todo el día). Me di una patada mental al distraerme de lo que realmente era importante por estar pensando en sus hermosos y carnosos labios de durazno, mirar su atlético cuerpo, en esa tersa piel blanca ¿Qué se sentiría tocarla lentamente y sin interrupciones? ¡Diablos lo hacía de nuevo! Ese hombre mayor me costaría más que la vida. Me sobe la nuca nervioso “No Gary Eggsy Unwin, te dobla la edad, podría ser tu padre”; pero ¿Qué más daba si ese hombre podría ser mi padre? En el mejor de los casos no recuerdo ni siquiera el rostro del hombre que partió y nos dejó a mamá y a mí en una cloaca de problemas y deudas (Padre mío si estas en cualquier parte, en donde sea y me escuchas “Que te jodan”)
- ¿Te encuentras bien Eggsy? ¿Quieres ir a dormir un poco?- pregunto seriamente acercando su mano a mi frente para tomarme la temperatura.
- Harry.- carraspéate cuando lo sentí muy cerca de mí ¡Eso no era bueno! mi corazón ansioso hacia “Bum, Bum” constantemente y toda mi cara se pintó de un ruidoso carmín ¿Qué tenía; acaso era una chica de preparatoria nerviosa al estar con el chico que le gusta?
- Estas muy rojo, tu respiración es anormal y tu temperatura ni se diga; supongo que deberíamos marchar a casa.- suspire enamorado, no podía evitarlo, simplemente no podía evitar sentir todo esto que sentía. – Pediré un taxi que nos lleve a mi casa.-
Su afirmación me sorprendió y me saco de mi ensoñación juvenil – ¡N-no! No te preocupes Harry iré a quedarme en el cuarto al cual me asigno Merlin– ¡Hay idiota de mí! Esta era mi oportunidad de acercarme a Harry quizás espiarlo, verle dormir, que se yo ¡Alguna de mis estúpidas fantasías!; Pero no…. “Hola soy Eggsy y soy un idiota por dejar pasar la mejor oportunidad de toda mi vida mucho gusto realidad”
- No digas más Eggsy, me temo que debo insistir, mi casa queda más cerca, llegaremos en menos de diez minutos. Hablare con Merlín sobre esto, estoy seguro que entenderá.- y con eso dicho saco su celular para marcar por teléfono, esta vez apreté mis labios impidiéndome decir algo más si el caballero insistía ¿Quién era yo para cuestionarlo? no escuche nada de lo que decía por los estúpido nervios “Ok… corazón tranquilo si sigues latiendo de esta ridícula forma harás que me dé un paro cardiaco o peor aún… ¡Harás que Harry se dé cuenta!”
- Listo Eggsy ¿Nos vamos?- Harry me pregunto parándose en seco y alisándose su ropa. Asentí con la cabeza obediente y sonreí muy feliz por todo esto; ni en mil vidas creí que iría a la casa de Harry, es más jamás creí que el mismísimo Galahad me invitaría.
Tomamos uno de esos taxis negros muy típicos en Londres, hasta llegar a la casa de dos pisos de mi instructor. Era tan grande y hermosa que me quede embobado viendo el exterior, sus bien cuidadas flores le daban un contraste que le hacía parecer una de esas casas sacadas de uno de esos cuadros que van colgados cerca de tu comedor-
- Eggsy ¿Vas a entrar o vas a quedarte afuera viendo la entrada todo el día?- pregunto Harry altaneramente adentrándose a su hogar, levante los hombros y entre como si la casa me perteneciere.
Una vez adentro me sorprendí por todo lo que había, la casa estaba impecable completamente blanca sin una sola mota de polvo en los muebles rústicos, los cuadros acomodados y unas escaleras a lado de una puerta misteriosa que me jure mentalmente abrir cuando Harry no me viera; entonces al ver la casa en semejante estado una pregunta que jamás me había planteado vino a mi mente.
- Harry ¿Eres casado?- me escuche a mí mismo hablando lo que pensaba “Imbécil Eggsy” mientras subíamos las escaleras y me mostraba donde sería mi cuarto.
- No, jamás me vi en la imperiosa necesidad de casarme con alguien – Respondió sin ninguna expresión legible para después continuar - me considero casado con mi trabajo y mis pasatiempos no hay tiempo para nada ni nadie más.-
Un lado de mi se alegraba por la respuesta de mi anfitrión y otro lado de mi había sido herido por la palabra “nadie” - es decir que jamás te has enamorado, que tierno Harry- “Mierda, otra vez esa mala costumbre de pensar en voz alta” apreté mis ojos y me lleve la mano para pegarme en la frente con la palma mientras continuabamos caminando.
- No. La verdad ahora que lo mencionas creo que tienes razón Eggsy, no he tenido la desdicha o fortuna de enamorarme. El tiempo nunca ha sido mi aliado en esos casos. Aquí es, siéntete cómodo iré a preparar el té… ha por cierto tengo una duda sobre tu expresión de: “Tierno” por más que la analizo no veo por qué introducirla en tu oración pasada.
Sonreí mientras me sentaba en la cama – Hum… nada más; creo que eres tierno al no haberte enamorado jamás ¿Lo hiciste con alguien cuando menos? Hablo sobre el sexo ¿Lo has hecho cuando menos?- Bueno me di cuenta que pensar en voz alta algún día me costaría la vida; sin embargo y aprovechando mi buena suerte interrogaba a Harry hasta que el dijera “Hasta aquí”.
- Mi vida sexual no debería importarte en lo más mínimo Eggsy; pero para sacarte de duda te responderé que: si, lo he hecho por que el trabajo así lo ameritaba, no hay nada más importante que el trabajo y si en algún punto de él necesitaba de mis cualidades sexuales para sacar información lo hacía.
Me quede viéndolo entre asombrado y enojado me encontraba tremendamente ¡CELOSO! ¿Cómo podía decir semejante tontería como si nada? Como si su cuerpo fuese cualquier cosa, una que podía ocupar en… en el estúpido trabajo.
- Ho…. qué maravilla, ahora sé que aparte de ser un Kingsman también debo ser una vil prostituta, M-a-r-a-v-i-l-l-o-s-o, simplemente maravilloso Harry ¿Estas orgulloso de eso?- Hablaba herido, lastimado y no sabia exactamente "el porque"
- La verdad no dije que fuese algo que me llenara de orgullo pero gracias a eso continuo vivo y muchas personas más. Eggsy, a veces…. Hay que sobreponernos para un bien mayor.-
- ¡¿Es decir que si te tuvieras que acostar medio país para salvar al mundo lo harías?!- Grite furioso sabiendo que lo negaría.
- Claro que si.- contesto sin apartarme la mirada, los lentes negros lo hacían ver más hermoso y con esa respuesta no pude contenerme ni un segundo extra y me acerque lo más que pude a ese grandioso caballero.
- si tuvieras que hacerme el amor solo para salvar a alguien ¿Lo harías?-
Harry no se inmuto con mi pregunta y solo me analizo de pies a cabeza escaneándome por completo, alzo su mano para tomar mi gorra y dejarla en la cómoda más cercana, en cambio yo tome sus lentes y los avente al suelo estrellándolos en el acto.
- Ahora puedo verte mejor, anda muéstrame quien es el hombre que se oculta tras los lentes.-
- Estas delirando Eggsy, no estás pensando con cordura, estas diciendo tonterías, vuelve a la cama yo iré a preparar un té.- El hombre castaño me respondió por primera vez en su vida con cariño, se veía realmente preocupado.
- No me has respondido Harry.- Conteste aun furioso, me daba mucho coraje que le hubiera entregado a completos desconocidos su virilidad solo por trabajo ¿Acaso no tenía amor propio? ¿Acaso no entendía que le amaba como un maldito desquiciado?
- Vuelve a la cama.-
- ¡Contesta a la maldita pregunta Harry!-
- Sí. Eggsy si es por el bien de alguien más lo hare ¿Feliz?-
Se giró para salir por la puerta; entonces hice lo más estúpido que en mi vida había hecho. Lo jale con brusquedad de la manga fina de su traje y acerque mis labios a los suyos reclamando atención, atrayendo su nuca más a mi persona y profundizar mi beso…