Disclaimer: Personajes y lugares mencionados en esta historia le pertenecen a J.K. Rowling.
.:Water bubbles:.
Sábado de otoño en Hogwarts y el trío más conocido se paseaba por lo terrenos de la escuela. Podría notarse que sería un día normal, pero para el moreno de ojos verdes… talvez no.
En sentido opuesta caminaba solo Malfoy, lo que le extraño a Harry ya que siempre se topaba con él y sus compinches.
- ¿Qué andaría mal con Malfoy?- se pregunto mientras lo seguía con la mirada
- Ha estado muy callado y no te ha insultado últimamente - dijo Hermione –Ha estado muy raro, pero muy raro
- ¿Y a nosotros que nos importa? Que se vaya al infierno
- ¡Ron!
- “Herm tiene razón, algo anda mal con Malfoy ¿Me pregunto que será?” –siente un pequeño golpe en el brazo
- ¡Harry!
- ¿Qué pasa, Ron?- dijo sobándose el brazo
- Amigo te ves cansado, ¿estas bien?- dijo algo preocupado el pelirrojo
- Podrías usar el baño de prefectos, Harry- sugirió Hermione
- No es mala idea, ve y relájate- dijo Ron volviendo a golpear el brazo de Harry –Y mira a través del segundo casillero…
- ¿Y porque querría ver a través del segundo casillero?
- Por que de ahí se ve el baño de niñas… ¡AUCH! Herm eso dolió- reclamó sobándose la cabeza, ya que Hermione le aventó el libro de pociones
La contraseña es…
- Baño de burbujas
Entro tratando de no hacer mucho ruido, el lugar seguía igual a como lo conoció en cuarto año para descifrar lo que había adentro de aquel huevo dorado del torneo de los tres magos.
Se quita la ropa y los anteojos dejándolos en el suelo.
- Espero que no venga nadie- dijo mientras se metía al agua –Todo esta muy tranquilo ahora que Malfoy no nos molesta… Malfoy- se remojaba la cabeza para refrescarse- No me debería importar pero… me gustaría saber que es lo que le pasa, ya que no es normal- se oye la puerta que se esta abriendo- ¿Eh?
Y en efecto, alguien estaba abriendo la puerta. Harry maldijo en silencio, salio del agua, se cubrió de la cintura para abajo con una toalla y se escondió dentro de un casillero.
- Mierda… ¿Quién demonios viene al baño de prefectos a esta hora? Y de plano esconderme en un casillero, al menos estoy a salvo aquí adentro
- No estaría tan seguro, Potter
Se sobresalto, esa voz ya la conocía pero para su mayor sorpresa el dueño de aquella voz abrió la puerta del casillero, nada más ni nada menos que… Draco Malfoy.
-Hola Potter, que sorpresa. Sabes… no sospecharía que estabas aquí si no fuera por tu ropa tirada en el suelo, el camino de agua de la bañera a los casilleros y, que yo soy un prefecto y tu no ¿No es una maravillosa situación?
Un pequeño silencio.
- ¡Ja no lo puedo creer!- rió –“Es el otra vez, es un alivio”
Pero su risa no duro por mucho ya que la mano fría de su enemigo le tapaba la boca para después moverla hacia el cuello del moreno plantándole un beso en los labios. Harry estaba en su asombro, por un momento quiso continuar pero sabía que esto… no estaba bien.
- ¡Basta!
Reaccionó dándole un bofetada a Malfoy sin pensar que eso haría que se fuera, pero se equivoco ya que puso más graves las cosas.
- No debiste reírte de mi de esa manera, Potter- dijo el güero tocándose la mejilla que tenía la mano marcada de Harry –Ahora solo hiciste la cacería mucho más interesante
Acorralo a Harry tratándolo de besar nuevamente y tocar esa piel tan pura y desnuda, pero el moreno no se iba a dejar intimidar nuevamente.
- ¿¡Que es lo que te pasa, Malfoy!? ¡Quítame las manos de encima!- dijo luchando contra el ojigris
- ¡Con un demonio Potter, quédate quieto!
- ¡Quítate, no quiero!
Siguieron peleando hasta que ambos cayeron al agua.
- ¡Mmmfua!- Harry sacó la cabeza para tomar aire ya que la caída no le dio tiempo para eso –Malfoy ¿Dónde estas?
Diviso el cuerpo inconsciente en el fondo de la tina con un hilo de sangre saliendo la cabeza. Tenía que sacarlo no podía dejarlo morir, no dentro de la escuela, tomo aire y saco el cuerpo fuera del aire.
- “¡¿Qué debo hacer?! …l no despierta y la única forma que no he intentado es respiración de boca a boca…” -sintió pánico –Okay, no debe de ser tan difícil, ¿o si?- miro los labios que hace un rato le robo un beso –Yo debo-debo hacerlo- cerro los ojos fuertemente –“¡Debo hacerlo!”
Se acercaba lentamente a la boca del güero inconsciente, pero el que corto distancia entre ellos fue Malfoy, abrazándolo por el cuello y depositando otro beso sobre los labios del moreno dejándolo nuevamente asombrado.
Malfoy corto el beso y mirando directamente a los ojos de Harry con ¿ternura?
-“No, esto no es real”- pensó Harry –“Debo estar delirando”
- Ahora escúchame- dijo Malfoy tomando una mano de Harry con delicadeza
- ¡Suéltame!- se soltó -¡No te quiero escuchar!
- Me gustas
Harry se quedo pasmado viendo a Malfoy con cara de confundido.
- Siempre he estado detrás de ti, Potter… Desde el primer día en el que nos conocimos
Recordaba ese día, en el Callejón Diagon, cuando recién iba a entrar a Hogwarts.
- Yo siempre he tratado de tener tu atención…- continuó Malfoy poniendo una mano sobre el cuello del moreno –Pero siempre estabas tan distante…
Un sonrojo se poso sobre las mejillas del ojiverde mientras cerraba los ojos y trataba de alejarse –“¿Qué esta pasando?”
- No escapes, Potter…- dijo Malfoy empezando a besar el cuello de Harry –Déjame demostrarte…
- “Mi cuerpo no me esta obedeciendo”- pensó Harry con los ojos aun cerrados cuando Malfoy terminó con su cuello y empezó a lamerle la barbilla
- Mucho tiempo he esperado por este momento- dijo el güero acercándose por tercera vez a los labios del ojiverde –Mucho tiempo…
El heredero de los Malfoy se deshizo de la camiseta mojada para dejar a descubierto su pecho, se subió encima de Harry sin dejar de besarlo pero este estaba poniendo resistencia.
- De-déjame…
No lo escucho, lo siguió besando, sus manos acariciaban cara rincón de la piel morena provocando que un escalofrió de miedo recorriese cada centímetro del cuerpo del ojiverde.
-Por-por favor... te necesito...- eran las únicas palabras que consiguió decir el rubio
Simplemente no entendía lo que pasaba, estando tan cerca, Harry estaba asustado y quería irse de ahí. Abrió los ojos para encontrarse con otros de color gris y por fin entendió que también lo necesitaba. Dio una cálida sonrisa dando a entender que podía continuar.
Bajo una mano hasta el sexo del moreno he introdujo un dedo despacio en pequeño rincón oscuro del cuerpo del otro.
Al primer toque se sobresalto. …l lo deseaba más que nada en el mundo. Y lo quería sentir dentro de el en toda su plenitud. Entonces miro a esas dos orbitas verdes que poseía. Eran únicas. Solo logro asentir como reconocimiento a que continuase. El otro solo pudo sonreír para continuar con satisfacción su trabajo.
Termino de introducir su dedo para comenzar hacer movimientos circulares para provocar la dilatación tan deseada, que ahora ocupaba solo su mente. Lo introdujo más adentro buscando de este modo encontrar el rincón del éxtasis. Y lo logro. Rozó la próstata haciendo que el otro gimiese de puro placer debajo de él.
Introdujo otro dedo, continuando con los movimientos circulares. El ángel dorado se contorsionaba debajo de él. Gemidos salían de su roja e hinchada boca por los apasionados besos.
No dudo un segundo y se introdujo poco a poco en el asta estar por completo en su interior. Sus movimientos cesaron esperando que su amante se acostumbrase a la intrusión. Después de unos segundos empezó hacer movimientos suaves y sensuales produciendo que una oleada de placer les invadiesen a ambos. Se recostó sobre su compañero de pasión, poniendo los brazos estirados sobre el, pero continuando las embestidas. Quería ver ese hermoso rostro mientras hacían el amor, ver sus ojos grises llenos de lujuria, pasión y placer todo junto.
Sus movimientos se iban acelerando llegando a ser rápidas y precisas tocando ese punto oculto dentro del rubio. Ahora su amado solo podía agarrarse a su espalda, clavándole las uñas, mientras gritaba de pasión. Sintió como su cuerpo se convulsionaba derramándose dentro de su "supuesto" Némesis.
Los ojos grises se cerraron, mientras gritaba de placer, derramándose entre los dos. Sus brazos no pudieron sostenerlo por más tiempo y se dejo caer suavemente encima de su amado.
- Harry… Harry… ¡Despierta Harry!- le aventó una almohada
Se levantó ya no estaba en el baño de prefectos, estaba en el dormitorio y vio que el que le aventó la almohada fue Ron.
- Si no te apuras vamos a legar tarde- dijo el pelirrojo poniéndose la capa –Te espero abajo
Los tres caminaban hacia el gran comedor hablando sobre las clases del día de hoy, pero Harry no prestaba atención solo pensaba muy serio.
- “Un sueño… pero fue tan real…” ¡Ouch!
- Harry ¿estas bien?
-Mira por donde caminas, Potter- era Malfoy, como siempre molestando –Usas esos lentes tan delgados y aun así no ves por donde vas
- Ah… yo solo…
- No digas tonterías y quítate del camino- siguió su camino –En el mismo lugar a la misma hora te estaré esperando esta noche- le susurro al oído para seguir su camino
- Ese Malfoy, es un estúpido- dijo Ron mientras lo seguía con la mirada
- ¿Qué es lo que te dijo Harry?- pregunto Hermione
- Em… nada- dijo sonriendo, su actitud cambio por completo
Sus amigos solo lo miraron perplejos.
- Oye Ron, ¿crees que pueda volver a usar el baño de prefectos esta noche?
- Lo encontraste genial, ¿verdad?
- Pero Harry, ¡tú no eres un prefecto!