Tal como tenían batallas épicas, los vengadores también tenían fiestas épicas (todas llevadas a cabo en la gran y lujosa torre Stark) la de esa noche, por propuesta de Tony, era de disfraces. Ante la noticia de la temática, esa misma tarde el escuadrón había ido a comprar los trajes que lucían en este momento. Como en toda fiesta de Stark había millones de invitados, incluso estaban el Dios del trueno con su hermano, quien no venía causando problemas últimamente. Thor se había disfrazado de hombre lobo y Loki era un conde. Tony era un vampiro. Steve no entendió muy bien la idea así que simplemente se puso su viejo traje de soldado. La viuda negra era una gatita. Visión había recopilado información y con ayuda de las chicas había elegido ser un diablo (bastante favorecido por su tono de piel). Todos ellos, junto con mas de la mitad de los invitados ya se encontraban en la torre bailando y bebiendo. De camino allí iban los hermanos Maximoff mientras se veían inmersos en una especie de conversación-discusión.
- ¿Tenía que ser de enfermera? ¿No había uno de doctora? Ese al menos tiene bata- Se quejaba el mayor de los hermanos por la elección del traje de su hermanita.
-Sí, había. Pero quería uno de enfermera ?Algún problema con eso? No contestes- Amenazó Wanda cuando vio que el otro iba a objetar que sí, que tenía muchos problemas con el disfraz que ella llevaba- Ya deja de ser tan malditamente sobre protector. Puedo cuidarme sola. Sobreviví a Ultrón, puedo con cualquiera que se me acerque.
-Pero al menos hubieses elegido uno que te tapara un poco más, o no sea tan de película porno- Seguía reprochando Pietro.
-Oh, vamos estamos en el 2015, sea de lo que sea que me disfrace hubiese quedado de película porno- Refutó- Además mira quien habla de cubrirse- añadió haciendo alusión al traje de pirata que tenía el platinado. Este consistía en unos pantalones medio roídos con un par de telas colgando, el torso descubierto, un par de collares raros colgados y un sombrero.- Solo porque tu quieras provocar a alguien en específico no cambia el hecho de que tu traje sea tanto o más revelador que el mio.
-¿De qué hablas? Yo no busco provocar a nadie- Comento desconcertado el de ojos color mar.
-Vamos Pietro, es más que obvio que quieres llamar la atención del arquero-
-¿Del viejo? ¿Estás loca?- Sentía como un leve rubor teñía sus mejillas, su hermana no estaba tan errada como el creía. ¿Tan obvio había sido? Le gustaba Barton y mucho, pero pensó que había sido bueno ocultándolo. Además ¿provocarlo? ¿Cómo? si el viejo lo seguía viendo como un niño, aunque admitía que se había disfrazado así para demostrarle que de niño el ya no tenía nada. Pero no buscaba provocarlo, más que nada porque no creía que fuese a tener oportunidad de hacerlo, Barton era inmutable.
-No intentes disimularlo, veo como lo miras, y el rubor de tus mejillas me lo confirman. Soy tu gemela, se como te sientes. De todos modos no te preocupes, soy la única que lo notó-
-De acuerdo, me atrapaste. Me gusta, pero no busco provocarlo, no funcionaría nunca, es de Ojo de Halcón de quien hablamos.- Dijo con aire resignado.
-También he visto como él te mira, aunque no lo creas lo hace, y no de una manera inocente. Lo provocas aunque no lo busques, imagínate que pasaría si lo buscaras.
-¿Me estas alentando a que lo intente?- Preguntó atónito ¿Su hermana lo aprobaba e incluso o incentivaba?
-Pues claro. Me muero por ver como el frío y calculador Clint Barton sucumbe ante lo que siente sin poder evitarlo- La sonrisa de la bruja fue tan atemorizante que a Pietro le dio escalofríos-Aparte amo ver relaciones homosexuales y toda mujer sueña con tener su amigo gay, no tengo amigos hombres por lo que eres lo mas cercano a eso- agregó como si nada.
-¿Qué clase de mente retorcida tienes?-
-Una muy parecida a la tuya, ¿o se te olvida que somos gemelos? Bueno, llegamos, solo inténtalo, no seas cobarde. No pierdes nada.- Dijo abriendo la puerta principal. Una gran cantidad de personas se giraron a verlos y varios se arrepintieron de hacerlo cuando la mirada del mayor amenazaba con asesinar lentamente al que se atreviese a mirar a su hermanita.