-¡Yah! Sehun, cállate -Refunfuñó enfadado Kai mientras intentaba finalizar la tarea de química-.
-Es que no lo entiendes, ¡Habían muchos dulces! Chupaletas, gusanitos de gelatina, confites frutales, bolitas de chocolate suizo, chupetines de sandía e incluso había gomitas de zanahoria... -Comentaba entusiasmado Sehun mientras que sentía una pequeña hilera de baba aparecer por el costado de su boca- ¿Cómo es que no lo vi antes? ¡Es el paraíso, Jongin! -El adverso bufó-.
-Yo me llamo Kai -Musitó dejando la pluma a un lado y mirando apocalípticamente a Sehun-.
-Te diré Kai hyung si me prestas dinero para ir a la tienda de dulces -Respondió ladeando su cabeza a un costado, en un intento de verse lindo y causar lastima-.
Kai, o Jongin, como sea que Sehun lo considere, tenía en claro su puesto como mejor amigo de este y más que claro era que si no le daba dinero para que comprara sus dulces nada lo callaría.
El problema es que, y como sucede en la mayoría de los casos, si Jongin le llegase a prestar dinero a Sehun tendría que olvidarse de la devolución de este, porque si algo no le daba buena fama a Sehun era que siempre debía. Y si es lo que piensan, no, él ni siquiera intentaba pagarle de a poco, simplemente eliminaba de su mente el momento en que Kai le entregaba el dinero.
Siquiera tocaba el tema luego y por más que el de piel trigueña le recordara una y otra vez que le debía dinero, Sehun no se preocupaba en lo más mínimo. La excusa siempre era la misma.
'¡Yah! Soy tu mejor amigo, se supone que no deberías pedírmelo'.
Pero ahí estaba en esa situación nuevamente, Sehun chillando desquiciadamente sobre la tienda que había descubierto esta mañana al tomar otros atajos hacia la escuela y solo una manera de solucionar la situación escondida en la billetera dentro de su mochila.
-¡Gracias Kai hyung! ¡Gracias! ¡Gracias! -Apenas recibió el dinero Sehun empezó a abrazar consecutivas veces a Jongin como si de un peluche de nailon se tratara mientras que por su parte, el contrario solo podía maldecirse por dentro por hacerse amigo de la criatura más glotona del universo-.
Al finalizar las clases Sehun despidió a Kai quien acompañado de Kyungsoo (su novio) se dirigía hasta el parque de diversiones como una cita programada en los recesos.
Entonces fue cuando el rubio no dudó en salir corriendo a donde el paraíso, como había nombrado a la tienda de dulces que encontró esa misma mañana, solo que esta vez, llevaba sus manos plagadas de billetes.
Sus pies solo pararon en cuanto entró a la tienda que adornaba sus vidrieras de dorado y rosa mostrando en ella tantas cantidades de caramelos, paletas, chocolates que pudo sentir a su estómago dolerle incluso de solo mirar la magnitud de azucares que tenían dentro aquellos dulces.
-¿Puedo ayudarle en algo? -La voz que había oído se encontraba justamente detrás de si, por lo que no hubo manera de que evitara asustarse con ella y respondiera con un chirrido de nena-.
Aquel ser que vio al voltearse jamás podría compararse al rostro de un ser humano, era un ángel.
El castaño de sus hebras caía en un flequillo hacia su costado izquierdo básicamente dándole un aspecto juvenil y fresco, su nariz, respingada y fina como era daba trazos delicados en su rostro tal como aquellos rojos belfos que se lucían en una bonita sonrisa. ¡Oh! Ni siquiera tenía palabras para describir lo increíblemente hermosos que eran sus ojos oscuros con pestañas desplegadas en todo su esplendor.
Diablos, Sehun no sabía si el dinero le alcanzaría para comprar a aquel chico.
-U-Uh, y-yo solo...-Tartamudeó Sehun sintiendo sus mejillas arder levemente- Q-quería dulces.
-Viniste al lugar correcto -Siseó el adverso, Sehun pudo notar cierto tono irónico en sus palabras- ¿Quieres ver algunos? -Sehun asintió casi de inmediato con su boca entre abierta, mientras que al parecer, el encargado de la tienda lo guiaba hacia la sección de muestras- Tenemos chocolates confitados de gomitas de gelatina, paletas frutales, caramelos de café por si te gusta lo amargo... -Ofrecía este mostrándole las distintas secciones de la dulcería con orgullo- Mira -Sehun fijo de inmediato su vista donde apuntaba el dedo índice del castaño- Estas son muestras gratis, por lo que puedes probarlos sin compromisos, elige la que quieras -Indicó esta vez con su cabeza-.
Sehun dudó unos segundos eligiendo con la mirada, pero aquella piedra ovalada color dorado había llamado su atención aunque parecía estar siendo opacada por el resto que se envolvían en colores arcoíris. Apenas la eligió desenvolvió su envoltura plástica.
-Ese es un caramelo francés de miel, chocolate y menta -Musitó el castaño una vez más- Simboliza dicha, orgullo y amor depende de cómo tu lengua lo saboree, definitivamente, una buena elección.
El rubio se sorprendía cada vez más, además de tener el aspecto de un ángel, su vocabulario estaba especialmente compuesto de un manual de caramelos, no podía existir un hombre tan agraciado como él, no podía.
Fue cuando introdujo el caramelo en su boca cuando sintió una explosión de sabores en la lengua, sin duda el sabor a miel opacó al chocolate y la menta, sin embargo estos no se quedaban atrás, se sentían a pesar que el de miel resaltaba entre ellas. Era delicioso, y sin duda significaba amor para su paladar.
-También, es uno de los favoritos de la comunidad inglesa, ya que pueden acompañarse perfectamente con un té de manzanilla. -Continuó explicando el castaño- No tengo exactamente el conocimiento de que en qué año se popularizaron en Corea. Pero fue un largo periodo, era una innovación mezclar menta en un dulce de ese tipo -Hizo una pequeña pausa- También los tenemos en venta aquí, una bolsa de ellos serian 3975 wons.
-Quiero dos bolsas de esas y uhhhh... -Quedó un momento pensativo hasta recordar aquel dulce que le había llamado la atención en el aparador- ¿Unas gomitas rellenas de chocolate? Creo que están en el aparador -Apuntó con su dedo índice la vidriera con su mirada aun puesta en el otro-.
-Si, por supuesto -Afirmó el adverso, caminando hacia el aparador en busca de lo que pensaba que se refería el rubio- Tal como lo has dicho, son gomitas, sin embargo. Están rellenos de dulce de leche, ¿Lo conoces? -Sehun negó inmediatamente con la cabeza, siguiéndole- El dulce de leche es un dulce tradicional de América Latina y que corresponde a una variante caramelizada de la leche.
-¿Sabe bien? -Murmuró el rubio inclinando su cabeza hacia donde el encargado sostenía el paquete, el castaño sonrió de lado-.
-Eso tendrás que comprobarlo tu; Lamentablemente no tenemos estos en sección de muestras gratis -Siseó el encargado frunciendo sus cejas como si hubiera dicho algo muy malo-.
-¿Cuánto cuestan? -Murmuró Sehun-.
-3180 wons -Respondió el otro ahora yendo hacia la caja con dos paquetes de caramelos franceses de miel, chocolate y menta mas una bolsita extra que llevaba las gomitas rellenas de dulce de leche- ¿Algo más que le haya llamado la atención? -Indagó-.
Usted.
-No -Negó Sehun sacando el dinero que le había dado Jongin hace como tres horas-.
-En total serian 11130 wons -Siseó el castaño, a lo que Sehun entregó los billetes finalizando la compra- Muchas gracias por su compra, vuelva pronto -Despidió el otro extendiendo los paquetes-.
Sehun estaba a punto de irse cuando volteo de la nada al oír la voz del castaño.
-Una cosa mas -Había dicho el castaño- Mi nombre es Luhan -Dijo sonriente-.
-Soy Sehun.
-Adiós Sehun.
-Adiós Luhan.