En un departamento del lado oeste de la ciudad de México se encontraba un hombre en su sala ingiriendo cocaína sin control y sin ninguna compañía. De pronto a espaldas del hombre drogado aparece en el suelo una sombra que emanaba humo negro que poco a poco formaba a un humanoide cubierto con una túnica negra. Al terminar de materializarse abrió sus manos huesudas e hizo aparecer una hoz en su mano derecha, de pronto al frente del sujeto aparece una luz blanca que inundo la sala que poco a poco se materializó, mostrando a un hombre de por lo menos 25 años vestido con pantalón, zapatos y camisa completamente blancos, en su espalda se podía notar un par de alas blancas inmóviles.
-Alto no lo hagas- le súplica el ángel al dios de la muerte.
-No te entrometas-le contesta el dios de la muerte con una voz profunda y lúgubre-este es su destino, no hay solución.
-¿Qué dices? Claro que la hay, él tiene una larga vida por delante.
-No-contestó moviendo su hoz fingiendo una ataque hacia el sujeto quien pareció sentir aquel ataque inexistente, empezando a retorcerse y por fin con los ojos en blanco cayó muerto en el sofá.
El ángel solo gruñó ante la acción para después acercarse al dios de la muerte, al acercarse las manos de la muerte comenzaron a transformarse en manos humanas.
-Tantos años...-dijo la muerte observando sus manos haciendo desaparecer su hoz, su voz ya no era lúgubre.
-Y aún te sigues viendo igual- el ángel completo la frase acercándose Y quitándole la capucha al otro mostró a un hombre de por lo menos 24 años de edad.
-Él te convirtió en esto, bajas al inframundo hasta que llega el momento de reclamar un alma mortal, mientras yo solo veo como las cosechas sin ningún tacto, olvidándome-dijo el ángel entristecido.
-Eso no es verdad yo siempre pienso en ti.
El ángel al escuchar eso de su amado lo besa con cariño y poco a poco se convierte en un beso lleno de deseo, anhelo y lujuria.
-Hace tanto-comentó el ángel al separarse por la falta de aire.Al recuperarse, continuó besando al dios de la muerte dejando su boca y encaminándose al su cuello sin despegar su boca, a este tacto el dios solo gemía.
-Yo... creo que… -decía el dios tratando de separar al ángel de su cuello.
-Ah no, no escaparás... tranquilo te haré sentir muy bien-dijo el ángel con una mirada pícara y comenzando a empujarlo al suelo colocándose encima de él.
Ya en el suelo comenzó a quitarle la túnica, con esta le sostuvo las manos para que no escapara. Debajo de esa túnica antigua se podía ver el cuerpo esbelto que llevaba una camiseta gris de botones y un pantalón de mezclilla algo gastado.
El ángelcomenzó a acariciarlo mientras lo besaba en el cuello, al ya no tener nada más que acariciar por encima de su ropa introdujo sumano en la camisa de la muerte sintiendo su abdomen tan suave, tentando a aquel impuro cuerpo, aquel cuerpo que lo tenía loco y deseoso, aquel cuerpo que le provocaba lujuria y le invitaba a pecar. Así poco a poco desabrochó su camisa dándolepaso a probar más de aquel cuerpo prohibido, haciendo un camino de su cuello a su pecho comenzando a lamer uno de sus pezones mientras que atendía con su mano al otro, así le daba pequeñas mordidas, chupadas y lamidas a cada uno de eso pequeños y rosados botones, así fue bajando hasta llegar asus pantalones dándole un mordisco a su miembro uno suave y no tan brusco, con ayuda de sus dientes desabrochó el pantalón de la muerte el cual solo gemía.
-Espera.... no...no debemos-trataba de articular sus palabras.
-Sabes también te deseo, y siempre lo he hecho ya no puedo detenerme, además ya estás tan duro-dice el ángel para darle otra suave mordida a ese bulto duro haciendo gemir al dios de la muerte.
Así el ángel continuóquitándole la ropa y por fin dejándolo completamente desnudo, viendo desde su posición la imagen más provocadora que jamás se imaginó,saboreando en su mente lo que se comería, volvió asu tarea de lamer chupar y morder pero esta vez se iría contra el miembro de dios dando pequeñas lamidas de arriba a abajo y llevándoselo todo a la boca.
-Ah...ah...aaahhh…mmm- gemía la muerte por tanto placer, aprovechando la distracción de esta el ángel moja sus dedos y al mismo tiempo que introduce el miembro del contrario en su boca, introduce un dedo en laentrada del dios. Este al sentirlo se remueve incómodo pero al ser atendido por la boca del ángel no le pone mucha atención y se concentra en el placer que siente más que en la incomodidad.Al estar tan distraído el ángel aprovecha e introduce el segundo dedo dándole pequeñas estocadas y haciendo círculos para prepararlo; al ya escuchar solo gemidos introduce un tercero con cuidado abriendo y cerrando la entrada, para este paso el dios ya estaba muy impaciente.
-Por favor... ah... hazlo ya... no puedo más... ah... ah…rápido- decía el dios muy impaciente.
-Con gusto, pero necesitaré que me ayudes a lubricarme antes, no quiero lastimarte -le dice el ángel sonriéndole con cariño.
A esto el dios no lo piensa mucho y comienza a lubricar el miembro del ángel hasta por fin tenerlo muy resbaladizo.
-Muy bien, ahora necesito que te relajes-le daba las indicaciones el ángel mientras lo recostaba en el suelo-solo tranquilízate-y comenzó a introducirse dentro del dios.Esperó lo suficiente y comenzó con ese baile que ambos anhelaban, en poco tiempo ambos llegaron asu clímax, donde el dios derramo todo en sus vientres y el ángel dentro de él y así terminando ese pecado que ambos pagarían por el resto de sus vidas inmortales.
-Pobre hombre-comentó de la nada el ángel ya vestido, sentado en el suelo y viendo hacia el respaldo del sillón donde se podía divisar solo la cabeza de aquel hombre desafortunado.
-No tienes por qué preocuparte de un alma como esa-pronunció la muerte mientras se ponía su camisa y ya con el resto de la ropa ya puesta excepto la túnica.
-Pero a muerto tan joven,¿por qué lo has hecho?-preguntó muy serio el ángel.
-Creo que no lo has visto bien… ese hombre no murió por mí.
-A que te refieres si yo vi cu…
-Ese hombre ingería drogas en el momento en el que llegue, él consumía no solamente un tipo de droga si no una composición de varias, y no era solo un poco, el murió por una sobredosis de estas…-paró un momento y dio un gran suspiro- él no tenía un destino largo escrito, su destino llegaba hasta aquí.
El ángel no contestó, solo volteó y observó como la muerte se terminaba de colocar la túnica y se ponía de pie, así alejándose del ángel volviendo a convertirse en ese tétrico esqueleto.El ángel imitó la acción del dios de la muerte y poco a poco ambos fueron desapareciendo. El dios de la muerte volviendo al inframundo y el ángel a su paraíso, y así separándose sin decir adiós, no podían no querían solo se vieron y desaparecieron de aquel departamento que ahora solo lo habitaba un cadáver.
Fin