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Heartless (Daeri) por Aleliela

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 Suspiro por enésima vez, que más podía hacer dadas las circunstancias, cerró los ojos nuevamente e intento imaginar cualquier cosa que le hiciera sentir mejor de lo que se sentía en ese instante, sin embargo, nada parecía ayudarlo, por el contrario, parecía que su cabeza disfrutaba recordarle que se encontraba solo

 

¿Cómo llegue aquí?

 

Aquella pregunta azotaba su mente constantemente, ya era un mantra que se repetía una y otra vez, y aunque conocía bien quien habia sido el responsable, aun no comprendía el por qué se habia dejado influenciar tan fácilmente por esa persona

 

¿Tan desesperado me encontraba?

 

Le era imposible dejar de pensar en el pasado, admita que ahora las cosas eran diferentes y que habia cierto cambio en su personalidad, más aun no podía decidir si eso era bueno o malo, de hecho, estaba completamente seguro de que no podía confiar en su propio juicio para descubrirse a sí mismo

 

Abrió los ojos y diviso la misma escena que llevaba viendo por tres horas, nada cambiaba, todo permanecía igual, pero el no, el ya no podía ser igual que antes, se transformó en algo en lo que no esperaba y no sabía cómo controlarlo, se mordió el labio inferior y volvió a soltar otro suspiro

 

Pensaba tontamente que con cada suspiro que salía de sus labios su vida se apagaba poco a poco, por supuesto que era imposible, sin embargo, ¿qué tenía de malo imaginar que era así?, y fue por eso, que después de estar horas sumido en silencio, sus oídos percibieron una débil risa que provenía de su garganta

 

Me odio

 

La cuestión era sencilla, no habia a nadie a quien engañar, no se toleraba, cada cosa que decia y hacia le causaban repulsión, el solo seguir vivo un día más le provocaba un tremendo deseo de aventarse del balcón de su departamento y cada mañana se encontraba ahí, observando a la gente y a los carros pesar, y al final, nunca lograba dar ese paso

 

Él lo hacia

 

Sus labios se volvieron a enderezar ante el pensamiento de aquel hombre, ¿Por qué diablos tuvo que caer en las garras de alguien como él? ¿Cómo es que no pudo ver en realidad la clase de persona con la que se estaba involucrando? ¿Por qué se negó a reconocer la verdad en las advertencias de sus amigos? ¿Por qué se habia puesto una venda en los ojos?

 

Sus labios volvieron a tensarse en una línea recta al recordar a ese hombre, aun se lamentaba por haber caído en las garras de un sujeto sin valores como el, aun se culpaba por haber ignorado las advertencias que le daban sus amigos cuando aún estaba a tiempo de alejarse de él y, sobre todo, se avergonzaba de lo débil que era

 

Su fachada era demasiado perfecta, tan perfecta que debí sospechar que algo andaba mal, y aun así, no lo hice, me deje llevar estúpidamente por sus encantos

 

Sus ojos se posaron en las manecillas del reloj que continuaban avanzando lentamente, y cada minuto que pasaba, activaba una alarma en su cerebro que le decia que estaba perdiendo tiempo valioso en borrar toda evidencia que pudiera delatar que habia sido él quien habia cometido el asesinato

 

Se mordió el labio inferior cuando su mirada recayó nuevamente sobre el cadáver, la sangre que emanaba del cuerpo cubría casi por completo la alfombra de la sala, tendría que deshacer de ella también,

 

Inconscientemente se mordió el labio inferior cuando su mirada recayó nuevamente sobre el cadáver de aquel hombre que habia significado tanto para él, y a la vez, el cual le habia dejado completamente drenado y aislado de todas las personas que lo amaban, sin embargo, no se arrepentía de haberlo matado, por el contrario, el regocijo era el único sentimiento positivo que se alzaba entre los negativos

 

Se lo tenía bien merecido…

 

Y aunque fuera cierto, no es como si le fueran a entregar un premio por haberlo matado, por lo que, dándose palmadas en ambas mejillas, se puso de pie y con cuidado rodeo el cuerpo en dirección a la cocina, sabía muy bien lo que haría, de uno de los cajones tomo una cajita de cerillos y la guardo en el bolsillo de su pantalón

 

Tal vez no sea lo más inteligente, pero bastara…

 

Corrió hacia el sótano, ahí habían dejado el combustible para la leña de la chimenea, y por primera vez agradecía que el mayor le hubiera convencido para comprar una casa a las afueras de la ciudad, sin ningún vecino que pudiera avisar con tiempo a los bomberos y a la policía antes de que la evidencia fuera destruida por completo, regreso de nuevo a la sala y observo de reojo el cuerpo, mordiéndose el labio inferior se obligó a mover las piernas de manera lenta haciendo que el líquido de los galones se derramara por el piso esporádicamente

 

Siempre habia sido un hombre torpe, por lo que no era raro en el que derramada líquidos mientras caminaba, dejo las lasta a un lado de la chimenea y después volvió a la cocina, observo detenidamente todo, tenía que encontrar algo que pudiera prenderse con facilidad, pero a la vez pareciera accidental

 

Piensa Seungri, piensa…

 

Alcanzo a oír el timbre de su celular, desesperado se pasó las manos por el cabello, tenía que responder, sino lo hacía sería demasiado sospechoso, ya que él se la vivía pegado al celular y era raro que no respondiera, pero a la vez, si lo hacía, su voz no podía ocultar la ansiedad que lo estaba carcomiendo por no poder terminar rápido el trabajo, y el que la persona al otro lado de la línea no paraba de insistir, no ayudaba en nada a su estrés

 

En lo que decidía miro al piso y cayó en cuenta de que sus zapatos y pantalón estaban llenos de sangre, corrió hacia el segundo piso, se deshizo de sus prendas rápidamente, por si las moscas también se quitó la camiseta, suspiro amargamente al divisar su figura en el espejo de cuerpo entero que se encontraba pegado a la puerta del closet

 

He perdido mucho peso, mis huesos son tan notorios….

 

Nuevamente se escuchó el timbre de su celular, lo busco dentro del bolsillo del pantalón que se habia quitado, después tomo la ropa sucia, la hizo bolita y la coloco debajo de su axila, bajo lentamente las escaleras y después giro hacia el cuarto de lavado, arrojo la ropa hacia la lavadora junto con mucho detergente y luego prendió la maquina

 

-          ¿Qué sucede, hyung? – no tenía que haber visto el nombre en la pantalla para saber quién era el que le llamaba

 

-          Esa debería ser mi pregunta, Seungri – era evidente que su hyung estaba preocupado, al parecer su tono lo habia delatado - ¿Todo está bien? ¿Quieres que vaya para allá?

 

-          No es necesario – se obligó a sonar tranquilo, aunque le estaba costando – No es buena idea, hyung…. ya sabes…. No le gusta que vengas….

 

Durante un minuto, que le pareció eterno, Seungri solo escuchaba la respiración de su hyung, cerró los ojos al tiempo en que negaba con la cabeza, abrió la boca y estuvo a punto de decir algo cuando el otro le gano, solo le recordó que contaba con su apoyo para lo que fuera y que si necesitaba algo no dudara en llamarlo, cuando el menor asintió, el mayor dio por terminada la conversación y colgó

 

Una vez libre de las distracciones, Seungri fue al refrigerador, saco algunas verduras y las coloco en la mesa, tomo un cuchillo de uno de los cajones y la tabla para picar, coloco los vegetales sobre la superficie de plástico antes de cortarlos uno a uno, al terminar regreso de nuevo al refrigerador y tomo un corte de carne que habia dejado preparado en jugo la noche anterior, fue hacia la alacena y saco un sartén en el cual coloco un par de gotas de aceite antes de prender el fuego al máximo y colocarlo sobre la flama

 

Permaneció quieto unos segundos antes de soltarse riendo, las lágrimas rodaban por su mejillas, aquello era demasiado cómico, en el cuarto continuo se encontraba un cadáver y él estaba preparando la cena, como la risa no paraba, se mordió el labio inferior y dejo caer la carne en el sartén, vio algunas chispas saltar ante el contacto

 

Asintió con la cabeza, satisfecho de lo que habia conseguido, con una leve sonrisa en sus labios camino hacia la sala en donde le dedico una última mirada a aquel hombre que jamás volvería a lastimarlo, lentamente salió de la casa y camino hacia el carro, subió en él y marcho rumbo a la ciudad para tener una cuartada creíble cuando le interrogaran después de reportar el incendio

 

Todo saldrá, bien, Seungri, todo saldrá perfecto….

 

Realmente eso esperaba porque si las cosas no salían bien, entonces solo Dios sabía que iba a pasar con él, y no es que le diera miedo ir a la cárcel, más bien, temía que sus padres, hermanos y su hyung se enteran de lo que habia hecho, no creía ser capaz de resistir la decepción que le mostrarían sus ojos

 

El estar ensimismado en sus pensamientos habia hecho que el camino se le hiciera corto, mientras recorría las calles con su camioneta mucha gente le saludaba, el respondía el gesto con una sonrisa en sus labios, el que el pueblo fuera pequeño y el que solo existirán cinco casas a las afueras, hacia verdaderamente sencillo que todos se conocieran, algo que podía ser tanto beneficioso o perjudicial, dependiendo de la situación

 

Todos sabían que Young Bae era un bastardo que abusaba física y psicológicamente de Seungri, sin embargo, ninguno trataba de ayudarle a salir de esa relación, la única vez que lo hicieron, fue inútil, ya que Seungri habia negado que su novio le pegara, a pesar de que era evidente que era mentira puesto que su cuerpo tenia moretones recientes, más al no aceptarlo, no se podía hacer nada al respecto

 

Desde entonces, los pueblerinos evitaban preguntar sobre su relación pero solían ser lo más atentos posibles, si en su casa la vida era un infierno, ellos se encargaban de que en el pueblo fuera divertida, y siempre y cuando estuviera solo en el pueblo, todos hacían todo lo posible para que no parara de reír mientras estaba de paso, y eso era algo que Seungri agradecía con todo el alma, ya que su familia vivía muy lejos de él al igual su hyung, y a veces no podía evitar sentirse solo en el mundo

 

Se aparcó frente al supermercado, se bajó del vehículo e ingreso al edificio, recibió un caluroso recibimiento de cada uno de los cajeros y de los supervisores, aquello le hizo sentirse un poco mejor, tomo un carrito de compras y se dirigió al pasillo uno, recorrió cada uno de los pasillos tomando artículos al azar, una vez satisfecho con sus artículos regreso a las cajas registradoras, por suerte, habia bastante gente, por lo que tuvo que tomar lugar en la fila

 

Una vez que llego en su turno mantuvo una pequeña conversación con la cajera, una chica muy dulce que jamás le miraba con pena, rieron un poco debido a un incidente que habia pasado no hacía mucho en la escuela, y después se despidieron, Seungri regreso a su vehículo, guardo las compras en la cajuela, entro, se colocó el cinturón de seguridad y puso en marcha el motor y tomo rumbo a donde le esperaba una casa quemada

 

No le faltaba mucho para llegar cuando su celular volvió a timbrar, sin perder tiempo lo respondió, era tan claro como el agua que su hyung aún continuaba preocupado por él, y eso le iba a servir mucho porque comenzaba a observar a los lejos mucho humo negro

 

-          ¿Sucede algo, hyung? – pregunto tratando de sonar alegre

 

-          Me preocupas, Ri – Daesung jamás se iba por los arbustos, era directo en todo lo que hacía y decia – Dime que no te ha pegado de nuevo, porque si lo ha hecho, iré inmediatamente por ti y aunque no quieras te traeré de regreso a la casa y…

 

-          Calma, hyung – no pudo evitar reír porque eso no iba a ser necesario – No ha pasado nada, he estado en el pueblo y ahorita voy de regreso a la casa, Bae se ha estado comportando muy tranquilo, demasiado tranquilo – se mordió el labio al decir eso

 

-          No me mientas, Seungri, sabes que odio las mentiras….

 

-          No miento, es en serio – le aseguro el menor, una sonrisa se apodero de sus labios cuando ingreso al terreno familiar y se encontró con una casa consumida en flamas - ¡OH POR DIOS! – grito Seungri, se bajó rápidamente del carro - ¡YOUNG BAE! – grito el nombre de su ex novio solo para hacer la situación más real – ¡YOUNG BAE!

 

-          ¡SEUNGRI, ¿QUÉ SUCEDE?! – pregunto Daesung al otro lado de la línea

 

-          Hyung, la casa se quema, y no veo a Bae…. Oh dios mío…. – estaba llorando, las lágrimas carían de su rostro y se encontraba de rodillas – La casa….

 

-          ¡Seungri, escúchame, llama a los bomberos inmediatamente, voy para allá! – con eso se despidió Daesung

 

Seungri continuo llorando un par de minutos más antes de llamar a los bomberos, en los siguientes todo fue caos y confusión, en lo que los hombres trataban de apagar el fuego, él se quedó ahí, contemplando como aquel lugar lleno de malos recuerdos se consumía por completo, y de pronto, se encontró siendo abrazo por Daesung, su hyung favorito, con el que siempre contaba, el único que no lo habia abandona por estar con Young Bae

 

Mi ángel ha venido a salvarme


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