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SEND ME AN ANGEL por Miley_lio

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Notas del fanfic:

 

 

RESUMEN DE LA HISTORIA, es lo mismo, no cambie nada, solo el resumen, ya subire un nuevo cap pronto, espero lo lean siii, bye.

Aioria llegara a la vida de Aioros de manera inesperada y sin importarle nada,  Aioros,  hará todo con tal de que  Aioria sea feliz y logre  olvidar su trágico y doloroso.

Ambos, harán todo lo posible para preservar su amor a pesar de todos los contratiempos.  Aunque al final, el mismo destino que los unió, trate de  separarlos de una manera cruel e injusta.

 

 

Espero  tenga potencial el fic y tambien aceptacion, pues es el primero que escrivo. SIP,  al fin me anime hacerlo luego de leer tantos fics buenos e inpiradores que te llenan de emociones.

Me gusta la hermandad que existe entre Aioria y Aioros.   llena de tragedia y contratiempos, presisamente eso fue lo que me inspiro a escrivir este fic.

 

!!!GRACIAS POR ANIMARCE A LEER ESTE FIC !!!

 

Notas del capitulo:

Esta lleno de drama y misterio asi que no decesperen.

Ahí se encontraba, como todos los días, en su consultorio; escuchando los problemas de los demás e  intentando ayudar y dar algo de consuelo y alivio a esas abatidas almas, que a pesar de estar en el apogeo de su vida ya tenían  que vivir con la decepción, el dolor, el rechazo.

El, como su psicólogo, hacia todo lo posible para que aquellos muchachos abandonados y solos se sobrepongan y encontraran paz.

Si, él siempre fue así, desde niño, se mostraba interesado en escuchar a los demás, en ser un soporte y un apoyo para quien lo necesitara; por eso escogió esa carrera, por eso estaba ahí. Aunque el sueldo fuera mínimo, no importaba, el hacía aquello que  lo llenaba de gozo y lo hacía sentirse  realizado, ayudar.

-Como siempre, Aioros, metido en este consultorio tratando de resolverle la vida a los demás. – negó con la cabeza saga mientras se acomodaba en una silla.

-Sabes que no es ninguna molestia para mí, además, nadie me espera en casa. –respondió con una sonrisa.

-No te sientes fatigado.- hablo saga mirando todo los papeles y análisis que tenía que hacer. -  digo, yo la verdad no sé de donde sacas la paciencia para lidiar con tanto adolecente terco y  soez. – hablo algo desganado. – de haber sido tú, los encerraba en un cuarto a ver si se les pasa la depresión. –

Aioros lo miro algo indignado.-No digas eso, tu sabes que los problemas que ellos tienes son terribles, si este mundo se interesara más en ellos o por lo menos los escuchara, créeme que sus vidas serian diferentes, ellos no tendrían que hacer lo que hacen…-hablo en tono apagado, ya llevaba más de un año en esa labor, y lo que había escuchado y visto era peor que cualquier cuento o novela irreal.

-bueno, bueno tu sabes que  bromeo. – dijo saga intentando excusarse. -  yo entiendo que la mayoría de los muchachos y niños que están aquí no se buscaron terminar así, - hablo sereno mientras se ponía al lado de airoso. – aunque…a mi quien me preocupa eres tú, dejas tu vida de lado para meterte en la de los demás he intentar ayudarlos. Mira que si no estás en tu consultorio,  estás haciendo servicio social, o en un alberge tratando de aminar y apoyar a esos niños huérfanos, en serio, a veces pienso que tú tienes un problema.-

-Llamas a mi generosidad y solidaridad, problema?-

-no claro que no, es solo que… te he visto hacer  tanto por ellos y al final no  te lo agraden como deberían. –

Aioros solo negó con l cabeza restándole importancia. – Eso es lo de menos…- siguió examinado unos papeles. -

Saga bufo algo fastidiado-  está bien. Se puso en pie. -  dejemos eso de lado. – poso su mano sobre el archivo que sostenía aioros para depositarlo en la mesa. -  yo vine para otra cosa. – Aioros supuso que quería saga, hecho un hondo suspiro, depositando su espalda en la silla.

-Esta vez prometiste que iríamos así, que ni te atrevas a ponerme una excusa.- Siempre era lo mismo. Cada fin de semana saga lo invitaba a salir a uno de esos bares para  tomar una copa y ver cómo iban las cosas.

 La verdad,  no le desagradaba saga, como hacerlo si era alguien apuesto, pero ahora no tenía tiempo para esos andares, además, sabía que lo que saga sentía era puro capricho, si se conocían desde la preparatoria y desde que él le dijo que lo prefería como amigo que como algo más, saga se empeñó en acercarse a él y en  hacerlo cambiar de parecer, pero eso no pasaría, pues el amor no estaba en sus planes, no, lo único que le interesaba era su trabajo y nada más.

-¡Vamos! – exclamo saga. - Te  compadeces de los demás, pero a mí que me parta un rayo. – se  cruzó de brazos. - qué clase de amigo eres. – dijo burlón, Aioros solo esbozo una media sonrisa.

-Está bien saga, deja que termine con este informe e iremos a donde tú quieras. – le hablo para luego agarrar nuevamente el archivo y seguir con su lectura.

-Así se habla.  –hablo saga emocionado. – ya verás que no te vas a arrepentir.

-Si claro. –

Una hora más, tuvo que esperar saga para que Aioros decidiera dejar todas esas hojas a un lado y se dispusiera a salir de su consultorio.

Saga lo esperaba ansioso  parado al dalo de su auto, uno lujoso, claro que al ser saga uno de los abogados más requeridos y sin muchos escrúpulos que podían existir,  tenía mucho dinero, esa, era una más de las razones por las que Aioros no le hacía caso a  saga, pues  sabía que el dinero era su principal motor para ponerse a trabajar sin importar la ética de un profesionista.

Si, era famoso pues   había ganado la mayoría de sus casos y siempre decía que no se trataba de  si era inocente o no, si no de cuanto estaban dispuesto a pagar y que tipo de historia podía inventar  resultándole a veces entretenido. Eso desagradaba mucho a Aioros.

-sube. – le invito a pasar a su auto saga.

-no. – se apresura decir Aioros, sabía que  si subía a su auto era como aceptar  una  invitación a para llegar a algo más y Aioros no quería que eso pasara, era muy precavido, además conocía muy bien las intenciones de saga.

- mejor vayamos en mi auto, te parece. –saga lo miro entre confundido y molesto.

- pero…- intento refutar saga, mas ya era tarde, pues  Aioros se subió a su auto y encendió el motor.

-ven, sube o…si quieres  tú vas primero en tu auto y  yo te sigo por detrás. – saga respiro hondo mientras negaba con la cabeza.

-no, claro que no. – saga de mala gana subió al auto de Aioros, este,  aunque no era lujoso, estaba muy bien cuidado y en buen estado. Eso sí, Aioros era muy cuidadoso con sus cosas.

 

--

-en serio ese muchacho me dio mucha pena, mira que tener que soportar los maltratos, no solo de su madre y de su padrastro sino que también la de sus compañeros de clase, aparte de que sus abuelos lo tratan como un retrasado mental, enserio, si tu vivirías en ese ambiente también te darían ganas de meterte droga hasta quedar inconsciente. – Aioros no paraba de hablar de sus pacientes, eso le molestaba a saga, pues el realmente no estaba ni más remotamente interesado en la vida de los demás y mucho menos en la de niños mimados y manipulables, a su parecer.

-gira a la derecha. – le interrumpió saga, al ver una intersección, Aioros obedeció.

Conocía muy bien a saga y sabía que eso le molestaba, eran tan diferentes, aunque ambos arreglaban los problemas de los demás, de diferentes maneras claro, Aioros trataba de solucionar sus problemas emocionales, en cambio  saga; solo se encargaba de solucionar problemas legales, no le interesaba la vida de los demás ni mucho sus razones.

Por eso creía que lo mejor era apartarse de la vida de saga y que este  se desinteresara en él y que buscara a alguien más. O por lo menos se fijara en alguien más.

-sí, claro. –Aioros miro de reojo a saga. Este mantenía los brazos cruzados, ya se cansara de mí, pensó.

-¡CUIDADO! – grito saga, Aioros volvió su mirada al camino y freno abruptamente; casi atropella a alguien.

Por suerte ambos tenían el cinturón de seguridad puesto, porque si no, hubieran salido heridos por la inercia.

Aioros con la mirada baja, posos su mano en  su corazón, que  latía sin cesar,  la respiración apenas se le normalizaba y su temblor no desaparecía, si, el susto que se llevo fue grande.

-¡pero qué demonios! – grito molesto saga mirando al muchacho que estaba en frete del carro, pues había sido culpa suya, al interponerse en medio del camino de esa manera indebida. - ¡se supone que en una carretera como esta no  puedes andar así no más, tienes que cruzar la calle con cuidado, además no hay ni  una maldita señalización! -  grito furioso saga dirigiéndose  al muchacho quien continuaba en frente del carro, inmóvil.

Aioros alzo la mirada y al ver al muchacho, rápidamente bajo del carro para verificar que se encontraba bien. Saga lo miro extrañado,  de haber sido por él, hubiera rodeado al muchacho y hubiera seguido su camino pero no, Aioros siempre tan considerado.

-¿estás bien? – le pregunto Aioros al muchacho que permanecía con la mirada fija en el auto sin moverse.

Al no recibir respuesta, Aioros, decidió acercarse a él.  al verlo más de cerca, Aioros de sobre salto, pues el muchacho estaba sangrando por muchas partes, además los moretones que tenía delataban que alguien lo había golpeado sin piedad.

-¡pero…que fue lo que te paso! – exclamo Aioros acercándosele y mirando su ropa desgarrada y sus heridas, entonces el muchacho volteo su mirada hacia Aioros,  ambos se miraron a los ojos, Aioros noto los ojos verdes de ese muchacho apagados, debilitándose, si el muchacho apenas podía mantenerse en pie.

- no quiero regresar…-logro articular.-…por favor. – sin poder mantenerse en pie por más tiempo, se desvaneció, Aioros afortunadamente lo atrapo intentando que se manutuviera en pie.

 El muchacho lloraba desconsoladamente, entre sus brazos, mientras repetía. – No quiero, no quiero regresar…- Aioros se quedó tieso, por primera vez en mucho tiempo, no sabía qué hacer.

 Saga, quien había bajado del carro hace rato, miraba todo molesto.

- regresar… A dónde?– inquirió a Aioros, el muchacho solo negó con la cabeza.

-el…el…- sin poder decir más, se desmayó entre los  brazos de Aioros, este intento reanimarlo, pero el muchacho no reaccionaba.

-¡vamos! Reacciona, por favor. – Aioros volteo  a ver a saga desesperado.

-tenemos que llevarlo a un hospital, este niño está muy mal. – dijo mientras lo cargaba y lo recostaba con cuidado en el asiento trasero del auto.

- vamos Aioros, no puedes hacer eso, mejor llamemos a una ambulancia, ellos sabrán que hacer,  además tú no tienes por qué responsabilizarte por ese muchacho. -

Aioros no podía creer hasta qué extremo llevaba la crueldad de saga.

-si tú no quieres apoyarme, no lo hagas,  pero yo me llevo a este muchacho al hospital. – hablo Aioros decidido y sumamente molesto.

-no, espera. No te enojes,- dijo mientras lo sostenía de un brazo. – yo te acompaño. –

- entonces sube. – dijo Aioros mientras ponía el auto en marcha, conduciendo lo más rápido que podía.

 

Al llegar al hospital, Aioros cargo al muchacho entre sus brazos  y busco la  ayuda de los paramédicos.

-¡Shura! – grito al verlo.- por favor ayúdalo.- 

-que fue lo que paso? – inquirió Shura tomando el pulso del joven sintiéndolo débil.

-Se se…desmayó y y…la sangre no para de brotar. -– Aioros se veía asustado y muy alterado.

- ¡llévenlo al quirófano, tenemos que detener la hemorragia y verificar que ningún órgano vital se encuentre gravemente deñado, rápido! – ordeno, sabiendo que la vida del muchacho dependía de cuán rápido  actuaran.

- descuida Aioros, hare todo lo posible para salvarle la vida. – sin decir más, y a prisa, ingreso  por la puerta dejando a Aioros angustiado y preocupado.

-por  favor que no sea nada grave. – hablo con sigo mismo Aioros caminado de una lado a otro, como león enjaulado, preso de la angustia y la incertidumbre.

Saga se veía impaciente, justo ahora que Aioros había decidido acompañarlo y cuando pretendía decirle sus intenciones para formalizar una relación amorosa con él, pasaba eso, que suerte más perra.- hablo consigo mismo mientras se acercaba a hacia a Aioros decidido a que cumpliera con su palabra y se olvidara de ese joven.

-Aioros, yo sé que lo que paso es trágico, pero ya Shura lo está atendiendo, tu sabes de sus aptitudes como médico,  él es mejor, así que ya despreocúpate.- Aioros lo miro .

-si lo se…pero tengo miedo. –

-no tienes por qué, tú no tienes la culpa de nada, es más, hiciste mucho al traerlo aquí sin tener la responsabilidad. – dijo relajado, Aioros arrugo el entrecejo al oírlo, le molestaba la falta de empatía que mostraba.

-yo creo que lo mejor es que nos retiremos. ya hiciste cuanto podías y debías. -  hablo saga intentando guiarlo a la salida, pero Aioros  se alejó de él, molesto.

-si quieres puedes irte tú; yo me quedo. –  

Saga lo miro incrédulo.-pero Aioros, prometiste ir conmigo, además, tú no tienes por qué preocuparte por un completo desconocido ¡no es tu maldita responsabilidad, entiende!– grito saga, ya exasperado y colérico, haciendo que todas la mirada se posaran en él.

- lo único que me importa es que este bien, si no puedes entender eso, mejor déjame, y vete. – dijo Aioros mirándolo retadoramente, saga bufo molesto.

-¡claro!  -exclamo saga ya molesto y fastidiado con el trato de Aioros. - Como  se me pudo imaginar que a alguien como tú, el bueno samaritano, el amo y señor absoluto de la generosidad y la  bondad se le ocurriría siquiera dejar a un desdichado muchacho a su suerte, no, pues eso es menos que imposible. Si tú eres in capaz.- hablo sarcástico saga.

-¡si tanto te molesta como soy, no entiendo porque rayos me sigues buscando! – grito también Aioros, molesto pos sus palabras.

-señores por favor, bajen la voz, están en un hospital no en una cantina, así que o se comportan o van a tener que retirarse-. Amenazo  uno de los guardias al oír sus los gritos.

-perdone, no volverá a pasar. – se disculpó Aioros cabizbajo, saga en cambio miro altivo al guarida de seguridad.

- ¡pues yo me largo!  - grito con más ganas saga. - y sabes algo. – se dirigía a Aioros. -  tienes razón, no voy a seguir perdiendo mi tiempo con alguien  tan patético como tú! – grito mientras Salía por la puerta  resguardado por el guardia del hospital.

- DEJAME! – hablo furioso al sentir el agarre del guardia.. – yo puedo salir solo. –le hecho una ultime mirada Aioros este ni lo miraba, saga negó con la cabeza mientras salía hecho una furia.

 

Aioros le importo menos que nada, la discusión que tuvo con saga, lo único que le importaba en esos momentos era el bienestar de ese joven.

 Aioros no podía alejar de su mente su rostro maltratado y  esos hermosos ojos verdes, llenos de tristeza y de miedo. No sabía por qué le interesaba tanto ni porque había discutido con saga por su causa, pero ya no importaba, quizás eso fue lo mejor para ambos.

Sentado en una banca, cerró los ojos y agacho  la cabeza, las horas pasaba y su angustia y desesperación crecían con el pasar del tiempo.  Lo único que quería  era que ese  muchacho estuviera bien, pero  algo muy en su interior le decía que nada estaba bien con ese muchacho. Mas por como lo encontró.

-¡Shura! – rápidamente se acercó a este tras verlo salir por la sala de quirófano. – como esta?-pregunto angustiado.

Shura lo miro mientras echaba un hondo suspiro, eso alerto a Aioros.

-ven. – le dijo mientras lo conducía hacia una banca.

- murió? – pregunto con un nudo en su garganta.

-no, logro salir vivo de esta. – hablo esbozando una leve sonrisa.

 Tras sus palabras, Aioros respiro aliviado.- entonces…se pondrá bien?-

- eso no lo puedo asegurar. – dijo con pesar, Aioros lo miro intrigado.

- escucha Aioros, te seré sincero.- lo miro fijamente. -  El diagnostico de este muchacho es de lo peor que he visto en años. -

Aioros contuvo la respiración al oírlo. – - que…que quieres decir con eso? –

- su estado es crítico, simplemente no me explico cómo alguien es capaz de soportar tanto dolor. – hablo cerrando los ojos y acomodándose los lentes. Aioros solo se quedó callado.

 -   sufrió hemorragia interna debido a los golpes brutales que le propinaron.- prosiguió serio. -  puede que con un objeto contundente, y es más que seguro que no es la primera vez que lo golpean con tanta crueldad, pues presenta vestigios de anteriores golpes.- Shura miraba las expresiones que Aioros ponía, reflejando dolor y asombro.

- Le  dislocaron el brazo derecho.  –continua sin intenciones de martirizar a su amigo. - presenta quemaduras hechas con fiero caliente, puedes creerlo, lo marcaron, como si fuera un animal. – él también se notaba molesto e indignado. - También…tiene cortaduras muy profundas cerca de los pectorales y en los muslos, debido a eso casi se desangra, pero por suerte eso no paso, ya detuvimos la hemorragia y   le administramos la sangre necesaria.- Shura respiro hondo para poder continuar. Aioros escuchaba todo como si se tratara de una película, de algo irreal.

- no sé si decirte esto…- bajo la mirada. - pero el muchacho fue violentado, ultrajado, en repetidas ocasiones, por vaya a saber cuántos hombres. – Aioros se tapó la boca asombrado, un par de lágrimas salieron por sus ojos,  eso era demasiado para él, no podía consentir  que todo eso le pasara a un ser humano. Con qué derecho alguien masacra a un niño como él.

-Por las marcas que tiene en sus muñecas  y en sus tobillos podría asegurar que fue maniatado encadenado y encerrado…-

- Lo tenían prisionero…– dijo para sí mismo Aioros.

-eso parece, aunque lo que más me preocupa.- prosiguió Shura poniéndose de pie. -  es su estado de desnutrición, es peligroso y riesgoso para su salud. -

 -pe…pero se pondrá bien, cierto, su…su vida ya no corre peligro. – aioros necesitaba saber que la  vida de ese muchacho ya no corría peligro.

-lamentablemente, eso no lo puedo decidir yo, depende de las fuerzas y las ganas que tenga este joven de vivir, de salir adelante. – Aioros se apoyó en la pared y cerró los ojos sin lograr comprender ni entender cómo era posible todo aquello.

- te aseguro que haré todo lo que este en mis manos para salvarle la vida. –le dijo Shura tratando de reconfortarlo.

- es muy lamentable e indígnate el estado en el que  lo dejaron. – termino diciendo.

Aioros no paraba de derramar lágrimas por aquel muchacho, siempre fue una persona sensible y esto lo desarmo por completo. Se sentía extremadamente dolido y afectado.

-¿puedo verlo? – pregunto mirándolo, Shura le sonrió y asintió.

-claro, pero  solo un momento. –le dijo dándole una palmadita en la espalda y conduciéndolo a la recamara donde descansaba el joven.

-por cierto, Aioros, sabes algo el muchacho. – pregunto ese importante detalle. –quienes son sus padres,  tal vez algún familiar  que tenga, o de dónde vine? – pregunto Shura, pues necesitaba esos datos, además  la familia del muchacho era muy necesaria en esos casos y debían de enterrarse de lo acontecido.

Aioros apenas y se daba cuenta de ello, no sabía ni siquiera el nombre del muchacho desvalido al que había ayudado.-no, el apareció de repente en frente de mi carro, por poco y lo atropello.– dijo apenado. – yo…ni siquiera tuve tiempo de preguntarle nada… él se desmayó.  - Shura hecho un suspiro agobiado.

- es una lástima. – dijo con pesar. -  tendré que llamar a la policía y darles cuenta de este suceso, espero ellos ayuden.-dijo mientras abría la puerta de la habitación.

-como cuantos años crees que tenga? –pregunto Aioros interesado.

-bueno yo calculo que ha de tener 14 o 15 años, aproximadamente. – Aioros se sintió peor.

-tan joven…- dijo en un susurro.

-sí, es lamentable presenciar algo como esto. Pero, la vida siempre ha sido injusta con unas personas más que con otras,  sobre todo con aquellas que generalmente no lo merecen. –

-los bastardos responsables por esto tienen que pagar, van a pagar. – hablo apretando los nudillos, Shura sonrió de lado. Sabía que Aioros investigaría y daría con el responsable. No toleraba la injusticia y menos si se trataba de un joven que había sufrido tanto como ese muchacho.

- pues tu sabes que tienes mi apoyo, yo también quiero que el responsable o los responsables, paguen por esta atrocidad.  Aunque lo más probable es que tengamos que esperar a que el muchacho reaccione y se anime a contar lo que paso. Cosa que será difícil, considerando su condición –

Aioros respiro agobiado, sería difícil hacer que hablara, él lo sabía, pero no importaba, se encargaría no solo de darle asistencia psiquiátrica sino toda la que necesite.

– entra. – le dijo mientras él se apartaba. – solo unos minutos ok. –

-gracias por todo, amigo. – le dijo Aioros cerrando la puerta tras de sí.

 

Algo indeciso, se acercó a la camilla, donde reposaba el cuerpo de aquel joven.

Al tenerlo cerca no miro fijamente. Vio los moretones, las mordidas en su cuello, su reparación  era ayudada por un tanque de oxígeno, además de la sangre que entraba por sus venas.  Derramo un par de lágrimas al verlo así, no sabía porque se sentía tan mal al ver a ese muchacho en ese deplorable estado.

Se acomodó a su lado.

-tan hermoso. – dijo en un susurro. Atreviéndose a acariciar su rostro y  era verdad, pues a pesar de los moretones he hinchazones, su rostro no perdía la belleza que poseía,  ese rostro permanecía sereno, apacible a pesar de todo.  Acaricio sus risos castaños claro con cariño.

  

-sé que lo que has padecido es terrible, pero quiero que sepas que yo…yo quiero ayudarte, voy a ayudarte. – sin pensarlo mucho se  acercó a su rostro y poso un beso en su frente.

 

 

 ….continuara….

Notas finales:

gracias por su tiempo y por interesarce en el fic.


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