-¿Podrían explicarme por qué estoy parado frente a su puerta a la una de la mañana?- preguntaba un irritado Kyungsoo con brazos cruzados.
-Sabes que eres el único que podía ayudarnos, tienes experiencia. Estábamos realmente desesperados- respondió Luhan nervioso por la expresión poco amigable de su amigo.
-Claro, pero me hicieron venir en vano, ya tienen todo controlado- hasta cierto punto se veía gracioso con su corta estatura, fuerte temperamento y la bola de cabello en el lado izquierdo de su cabeza, la cual parecía no haber notado- Bueno, ya que todo se solucionó me reti...
-Oh, Kyungsoo, así que viniste- el mencionado dio media vuelta inmediatamente para ver al dueño de aquella voz, cubriendo un poco la playera de Pororo que utilizaba como pijama- Disculpa las molestias, pero mi hermano se vuelve loco cuando se trata de su hijo.
-No es ninguna molestia, Jongin- dijo con una sonrisa amable, mientras Luhan hacía una expresión de indignación- Ya sabes que siempre cuentan conmigo.
-Sé que es muy tarde, pero ya que estás aquí, ¿te gustaría tomar una taza de café o té?- ofreció el moreno con aquel tono que sólo utilizaba con el más pequeño de estatura.
Kyungsoo aceptó gustoso y entró con Jongin directo hasta la cocina. Luhan decidió entrar también ante el hecho de ser ignorado por su hermano y su mejor amigo, suspiró antes de dirigirse hasta la habitación de su bebé. Una vez allí sonrió ante la linda imagen frente a él, su esposo cargando a su pequeño hijo en su regazo mientras lo arrullaba.
-No entiendo cómo es que se duerme cuando le canto, a cualquier niño le darían pesadillas con mi voz- dijo burlón Sehun cuando vio al mayor.
-Tu voz es linda, a mí y al pequeño Baekhyun nos gusta- tomó asiento en uno de los sillones en forma de animales de la selva.
-Pero la tuya es mucho mejor- respondió sentándose junto a Luhan- ¿Llegó Kyungsoo?
- Sí, estaba furioso hasta que vio a Jongin y me ignoraron- extendió los brazos para cargar al bebé.
-Tenemos suerte de que esté de vacaciones y se quede con nosotros- Sehun repartió un beso en la frente de su esposo y posteriormente en la de su hijo- De otra forma tendríamos que lidiar con la venganza de hyung.
-Pues sí, pero pensé que Baekhyun estaba enfermo o algo parecido, sus llantos eran más fuertes que normalmente- suspiró el mayor- Y Soo cuidó de su hermano Chanyeol cuando era pequeño, seguro sabe de este tipo de situaciones. Es muy difícil ser padre primerizo.
-Un poco, pero ver a nuestro angelito dormido hace que valga la pena- sonrió el menor con ternura hacia el bebé y luego miró a Luhan- Te ves un poco cansado, últimamente he llegado un poco más tarde a casa, no deberías esperarme despierto.
-Estoy bien, Baek me hace compañía sólo para poder verte cuando llegas- recargó la cabeza en los anchos hombros del menor.
-Sólo será por un par de semanas más, casi cerramos el proyecto y estaré libre un mes entero para cuidar de ti y el bebé- abrazó por la espalda al mayor.
-Además se viene la primera Navidad de Baekhyun, por supuesto que tienes que estar libre.
Compartieron un beso en los labios, de aquellos en donde se transmitían miles de pensamientos de los que ambos eran partícipes. Algo somnolientos debido a los constantes llantos de su pequeño hijo de dos meses de nacido, el cual se había convertido en su mayor adoración desde el momento en que supieron de su existencia. Era complicado ser padres, pero ver lo bien que estaba creciendo su bebé los impulsaba a dar todo de sí cada día. Se separaron y Luhan colocó a Baekhyun en la cuna con cuidado de no despertarlo, salieron tomados de la mano y entrecerraron la puerta tras de ellos.
Al bajar las escaleras divisaron a Kyungsoo despidiéndose de Jongin con un beso, no en la mejilla, no en la frente, sino en los labios. Sonrieron cómplices y una vez que el chico de ojos grandes se fue, se dedicaron a molestar al chico moreno con incómodas preguntas.
-Oigan, ustedes están de cursis todo el tiempo y yo no les reclamo- se quejó Jongin- Tengo derecho a despedirme adecuadamente.
-Pues enserio debes gustarle a Soo, eres el único a quien no aplica su mirada asesina- dijo burlón Luhan.
-Sólo espero que si llegan a tener hijos no se parezcan a ti- molestó Sehun con una sonrisa maliciosa.
-Hey, bueno, me alegro que mi sobrino no haya sacado tu piel casi transparente, niño fantasma- contrarrestó su cuñado.
-¿Ah si? Pues al menos yo no...
-Hey, hey, dejen de discutir y levantar la voz que el bebé va a despertar. Mejor vayan a dormir- tomó a Sehun del brazo para llevarlo hasta su habitación- Hasta mañana, Jongin.
Así eran aquellos dos, teniendo algunas discusiones de vez en cuando pero conservando una amistad difícil de romper. Luhan había conocido al mejor amigo de su hermano menor en una fiesta de cumpleaños, recordaba el "Vamos, apuesto a que se llevarán bien, ¿qué tal y terminan saliendo?" De Jongin aquel día de hace cuatro años y ahora se encontraba casado con aquel chico al que tenía miedo conocer. Ese hombre que se había convertido en el amor de su vida, su otra mitad.
-¿Por qué esa sonrisa tan hermosa?- preguntó Sehun dándole un beso en la mejilla- ¿Qué tramas?
-Nada, sólo recordaba cuando nos conocimos- contestó viéndolo a los ojos.
-¿El día que derramaste toda la botella de vodka sobre mí?- dijo riendo- Te disculpaste como diez veces seguidas.
-Pues imagínate, había arruinado el atuendo del cumpleañero- rió- Pero lo tomaste como excusa para sacarme una cita.
-Bueno, no podía dejar escapar al chico más lindo que había visto- besó los labios contrarios- Te amo, Luhan.
-Y yo a ti, Sehun- dio un beso más largo.
-Hey, tengamos otro bebé- dijo poniéndose encima del mayor y besando su cuello- De seguro Baek querrá un hermanito.
-Oh Sehun, tu hijo apenas tiene dos meses de edad y ya quieres otro- reclamó acariciando la amplia espalda del menor.
-Entonces sólo llevemos a cabo el procedimiento, ¿qué dices?- cuestionó levantando la camisa de pijama de Luhan.
-Me encantan tus ideas- respondió mientras acariciaba el bien formado abdomen de Sehun. De repente oyeron el llanto de Baekhyun por el transmisor que habían instalado. Ambos se miraron, se sonrieron y suspiraron- Iré yo, parece que tú debes encargarte de cierto problemita en tus pantalones.
Luhan le dio un ultimo beso y salió de la habitación riendo, mientras Sehun se sonrojaba al notar que su esposo tenía razón. Suspiró una vez más, caminando hacia el baño.