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Mi primer amor...¿¡Es una chica!? por Naoki32

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Notas del fanfic:

~Esta historia también está en Wattpad bajo el mismo nombre~

Era un lunes por la mañana muy lluvioso cuando Amy estaba en su casa, por que la pobre estaba resfriada. Ella se limitaba a mirar por la ventana, viendo como las gotas de lluvia se deslizaban por la ventana y creaban diversas formas diferentes.
 
Ese era su único entretenimiento por lo cual Amy estaba demasiado aburrida.
 
Dejo de mirar por la ventana y se dejo caer sobre su cama, se tapó de pies a cabeza con una manta intentando que su fiebre bajase, Amy estaba deseando que alguien pudiese alejarla de ese aburrimiento pero sabía con total seguridad que todas sus amigas estaban ahora en el instituto y no podían ayudarla a distraerse así que solo se limito a dormir. 
 
Varias horas después Amy se despertó porque empezó a escuchar ruidos provenientes de la entrada, alguien estaba tocando el timbre y ella con gran pereza fue hasta la entrada para abrir la puerta y allí estaba su amiga Marta que esta, muy animada, le dijo:
 
-¡Hola Amy!
 
-Hola Marta, pasa 
 
Marta entro rápidamente para no mojarse:
 
-Que frío hace y como llueve, por cierto ¿cómo te encuentras?
 
-Odio este maldito resfriado...
 
-¿Y que te dije el otro día? "Abrigate Amy o cogerás frío" "No Marta, yo no me resfrío fácilmente" 
 
Amy agotada se sentó en el suelo:
 
-Si lo se, debería hacerte más caso a partir de ahora
 
-Si pero no te sientes en el frío suelo, levantate 
 
Amy extendió los brazos en señal de que le ayudase a levantarse:
 
-¿No eres un poco mayor para que te ayude?
 
-Soy pequeña de estatura
 
-Vamos levantate 
 
Amy se resigno y se levanto lentamente. 
 
Ambas se fueron hasta el salón donde se sentaron en el sofá y Marta le empezó a contar lo que había pasado en clase mientras ella no estaba y después de contarle los deberes que había puesto la profesora, ella le contó lo siguiente:
 
-Por cierto, ¿Te e contado ya lo de la nueva compañera de clase?
 
-¿Compañera? No, no me lo has contado ¿que pasa con ella?
 
-Pues hoy a ingresado una nueva alumna, creo que se llamaba María, y dicen que viene del instituto que esta detrás de mi casa
 
-¿Te refieres a ese instituto privado en el que asisten todos los niños ricos? Vaya su familia tiene que tener bastante dinero
 
-Si de ese mismo, aunque ahora que lo dices si que tiene aspecto de ser rica o algo así
 
-¿Y como es...María? ¿Se llamaba María?
 
-Si, pues la verdad no e tenido ocasión de hablar con ella pero parece una chica bastante simpática aunque un poco seria, podríamos hablar mañana con ella
 
-Si, me parece bien...cambiando de tema, ¿que tal te va con Gabriel?
 
-Bueno...
 
Marta desvío la mirada bastante sonrojada y Amy al darse cuenta de eso se acercó hasta su amiga y pregunto curiosa:
 
-¿Acaso a sucedido algo con vosotros dos?
 
-No nada
 
Ella seguía sin mirar a los ojos a su amiga, Amy se acercó más y dijo riéndose:
 
-Jaja ¿Que sucede? ¿La pequeña Marta ya a dejado de ser virgen?
 
Evidentemente Amy lo dijo en broma pero Marta se sonrojo todavía más y esta vez se le quedó mirando fijamente a los ojos y Amy un poco asustada le preguntó:
 
-Espera, espera, espera...¿tú y Gabriel...habéis...?
 
Marta se limito a asentir y Amy se sorprendió porque no esperaba que su amiga, o más bien su mejor amiga, perdiese tan pronto su virginidad. Amy, sin saber que decir, se aparto un poco y intento romper ese silencio incomodo pero al final quien rompió el silencio fue Marta:
 
-...Ninguno de los dos lo esperábamos...solo...sucedió y ya esta
 
Amy seguía sin saber que decir y Marta continuó explicándole la situación:
 
-Fue hace poco, el martes pasado, estábamos en su casa solos viendo una película, empezamos a besarnos, una cosa llego a la otra y...eso fue todo
 
-Y...
 
Consiguió decir Amy un poco avergonzada por la pregunta:
 
-Y...¿te dolió?
 
-Mucho, hasta me salió un poco de sangre
 
Amy no pudo evitar sentir un poco de asco por aquello, de hecho, la idea de tener sexo le asustaba un poco, hace no mucho tuvo un novio que le presionaba para hacer eso y ella por amor, o por estupidez como decía Amy, estuvo a punto de hacerlo con él pero por suerte se detuvo antes de mantener relaciones sexuales con él porque acabo descubriendo que ese tipo era un cerdo que acabo engañándola con otra. Desde entonces prefiere no hablar de esos temas ni siquiera cree que todavía halla encontrado el amor de verdad, por eso tampoco cree que a tenido un primer amor.
 
En fin, dejemos este tema a un lado, por un tiempo, y volvamos a lo que nos interesa. 
 
Amy, sin saber que hacer después de lo que le había contado Marta, con un dedo enrollo su pelo en el, eso siempre lo hacía cuando no sabía que decir y necesitaba pensar, pero de repente dijo:
 
-Marta...me estoy empezando a encontrar mal...podrías...
 
-Si por supuesto
 
Sin decir una sola palabra más Marta se fue.
 
Amy un poco triste volvió a su cuarto y se volvió a tumbar en la cama, volvía a estar como al principio, mirando por la ventana...mirando las gotas de lluvia recorriendo la ventana...pero esta vez se quedo profundamente dormida y no despertó hasta la mañana siguiente.
 
Al día siguiente en clases, la profesora pregunto:
 
-¿Otra vez no has hecho los deberes Amy?
 
-¡Ah lo siento! ¡Se me a olvidado!
 
-¿Que paso esta vez? ¿Un perro se comió tus deberes? 
 
Toda la clase empezó a reír y Amy bajo la cabeza avergonzada y susurro:
 
-Yo no me inventaría una excusa tan estúpida...
 
-¿Que has dicho?
 
Pregunto la profesora que le había escuchado perfectamente:
 
-No nada
 
Dijo Amy intentado cambiar de tema, pero antes de que la profesora dijese algo la puerta de su aula se abrió y allí estaba una chica de piel blanca como de porcelana de pelo largo y sedoso. Amy se quedo mirandola fijamente y ella, por primera vez en su vida, se sonrojo y no tenía ni idea de porque y intento ocultar su rostro poniéndose una mano en su rostro y pensando:
 
-¿¡Ah pero que me pasa!? Esa debe de ser la nueva...¿María se llamaba?
 
Volvió a mirarla de reojo y no pudo evitar pensar que era una mujer hermosa.
 
Aquella chica dijo en tono educado:
 
-Siento llegar tarde profesora, no volverá a suceder
 
-No pasa nada María, puedes sentarte en tu sitio 
 
Ella sin decir nada más se sentó en unos asientos más atrás de Amy.
 
Y Amy siguió con sus pensamientos intentando descubrir por que le sucedía eso:
 
-¿Por que estoy así? ¿Por que esa chica me ha puesto así? ¡No entiendo nada! 
 

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