La Familia Demoniaca
“Cuando vivía, mi único propósito era…acrecentar mi fortuna.
Justicia corrupta desencadenada a manos del Juez Maldito: Kirishima Zen.
Debo admitir que ese nombre no me desagradaba, era increíble ser llamado así. Después de todo, lo único que a mí me importaba era el dinero para mi amada niña, mi hija Hiyori. Invalida por la crueldad de su madre quien, al verse descubierta en acto de infidelidad y abandonada a su suerte, intento acabar con ella empujándola por las escaleras de mi mansión.
Dicen…que la locura y la demencia invadieron mi mente, hasta el punto de perder la razón, y…quizás así fue. El dolor de ver a mi hija en una silla de ruedas me hizo darme cuenta de toda la verdad de la vida, y entonces dejo de importar el bienestar de la gente para enfocarme en el mío y en el de mi Hiyo.
No me importaba la apariencia, la edad, la raza o la posición económica, lo único que me interesaba era la cantidad de dinero que me ofrecían a cambio de ser emancipados. Si, solo el dinero era importante, lo demás me valía una mierda.
Muchos criminales, asesinos sanguinarios y sádicos salieron libres gracias a mí, mucha sangre se derramo al verse libres, aunque eso no me afecto de ninguna manera. Mi vida se iluminaba con la hermosa sonrisa que mi hija me regalaba cada vez que le cumplía cualquier capricho, la rodee de lujos y comodidades, le di más de los necesitaba, nada le falto, y todo comprado con el dinero que obtenía de los sobornos que los criminales me ofrecían.
En mi corte el dinero era el que daba la ley.
Así fue durante muchos años, ambos vivíamos tan felices hasta que un día…a mi corte llego un general corrupto del ejército. Asesino y violador de niños y niñas inocentes, merecía la pena de muerte, pero debido al gran monto de oro que me ofreció, yo lo declare inocente, y fue ahí cuando desperté la ira del pueblo.
Con armas en mano, el general pereció ante la gente, quien después de cobrar venganza, se dirigió a mi mansión y la prendió en llamas.
Cuando los vi venir, me apresure a traer a mi hija a mi lado, quien en ese momento dormía plácidamente sin saber que nunca más despertaría.
Todo a mí alrededor ardió en fuego, pero no me inmute ni un poco. Parado en medio de mi gran palacio de riquezas, rodeado de llamas, extendí mis brazos a mis lados mirando al techo con una expresión de locura misma, y solté una gran carcajada que podía compararse a la del mismo diablo.
No era el fin, era solo el comienzo”
-JAJAJAJAJAJAJA, ¡IDIOTAS! ¡JAMAS ME VENCERAN! ¡¡¡JAMAS!!! JAJAJAJAJAJA
“Y así fue como mi amarga vida termino.
Mi alma y la de mi hija fueron arrojadas al infierno mismo.”
XXXXX
“Opsomanía crónica.
En ese tiempo, un síndrome por demás extraño y casi desconocido, el cual lleva al individuo a desear obsesivamente un alimento especial.
Y yo era un poseedor de esta enfermedad.
Probé toda la comida que había en el país, deseando más y más…hasta que empecé a probar todo cuanto se cruzaba en mi camino. Mi banquete siempre estaba lleno de comida repugnante según los demás, porque para mí era el mismo paraíso del cielo.
Huesos, platería, mesas, paredes, tierra, frutas y vegetales en podridos, jarrones, etc., comí los más asqueroso que no puede ser mencionado e incluso lo que ni siquiera era comestible, pero aun deseaba más, así que seguí degustando todo lo que había en mi palacio.
El síndrome de opsomania crónica que condujo hasta probar el nivel más inhumano de comida anti-moral, sin tomar conciencia de lo que llevaba a mi boca.
Un día, mi cocinero personal me pidió vacaciones para bajar su estrés, ¡Pero que maldito! Era un traidor que no hacía más que reclamar, así que sufrió el peor castigo que pudiera pasar. Relamí mis labios mirando con malicia el delicioso plato que adornaba mi nuevo banquete especial, el cocinero Misaki Takahashi acompañando la ensalada griega. Su sabor era tan delicioso, un paraíso de manjares combinados para formar algo únicos que era exclusivamente para mí. Devore hasta el último pedazo que quedaba en el plato, para luego comer este mismo bañado en sal.
Delicioso. Sabores tan deliciosos que me llevaban a un éxtasis inimaginable para todos aquellos que se atrevían a llamarme Príncipe Monstruo, por todo lo que degustaba. Y ellos tuvieron que pagar también. Cada uno como platillo principal de la cena, lo que provoco que el pueblo huyera de aquí.
Para ese entonces, mi exigencia de comida especial había saltado a un nuevo nivel: Carne humana para el banquete del día. Me llamaron “Oso Salvaje” cuando empecé a devorar a mis propios sirvientes; Akihiko Usami para acompañar la platería asada, la criada Eri Aikawa adornando la sopa de vegetales, y el medico real Keichi Sumi bañado en salsa para la cena. Luego pase a animales tanto vivos como muertos, cocinados o no, devorando hasta el último hueso de sus cuerpos.
Sin importar cuanto consumiera aún tenía hambre que saciar, pero…para cuando me di cuenta, ya no quedaba nada ni nadie más con que alimentarme. El castillo se quedó desierto al igual que el pueblo, ya no quedaba nadie más que yo. Corrí desesperado por todo el lugar, tratando de encontrar algo que saciara el enorme hambre que tenía, sin embargo, mis esfuerzos eran en vano. Lagrimas amargas rodaron por mis mejillas, sufría tanto sin tener nada que comer, y un día, mientras caminaba por los pasillos del palacio, me detuve frente a un espejo, viendo el reflejo de mi persona.
Y entonces, el verdadero banquete comenzó.
Como platillo final: Mi propia carne en vida.
Sin dudarlo, enterré mis dientes en mi brazo y arranque trozos de mi piel para saborearla en mi boca, degustando la sangre y los pedazos de venas que acarreaban. Al fin, todo platillo había sido probado por mí, y con una gran sonrisa en mis labios, me trague a mí mismo todo lo que pude hasta que la muerte me alcanzo. Esa fue mi última comida en vida”.
-….Tengo hambre, jejeje….-susurre con mi último aliento
“Aun después de la muerte, tenía hambre que saciar…”
XXXXX
-Vengan, les voy a contar una historia-embozo una sonrisa escalofriante, mientras todas la luces se apagaban y un reflector de luz purpura lo iluminaba-Una vez, en las entrañas del infierno mismo, un hombre quemado por corrupto junto a su hija invalida, se encontró, en un día de los tantos que había vagado en la oscuridad, con otro hombre que llevaba los mismos años cumpliendo la misma condena-de pronto desapareció en humo rojo, y su voz resonó escalofriantemente en todo el lugar sin que nadie supiera de donde provenía-Ambos hombres al verse se enamoraron, aunque no puedo negar que el hombre corrupto hizo su lucha para hacer que el otro le confesara sus sentimientos, pero al final…el resultado fue esplendido. Quizás, haya sido por el hecho de que ambos cargaban con dos pecados capitales, o porque estaban destinados a encontrarse, pero jamás se había visto un amor tan grande como el de ellos.
En el lugar menos esperado, nació el amor más bello de todos.
Los amantes y la niña recorrieron su condena durante siglos que jamás de imaginarían, cargando con cadenas que les causaba mucho dolor, así que hicieron un trato demoniaco con el Maestro del Infierno. A cambio de dejarlos vagar con libertad en la tierra, ellos le entregarían todas la almas que pudieran conseguir cada noche que pasaran ahí-y ¡PAM! Un escandaloso ruido sobresalto al público-Aceptaron-las luces tenebrosas volvieron a prenderse, y el hombre vestido con un traje negro, sombrero de copa, y una máscara de arlequín sonriente que cubría solo la mitad de su cara, apareció nuevamente en el escenario-El Juez Maldito, el Príncipe Monstruo, y la Niña que Trae la Felicidad, construyeron entonces un circo que atrajera a los vivos hacia ellos, uno del cual nadie volvía a salir. Y adentro, la Familia Demoniaca sacio sus deseos que por mucho tiempo los hicieron sufrir por no ser complacidos.
-¿Cuáles deseos señor?-pregunto la inocente voz de un niño
-Bueno-sonrió con maldad- el Juez Maldito recupero y acrecentó su fortuna con el dinero que quedaba de los restos de la gente que era devorada por el Príncipe Monstruo, y la Niña que Trae la Felicidad ayudaba a las personar a alcanzar el paraíso con el sueño eterno de la muerte. Así, la Familia le entregaba las almas al Maestro del Infierno para permanecer en la tierra.
-Señor-un niña reclamo su atención-¿Esa historia es real?
-Excelente pregunta pequeña. Jejeje-rio tenebrosamente
De pronto todas las luces se apagaron dejando el lugar en una espesa oscuridad, al grado que la gente no podía verse a sí misma. Rugidos de bestias sobrenaturales se escucharon y en todo el escenario, y la gente entro en pánico, sintiendo el miedo erizarles la piel. Empezaron a amontonarse en las salidas, pero todas estaban selladas misteriosamente con muros de acero. Gritos asustados se escucharon de todas direcciones, y tres voces resonaron fuertes y claras entre el público.
-Agradezco sus generosos aportes para mi basta fortuna. Jajaja
-Oh! Pobrecitos. No se preocupen, los ayudare a alcanzar la felicidad, jum
-Me pregunto, ¿Cuál será su sabor? Quisiera ahora averiguarlo, jejeje
-¡¡¡BIENVENIDOS AL CIRCUS OF MONSTER!!!-gritaron los tres
-¡AAAAAAAAHHHHHHHHH!
Y tras el velo de la media noche, los gritos de las pobres almas que sufrieron los castigos más inhumanos jamás imaginables….desaparecieron.