Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Lo único que anhelo..." por Minato Sakuma

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Mi cuarto original en publicar, espero les guste y sean tan amables de dejarme un review.
Lo único que anhelo…

Lo único que anhelo…

Nunca creí poder verte así algún día y ahora que lo hago sigo sin poder hacerlo. Con tu mano empotrada a ese frío cristal esperando a que las cosas cambien, renegando el hecho de que ya es demasiado tarde. ¡No!, no puedo aceptar el verte así pero como sabemos ya no hay marcha atrás.

“Alguna vez me dijiste que cuando me conociste, lo primero que te atrajo de mi fue mi indiferente seriedad. ¿Lo que me gusto de ti?, todo, no había nada que yo no amara de tu persona, de tu ser…

Nunca dude de lo que sentí al verte por primera vez, sin duda un amor a primera vista.

La noche que me tomaste, que me hiciste tuyo fue lo mas grande e importante que me pudo pasar en la vida. La forma tan delicada de recorrer mi cuerpo con las yemas de tus gruesos dedos, palpando cada centímetro de mi piel, estudiándola, analizándola, descubriendo y memorizando cada imperfección cada suavidad. Sellando mis poros con la miel de tus perfectos labios. Me besabas, me besabas tan apasionada y tiernamente y de cuando en cuando pronunciabas mi nombre: “Daniel… Daniel…” con tu voz tan serena y segura, la cual impregnaba todo mi ser de una confianza tan extrema que cuando reaccione me encontraba montado sobre tus fuertes piernas mientras bebías mis lagrimas que brotaron por el inconciente dolor que me provocaba el tenerte dentro mió.

La noche en que me entregue a ti, fue la misma en que jure con mi vida que todo el amor que albergaba mi ser solo lo dedicaría, le pertenecería y seria para una persona: tu, Michelle, mi amor, mi vida.

Nuestra nueva vida, juntos, se movía relativamente bien… hasta que empezaste a crearme ese ligero peso que muchas veces me llevo a la desesperación y a llorar amargamente, y no porque me doliera tu indiferencia o tus duros tratos e hirientes palabras, si no tu tonta obsesión por querer comprenderme. Entender mi actitud, mi forma de ser. ¿Por qué?, ¿para que querías comprenderme? Muchas veces me consolaste y me pedías perdón, yo te abrazaba aferrándome a tu espalda y aceptaba tus disculpas.

En variadas ocasiones te vi coquetear con muchas chicas e incluso las besabas y acariciabas enfrente de mí. A mi no me importaba que lo hicieras. A veces algunas “conocidas” también se me insinuaban a lo que yo solamente me limitaba a sonreírles… mi sonrisa era lo que mas les gustaba.

Todo esto nos llevaba de nuevo a esos tortuosos desaguisados. Me reprochabas el porque no me molestaba, no me producía la menor preocupación el verte con alguien que no fuera yo. Me gritabas que si era un insensible al no sentir celos y que en cambio tú te estuvieras quemando por dentro con solo verme sonreírles a esas “ofrecidas” como tú les llamabas. Lo único  con lo que te alegaba...

-Solo se sienten celos cuando uno no esta seguro de sus sentimientos… yo estoy seguro y ¿tu? –ofendido te llevabas las manos a la cabeza y de nuevo lo hacías…

-¡Argh! Por una vez en tu vida ¡déjame comprenderte!, por mas que lo intento ¡no puedo!, ¡no puedo entender tu estupida forma de ser!, ¡si tu si me entiendes, ¿por qué yo no puedo hacer lo mismo contigo?! ¡¡me desesperas!! ¡me largo de aquí! –nunca te detuve, no tenia ningún sentido hacerlo.

Descanse en la sala por dos días esperando tu regreso. Ese tiempo me sirvió para llegar a una última conclusión: entupidamente creí que tú no eras como los otros, empeñados en querer entenderme, tratando inútilmente de comprender todo lo que pasa por mi cabeza; tu como ellos, actuaron de la manera equivocada ante mi extraña personalidad, porqué lo único que yo quería era… ”

Un par de doctores, seguidos de tres enfermeras entran abruptamente en la fría habitación, revisando nerviosamente la terminal de pulsos y el suero que suministra el medicamento. Cruzando miradas, los galenos comparten el sentimiento, presintiendo lo peor, Michelle entra exigiendo una explicación.

“Sin poder conseguirlo, decidí terminar con tu dolor de cabeza. Dirán que tome el camino fácil pero  no lo creo, porque tomar decisiones así nunca lo es.

Ahora estamos aquí en este frío cuarto de hospital esperando lo peor, tú tomando fuertemente una mano y yo estampado en una dura cama sin decirnos nada… “

Por más que lo intentaba el chico no paraba de llorar y clamar a los cielos que despierte, que no se lo arrebaten, que no los separen. Los médicos fueron honestos y le dijeron que no había más que hacer, solo esperar el final.

“¿Tan poco tiempo?, a veces pienso que lo mejor es dejarlo así pero no quiero irme sin decírtelo”

Débilmente la mano del encamado aprieta las del que le llora aliviando un poco su desconsuelo

-Da… ¿Daniel?... ¡Daniel! –el enfermo sonríe, reuniendo todas sus fuerzas, al oír su nombre, iluminando el rostro de Michelle -¡por fin despertaste! ¡que bueno! ¡tienes que dar lo mejor de ti para que te recuperes pronto y podamos volver a casa, juntos de nuevo! Thelma, Caro y los demás estarán felices de…

-Perdóname… por todo lo que te hecho sufrir… perdóname…

-N-no tienes porque, espera llamare al doctor y…

-No… ¿sabes porque nunca… llegaste a comprenderme?... Michelle…

-¿Que?, no hables de eso ahora

-Porque… yo no quería que me entendieras…

-Per… ¿perdón?

-Lo único que… que quería era…era que me aceptaras tal como soy… que me amaras sin tratar de comprenderme…

-Y-ya esta bien, yo… yo te entiendo…

-No. no lo hagas por favor… no me digas mentiras…

-Calla por favor, necesitas de todas tus fuerzas para recuperarte

-Esta bien… este paso es necesario… tu sabes que y quien soy… solo que ya no podremos… podremos estar juntos…

-¡No!, ¡eso nunca!

-Creí… creí que tu eras… eras el indicado… pero hasta que lo encuentre… seguiré siendo un… un alma vagabunda... –“Y con su amor salvara el mundo…” recordó Michelle, logrando entender por fin su significado –sin duda… sin duda nos encontraremos… nos encontraremos de nuevo y … y harás tu… tu trabajo… como parte de  tu… de tu destino…

-¡Al diablo el destino!, ¡lo único que quiero…! lo único que quiero… es que te quedes conmigo… por favor…

-Es mejor así… siempre hay una segunda oportunidad… ¿quien sabe? tal vez se nos otorgue… tal vez… con el tiempo…

-¡Te amo! ¡te amo! Y juro por mi vida… que luchare para recuperarte de nuevo ¡lo juro!

-Yo… yo también te amo… te amo… Michelle… -al oír su nombre, Michelle lo besa respirando el ultimo aliento de Daniel.

Frente a una fría lapida mecánica, que lentamente se cierra protegiendo un tubo de criogenía, Michelle mira por última vez el delicado cuerpo que muchas veces profano con sus deseos. Escribiendo con su dedo, sobre el sudor del vapor que exhala la maquina, el nombre del jovencito.

Aceptación mas no comprensión, en el caso de Daniel no era necesario porque era tan extraño que cambiarlo no seria fácil, mas bien era algo imposible, lo mas apropiado era aceptarlo, con el tiempo abriría su corazón y su mente permitiéndole a aquel, el indicado, conocerlo, zambullirse en su ser y por fin ser uno.

“‘Aceptación no comprensión, eso es lo único que anhelo’  demasiado tarde para saberlo pero suficiente para creer que el destino me dará una segunda oportunidad para tenerte de nuevo a mi lado… Daniel”.

FIN

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).