#p.v. Akihito #
No puedo creer que son las 11:45 de la noche y estoy en las oficinas Sion porque el irresponsable de Asami olvidó unos documentos que ni siquiera sé de qué son pero, al parecer su contenido es importante ya que me pidió que los trajera, aunque por una parte estoy feliz, ha estado tan ocupado que ni siquiera le veo y no es que lo extrañe ni nada pero a veces me gusta mirarle y comprobar que está bien.
-les digo que tengo cita déjenme pasar –gritó un chico de cabello negro con luces rubias, en definitiva es un estilo muy extraño ¿quién rayos mescla negro y amarillo? , ups creo que llamé su atención porque su mirada se fijó en mí.
-¿Tu eres Takaba Akihito? –me preguntó casi seguro de que respondería sí, ¿quién será? La verdad no se me hace conocido.
-sí, ¿te conozco? –fue inevitable preguntar, pero antes de que pudiera decir más el guardia lo obligó a retirarse haciendo uso de la fuerza, pobre chico eso me recordó una vez que le iba a entregar un CD al ingrato de Asami y me negaron el paso, oh hablando de él será mejor que me apure o se enojará conmigo.
Tomo el asesor y subo hasta su oficina.
-vaya parece que sigue sin secretario –me digo a mi mismo al notar el puesto vacío, pobre Asami tal vez yo debería ofrecerme para cubrir ese lugar.
(Fantasía)
-Asami –sama le llaman por la línea dos -le comento de manera tierna y servicial mientras le ofrezco el teléfono.
-oh en serio ¿y si mejor te enseño a trabajar desde mi oficina? –me levanta en brazos como si fuera una princesa adentrándonos a su despacho.
-AHHH –me hace gemir desde dicho cuarto.
-¡PASO DE ESO! , prefiero seguir como fotógrafo, si me ofrezco como su secretario estoy seguro que me pondría a todo menos a contestar el teléfono –reflexiono y toco la puerta mientras la abro y echo un vistazo.
#p.v. Asami #
Imposible, como fui a olvidar los papeles del nuevo club que se abrirá en Okinawa, espero que Takaba pueda traérmelos, demonios hace tanto que no follo con él que siento desfallecer, ese niño se ha vuelto primordial en mi vida, pero eso no debe saberlo ya que aun ignorándolo es muy desvergonzado ahora que si se entera es capaz de… ¿eh? , pero si es justamente él quien se asoma por la puerta.
-¿Qué haces Akihito?-parece sorprenderse y me sonríe mientras termina de abrir la puerta.
-los papeles, ¿son estos?– se acerca y me los entrega, en cuanto los obtengo comienzo a revisarlos mientras él toma asiento.
-sí, estos son –confirmo al examinar el contenido.
-muy bien entonces me voy a casa –se levanta y pretende retirase, pero no pienso desaprovechar esta visita por lo que lo detengo al tomarle de la mano.
-¿necesitas otra cosa? –pregunta fingiendo no saber lo que requiero.
-¿no te imaginas que es lo que necesito?-le observo con total atención esperando una sonrisa coqueta que me dé la oportunidad de tirarlo sobre el sofá y hacerlo mío.
-ah, ya sé que es lo que necesitas, ¡un secretario!-el ingenuo parece no tener la menor idea de mis intenciones y termino siendo yo el que se ríe, pero de su despistada personalidad.
-¿de qué te ríes?, ¿no me digas que ya conseguiste a alguien que te ayude?-continua con el tema como si eso fuera de mi interés lo que acaba molestándome.
-lo que necesito es penetrarte duro mientras te hago gemir mi nombre –le digo a la vez que me levanto y me acerco a él con intenciones de atacarlo.
-pero Asami estamos en tu oficina – responde mientras intenta huir de mis brazos, aunque eso no funcionará, nunca lo hace y nunca lo hará porque este castaño es mío y lo reclamaré siempre que se me antoje.
-sí, ¿Cuál es el problema?-susurro en su oído aprisionándolo en mis brazos para dirigirlo al sillón pero, carajo se sigue resistiendo y tropiezo, afortunadamente cae sobre mí y no se lastima, pero basta dar un pequeño giro para colocarme sobre él.
-¿te hiciste daño?-me dice con una cara de preocupación, mmn quizás pueda aprovecharme de esta situación.
-claro que me lastime y es tu culpa así que más vale que te comportes –le advierto en tono autoritario haciendo que sus ojos celestes se claven en mi expresando culpa, creo que me pase un poco, pero antes de que pueda decir nada su mano rosa mi mejilla y se eleva hacia mí para besarme, vaya debería hacerlo sentir así más a menudo es muy efectivo.
#pv. Akihito #
La lengua de Asami se bate con la mía y tengo la sensación de que intenta ahogarme en un beso aunque no me importaría ser asesinado siempre y cuando sea mi yakuza el autor de dicha acción que espero realice con pasión desmedida esa pasión que me muestra siempre que me toca y provoca que mi corazón se detenga o palpite con fuerza con cada gesto y caricia que me brinda.
-te has vuelto más apasionado – me dice mientras comienza a besar mi cuello y siento claramente como las partes que él roza se van poniendo más y más calientes, algo que sólo él me hace sentir ciertamente lo amo, pero nunca se lo diré es algo cursi que conociéndolo si se lo dijera quizás le daría igual.
-mmn ah –imposible contener mis quejido al sentir como desliza su mano dentro de mis pantalones y comienza a masajear mi parte baja , en eso es un experto , sólo espero que nadie me escuche aunque no es la primera vez que lo hacemos aquí me sigue avergonzado, muestra de ello mis mejillas toman un color rojizo .
-eres muy lindo –prácticamente me arranca el pantalón ya que le causaba estorbo, como siempre es todo un desconsiderado conmigo, si rompe mi pantalón no me dejará ir ya que según él sólo sus ojos deben ver mi desnudes, a veces pude decir cosas muy extrañas que me hacen sentir importante.
-mng mmn si rompes mi ropa me pondré la tuya…uh –apenas puedo componer la oración porque mi apasionado mafioso no se detiene y al sentir sus dedos invadir mi entrada irremediablemente arqueo la espalda y él aprovecha para capturar uno de mis pezones con su boca lo que me hace sujetarlo del cabello y sin querer despeinar su tan característico peinado formal, que justamente ahora está hecho un marañal por mi culpa.
-…¿y si me quedo calvo de quien será la culpa? –alcancé a escuchar y abrí los ojos que mantenía cerrados dejándome llevar por las sensaciones que Asami me hacía gozar, dándome cuenta de la sonrisa tan tierna que mi pelinegro me regalaba.
-aunque te quedes sin cabello siempre voy a quererte– digo sin pensar, pero antes de que pueda decir otra cosa él me besa al mismo tiempo que retira sus dedos que estaban jugueteando en mi entrada e inserta su erección dentro de mí.
No importa lo mucho que duela, siempre lo soportaré porque sé que el siente placer conmigo y eso es lo que yo quiero, que él me quiera y que sólo esté de esta manera conmigo y con nadie más –resuena en mi cabeza mientras nuestros cuerpos se funden y veo como gotas saladas se deslizan por su frente, lo que me hace reflexionar imposible, imposible que yo me dejara tocar o deseara estar con alguien que no fuera Asami…
Las embestidas se vuelven más fuertes y rápidas-demonios este yakuza es demasiado bueno en el sexo –ya no puedo pensar así que únicamente entrelazo a mi compañero colocando mis piernas en sus pantorrillas, mis manos bajan a su espalda, creo que sin querer termino arañándolo pero no logro evitarlo, sus movimientos son tan sutiles y rítmicos que simplemente no consigo soportar las sensaciones que me provoca cuando se aferra a permanecer en la parte más profunda de mi ser en donde impregnó su ardiente esencia.
–AHHH- expreso dejando fluir una eyaculación que mancha el pecho de Asami …me quedo abrazado de él unos minutos, negando una separación huyendo del sentimiento de vacío que me abruma cuando abandona mi cuerpo, haciéndome sentir incompleto.
-creo que podría follarte las 24 horas del día y me quedaría con ganas de más –besó mi hombro y lentamente abandonó mi cuerpo, demonios he ahí el vacío del que hablaba.
-yo también te extrañé –respondo a lo que el intenta decirme o bueno, que yo siento que trata de decirme un “te eche de menos”, después de todo apenas coincidíamos, que malo y eso que vivimos en la misma casa, ya casi un año de nuestra relación.
-¿tienes sed?–me dice al encender un cigarrillo, en ese momento se me ocurre hacer una travesura.
# p.v. Asami #
Veo como mi pequeño castaño sonríe mientras me guiña un ojo y comienza a ponerse mi camisa, quizás esté intentando seducirme ya que luce condenadamente sexy con esa única prenda cuyos botones estaban abrochados erróneamente, simulando un vestido más que una camisa…aun así me provoca inquietud por lo que me llevo el cigarro a los labios y le doy una fumada.
-fumar es malo para la salud –comentó al momento de arrebatarme el cigarro el cual introdujo delicadamente a su boca de manera traviesa, en definitiva estaba coqueteando de manera descarada y de continuar no me haría responsable.
Sin embargo, acabó con la imagen de casanova cuando se atraganto con el humo y comenzó a toser mientras sus ojos enrojecían provocando que me riera de él, mi pequeño y tierno Akihito quien casi lograba convencerme de protagonizar una escena tan excitante como la que por un segundo vi.
-…estoy bien –informó, pero apenas le salía la voz .Preferí confiscarle el cigarro antes de que intentara seguir con la fallida imagen de galán.
-será mejor que dejes esto o te harás daño –adviento para después besarlo a lo que responde con un puchero, en verdad Takaba me vuelve loco con cada gesto que esboza.
A continuación se levantó y dirigió a la mesita que teníamos enfrente, en donde había todo tipo de bebidas, me sirve un whisky y él un poco de agua, después se aproxima a mí y me entrega la copa para después tomar su lugar a mi lado.
-¿te cansaste?-le pregunto al ver que bosteza y entrecierra los ojos para después recargar su cabeza en mi hombro.
-me muero de sueño, sólo a ti se te ocurre hacer esto tan tarde –me dijo suavemente golpeado mi pecho con las escasa fuerzas que poseí.
-entonces ve a casa y duerme, yo te alcanzo en media hora –paso mi mano por detrás de su cuello mientras el gira su rostro para poder besarle y dejar que mi lengua disfrute de su paladar.
-ok, te espero en casa –cortó el beso levantándose para comenzar a vestirse, después abandonó mi oficina dejándome con muchas, pero muchas ganas de continuar…pareciera que fue ayer cuando le conocí intentando arruinar mi imagen con fotos que tomó sobre mis negocios…pero ahora las cosas han cambiado… estoy, para mi mala fortuna enamorado de ese niño y no permitiré que nadie lo toque o le cause daño, él es sólo mío.
# p.v Akihito #
Hay dios, apenas puedo caminar, ese idiota me dio demasiado fuerte “otra vez”, na ¿a quién engaño? Así es como me gusta, pero a esté paso terminaré en silla de ruedas y para empeorar ya se me acabaron mis vitaminas, las he estado tomando desde hace mucho, son para mantenerme fuerte, pero ayer se me acabaron a ver si después me compro otro frasco.
-disculpa, ¿tú eres Takaba Akihito? –me dijo el mismo chico que me encontré anteriormente, que extraño tiene los ojos enrojecidos como si hubiera estado llorando.
-sí, ¿Quién eres tú?, ¿te conozco?-le contesto, ya que a veces soy despistado y olvido a las personas.
-no lo creo señor Takaba, yo soy Marcus Goodnight -¿señor?, já no me hagas reír no estoy tan viejo, bueno quizás te gane con uno o dos años pero no soy un “señor”.
-sabes no soy tan mayor como para que me llames señor Takaba, Akihito está bien –le sonrío a lo que él me responde con el mismo gesto, pero después me abraza sorpresivamente y rompiendo en llanto, OH NO, ¡que alguien me quite a este niño!
-tranquilízate Marcus ¿cierto? –lo aparto de mí ya que no quiero ni pensar en cómo reaccionaría Asami si me viera de esta manera con alguien que no fuese él.
-perdóname Akihito –kun, es que estoy desesperado –cubría su rostro con ambas manos, la verdad me dio un poco de pena por lo que le invité a un café, ¿café? , imposible ya era demasiado tarde, así que le sugerí la casa. De cualquier forma lo atendería rápido ya que si mi querido yakuza me cachara con otro hombre en su casa, ahora si me mata.
Después de llegar al departamento preparé té y el chico me explicó que había estado intentando programar una cita con Asami, pero no lo había logrado, que estaba desesperado por conseguir trabajo, que deseaba ser su secretario, la manera en que me lo expresaba me molestaba un poco ya que él no estaba de mal ver y me sentí ligeramente celoso de imaginarlo cerca de Asami, por otro lado su historia me provocaba nostalgia.
-soy joven pero le juro que mi desempeño laboral es de primera, por favor Akihito-kun vengo desde Hiroshima y mi madre está muy enferma, además mi hermano mayor acaba de fallecer, realmente necesito el trabajo y, bueno tengo entendido que usted es muy cercano al dueño, por favor ayúdeme–decía sin dejar de llorar, tuve que darle pañuelos desechables ¡y casi se los acabó!
-lo siento Marcus, pero yo no puedo influir en Asami para que te contrate –termino respondiendo ya que no era de mi incumbencia inmiscuirme en sus asuntos laborales.
-por favor Akihito-kun, por favor –no dejaba de insistir y el tiempo se me acababa, Asami no tardaría en llegar y yo con este chico de luck extraño.
-está bien, no prometo nada pero le diré que conozco a alguien que quiere ser su secretario…no te hagas ilusiones porque mis sugerencias no suelen importarle –el muchacho sonrió y secó sus lágrimas. Finalmente logré despedirlo, y sin más me tiro en el sofá exhausto poniéndole fin al día a eso de las 3:07 a.m un desenlace que mi cuerpo añoraba, cuando repentinamente una pregunta llego a mi cabeza ¿estará bien hacerle favores a desconocidos?, aunque él ya no es un desconocido, es Marcus Goodnight.
#p.v Marcus #
Por fin pude hablar con el amante de Asami Ryuichi, es un verdadero imbécil que no vale la pena, mira que haberse tragado todas las mentiras que le dije, ja,ja,ja la verdad como actor soy excelente.
Una vez que Asami me contraté como su nuevo secretario comenzaré a idear el mejor método para sacar a ese fotógrafo de su vida y así yo me volveré su nuevo amante o dejo de llamarme Marcus Goodnight.
Continuará.