Cuidando a los niños
Resumen: Leorio no podía parar de reírse y su pareja no podía odiarlo más en este momento.
Respuesta al reto “31 drabble en 31 días” del foro oesed.
08 de Diciembre
Categoría: Hunter x Hunter
Personajes: Leorio, Kurapica
Géneros: Humor, Romance.
Advertencias: AU=Universos Alternos, Mpreg=Embarazo Masculino
Clasificación: R.
Completo: Sí
Capítulos: Único
Disclaimers: Los personajes de este fic no me pertenecen, son propiedad de Yoshihiro Togashi.
°0°0°0°0°0°
Kurapica era muy paciente con todos, cazadores o no. Ya había dejado atrás su vida de odio y venganza, su hijo de cuatro años había sido de ayuda para ello. El pequeño Zed era su viva imagen. Según su otro padre era la criatura más adorable y hermosa en la faz de la tierra, pero también era un niño travieso, demasiado, todo por culpa de sus amigos que influenciaron desde el nacimiento el que su hijo pasara de ser un tierno angelito a un bullicioso diablillo.
-Quiero que se controlen –dijo cerio mirando a sus amigos y amante.
-Lamento mucho el no poder quedarme con ustedes –dijo Leorio dejando un beso en la mejilla de su hijo.
-No hay nada que puedas hacer con eso –suspiro al escuchar como el sonido de un adorno contra el suelo-. Me volverán locos.
-Sólo tienes que poner a cada uno a hacer algo, se distraerán lo suficiente como para esperar a que de la hora de la cena.
-Hablando de eso –Kurapica dejo que Leorio lo besara para irse a trabajar un par de horas en la clínica que tenía en el pueblo donde se establecieron.
-No será tan difícil.
///
Kurapica aun recordaba las palabras de su pareja, ya siendo casi las ocho de la noche Leorio miraba boquiabierto la escena ante él.
Kurapica estaba de brazos cruzados con Zed sentado frente a él con la cabeza gacha. Tras su hijo estaban sus amigos también en posición de regaño.
-Creo que algo está pasando aquí.
-Estos dos se las ingeniaron para destruir la decoración junto a Zed.
-Ya veo /dijo Leorio soltando el aire-. Supongo que la noche buena se suspende.
-No, papá, por favor.
-Zed –le reprendió Kurapica-. Si tu padre decide que se suspende, se suspenderá.
-Zed se portará bien. Lo promete… será niño bueno.
Kurapica se torturaba internamente por ir a consolar a su bebé que sólo se ponía a hablar en segunda persona cuando realmente lo lamentaba, y prueba de ello eran las lágrimas de dolor cayendo de sus ojos.
Leorio veía todo divertido. Sabía que sus amigos estaban arrepentidos por sus cabezas gachas. Sabía también que su hijo ya no estaría castigado al ver como su pareja se acercaba a él para consolarlo y le prometía que si no volvía a portarse de mala manera Santa llegaría esa noche.
///
Eran pasadas de las tres de la madrugada cuando la puerta de su habitación fue abierta. Zed entró con paso sigiloso y se subió a la cama de sus padres para acurrucarse entre ellos, dejando un beso en la mejilla de cada uno. Kurapica abrió un ojo antes de abrazar a Zed y atraerlo contra su cuerpo, sintiendo la mano de Leorio hacer lo mismo en su cintura. Ahora estaban cómodos los tres. No había una mejor navidad que esa. Pese a todas las travesuras.
Fin