Corro con todas mis fuerzas por la fría calle que da al lugar de la cita, aun no lo puedo creer, estoy tan agitado que veo el vapor salir de mis labios y quedarse atrás, siento las lágrimas salir sin permiso alguno de mis ojos empañando mi vista pero aun así dejándome ver el cielo gris tan triste y el ambiente frío que acompañaban el escenario que estaba a punto de presenciar..
Porque..?
Fue lo único que pude decir al verlo, sentado en las escaleras con sus ojos cerrados mientras permanecía recostado del marco de la puerta que daba al interior de la capilla donde se supone en 8 días nos casariamos a escondidas.. Había desaparecido el día anterior y sus padres aun odiandome me llamaron para darme la noticia y el porque de su desaparición.
Oye despierta..
Lo llame pero no respondió.. No lo quería creer.. Quería seguir pensando que estaba dormido.. Me acerque y le tome de los hombros para moverle un poco para intentar hacerle reaccionar..
Vamos despierta.. Te vas a enfermar.. N-no querrás estar enfermo para nuestra boda verdad..?
Sabia que mi voz se había quebrado, toque sus mejillas pálidas percatandome que ya no tenían el mas mínimo rastro de calor.. Comencé a llorar nuevamente en silencio.. Había llegado tarde..
Lo siento..
Susurre esas palabras en sus labios antes de darle el un ultimo beso para tomar sus manos notando que en su mano derecha se encontraba una nota, la tome temblando de frío y de impotencia para luego leerla.
"Sabia que vendrías, lo siento, no podre cumplir nuestra promesa.. Ya no me quedaba tiempo, te agradezco el haber estado conmigo todo lo que me quedaba de vida, eres la persona mas maravillosa del mundo y me hiciste enormemente feliz recuerda que algún día nos volveremos a ver, así que por favor Diego, no llores"
No lo soporte mas, rompí en llanto, lo abracé aun sabiendo que nunca mas me correspondería, que nunca mas volvería a sentir su calor, que nunca mas volvería a ver su sonrisa, odiandome a mi mismo por no haberme dado cuenta antes de que estaba enfermo, de que estaba muriendo, de que aun sintiendo dolor hacia un gran esfuerzo por darme una sonrisa, me culpaba de su muerte, tal vez si el me lo hubiera contado.. Tal vez yo habría podido hacer algo.. Pero ya no, esa maldita enfermedad se lo llevo.. Se llevo a la persona que amaba sin dejarlo ser feliz.. Se llevo una parte de mi.
Samu.. Voy a llevarte a casa..
Lo cargue como a una princesa aferrandome a su frágil cuerpo y a paso lento me aleje de ese lugar, nada volverá a ser como antes, en mis brazos yacía el cadáver de mi novio y tras de mi solo se están quedando todas mis ilusiones, mis deseos y mis ganas de vivir.
Aun sigo preguntándome porque la vida tuvo que ser tan cruel con nosotros.
Al día siguiente fue el funeral de Samuel.. No fui, yo ya me había despedido de el así que solo me encerré en mi casa, de todas formas no me hubiera podido acercar por que su madre me correría tal como lo hizo cuando se lo entregue, vivía solo así que no le debía explicaciones a nadie, me encerré en mi habitación durante una semana, total, nadie me extrañaría así que solo me dedique a dejarme morir.. Pronto estaría con Samuel otra vez.. Hoy seria el día en que nos casariamos.. Su ilusión era usar un traje blanco.. Seguramente se vería como un angel..
Seguramente serás el angel mas hermoso que existirá en el cielo..
Comente al vació de mi habitación.. Me escondí nuevamente entre las cobijas eh intente dormir otra vez, pero un leve olor a podrido me hizo molestar un poco hasta que se escucho que tocaban la puerta de mi habitación como pidiendo permiso para entrar.. Molesto me levante de mi cama y me dirigí a la puerta tal vez era un ladrón, pues si me iban a matar que lo hicieran rápido, la abrí y quede petrificado al ver quien estaba frente a mi, el apocalipsis había comenzado y si no era eso, pues era algo parecido.