Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi propio milagro de Navidad por Kouichi_RedSun

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bien, gracias por darse una vuelta en este especial navideño que constará en 4 partes, no es común en mí el hecho de que haga especiales, pero esta vez me sentí muy animado con la idea de hacer uno, espero les guste, los invito a pasar, leer y dejar un review.

Notas del capitulo:

Bien, esta es la parte 1 de 4, espero la disfruten y dejen sus reviews, gracias por leer.

 

Esta es la parte 1/4

La nieve caía sobre la ciudad, cuando un chico de cabellos castaño claro y ojos color carmesí, de unos 16 años,  corría a toda velocidad, con lágrimas en sus ojos, claramente herido, pero no una herida física, habían roto su corazón, pensó que pasaría una Navidad más con su ahora ex-novio, Ryo Akiyama, pero ese día, un 20 de Diciembre, su corazón había sido roto en miles de pedazos, corría a donde nadie pudiera verlo, podía observar a la gente que empezaba a comprar sus regalos navideños, con sonrisas impresas en su rostro, pero lamentablemente, no había nada que pudiera poner una sonrisa en su rostro, no había forma de que esos lindos hoyuelos que se formaban en sus mejillas aparecieran, simplemente nada.

 

-:-FLASHBACK-:-

 

Unos minutos antes de donde empezamos nuestra historia, se veía al mismo chico con piel de porcelana, con una linda caja de chocolates para su novio, como en todas sus citas, le llevaba algún pequeño regalo, caminaba hacia el parque, con una adorable bufanda azul rodeando su cuello, un elegante abrigo negro, unas botas marrones y unos jeans azul marino con sus guantes al color de su bufanda, se acercaba a donde se supone encontraría a su novio, y en efecto, lo encontró, pero no como él hubiera querido, su novio estaba con otra persona, un chico de cabello igual castaño, piel un poco más bronceada que el pequeño Takato y ojos grises, Takato se ocultó tras un árbol a escuchar la conversación –Ryo, me prometiste que para estas fechas serías solo para mí, ¿Recuerdas?- dijo una voz también conocida para Takato ¡¿HIROKAZU?! Se cuestionó mentalmente el joven de ojos carmesí al escuchar aquella voz.

 

-Lo sé pero, no sé cómo dejarlo sin que se sienta mal o me haga un numerito, más por evitar lo segundo, sería algo molesto- dijo e chico de ojos azules mientras acariciaba la barbilla de Hirokazu, a la par que el corazón de Takato se iba partiendo en miles de pedazos –Sé que Takato puede ser muy infantil, pero… Mi paciencia se está acabando y si no te deshaces tú de él, yo tomaré cartas en el asunto- dijo Hirokazu con una sonrisa un tanto sombría –Lo sé, lo sé, te prometo que lo haré en Noche Buena- dijo Ryo para luego besar los labios del otro chico, mientras un Takato con su corazón completamente devastado, salía de su escondite.

 

-No es necesario que esperes hasta Navidad- dijo Takato mientras salía de detrás de ese árbol, con su mirada baja y sus ojos llorosos –Ah… Takato ¿N-No debíamos vernos en 30 minutos?- cuestionó Ryo, mientras se levantaba –Que bueno que no quise hacerte esperar… ¡Eres un mentiroso Ryo Akiyama!- gritó el pequeño “Google boy” mientras empuñaba sus manos –Vamos, n-no te pongas así- dijo Ryo tratando de acercarse. Sólo para recibir una bofetada –Vale, ¡¿Prefieres a Hirokazu?, pues dale estos!- exclamó Takato arrojándole la caja de chocolates a Ryo y salía corriendo del lugar, sin mirar atrás e ignorando completamente los gritos de Ryo.

 

-Bueno, parece que ya no hay porque esperar- dijo Hirokazu restándole importancia a lo sucedido, sólo para recibir una mala mirada de su amante –Se supone que es tu amigo, de hecho… ¡No debimos hacer esto!- gritó Ryo algo exaltado y dispuesto a correr tras Takato, pero Hirokazu le tomó del brazo –Ya no puedes arrepentirte de lo que hicimos, Ryo- dijo Hirokazu mirando los azules y profundos ojos del mayor –Pero… Takato…- Ryo no sabía qué hacer, pero decidió obedecer a su amante y quedarse a su lado.

 

-:-FIN DE CLASHBACK-:-

 

Ahora Takato se encontraba sentado en un callejón, abrazando sus rodillas y hundiendo su rostro en estás, mientras su pantalón se mojaba con las lágrimas que este estaba liberando, una voz gruesa e intimidante fue lo que hizo a Takato alzar la mirada, un sujeto con muy mala pinta se plantó en la entrada del callejón, sin darle alguna opción de salida al pequeño –Vaya, vaya, ¿Qué tenemos por aquí?- preguntó en forma siniestra aquel corpulento hombre –Parece que te has perdido hombrecito… Te parece… ¿Jugar conmigo?- dijo aquel sujeto  de forma intimidante y alzando su puño, en definitiva, le haría algo malo a Takato.

 

-P-P-Por favor… Déjeme- dijo Takato en súplica, más sin embargo, el otro sujeto solo se acercaba más y más, ignorando las constantes súplicas del menor, que solo lloraba con una mayor intensidad, cuando quedó acorralado, el otro sujeto comenzó a tocar de forma indecente el cuerpo de Takato, quien trataba de moverse y huir, más sin embargo, aquel sujeto era más grande y fuerte que él, Takato sintió verdadero miedo en el momento que aquel hombre frotó su entrepierna por encima de los jeans que llevaba puestos. –No… ¡Deténgase por favor!- gritaba un desesperado Takato, solo para recibir un puñetazo en su boca – ¡Niño, cierra la boca!- gritó aquel hombre dispuesto a darle un segundo golpe a la ya sangrante boca de Takato, este solo cerró los ojos esperando el impacto, del cual, solo escuchó un sonido de alguien cayendo al piso.

 

-¡agh! ¡¡Suéltame!!- escuchó Takato la voz de aquel hombre, cuando abrió sus ojos, divisó a su agresor en el piso y a alguien aplicándole una llave en el brazo –Creo que el muchacho dijo que te detengas- comentó aquel chico de ojos grises, cabello azulado y piel morena, con un físico envidiable, esbelto y atlético, pero que era cubierto por su ropa de invierno, que constaba de unas botas negras, unos jeans negros, un abrigo café y una bufanda azul marino. –Deberías meterte con alguien que te de pelea- le dijo aquel atractivo chico al maleante que hace unos momentos, toqueteaba a Takato –M-Maldito, sólo suéltame- dijo ya claramente adolorido aquel sujeto, aquel chico, de unos 17 años obedeció y lo soltó –Si te veo de nuevo por aquí, me encargaré de que la policía te encierre- dijo de forma amenazante aquel heroico y valiente joven, mientras aquel viejo salía corriendo con la cola entre las patas.

 

-A-Ah… G-Gracias- dijo Takato inundado en lágrimas, tanto de miedo y tristeza, como de alivio –Déjame ver tu labio- dijo el chico de piel bronceada acercándose, Takato, sin rechistar, lo dejó acercarse –Tienes un corte… Vamos a mi casa, queda a 2 calles de aquí, ahí te podré atender el labio- dijo el amable jovencito a Takato.

 

-P-Pero… ¡No, no te preocupes! Has hecho bastante con salvarme de ese sujeto- mencionó Takato, tratando de no sonar grosero, pues realmente no tenía ánimos de hablar con nadie, solo quería irse a llorar a su habitación.

 

-No te preocupes por eso, no puedo dejarte andar con el labio partido- dijo sonriendo y técnicamente, arrastro a Takato hasta su casa y cuando el menor se dio cuenta, ya estaba en un lujoso apartamento –Ven, por aquí está el botiquín- dijo mientras lo sentaba en la sala y corría al baño a traer el botiquín.

 

-D-De verdad no es necesario, replicó Takato, tratando de persuadir al mayor de que lo dejase ir, más sin embargo este ya aproximaba un algodón mojado con alcohol a su herida.

 

-Tus ojos… ¿Siempre se ven tan tristes?- preguntó antes de colocar el algodón, Takato le miro un poco sorprendido, no se esperaba esa pregunta.

 

-N-No… B-Bueno… Olvídalo- dijo cabizbajo, no quería hablar de eso con un desconocido.

 

-Es que… No sé, siento que tus ojos brillan de forma más linda que ahora y… Que quizá tengas una linda sonrisa- dijo aquel chico con una mirada de ¿Preocupación? –Ah… Por cierto, me llamo Henry Wong- dijo sonriendo un poco y poniendo el algodón en la herida de Takato.

 

Takato soltó un quejido al contacto del algodón con la cortada en su labio –Y-Yo me llamo Takato Matsuda- dijo mirando los profundos ojos grises de Henry.

 

-Qué lindo nombre- dijo el peli azul sonriendo  Takato simplemente esbozó una pequeña sonrisa que se borró de inmediato. El resto fue un silencio incómodo, pues Takato no estaba dispuesto a hablar de lo que le pasó con Ryo frente a un chico que apenas conocía de 30 minutos atrás –Vale, ya estas como nuevo- dijo Henry terminando de poner una grapa en el labio de Takato ¿Quieres que te acompañe a casa?- preguntó Henry mirando fijamente a Takato.

 

-N-No… Mi casa… Está a unas calles de aquí, estaré bien- dijo el castaño levantándose con lentitud y haciendo una reverencia –Gracias por todo- dijo de forma educada.

 

-Vale, pero antes de que te vayas, toma mi número- dijo mientras velozmente sacaba un papel de su bolsillo y una pluma, para anotar su número telefónico –Si necesitas algo o quieres hablar con alguien, puedes llamarme- agregó entregándole el número, Takato asintió y salió del apartamento.

 

Caminaba al atardecer, rumbo a su casa, mirando el papel que contenía el número de ese chico, lo hizo bolita y lo arrojó al piso, caminó unos cuantos metros y posteriormente regresó corriendo, antes de que el viento se llevara la bolita de papel, la cual tomó y guardó en sus bolsillos, para caminar ahora sí, directo a su casa, entró a la panadería que dirigían sus padres y los saludó –Hola mamá, papá- dijo con una ligera sonrisa.

 

-Hola Tak… ¡¿Qué te pasó en el labio?!- preguntó su madre al ver el moretón y la grapa en la boca de su hijo, su padre por igual se acercó alarmado a su único hijo.

 

-No es nada, lo que pasó es… Que caminó hacia acá un chico me empezó a provocar y pues… Nos peleamos, no pasó nada serio- dijo el castaño tratando de sonar convincente.

 

-¿Seguro que estás bien, hijo?- fue ahora el señor Matsuda quien preguntó.

 

-Si papá, estoy bien, estoy cansado, quiero irme a dormir- dijo con una pequeña sonrisa y se quitó las botas en las escaleras que daban a su casa, que estaba en el segundo piso del edificio, pues el primero era de la panadería.

 

Una vez ya en su cuarto, Takato se encerró bajo llave y se quitó el abrigo, la bufanda, los calcetines y la camisa, dejando al descubierto su desnudo y suave torso, al igual que esos pies minuciosamente cuidados, el estar así lo ayudaba a pensar, aun así estuviera haciendo frío, le resultaba cómodo y a la vez relajante, por más que le daba vueltas al asunto, lo único que se preguntaba era “¿Qué le hice a Ryo para merecer eso?”, las lágrimas rápidamente volvieron a desbordar de sus hermosos ojos y se llevó las manos al pecho, dejando que todo su llanto saliera, en silencio y sin ser notado por sus padres, las horas pasaban y pasaban, Takato seguía igual, solo que ahora con sus ojos hinchados, se sentó en su cama y vio sus calcetines, su camisa y demás ropa tirada, no conciliaba el sueño, se levantó y caminó hacia su abrigo, sacando el papel que horas antes le había dado aquel desconocido –Sera… ¿Será buena idea?- se preguntó a sí mismo sacando su celular.

 

Pensó por unos momentos si debía o no, cuando revisó su celular, tenía 8 llamadas perdidas y 24 mensajes de Ryo, simplemente suspiro mientras las lágrimas seguían deslizándose por sus ojos, pero miró el número de Henry y con algo de duda y una leve temblorina, que era provocada por los nervios y no por el frío, llamó a Henry –Ahm… ¿hola?- saludó Takato.

 

-Hola Takato, ¿Qué pasa?- preguntó Henry.

 

-Me gustaría… Hablar contigo- dijo Takato en voz baja y suave

 

-Vale, te escuchó… Desahogate- dijo Henry sonriendo.

 

-Gracias…- Fue lo único que musitó Takato tomando aire para hablar.

Notas finales:

Bien, esta fue la primer parte de este especial, espero lo disfruten, les deseo felices fiestas y que disfruten mucha esta época con su familia y amigos, ¡Ya quedan menos días para Navidad!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).