Amor a primera vista
Resumen: Santa Claus esta medio ocupado esta navidad y le pide ayuda a Jack para repartir algunos obsequios, haciendo que el chico de hielo conozca a un adorable niño vikingo.
Respuesta al reto “31 drabble en 31 días” del foro oesed.
11 de Diciembre
Categoría: Como entrenar a tu dragón, el origen de los guardianes.
Personaje: Hipo, Jack Frost.
Géneros: Romántico
Advertencias: Chan
Clasificación: R
Completo: Sí
Capítulos: Único
Disclaimers: Los personajes de este fic no me pertenecen, son propiedad de Cressida Cowell, William Joyce y Dreamword.
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-No pretendes que reparta tus regalos, ¿verdad? –dijo con cara de horror el guardián de la nieve.
-Hay demasiados niños buenos, Jack –le dijo Santa- cada día los niños son más. Estamos sobrepoblados y ya no doy abasto para repartirles a todos.
-Bueno, pues contrata a tus duendes –dijo sin el más mínimo interés de pasar toda la noche del 24 de diciembre repartiendo regalos.
-Ya me ayudan bastante y no puedo sobre explotarlos.
-¡Y a mí sí! –gritó indignado.
-No exageres, no es como si te dejara la mitad del planeta a tu cargo, sólo será una pequeña porción del planeta –dijo sin interés, pero luego recordó un viejito truco que a veces le ayudaba con Jack-. No creo que puedas hacerlo, después de todo, por eso sólo te daría unos cuantos.
Jack sintió como cada fibra de su ser se erizaba ante la provocación, sabía que lo hacía a propósito, pero le era inevitable.
-Bien, lo haré.
Habían pasado tres horas desde que empezara con todo. Entre la preparación, la ayuda de conejo con un par de trucos y la lista de regalos. Cuando llegó al final de la lista. Sólo le quedaba entregar un regalo. Era para el líder de la aldea vikinga en que estaba repartiendo regalos. Hipo, le sonó gracioso. Se dirigió a la cada del niño y lo vio dormir cerca de la hoguera. Se veía respirar de manera acompasada. Un ruido lo alertó, vio como la puerta se abría y por ella entraba una criatura de negro cuerpo. Le aterró por un segundo. Quiso advertirle al niño que inocentemente seguía durmiendo, pero nada podía hacer. ¡¿Por qué no podía comunicarse con la gente cuando esta lo necesitaba?! La bestia se acercó y Jack observó impresionado como este se acurrucaba junto al pequeño que pasaba un brazo por el cuello de la bestia.
Era increíble. Una bestia tan grande siendo controlada con un niño que no le llegaba ni al pecho.
-Que niño tan impresionante –dijo acercándose y gracias a su nula presencia pudo estar a un palmo de distancia. Las mejillas rojas y cabello café, del mismo color que él mismo lo tenían antes de morir en el lago congelado al salvar a su hermanita.
Quería saber más. Quería conocer al pequeño guerrero. Porque lo sabía, siendo el hijo del líder seguramente era el mejor vikingo. Mucho más teniendo el compañero alado que tenía.
Se lo prometió entonces. Vendría a ver a ese niño, sabría cada cosa de él. Porque había sido el destino o lo que algunos llamarían… amor a primera vista.
Fin