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Deseo, Lujuria y Amor por veku089

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Notas del fanfic:

Esto no me pertenece, todos los creditos son para jose12; quien tradujo y transcribió todo, yo solo hago un favor

La autores originales eran anonimos

Notas del capitulo:

Esto tendrá dos partes, espero o esperamos xD que lo disfruten

FLASHBACK………………………………..

Vegeta se acercó a Gokú saboreando sus labios, se sincronizaban perfectamente logrando un bellos sonido de sus bocas jugando.

Suaves caricias recorrían sus cuerpos, Gokú apretaba sus manos en la espalda de su amante mientras este con loca pasión movía sus caderas para que el miembro del menor resbalara fácilmente por su cavidad

FIN DEL FLASHBACK………………………

-Vegeta – susurró ido en sus pensamientos por el príncipe de la raza guerrera Saiyajin. ¿Era posible que lo hubiese abandonado? Solo hacía una semana y lo extrañaba demasiado, tendría que ir a la Corporación Capsula para verlo, con sumo cuidado se levantó del lado de su esposa que ya estaba dormida, apenas y se puso su habitual traje de pelea y llevó sus dos dedos a la frente; apareciendo justo en una habitación con una escena dolorosa para él, estaba mudo, además no se podía mover.

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Bulma, abrazaba a su marido rodeándolo también con sus piernas detrás de sus nalgas. La mujer con ojos cerrados y su boca entreabierta apenas y respiraba, sus gemidos podrían escucharse muy lejos sino fuese porque los sonidos no podían escapar de esa habitación.

Vegeta encima de ella movía sus caderas de adelante hacia atrás una y otra vez, controlando su fuerza para no lastimarla, la tomaba de las espaldas alzándola un poco para besarla. Desde el cuello subía rozando suavemente su boca hasta llegar al mentón donde se detenía para ponerlo en su boca y morderlo suavemente, luego de eso la besaba con sumo cuidado permitiéndole respirar.

Hasta que al fin sin poder contenerse la mujer llegó a su orgasmo mojando un poco el vello púbico de Vegeta. Sintió como eso lo excitó más y derramó su semilla en su interior - te amo Vegeta - susurró sin aliento alguno

Apenas le respondió con una risilla para acomodarse a su lado tirándose boca arriba y cerrando sus ojos conciliando así el sueño

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Gokú se teletransportó a su casa segundos antes, quería dañar el acto de los dos y así bajó rápidamente por las escaleras y tomar el teléfono de la sala… sonó por unos segundos impacientándolo un poco – Hola Bulma

#- hola Gokú

-que haces ¿estás cansada? – preguntó con ironía

La mujer no comprendió ese tono de voz pero lo dejo pasar por alto #- algo sí, que se te ofrece

-¿está Vegeta? - preguntó ansioso

#- aquí te lo paso – al final sólo se escuchó como soltó un hondo respiro y rio un poco

Con el ceño fruncido agarró el teléfono #-¿Qué quieres Kakarotto?

-nada, ¿entrenamos mañana?

#-donde siempre, a las 9 de la mañana, no llegues tarde - y colgó la línea

Y la noche trascurrió lenta para el joven Saiyajin de cabello alborotado pensando en que le diría al príncipe. Pero la mañana trascurrió afanada y la hora de entrenar se le retrasó por unos minutos, nada más dos pero eran graves.

-a las nueve dije – el príncipe resopló su frente viendo un reloj en su muñeca.

Gokú no se puso en posición de pelear - de todas maneras no vive a eso

-después de entrenar – respondió seguro de saber a qué se refería - ahora a pelear

El menor lo vio de arriba abajo - ¿Por qué te acuestas con Bulma? ¿Por qué con ella, acaso no me tienes a mí? – su voz estaba por quebrarse cuando escuchó al mayor gruñir

Vegeta sonreía maliciosamente – te noté anoche, no puedes pasar desapercibido ante el príncipe Saiyajin, pero yo estaba ocupado, demasiado ocupado – no se escuchó del otro lado ninguna objeción, pero a él le invadían recuerdos amargos, era hora de sacar a la luz todo lo que lo ennegrecía su alma – yo, estoy con ella porque me das lo que ti nunca podrás darme

Gokú abrió sus ojos ¿Qué era lo que no podía darle? - ¿Qué es eso entonces, explícate?

-nuestra primera vez, la recuerdas, la vez que me sentí amado pero entonces nada era real

FLASHBACK………………………..

El príncipe seguía moviéndose, sintiendo como cada parte de su cuerpo rogaba por más, el deseo de sentir todo lo que su naturaleza alcanzara. – Tómalo en tus manos - rogó por el contacto sobre su miembro llevando la mano del menor allí

-es asqueroso, mejor síguete moviendo - el menor le había rechazado con una mueca de asco, llevando sus manos a la espalda del más bajo para continuar.

Vegeta sintió una punzada en su corazón, todo su ser se conmovió con esas palabras, quiso parar pero las manos del de clase baja no se lo permitieron, lo hicieron moverse más rápido y pronto su entrada fue invadida de semen. Apenado se bajó para tomar las caderas del otro y voltearlo

-¡NO! –gritó

-pero Kakarotto, yo quiero

-tienes a Bulma, no te quejes - respondió con una sonrisa que para el menor fue la peor burla en su vida – me voy sino Milk me va a matar - terminó de ponerse la ropa ante la mirada perpleja del mayor y se marchó dejándolo sucio y con dolores en su parte intima

-insecto – bufó minutos después reflexionando aquel momento. Por su cabeza rondaban esas palabras de asco hacia él, su orgullo le pedía a gritos ir a despedazarlo, pero su corazón latía por estar nuevamente con ese guerrero poder acariciar cada extensión de su cuerpo y sentir aquel viril órgano en su boca una vez más.

FIN DEL FLASHBACK……………………

-¡Y ASÍ FUERON TODAS LAS VECES! ¿No lo entiendes? Me enamoré y no pude resistir a que me tomarás, pero luego entendí que para ti soy un asco, eran encuentros íntimos, sólo la ponías dentro y nunca me tocabas

Gokú estaba al borde de soltar lágrimas, ¿Cómo se le había pasado por alto aquello? Al principio fue así pero después sentía deseos ardientes de tocarlo - pero, la otra vez quería tomarlo en mis manos y las quitaste

-porque le pertenece a Bulma, a nadie más - expresó con molestia el mayor – yo puedo soportar Kakarotto, puedo ser tu juguete, pero soy hombre y necesito. Yo no puedo esperar amor de ti pero de Bulma sí, ella me ama y aunque yo no, yo puedo quererla y hacerla sentir bien – volteó sus espaldas y se devolvió a casa

-¡no vuelvas a hacer nada con Bulma! – Gritó para ser escuchado – te lo advierto Vegeta – bajo su tono al ser observado

-¿o qué? – el molesto Vegeta se acercó a su rival tomándolo del cuello - si asesinas a la madre de mis hijos, te mataré y a tu familia, luego este universo se irá a la mierda.

-¿hijos? – arqueó una ceja interrogando aún más

El mayor no lo soltaba del agarre - escúchame bien sabandija, yo me pude haber enamorado de ti, pero ahora mismo Bulma espera una bebé, una princesa de mi sangre, y si la tocas al menos uno de sus cabellos te sacaré hasta el corazón y lo exprimiré frente a tus moribundos ojos. - al final descargó al menor quien de lo asombrado no se dio cuenta de que lo habían soltado y terminó en el piso.

Gokú vio irse al príncipe, el arrebato de ki que sentía era mucho mayor al que él podía alcanzar con años de entrenamiento, por un momento sintió miedo; y mientras todo trascurría normalmente, el de cabello alborotado permanecía inmune ahí en el piso procesando todo lo que le había dicho el príncipe – me ama, ama a sus hijos, quiere a Bulma – otro suspiro – a ella la protege más – susurró para sí, una segunda ola de recuerdos llegan a su mente haciéndole doler hasta el más pequeño músculo de su cuerpo, su corazón está casi inmóvil – le dije que era asqueroso –

Agarró con fuerza sus cabellos y los tiró - soy un idiota - y las lágrimas al fin no se contuvieron, aladas y con mucho calor empezaron a recorrer sus mejillas terminando en el piso - te amo Vegeta, perdóname - sin aliento alguno, y no porque tuviera fuerza, más bien su mente no daba más.

Llegó a su casa en la montaña Paoz y pasó por lado de la mesa sin ni siquiera probar bocado, subió a su cuarto y cerró la puerta a sus espaldas tirándose de cara a la cama. Pronto su esposa subió a tocar la puerta llamándolo - déjame en paz Milk – gritó tan fuerte que la pelinegra no objetó nada

Milk bajó a la sala y le marcó a su amiga

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Bulma una vez más yacía disfrutando del bello cuerpo de su esposo, esta vez encima suyo, él sentado sobre sus talones y ella moviéndose sobre el dotado miembro mientras lo abrazaba, preciso el momento y el teléfono sonó repetidamente , hasta que exasperados dejaron el bello encuentro a medias

-hola

#- lo lamento Bulma, yo no sé – al otro lado la pelinegra Milk lloraba

Al príncipe no le agradó la interrupción y se molestó por lo que la peli azul salió del cuarto – cálmate Milk ¿Qué sucede?

#-sabes cómo es Gokú, pero ahora ni cuidado me pone - sollozó aún más – necesito estar lejos de el al menos una semana - ¿puedo ir a tu casa? No tengo a nadie más

-tranquila, en mi casa no creo, lo que necesitas es unas vacaciones en crucero, tu y yo, además podemos llevar a los chicos y a Gohan

#-sólo en tu casa, sabes que los cruceros cuestan una fortuna

-no es problema para la mujer más rica del mundo – soltó una carcajada – o sea yo- presumió

#-quiero descansar, lo que tú digas

-eso me gusta escuchar - Bulma dio un suspiro ¿Qué haría con el salvador del universo, su amigo? – trae a Gokú, lo dejaré con Vegeta aquí, tendrán comida y entrenarán

Tenía que alistar todo por lo que al volver a su cuarto encontró a su esposo dormido.

Muy temprano llegaron todos, Gokú no se había opuesto a quedarse en Capsule Corp., antes había salido temprano, su mirada a la peli azul no era la mejor.

Bulma notó esa extraña mirada, era amenazante y llena de odio, dirigida a todo su ser en especial a una parte, tomó su barriguita con ambas manos sobando suavemente para calmarse a sí misma y contener sus nervios, estaba totalmente vulnerable, si había algo que pudiese hacer, entonces Vegeta lo arreglaría - adiós Gokú, cuídate – se despidió ocultando su temor y arrancando el auto lo más rápido posible.

“Vegeta, lamento ponerte en estas pero tampoco vendrías conmigo al crucero. Gokú se queda contigo esta semana; Milk dice que tiene algo, algo muy raro, tu eres Saiyajin mira a ver qué le pasa, me llamas si necesitas o encuentras algo raro en el………… y no vayas a llamar ahora mismo para protestar… TU AMADA ESPOSA” – y él que estaba a punto de llamarla, apenas chasqueó los dientes, precisamente a quien menos quería ver estaba en su casa.

Se lavó los dientes y bajó a buscar desayuno – Kakarotto - el Saiyajin de clase baja estaba en la mesa comiendo relajadamente

-Vegeta – exclamó entusiasmado - hola

-jum – algo raro si tenía, ayer discutieron y no se le dio nada, tal vez algún problema en la cabeza, ignoró el hecho y se alimentó bien para dejarlo solo y salir de la casa

-¿A dónde vas? - preguntó el menor

-a entrenar - lo vio pararse de la silla - pero no vendrás, te quedas aquí y si quieres puedes tragarte todo o largarte a entrenar. Vuelve a comer, después de todo me ordenaron cuidarte - susurró – y quiero verte bien - susurró más bajo para si

Esto no pasó desapercibido para el más joven quien mostró una sonrisa de preocupación - Vegeta – bajó su cabeza sentándose a ver televisión, no iba a seguirlo, se le notaba molesto y no quería arruinar lo poco que lo amaba.

El Son estuvo todo el día pensando en que le diría, y en sus sentimientos que desde lo profundo de su interior brotaban – te amo – se lo repitió frente al televisor todo el día

Y al fin la noche asomaba, llena de nubes esponjosas preparándose para la lluvia, el cielo retumbaba con cada relámpago y hacía estremecer la tierra. Vegeta apareció yendo directo a su cuarto; durante el día ordenó que le llevaran la comida a la cámara de gravedad.

Gokú lo interceptó entrando a su cuarto - Vegeta - el mayor ni se inmutaba - yo quiero pedirte disculpas – agarró el mentón del príncipe para acercarse pero este lo esquivó

 

Las lágrimas no se contuvieron en sus ojos - Vegeta – el menor dirigía su mano a la entrepierna del príncipe para tocarlo, quería tocarlo, sentía esa necesidad de poder sentirlo en su mano, debía demostrar que no era asqueroso, lo llevaba a dentro del cuarto, no lograba tocarlo cuando ya retrocedía.

Sólo tuvo miedo al principio y es que siempre era entre las peleas que ponía al príncipe a su disposición, nunca notó que algo faltaba, ni los besos ni caricias sobre el miembro del mayor

Vegeta se masturbaba a sí mismo para llegar al clímax, y él siempre se iba después de eso, ahora que lo pensaba bien ¿Qué clase de persona había sido, hasta donde había llegado su lujuria? – no, no puedo hacerle esto a la persona que amo

Al final Gokú dejaba de insistir y el mayor sintió una punzada de dolor en su corazón “la persona que amo” eso era demasiado - sal de aquí Kakarotto, estás confundido, tienes razón no debes hacerle esto a Milk y yo no quiero seguir haciéndome esto

-Vegeta déjame explicarte - forcejaba casi sin fuerza al ser empujado

- vete a dormir Kakarotto, déjame ser feliz por lo menos, es lo único que te pido - una pequeña lágrima de profunda tristeza escapaba dejándola ver del menor antes de cerrarle la puerta en la cara

El príncipe se tendía en la cama mientras el menor se recostó contra la puerta de la habitación dejándose resbalar hasta quedar acurrucado en posición fetal con su cabeza entre las rodillas. - Vegeta - llamó dando un toque a la puerta

Pero nadie respondía desde adentro, las puertas eran a prueba de vibración y no entraba sonido alguno, y aunque no oía podía sentir como tras pasadas horas el menor afuera elevaba su ki; seguramente para calentarse del frío de los pasillos, y no aguantó la desesperación de estar al pendiente de él sin que lo dejase dormir, abrió la puerta de golpe - maldita sea Kakarotto, si estás aquí no puedo dormir, ¿acaso no pueden entrar a otro cuarto, no sabes cómo?

No respondía en lo absoluto - bien, vamos y te llevo, no sea te pase algo

-quiero hablar contigo - susurró al fin el menor

-¿Qué tienes frío? - preguntó al no escuchar bien

-quiero hablar contigo, como amigos

Vegeta notó lo cortado de su voz - ¿estás llorando, te pasa algo con Milk y quieres solucionarlo? – preguntó preocupado, como amigos, estaría cerca entonces sería su amigo, corrió al cuarto a traerle una cobija de algodón para que se abrigara, también una para sí, se sentó al otro lado del corredor para atender cualquier cosa que le quisiera decir – bien, ahora dime ¿Qué sucede con Milk?

-no es Milk, es la persona que más amo en este mundo – sollozó secándose los ojos con el antebrazo

-sino es Milk… - el príncipe se puso a pensar en quien podría ser, - ¿tus hijos, alguno en especial?

-no, ellos están bien – titiritó al sentir como el calor natural volvía a su cuerpo

-uno de tus amigos - el mayor creyó adivinar pero el otro negó, ya cansado de esperan respuesta alzó su voz - mira Kakarotto, si no quieres decirme quien es - tragó saliva al ser él quien no estaba en el corazón del guerrero - entonces dime que pasa para que te ayude.-

- eres tu - volvió a esconder su cabeza

-¿Quién?

-¡ERES TU! La persona a la que amo eres tú - el mayor se reía carcajadas hasta que logró articular palabra no se calló - perdóname, yo te hice sentir como un asqueroso insecto y yo, yo me siento partido en dos, cuando me dijiste eso ayer yo quería morir, jamás me sentí tan humillado y adolorido

Vegeta guardaba silencio viendo como el menor le decía con lágrimas en los ojos lo que sentía

-es un dolor – continuó - me duele el pecho y todo en mi cuerpo, pero no es mi cuerpo, es cómo si yo estuviera perdido

Vegeta pensó otra cosa y rio suavemente – vamos Kakarotto, quieres sexo ¿no es así? Pero amas a tu esposa, sólo debes concentrarte en lo que quieres

-con ella no estoy desde lo nuestro, hace tres meses- ante la mirada de un Vegeta sin convencerse soltó un agrio llanto que le hizo doler todo el pecho - créeme, es lo único que me importa ahora, por favor, aunque me quieras como amigo o me desprecies sólo quiero que sepas que te amo

Vegeta volvió a sonreír de medio lado - Kakarotto parece que de verdad lloras, sabes que me lo creo y no puedo verte así, vamos y te descargas - volvió a darle una mirada lasciva

-no - volvió a negar - yo quiero que tú seas el que me tome, quiero demostrarte que te puedo dar lo que Bulma también.

-¿Qué? - ahora era el príncipe quien estaba estupefacto – ya te dije que yo no tengo problemas con eso, sólo con que no te acerques a Bulma o mis hijos está bien

-pero te entregas a ella, no quiero que tengan nada

-¡Kakarotto! –Gritó eufórico – me acuesto con Bulma y ya, nadie más me lo mete, y además ni lo tocas - se levantó del piso muy furioso echando sus caderas hacia adelante - acaso te gusta, no, entonces no me friegues con eso

Mientras el príncipe se descuidó; Gokú tenía su mano en su entrepierna, apenas y podía con esto, estaba perplejo viéndolo como se arrodillaba frente a él

Gokú poco a poco retiró el botón de la bermuda que el príncipe se puso para dormir, no dudó en bajar con todo y su ropa interior, el flácido miembro saltó a su vista, sin vida, sin sensación alguna, pero estaba dispuesto a que se levantara; acercó su boca para depositar un suave beso y luego lamer toda esa larga y gruesa extensión, una bofetada con gran fuerza dio en su cara tumbándolo al piso

-idiota, no lo toques, creo que debo llevarte a un psiquiatra, Kakarotto estás mal

-¿te puedo pedir algo antes de eso?

El mayor asintió

-hazme tuyo esta noche, después me puedes alejar de ti, y soportaré todos los manicomios. Si me amas te lo ruego, te ruego que me dejes demostrarte que también te amo

-pero – articuló Vegeta tratando de oponerse a esa locura.

Gokú en pie se acercó para darle un abrazo - solamente eso, yo te amo

-Bien Kakarotto – suspiró - me rindo, pero debes obedecerme después si es necesario que te revise un especialista, pero te prometo que no te dejaré podrir en un manicomio, te doy mi palabra como el príncipe de tu raza

Por Vegeta…

Kakarotto asintió a lo que dije y me mostró una bella sonrisa como él solo las sabe dar, se volvió a aferrar a mí, y levanté vuelo para llevarlo a la cama poniéndolo debajo de mí, me separé y busqué su rostro para juntar mis labios a los suyos, pronto me siguió el ritmo, estaba entretenido con mi pene, y lo masajeaba tallándolo de arriba abajo, ya estaba erecto y lubricado, él quería que lo tocara, dirigió mi mano a su miembro y yo no me opuse dándole lo que él quería.

Si era la última noche entonces sería una noche que jamás olvidaríamos los dos.

Fin de por Vegeta…

Gokú utilizó sus hábiles manos para quitarle la ropa al príncipe, para entonces también él estaba desnudo y sus miembros rozaban uno contra el otro, ninguno de mayor tamaño. La lubricación los hacía resbalar fácilmente, un aroma muy peculiar invadió la habitación. Los dos estaban perdiéndose en el placer de la atracción mutua,

Los besos aumentaban de fuerza dejando escapar algo de saliva entre sus bocas, saliva que Vegeta recogía con su lengua.

Gokú empezó a traspirar y su cuerpo se vio brilloso por el sudor, Vegeta tampoco que quedaba atrás; su cuerpo también estaba perlándose, el movimiento de sus caderas aumentó, aún más cuando el menor lo atrapó con sus piernas por detrás de sus nalgas

El cuerpo que se encontraba debajo empezó a temblar y a convulsionar, al ver que soltaría un fuerte grito lo calló con su boca introduciendo la lengua en esa húmeda cavidad dejándolo sin aire para gritar. Y su vientre se sintió caliente, la semilla del menor se había disparado contra su abdomen, volviendo al de él

-ya Vegeta, puedes hacerlo ya – ansioso por demostrar que aguantaría lo besó para empujarlo y que pudiera realizar su trabajo

Por Vegeta...

Le volví a preguntar si estaba seguro y dijo que si, entonces recogí lo que estaba en sus marcados músculos, mis dedos se empaparon casi hasta mi mano entera, levantó más sus caderas dejándome ver su entrada virgen, parecía buscarme y yo no me resistía, no había alcanzado a venirme y por eso mi miembro estaba doliendo. Le masajeé sin que se opusiera, él sólo cerraba sus ojos mordiéndose suavemente su labio inferior, y me susurraba que ya.

Yo debía prepararlo, aún recuerdo mi primera vez y me dolía mucho, entonces cuando su entrada empezó a palpitar, como a cerrarse y abrirse yo metí mi primer dedo, apenas jadeó pero se aguantó – relájate – le susurre recostándome sobre el para besar sus pezones, me apoyaba en su miembro tomándolo con mi otra mano, lo escuche reír y metí el segundo al que también aguantó.

Separaba mis dedos para dilatarlo y que me pudiera recibir, en un brusco movimiento los retiró de su interior y me gritó muy fuerte

Fin de por Vegeta

-Métemelo ya, Vegeta

El príncipe sonrió lujuriosamente al tener al amor de su vida tan desesperado, iba a atar sus piernas pero estas lo ataron a él, metió su mano con rapidez entre sus vientres para lograr alcanzar su miembro y así darle dirección

Por Gokú…

Su miembro empezó a abrirse paso en mi interior, yo sentía lo largo y grueso que era, dolía mucho, me sentí culpable por la primera vez que ni lo preparé, y por todas las otras veces.

Pero él estaba siendo muy compasivo conmigo, me demostraba que me amaba, y así entraba paso a poco, temía lastimarme.

Podía sentir el dolor que me dejaba sin aire pero también lo sensacional que era tenerlo adentro, yo lo tomé del rostro y lo acerqué para besarnos, estaba siendo inexperto pero me enseñaba algo más con cada movimiento de su lengua contra la mía

-ya entró toda - me susurró haciéndome sonrojar, me ató con sus fuertes brazos y se quedó quieto por varios minutos - ¿te duele? - me preguntó

Negué con la cabeza dándole el permiso de moverse, no quería aguantar pero tampoco lastimarme, se movía lento y aumentaba de ritmo cada vez que llegaba a lo más profundo de mí ser.

Me estaba sintiendo diferente, mi pene estaba doliendo y yo lo iba a coger pero me ganó.

Estaba masturbándome, ¿si yo lo hubiera hecho la primera vez? Estaba asustado, pero me hizo sentir culpable

Me descubrió porque con su mano libre me tomó detrás de la cabeza para encorvarme y llegar a mi oído, es raro porque es más pequeño pero no parece existir diferencia cuando estoy con él, ahora lo noto todo - no te culpes, no puedes reescribir el pasado, ahora estoy contigo, nada más importa - eso me susurra haciéndome estremecer y como un guardián echar la culpa de mí

Yo trataba de acariciarlo, mis manos estaban inquietas pero volvió a hablarme – abrázame solamente y relájate - le hice caso pero ya me enloquecía, mi entrada estaba causándome escalofríos, me daba vergüenza que su mano se ensuciara pero no le importaba en lo más mínimo más bien se dedicaba a tocarme en la cabeza de mi miembro

Fin por Gokú…

Volvieron a besarse mientras gemían y jadeaban aumentando el ritmo de sus respiraciones, Gokú no lo dejaba separarse mucho, quería sentirlo tan dentro, hasta donde se encontraba su próstata. Y Vegeta sólo necesitaba darle unas cuantas veces, aunque para ser Saiyajines iban a un ritmo lento, como el de los humanos, pero era uno que disfrutaban en cada segundo que pasaba

Al final el menor no aguantó y gritó tan fuerte como en una batalla jamás lo había hecho, su semen voló entre sus abdómenes haciéndose escuchar cada chorro al impactar

Por Vegeta…

El interior de Kakarotto se comprimía más y más y yo no aguantaba, su orgasmo duró como diez segundos pero antes de que terminara el sintió como mi cuerpo se contraía y me apresó haciendo que yo vertiere toda mi esencia en él, me sentía de lo mejor, en mi vida llegué tan abundante en un orgasmo, su cuerpo la aceptó gustosamente succionándola más adentro.

Dejé que se relajara y salí, apenas y soltó un suspiro, estaba muy aturdido y me volteó para repartirme besos en el abdomen hasta que llegó a mi pene, estaba muy sorprendido, lo limpió todo gustosamente, pero vi que estaba cansado de no dormir

Fin por Vegeta

-Ven no te esfuerces más, lo hiciste bien

El menor hizo caso para subirse y recostarse en el pecho de su amante- ¿tengo que ir al especialista?

-ni loco te dejo ir – Vegeta lo agarró con fuerza

- pero es que me sentí raro con Bulma hoy, yo quería lastimarla – susurró sintiendo la culpa invadirlo – es mejor que me aleje

- ni lo pienses, te amo, eso es todo lo que puedo decirte

-y yo a ti susurró el menor

-entonces hablaré con la mujer, ella entenderá – se separó para cerrar la puerta y cubrir con la sábana a Gokú, después se metió debajo retomando su posición. - yo estaré aquí siempre, ahora tienes que descansar ¿te duele?

-no, no me duele, creo que siento cosquillas todavía – el menor depositó otro beso en los labios del príncipe y así ambos con una sonrisa quedaron profundamente dormidos

Continuara....

 

Notas finales:

Ya sabes sus opiniones valen oro


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