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SANANDO UN CORAZON por Orseth

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Notas del capitulo:

Aqui estamos nuevamente, espero que les guste, besos y feliz año nuevo!!

 

 

 

*____________________________________________________*

 

 

            -¿Qué pasa? –preguntó Susan atrás de él haciéndolo respingar sobresaltado.

            -El… él no es… ¡es un hombre!... –exclamó mirándola azorado- ¡me dijiste que Lucy era una mujer!

            -No, yo nunca dije eso… a decir verdad nunca me lo preguntaste.

            -¡Pero… pero era obvio que se trataba de una mujer!

            -No… -respondió ella acercándose a la cabecera de la cama y comenzando a acariciar las rubias hebras- nunca dije que Lucy era una chica, eso lo dedujiste tu solo.

            -¡Pero él es Draco Malfoy! –respondió sin salir de la impresión.

            -Ya sé que se llama Draco, pero su segundo nombre es Lucius, una vez vi su nombre escrito en el expediente que Bruce tiene; ese nombre me gusta más, por eso comencé a llamarle “Lucy”… siempre se enojaba cuando lo llamaba así y eso me hacía reír; pero como nunca le hice caso, terminó por aceptarlo –concluyó con expresión nostálgica.

            -Todo el tiempo… ¿hablabas de él? –preguntó Harry mirando fijamente el pálido y demacrado rostro.

            -Si –respondió pasando sus dedos por las ataduras de las muñecas vendadas mientras decía: -pero no me gusta que lo ate… y a Lucy tampoco le gusta… las primeras veces gritaba todo el tiempo soltando maldiciones, pero con el tiempo termino por quedarse callado.

            -Entonces… ¿no es la primera vez que lo intenta?

            -No, la primera vez fue a las pocas semanas de haber llegado aquí; fue con un vaso de vidrio, decía que era preferible estar muerto a soportar esos dolores que le aquejan todo el tiempo y a vivir en esa silla para siempre… después pareció calmarse y aceptar su situación; pero después lo intentó de nuevo robando el frasco de una poción, lo rompió y se cortó nuevamente las muñecas… no lo había hecho de nuevo hasta ahora… Bruce dijo que esta vez sí quedarán cicatrices, pues la piel de sus muñecas se ha regenerado mucho y el daño causado con el alambre fue demasiado.

            -Vaya…

            -Pero las cicatrices son lo de menos… -dijo Susan tomando una mano inerte- me gustaría mucho verlo feliz… nunca lo vi feliz, pero al menos sonreía.

            Harry se recargó en la pared, todo aquello había sido demasiado; si la persona que estuviera postrada en esa cama fuera otra, no estaría tan impactado. Pero eso no era todo… ¿en donde estaban Narcisa y Lucius Malfoy?... ellos jamás abandonarían a su queridísimo hijo en un hospital y menos en esas condiciones, entonces ¿en donde estaban?… lo último que se supo de ellos fue que se mudaron a Francia ¿Cómo es que ahora estaban desaparecidos?

            -¿Cómo es que lo conoces? –preguntó Susan interrumpiendo sus pensamientos.

            -Fuimos compañeros en Hogwarts –respondió aun descolocado.

            -¿Fueron amigos? –Preguntó esperanzada- si es así, tú podrías animarlo.

            -¿¡Qué demonios hacen aquí?! –dijo una voz antes de que Harry pudiera responder.

            -¡Bruce! –Exclamó Susan soltando la mano- ¡Bruce, yo… yo…!

            -Sal de aquí –dijo Bruce mirando duramente  a Harry.

            En cuestión de segundos, Susan desapareció dejándolos solos.

            -Susan tiene diez años… -exclamó Bruce con voz contenida- puedo entender que sea testaruda… pero tú ya eres un hombre, alguien que se supone sabe acatar las reglas, sobre todo tratándose de un lugar como  este.

            -Yo lo… -respondió Harry a punto de disculparse cuando algo llamó su atención- ¿Por qué estas tan enfadado?... te comportas como si lo tuvieras escondido.

            -¿¡Qué?! –exclamó Bruce sonriendo incrédulo para después estallar colérico- ¿¡Pero cómo te atreves?!... ¡yo no lo tengo escondido, pregunta en la secretaría de salud y te dirán que saben perfectamente en donde se encuentra Draco Malfoy!

            -¿Qué tipo de tratamiento amerita que lo tengas aislado a tal extremo? –preguntó sacando a relucir su instinto natural de investigador.

            -¿Ahora eres medimago además de auror? –preguntó Bruce sarcástico.

            -No.

            -Entonces no te metas en lo que no entiendes, el medimago soy yo y solo yo sé qué tipo de tratamiento amerita este paciente.

            -Pues tu tratamiento no parece estar funcionando con tantos intentos de suicidio ¿no te parece? –dijo Harry viendo como la sorpresa asomaba en el rostro del medimago, quien dijo:

            -Sal de aquí.

            -Eso haré –respondió saliendo de la habitación.

            -Y no regreses nunca.

            -Eso si no te lo puedo asegurar –respondió Harry dándose la vuelta para después alejarse de ahí dejando a Bruce en la habitación.

 

*________________________________________*

 

 

            Cuando Harry llegó a su casa, abrió la puerta y entró sin siquiera saludar a Chris, que se quedó viéndolo con sorpresa. Al comenzar el moreno a caminar de un lado para otro como león enjaulado con una mano en la cintura y otra en el mentón, finalmente decidió hacerse notar.

            -eee… ¿hola? –saludó alzando las cejas, sentado en el sofá con las piernas cruzadas tomando un café.

            -Hola –respondio Harry automáticamente sin dejar de caminar, provocando que Chris lo mirara como quien ha perdido un tornillo.

            -¿Sucede algo?

            -¿Qué rayos pasa? –murmuró Harry para sí mismo sin escuchar a Chris, quien frunció el ceño diciendo:

            -¡Harry!

            -¿Eh?... ¿decías?... –respondio deteniendo su inquieto andar.

            -¿Pasa algo?

            -No… es decir sí…

            -¿Sí o no?

            -Sí, si pasa algo… -respondió dirigiéndose a la chimenea.

            -¿Ya te vas? –preguntó alzando una ceja con extrañeza.

            -Sí, voy a la “Madriguera”.

            -¿Y nuestra salida?

            -¿Salida?... ¿Cuál salida?

            -Íbamos a ir al cine muggle, Harry.

            -¡Oh, es cierto!... –exclamó apenado- Chris ¿podríamos posponerlo por favor?

            -De acuerdo –dijo Chris resignado- pero luego me cuentas lo que pasa.

            -Sí, sí…gracias –respondio Harry mandándole un beso y entrando a la chimenea para ir a la “Madriguera

 

*________________________________________*

 

 

            -No… no… no… -fue lo primero que pensó al abrir los ojos y ver el techo blanco de su pequeña habitación- ¿Fallé otra vez?... por favor… que no sea así…

            -Hola Draco  -saludó Bruce inclinándose sobre él- ¿tuviste dulces sueños?... ojalá y si porque es hora de volver a la realidad.

            -No, no… no… -pensó  sintiendo una angustia aplastante mientras sus ojos grises se llenaban de lágrimas.

            -Eso es… llora… -susurró el medimago interceptando con un nudillo una lagrima- vivo para eso.

            Draco cerró los ojos con fuerza cuando Bruce apretó con más fuerza las ataduras de la cama mientras decía:

            -¿Por qué no me insultas como antes?... ¿será porque eres un inútil invalido de mierda?

            Draco no respondio; no dijo una sola palabra como hacía años que ya no lo hacía, simplemente cerró los ojos y crispó las manos.

 

 

*______________________________________*

 

 

            -¡Por Merlín, Harry! –Exclamó Ron abriendo la puerta de su habitación- ¡pareciera que un hombre lobo te viene persiguiendo!

            -No creerás lo que acabo de ver… -respondio Harry entrando como exhalación.

            -¿Qué pasa? –preguntó Hermione desde el suelo, donde estudiaba recostada en la alfombra en medio de varios libros desparramados y abiertos.

            -Conocí a Lucy –dijo Harry caminando de un lado a otro.

            -Sí no te calmas te voy a dar un golpe –exclamo Ron sentándose en la cama.

            -Sí, sí, lo siento… -respondio sentándose en una silla- como les decía, conocí  a Lucy.

            -Pues parece que te impresionó –exclamó Hermione alzando las cejas- ¿tan bonita es que ya te hizo cruzar de bando? –añadió riendo.

            -No es eso –respondio rodando los ojos con impaciencia- no es “ella”… es “él”

            -¿El? –repitió Ron.

            -Sí, Lucy es Lucius… Draco Lucius Malfoy.

            -¿Qué? –exclamó Ron sonriendo incrédulo y sin entender realmente lo que había dicho Harry.

            -¿Estás diciendo que Lucy es Draco, Harry? –dijo Hermione viéndolo como quien ha enloquecido.

            -Sí.

            -¿Draco Malfoy el hurón? –añadió Ron.

            -¡Sí, carajo, ese mismo Draco Malfoy!

            -¿Estás seguro? –dijo Hermione con escepticismo.

            -Lo vi con mis propio ojos, era Malfoy, lo juro.

            -¿Y que hace Malfoy ahí? –preguntó Ron ya sin sonreír.

            -Mas aun –añadió Hermione habiéndose sentado derecha en la cama- ¿Dónde están sus padres? ¿Qué le sucedió? ¿Por qué esta ahí?

            -Lo mismo me pregunté yo, Hermione –respondio Harry sin dejar de caminar de un  lado a otro.

            -Nunca lo abandonarían a su suerte –dijo Hermione viéndolos alternativamente-  a menos que estuvieran muertos claro, de otra forma no se me ocurre como lo dejarían a su suerte.

            -Eso es imposible –dijo Ron sentado al lado de ella- todos los Malfoy se fueron a Francia, eso salió en el diario hace unos años; una noticia sobre su muerte o algún accidente también seria publicado a los cuatro vientos.

            -Exacto –exclamó Harry- por eso digo que aquí paso algo muy raro, era Malfoy, lo juro; vi su cara, la tomé entre mis manos, era él.

            -¿Por qué tomaste su cara entre tus manos? –pregunto Hermione.

            -Estaba dormido… él intentó suicidarse.

            -¡Rayos! –Exclamó Ron- ¿en serio?

            -Sí, Susan dice que es la tercera vez que lo intenta.

            -¿La tercera?... debe tener una depresión tremenda, a lo mejor por eso está ahí.

            -No Ron, no es por eso; no puede caminar, esta lisiado… además sus padres nunca lo abandonarían en un hospital dejándolo en el olvido ¿no crees? Los Malfoy podían ser todos unos hijos de puta, pero en cuestiones de su hijo…

            -Eso es cierto… -reflexiono Hermione- tan solo basta recordar lo que hizo Narcisa Malfoy, traiciono a Voldemort por su hijo, nunca lo botaría en un hospital psiquiátrico; definitivamente algo pasa… claro, en caso de que en verdad se Malfoy.

            -¡Te digo que lo es!

            -¿Seguro? –dijo Ron secundando a Hermione.

            -Sí no me creen, vayan ustedes mismos a… un momento –exclamó interrumpiéndose de repente- ahora recuerdo otra cosa, el medimago que lo atiende…

            -Y que es el director –añadió Hermione.

            -Ajá ¿recuerdan que les dije que no le permitían ninguna visita? Pues enfureció cuando me descubrió en la habitación, su tan grandiosa amabilidad se esfumó y se transformo por completo, no sé… se porto como si lo escondiera.

            -¿Un medimago escondiendo a un paciente? –Exclamó Ron alzando una ceja- ya no estamos en Hogwarts, Harry; en donde cosas raras pasaban todo el tiempo.

            -Sé que no estamos en Hogwarts –respondio dolido por el comentario- pero ahí pasa algo raro y eso ni tú lo puedes negar.

            -Bueno… pues sí, ahí pasa algo extraño, no lo niego, pero eso a culpar al medimago, pues…

            -No estoy culpándolo Ron, solo quiero saber que pasa en ese lugar.

            -¿Y qué harás? –preguntó Hermione.

            -Averiguar qué pasó con los Malfoy, después ya veremos.

            -Regresarás al hospital ¿cierto?

            -¿Tú qué crees?

            -Definitivamente ser auror era tu profesión.

            -Sí, pero no un auror tonto, la próxima vez que vaya ahí, ese medimago no podrá correrme.

            -Yo creo que primero… -dijo Ron.

            -No estoy atacando al medimago –interrumpió Harry- pero sabes que aquí hay algo que no es normal.

            -Sí, lo acepto, y está bien –respondio resignado- sé que no harás nada sin investigar primero.

            -Así es.

            -Bueno, pues cuando sepas que ocurre cuéntanoslo, eso de los Malfoy es muy raro.

            Después de conversar un rato mas con sus amigos, Harry regresó a Grimauld place en donde el resto de la tarde se le hizo eterna para poder llegar al otro día al trabajo.

 

*_____________________________________________*

            Cuando finalmente Harry llego al ministerio al otro día, lo primero que hizo fue ir a la oficina del señor franklin.

            -Buenos días Harry –saludó el señor Pierce un poco extrañado de ver a Harry en su oficina apenas llegó.

            -Buenos días señor, necesito hablar de algo muy importante –respondio tomando asiento frente a él.

            -No dudo que lo sea Harry, te ves muy impaciente.

            -¿Cómo es que el matrimonio Malfoy está desaparecido? –soltó a quemarropa.

            La expresión del señor Franklin cambio radicalmente a una de total sorpresa para después esbozar una débil sonrisa mientras decía:

            -El hospital psiquiátrico.

            -Entonces… -exclamó Harry estupefacto- ¿usted sabía que Draco Malfoy está recluido ahí?

            -“Yo y mis buenas intenciones” –pensó el señor Franklin meneando la cabeza- escucha Harry, este asunto es confidencial, cuando te envié a inspeccionar estás instituciones…

            -Sí, ya sé… -interrumpió recargándose en la silla- fue para hacerme pasar el mal sabor de boca que me dejó Azkaban, cosa que agradezco… pero lo que encontré en el hospital psiquiátrico no lo espere nunca.

            -Y yo lo olvidé por completo.

            -Sí no, no me lo hubiera enviado ¿verdad? –completó sonriendo.

            -Conociendo tu inclinación innata a buscar problemas, no.

            -Vamos jefe, ya lo descubrí –dijo inclinándose y sentándose en el borde de la silla- ¿Qué rayos pasó con los Malfoy? ¿Cómo es que Draco Malfoy está en  ese lugar?

            -Tranquilo Harry, son muchas preguntas.

            -Qué merecen respuesta, además solo son dos.

            El señor Franklin ya no dijo nada, simplemente se quedó callado, como meditando las respuestas correctas, para finalmente decir:

            -Ese asunto es confidencial, ni siquiera a ti debería decírtelo.

 

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