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Perdicción por gns

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Notas del fanfic:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas del capitulo:

La lealtad del león es grande pero más grande es su obseción, por que todos tenemos una perdidicon, el camino de la corrupción.

 

 

Él lo sabe, algunos lo conocen… Saga ha sido descubierto de la mentira, su pago será su cuerpo ante el León hambriento.

 

 

Perdición

 

Capitulo 1

Deseo

 

 

 

 

Todos los despertares eran iguales, siempre la misma duda asaltaba su cabeza, lo ahogaba con interrogantes que lo terminaban confundiéndolo y al final simplemente lo dejaba igual que el comienzo; en blanco. Cuando abría sus ojos lo primero que tanteaba debajo de las sabanas era esa cálida piel tan suave, esos sedosos cabellos largos y azules, tan hipnotizadores que lo invitaban a la lujuria, sí esos eran esos hilos que lo atrapaban como fuertes cadenas hasta hacerlo pecar; era un vil pecador no arrepentido.

Era algo mal visto, por ello se escondían, era clandestino, ese fuego de pasión que vivía noche tras noche llena de entrega era el mundano infierno donde arderían sus almas por toda la eternidad hasta una posible reencarnación, si los dioses eran benevolentes. Vaya infamia en contra de Athena, ella debería llorar lágrimas de sangre al saber de los actos deplorables y sucios de sus dos más leales caballeros.

 

 

Poco le importaba hasta cierto punto, lo olvidaba cada vez que sus dedos rosaban su piel, acariciaban ese rostro suave y hermoso, cuando probaba esos labios tentadores y se hundía en ese cuerpo de tentación. Eso era Saga de Géminis, el tercer custodio de la casa de los gemelos. A simple vista un ser callado, reservado y hasta pudoroso, una sonrisa se le cuela por los labios; Saga era todo, fuego y frío, odio y dolor, era ese ser que te atrae con su veneno mortal. El usurpador y cruel patriarca cuyas manos se habían manchado de sangre, del verdadero pontífice, Shion, Aioria sabía la verdad y la ocultaba.

 

A pesar de la oscuridad lo reconocía, porque años deseando ese lugar y ahora era suyo, no podía perderlo por las dudas. Era un traidor y era de su sumo conocimiento la culpa, el remordimiento pero que se olvidaba al tenerlo en sus brazos, y no era el único. Celos le inundaban en tan solo pensar en los otros, Cáncer, capricornio y Piscis hasta Virgo, ese infame más cercano un dios; todos eran traidores por él.

 

 

Su ilustrísima.

Su santidad.

Su deshonra.

Su pecado.

Su deseo.

Su amor.

Su perdición.

 

 

Saga se remueve en la oscuridad en el lecho, arrastrándose en la cama con pereza, al parecer es consciente que se cubre con las sabanas, el pudor le regresa como todas las mañanas, puede adivinar su rubor en las mejillas e imaginarlo le hace desearlo más, una dureza toma forma en su entre pierna, se muerde su labios con gula. Sin pensarlo y con arrebato, lo jala del brazo desnudo, descubriendo su cuerpo de las impuras y estorbosas sabanas, para dejarlo a su merced y cubrirlo con su propio cuerpo, encima del otro; tal como era en los últimos meses, suyo. Géminis se arrebata pero aquello no es extraño, era lo mismo pero Aioria sabe controlarlo, lo ha aprendido, domarlo fue tan fácil como aprender a soñar, Saga deja de luchar, gemidos escapan de su garganta hasta salir de su boca, sus uñas comienzan a clavarse en la espalda ancha del leonino, el amante que el destino le había elegido; su amante. Su boca devorando cada centímetro de su cuerpo, sus manos borrando algún indicio ajeno, sus caricias marcándolo como su dominio, Aioria era posesivo; demasiado.

Acomodando la largas piernas de su ilustrísima al alrededor de su cadera, el castaño toma su virilidad para posicionarla en la entrada del otro, Saga cierra sus orbes mientras clava sus uñas en la piel morena, marcándola en líneas rojas a sabor de hierro. Suelta un gemido lastimero, al menos Aioria se muestra paciente que espera hasta que el peli azul se acostumbre a su intromisión para comenzar con la embestidas salvajes que arrancan con las quejidos y el resonar de la cama, en ocasiones es lento que logra conseguir gemidos placenteros pero aquello solo es cuando Saga coopera. Su puño se apodera de la cabellera pali azul para presionarla, su boca se abre lo que aprovecha para morderle sus labios y saborear el hilo de sangre de la comisura, sin perder su vaivén de cadera. Mordiéndole el cuello, el león no tarda en venirse, marcándolo interiormente, la cabeza del mayor se hace para atrás mientras que aprieta sus orbes con fuerza sin embargo el castaño se mantiene dentro, admirándolo en silencio, cada gesto. La respiración es pausada, sus labios algo resecos, su rostro se aldea, sus pupilas se ven cansadas, las cierra hasta que su respiración se normaliza.

Sus dedos callosos acarician la suave cabellera, rozan la suave piel del rostro, delinean la curva de los finos labios hasta bajar por el pecho y rodear la tetilla rosada para seguir más abajo, donde su plano abdomen se levanta lentamente con su respirar; Saga duerme. Saliendo de su interior, Leo lo cubre con las sabanas para luego atraerlo a sus brazos. La decisión ya estaba tomada, no había marcha atrás, solo esperar a que llegarán.

 

 

Aioria apenas había regresado de una misión, una de la cual Saga lo mando por un mes entero, causando el enfado del castaño; lo enviaba lejos de él para alejarlo. Leo cumple la encomienda lo más rápido posible y lo que menos espero fue el patriarca se negara a recibirlo a solas, Milo compartió ese tiempo, ya que también regresaba de una contienda. Para empeorar el mal humor del León, Saga se rehusaba a tener una conversación a solas para luego mandarlo a otro encargo, no quedándole más remedio al caballero dorado que reclamarlo como suyo cuando regresa, buscándolo en aquel templo mayor y sacándolo a rastras de la biblioteca para aventarlo en la cama, donde apenas unos tres meses, el leonino se había autoproclamado su amante. Saga era consciente del poderío del santuario en sus manos, tratando de ser buen patriarca siempre ocultando su identidad, un día Leo entra a los baños, descubriendo al caballero de Géminis quitándose el habito patriarcal, cayendo la mentira. Géminis llego a pensar que su calvario terminaría, que Aioria de Leo lo mataría por el daño hecho, nunca que lo chantajearía y lo rebajaría a usarlo para calentarle la cama.

 

 

Pero Saga no sabe que lo idolatraba por encima de su hermano, que odio a Aioros no por la supuesta traición sino que pensó que Saga de Géminis desapareció por culpa de este. Haber descubierto la verdadera identidad del pontífice fue una sorpresa pero allí, sus instintos renacieron, floreciendo a sus deseos carnales de hombre. Era una oportunidad única y no debía de rechazarla, sería estúpido de solo pensarlo. En aquel minuto se tiño largo, segundos que para el León tuvo que estudiar cada movimiento, cada táctica que usar para someter aquel objeto de su deseo, fue fácil, Saga era fuerte pero su espíritu se encontraba demasiado roto. Los años en el poder, la culpa, los remordimientos ya habían hecho todo el trabajo, solo la mirada seria del León basto para tomarlo su cuerpo, ese fue el error del peli azul; dejarse someter por medio de la culpa, porque lo comenzó ese día no lo pudo detener.

Cada noche desde la casa de Leo hasta la alcoba privada de su ilustrísima, Aioria retuerce de placer. Las negativas del mayor poco importaban, sentir la mirada del castaño era recriminatoria, no tenía fuerzas para ello, por ello Aioria lo cuidaba, era como un pago a sus servicios. Y el leonino lo sabía, sabe que hay enemigos, amenazándolo.

 

 

Pero…

 

No lo perdería, era suyo y de nadie más.

 

Aunque por sus manos tuviera que correr sangre.

 

Incluso de esa joven que era la misma diosa Athena…

 

 

-Eres mío, solo mío –susurra rosando sus labios para luego deslizar su lengua por la mejilla pálida del peli azul.

 

 

Athena no tardaría de poner un pie en el santuario, junto con ese tal caballero de Pegaso pero lo que ella no sabe es que una flecha envenenada la esperaba. Una flecha dorada como la de Sagitario, bañada cuyo veneno el mismo León había traído de su misión.

 

 

 

 

 

.....................................

 

 

 

 

 

 

 

FIN...

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

Dejen sus buenos comentarios y buenas vibras para el 2016.


Nos vemos hasta la proxima.

 

 


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