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SOL DE MEDIANOCHE por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me perteneces, solo tomo sus nombres para hacerlos sufrir

Notas del capitulo:

Hola les traigo un nuevo fic, dedicado con mucho cariño para mis amigas que fueron mi fuente de apoyo durante su creación, Aylin, Saomine y Mary, muchas gracias chicas por todo su apoyo

Capítulo 1.-  Planes ocultos

 

Guidecca… la impresionante fortaleza que se erguía en una de las colinas del Averno, solitaria… inconmensurable… etérea y eterna

 

La impresionante fortaleza nunca antes había estado tan llena de gente que iba y venía en todas direcciones, pero tan vacía y carente de vida a la vez, el panorama era irreconocible, los guardias y soldados pertenecientes al ejército de Ares caminaban de dos en dos por los pasillos, vigilándolo todo, asegurándose que todo estuviera bajo control para evitar la ira de su señor que en esos momentos estaba en el estudio de la planta baja, el estudio que antes había sido el lugar favorito del Dios de Averno, pero en su ausencia, Ares había asumido sus funciones y su lugar

 

El recio hombre estaba de pie frente a uno de los mapas más hermosos y antiguos que decoraba la pared lateral del estudio, era un mapamundi que representaba la tierra antigua, los reinos caídos y las civilizaciones perdidas, absorto estaba en sus pensamientos cuando unos suaves golpes en la puerta lo sacaron de su ensimismamiento al decir:

- Adelante

- Siento interrumpir pero, puedo hablar contigo un momento?

- Claro hijo, pasa… - el que había interrumpido era un joven muchacho de no más de 16 años, blanca tez, hermosas facciones, ojos y cabellos negros, Zack era su nombre y era el último de los herederos del Averno, el último hijo de Hades, mitad dios mitad mortal, vulnerable pero poderoso, o por lo menos lo sería si su cosmo no estuviera atado

- Estás muy ocupado?

- No Zack… solo estaba tratando de descansar un poco, me dolía ligeramente la cabeza, las obligaciones… tu sabes – el Dios de la Guerra sonrió paternalmente cuando acarició la mejilla del muchacho que le sonrió también

- Vine a buscarte porque tengo un problema, bueno… no es necesariamente un problema, más bien es un favor lo que quiero pedirte – el muchacho se mostró bastante inseguro al decir esto, Ares frunció el ceño y preguntó:

- Qué favor?

- Adrián…

- No… lo siento Zack, pero no pienso liberar a tu hermano, él no ha dejado de desafiarme y eso lo he tolerado por años, hasta puedo llegar a entenderlo, pero… lo que hizo esta vez rebasa el límite de mi paciencia – el tono de Ares cambió drásticamente al escuchar el nombre del primogénito de Hades, el hermano mayor de Zack

- Pero… está en una celda de los sótanos, ese lugar es helado, no ha comido en días, por favor tío Ares, por favor… no lo puedes tener ahí por siempre, o si?

- No… ustedes no son inmortales entonces físicamente no lo puedo tener ahí por siempre, pero ese no es el punto, no puedo dejar que tu hermano se burle de mis disposiciones, si he establecido reglas son por su seguridad, tú lo entiendes, verdad? – Ares seguía caminando por la amplia estancia, esta no era la primera vez que ellos tenían esta discusión y el causante de todo era siempre Adrián

- He hablado con él y está muy arrepentido, de veras – rogó el muchacho con mirada triste, Ares relajó un poco su pose defensiva y meneó la cabeza al decir:

- Por qué no puedo negarte nada?

- Porque soy tu sobrino favorito – contestó el muchacho con una luz de esperanza en sus ojos

- Pues si, está bien… liberaré a tu hermano con dos condiciones – dijo Ares y se sentó en el sillón giratorio tras el amplio escritorio, Zack se sentó en una de las sillas de visita y dijo inmediatamente

- Lo que tú quieras, haré lo que tú quieras

- Lo sé, pero no quiero nada de ti, quiero que tu hermano se disculpe formalmente conmigo y prometa no volver a escapar, porque si lo vuelve a hacer, voy a hablar con Zeus para que ate completa y permanentemente su cosmo, de esa forma él ya no podrá vivir aquí y lo enviaré como mendigo a la tierra, ahí vamos a ver si alguien lo acoge como lo he hecho yo, y la segunda condición es que esta noche tus hermanos y tú, cenen conmigo en el comedor privado del segundo piso

- Genial, no hay problema, hablaré con Adrián ahora mismo, gracias tío Ares, muchas gracias – Zack sonrió maravillosamente y sintió un tremendo alivio al escuchar a su tío, esta vez por lo menos lo había soltado relativamente rápido

- Ves lo que hago por ti?, tu hermano debería pasar ahí encerrado siquiera una semana más pero… cómo te digo que no?, mejor ya vete muchacho y habla con tu testarudo hermano

- A eso voy, gracias otra vez

 

Zack se puso de pie, rodeó el escritorio y abrazó al Dios de la Guerra que correspondió a su abrazo con una sonrisa, y luego corrió por los pasillos con dirección a los calabozos, le tomó tiempo al muchacho convencer a los guardias de dejarlo pasar, y no fue sino hasta que llegó la orden de que Adrián sería liberado inmediatamente, que los guardias dejaron pasar al muchacho que corrió con una antorcha en la mano por los oscuros pasillos de los calabozos

- Podrías hacer más ruido?, dioses… intentaba dormir – una cansada voz dijo desde las sombras, había un bulto en el duro suelo de piedra y ese bulto estaba envuelto en una delgada y roída manta

- Hablé con el tío Ares y accedió a liberarte, vamos… ponte de pie que ya vienen los guardias – dijo el muchacho y su voz denotaba urgencia, el bulto en el suelo se movió y dejó ver el rostro de un hombre joven, de 24 años más o menos, blanca tez, ojos y cabellos negros, muy parecido al muchacho que lo miraba desde el otro lado de los barrotes

- Y quién te dijo a ti que hablaras con ese perro?

- Adrián por favor… me ha costado mucho convencerlo, he hablado con él todos los días de esta semana y solamente hoy ha accedido a hacerlo, por favor hermano… no quiero verte aquí, me duele verte aquí, ven conmigo por favor… - Zack estiró la mano dentro de la celda por los barrotes y miró con ojos de súplica a su hermano, que frunció el ceño y meneó la cabeza al levantarse y decir:

- Por qué diablos no te puedo decir que no?

- Porque soy tu hermano favorito, vamos Adrián y ya no digas nada más, ahí vienen los guardias – Zack tomó la mano de su hermano y le dio un ligero apretón, las manos del mayor estaban heladas al contrario de las manos del más joven, su calidez le llegó al alma a Adrián que sonrió y se hizo a un lado para permitir que abrieran la puerta

- Y cómo está mi tío favorito? – preguntó Adrián con claro tono de burla, los guardias lo miraron pero no se atrevieron a responder, Zack le hizo una seña que el muchacho mayor ignoró y simplemente salió de la celda, para ser abrazado efusivamente por el menor que frunció la nariz y dijo:

- Necesitas bañarte y con urgencia

- Qué esperas de mí?, estuve ahí por más de una semana, créeme… no es una experiencia que quisiera repetir – ambos príncipes caminaron por los pasillos rodeados de los guardias que los seguían y muy de cerca

- Entonces no lo hagas, ya no te escapes Adrián, el tío Ares tiene las mejores intenciones con nosotros, nos cuida y nos protege de nuestros enemigos

- Lo sé… lo sé… - Adrián besó la frente de su hermano menor y ya no dijo nada más, éste no era el momento ni el lugar para explicarle todo a Zack otra vez, habían muchas orejas cerca y no era conveniente, en especial en estos momentos, ahora que por primera vez en muchos años de búsqueda tenía una clara pista de su paradero

 

Los muchachos caminaron por los pasillos de Guidecca, subieron las escaleras y entraron a una de las habitaciones más grandes del ala oeste, la habitación de Adrián, los guardias iban a entrar pero el príncipe mayor cerró las puertas en sus narices y los dejó afuera, Zack meneó la cabeza y caminó directamente al armario y empezó a buscar ropa, Adrián en cambio fue al cuarto de baño y sin mayores demoras se desnudó y saltó a la ducha

- Te puse un traje sobre tu cama, el tío Ares dijo que quería cenar con nosotros hoy en el comedor privado del segundo piso, yo ofrecí que iríamos entonces no me puedes hacer quedar mal

- Y quién te dijo a ti que yo quiero cenar con ese imbécil?, me estoy muriendo de hambre y si ceno con él no me va a entrar nada en provecho, mientras menos lo vea es mejor – respondió Adrián asomándose por detrás de la puerta de cristal del cuarto de baño que no estaba completamente cerrada, Zack estaba de pie dentro de la habitación y tenía los brazos cruzados

- No deberías ser tan duro con él, solo quiere nuestra seguridad

- Eso no es cierto, te tiene convencido porque eres el más pequeño e inocente, pero créeme Zack, ese hombre es un perro y haríamos bien en deshacernos de él

- Bueno… pronto se irá, según el decreto de Zeus, tú te harás cargo del Inframundo al cumplir los 25 años, y faltan menos de tres meses para eso – el muchacho se encogió de hombros cuando dijo esto

- El decreto de Zeus establecía que yo me haría cargo del Inframundo cuando cumpliera los 18 años, luego Ares lo hizo cambiar y aplazar por 3 años, y luego lo hizo aplazar nuevamente, no me sorprendería que esté pensando en algo más para volverlo a aplazar, y Zeus es otro imbécil que se lo permite – Adrián volvió a asomarse tras la puerta y miró con ira a su hermano, Zack ladeó la cabeza y respondió:

- Yo creo que el tío Ares ha hecho un buen trabajo en el manejo del Inframundo, no lo crees?

- Eso no es lo que está en discusión, lo que tú no acabas de entender es que a él no le corresponde estar aquí, no tiene ningún derecho de regir el Averno en lugar de nuestro padre, es nuestro padre el que debe ser liberado de la maldita urna en la que está encerrado – dijo Adrián y su tono de voz era muy molesto, siempre se ponía así cuando hablaban de su padre, de Hades, Poderoso Dios del Inframundo

- Ok., ok., el derecho es tuyo – dijo Zack con cansancio y escuchó que el correr del agua se detuvo, Adrián sacó la mano y tomó una de las toallas que estaban en el estante y luego se abrió la puerta de la ducha dejando salir al muy apuesto hombre que lucía aliviado al ya estar limpio

- No… la verdad el derecho no es mío, es de nuestro padre, yo no tengo ningún interés en gobernar el Averno, eso te lo he dicho hasta el cansancio, pero claro… tú prefieres creerle a ese estúpido que a tu propio hermano

- Ya Adrián, no seas tan dramático, y mejor vístete para la cena, por favor… por lo que más quieras, usa ese traje – insistió Zack tomando la mano de su hermano que estaba de pie frente al espejo del baño y tomó la crema de afeitar que Zack le había dejado en el lavabo junto a un rastrillo nuevo

- No te gustó la camiseta de calaveras que usé la última vez que cenamos con ese idiota?

- A mi si, me encantó, pero él se puso histérico, por favor Adrián… no lo provoques, odio llevarte comida a escondidas a los calabozos – el muchacho le pasó una toallita pequeña a su hermano que meneó la cabeza y acarició el rostro de su pequeño hermano, la puerta de la habitación de baño estaba entre abierta y se abrió un poco más cuando una pequeña y delicada mano la empujó, una dulce voz dijo con tono jovial:

- Alguien dijo comida de contrabando?

- Talia... eres una visión de lo divino – Adrián abrazó a una hermosísima muchacha que vestía un vestido ceñido a su escultural cuerpo, tenía su negro cabello recogido en una coleta y en sus manos tenía un sándwich, el que Adrián tomó y sin mayores reparos le dio una mordida

- Lo sé… le puse mostaza y no mayonesa, como te gusta – dijo la muchacha pasándole una lata de gaseosa a su hermano mayor que la abrió y ávido la bebió

- Por eso te amo… te enteraste de las últimas novedades? – preguntó el mayor y le dio otro mordisco a su sándwich

- Si… tenemos que ir a cenar con Ares hoy – respondió la muchacha e hizo una mueca, a ella no le agradaba mucho que digamos el Dios de la Guerra

- Ya basta ustedes dos, a mi me cuesta sangre, sudor y lágrimas lograr los favores de nuestro tío, y ustedes solo me complican la vida – se quejó Zack algo molesto

- Ese perro no es nuestro tío, si lo quieres poner de pariente pues… técnicamente es nuestro primo, es hijo de Zeus, no su hermano, no es uno de los tres más poderosos por más que él se empeñe en hacértelo creer a ti o creérselo él mismo, que no se te olvide – dijo Adrián y le dio otro mordisco a su sándwich

- No es un perro – defendió Zack aunque lo hizo en un susurro, no era que él amara con pasión y locura a su tío, pero… no lo consideraba un monstruo como sus hermanos si lo hacían

- En eso tienes razón, no es un perro… es un verdadero insulto al recuerdo de cerbero llamar perro a ese individuo – dijo Talia mientras se miraba al espejo y acomodaba un mechón de cabello que se había zafado de su coleta, Adrián sonrió y asintió, Zack meneó la  cabeza al decir:

- Dioses… con ustedes no hay como hablar la verdad

- Zack… si me vas a decir otra vez que no entiendes las razones por las que yo lo odio, solo tengo una palabra para ti… Thanatos – dijo Talia y su expresión cambió radicalmente, la muchacha era muy hermosa, muy parecida a sus hermanos pero ella tenía una gracia muy especial al moverse y caminar, tenía una sonrisa encantadora y una voz angelical, era la hermana intermedia, tenía 21 años y una particularidad muy especial, sus ojos… sus ojos eran violetas y hechizantes

- Ares nos explicó eso – empezó a decir el menor de los hermanos pero la muchacha levantó una de sus manos para callarlo al decir:

- No quiero discutir contigo cariño, hay cosas que no entiendes y por eso lo defiendes

- Sabes una cosa?, me tienen podrido ustedes dos con eso, qué mierda no entiendo? – el más joven perdió toda la compostura cuando preguntó esto, Adrián arqueó una ceja y dijo:

- Hay muchas cosas que no entiendes porque no quieres entender, no vez porque no quieres ver Zack, como vivimos rodeados de trapos finos, comida fastuosa y sirvientes, te ciegas a la realidad de que somos prisioneros en nuestro propio reino – Adrián había acabado de comer y había tomado nuevamente el pote de espuma para afeitar

- Eso no es cierto – se defendió el menor, a la final sus hermanos le estaban diciendo que él era un ciego y un estúpido, Zack resentía eso con el alma

- Claro que si, mira… nosotros no te estamos dando la contra por gusto, no es que os encante discutir contigo ni mucho menos, solo queremos que abras los ojos, así que no te molestes y piensa, pero piensa en serio Zack y dime… cuándo fue la última vez que pudiste salir de Guidecca sin guardia personal que te escolte? – preguntó Talia y lo hizo con un tono serio, mirando intensamente a su hermano

- Es por nuestra protección

- Ok., protección de qué?, o de quién? – preguntó Adrián

- De nuestros enemigos…

- Que son… quiénes? – presionó Adrián

- Pues… los otros dioses… los que quieren tomar el reino de nuestro padre – respondió automáticamente Zack, Adrián sonrió y empezó a aplicar la espuma para afeitar en su rostro

- No te das cuenta?, el reino de nuestro padre ya está tomado, Ares lo tiene y no conforme con eso hizo que Zeus atara nuestro cosmo para que no pudiéramos oponernos a él, nos quitó a nuestros dioses aliados porque desterró a Hypnos, a Thanatos y a Hécate, nos ha rodeado de su guardia principal los que nos vigilan como buitres a sol y a sombra, condenó al Tártaro a los tres jueces más fieles de nuestro padre, cortó toda relación con Atena y el Santuario y estamos en constate guerra con ellos, encerró a todos los espectros… en fin… tú nómbralo y él lo ha hecho, nos ha aislado de todo y de todos y a mi me manda a los calabozos cada vez que me escapo o me atrevo a contradecirlo

- Si tu lo pones así pues…

- Y cómo quieres que lo pongamos Zack?, a ti te tiene convencido porque no te ha quitado a nadie, pero a Adrián y a mi… a nosotros nos ha quitado todo, si no lo recuerdas

- Thanatos fue acusado de traición – dijo Zack y se arrepintió de hacerlo porque los ojos de su hermana centellearon por la furia que la recorrió entera, Adrián se paró en medio de los dos y dijo:

- Esto no nos va a servir de nada, esto es lo único que nos faltaba, nosotros debemos permanecer unidos y no debemos distanciarnos por ningún motivo, está claro?

- Me voy a listar para la cena, permiso… - dijo la muchacha y salió de la habitación, Zack respiró un poco mas calmado y se apoyó a la pared, Adrián meneó la cabeza y se dedicó a afeitarse, debía lucir presentable para la cena con su tío, dioses… eso era lo que menos quería hacer…

- Talia es una exagerada – dijo Zack casi en un susurro y mirando al piso

- No… no lo es, lo que pasa hermanito es que tu no te has enamorado, y hasta que no lo hagas no lo podrás entender, porque lastimosamente el amor es una de esas cosas que tienes que experimentar por ti mismo, nadie te lo puede contar, Talia ama a Thanatos, siempre lo ha amado y se lo arrebataron, así como yo amaba a Pandora y la desterraron

- Pero…

- Por favor Zack, no me digas que habían razones porque eso no es cierto, lo que hubieron fueron excusas, Pandora está encerrada en el Olimpo como sirviente de Artemisa, y Thanatos está en fuga, las cosas no han sido buenas para nosotros, si no se han ensañado contigo es porque hasta cierto punto tú no les has dado problemas, y la verdad me alegro porque no has tenido que sufrir, pero eso no será toda la vida

- Yo sé que las cosas no son las ideales pero…

- Sin peros Zack, las cosas no son como deberían ser – Adrián le puso una mano en el hombro al menor que sonó derrotado, la verdad era que él no tenía argumentos para discutir con sus hermanos

- Eso no lo sé… yo también debo cambiarme

- Ok., me pasas a buscar para bajar juntos? – Adrián levantó el mentón de su hermano para mirarlo a los ojos, no le gustaba ver a Zack triste, el muchacho suspiró y asintió al decir:

- Si…

- Y cambia de cara, eres y siempre serás mi hermano favorito

- Soy tu único hermano

- Por eso eres el favorito, ya vete – Adrián le revolvió el cabello y le guiñó un ojo, Zack sonrió ligeramente para dirigiste a su habitación, era en serio lo de que tenía que cambiarse

 

A las ocho de la noche en punto, las puertas del comedor se abrieron y dieron paso a los tres herederos del Averno que venían charlando amenamente entre sí, pero se quedaron de piedra al entrar, es que Ares, el Dios de la Guerra no estaba solo, Zeus el Dios de los cielos estaba con él, ambos tenían expresiones serias y se quedaron callados cuando vieron a los muchachos entrar

- Pasen… pasen… era importante que vinieran hoy en la noche, tenemos un invitado muy especial – dijo Ares y sonrió, Adrián arqueó una ceja pero en nombre de la paz y la cortesía se acercó para estrechar la mano de Zeus, esto lo hizo formalmente, el Dios de los cielos estaba algo sorprendido, los hijos de Hades eran su viva imagen, no solamente eran muy parecidos a él, sino que tenían su porte, su gracia, su clase y estilo, en especial Talia, ella era una princesa en toda la extensión de la palabra, una de las mujeres más hermosas que Zeus había visto en su larga vida y eso era decir bastante

- Es un gusto verlos sobrinos míos, vaya… su padre estaría orgulloso si pudiera verlos – Zeus estrechó también la mano de Zack y besó la mano de Talia

- A nosotros nos gustaría verlo a él, está en tus manos el reunirnos – dijo Adrián, su tono destilaba sarcasmo

- No hijo, no está en mis manos, fue el consejo en pleno el que decidió encerrar a tu padre, pero no… por favor… no quiero mancillar esta ocasión tan feliz con recuerdos tristes, mejor vengan y díganme… cómo está todo acá abajo? – Zeus caminó hasta la mesa y se sentó en el puesto principal, todos los demás ocuparon sus lugares e inmediatamente una de las muchachas de servicio llegó con una botella de ambrosía en las manos y sirvió las copas dispuestas en la mesa

- No lo sé… he pasado en el calabozo la última semana – contestó Adrián, Zack lo pateó bajo la mesa y Talia sonrió divertida ante la obvia incomodidad de Ares

- En el calabozo?, por qué? – Zeus no se lo esperó y miró al Dios de la Guerra que meneó la cabeza y apuró su copa, hizo una seña y los platos servidos empezaron a llegar

 

La cena en si fue tranquila, Zeus supo mantener los ataques al mínimo porque Ares y Adrián no esperaban mayor oportunidad para atacarse mutuamente, el Dios de los cielos hábilmente cambiaba la conversación y Zack escuchó con atención las historias que Zeus contaba de Hades, al muchacho le daba la impresión de que el Dios de los cielos extrañaba a su hermano favorito pero… no podía o no quería liberarlo, eso nunca estuvo claro para el menor de los hermanos.  Al final de la cena, cuando estaban todos tomando café, Ares se aclaró la garganta y dijo:

- Bueno… hemos dejado lo mejor para el final, hay una razón por la que he llamado a Zeus esta noche, él ya lo sabe y está complacido con la noticia

- Qué noticia? – preguntó Adrián frunciendo el ceño, muy mala espina le dio la sonrisa en el rostro de Ares

- Como ustedes saben, he vivido y he gobernado el Averno los últimos años, Zeus y el concejo mayor están contentos con la manera en la que se han llevado las cosas, todo ha salido a pedir de boca y el balance entre los mundos no se ha visto afectado por la ausencia de Hades

- Esa es… tu opinión… - dijo Adrián tomando el último bocado de su café, Ares lo miró pero lo ignoró, por lo que prosiguió:

- Zeus me ha encargado el control del Inframundo de manera indefinida y yo pensé en hacerlo oficial

- No no no, tú no puedes tener el control del Inframundo, no tienes las habilidades o el poder para hacerlo, tu cosmo no es compatible con el Averno, tú no puedes regirlo – Adrián dejó con fuerza en la mesa su taza de café, esto es lo que él había dicho temprano en la tarde, rayos…

- Te equivocas muchacho, tienes un punto en decir que no puedo hacerlo… yo solo… necesito a alguien de sangre del Inframundo a mi lado para poder hacerlo, te necesito a ti mi princesa… como mi consorte… - Ares giró la cabeza y miró directamente a Talia la que palideció al escuchar estas palabras

- A mi?, no… no…

- Pretendes desposar a mi hermana?, estás loco?, sé que los romances con tus múltiples amantes no han durado pero eso no te da derecho de… de… intentar esto!!! – Adrián se puso de pie por la indignación que sintió

- Zeus ya dio su consentimiento, de esta manera les concederá la inmortalidad a todos ustedes y liberará una parte de su cosmo, así yo tendré el completo control sobre las criaturas del averno, las prisiones, los espectros y todo aquello que aquí habita – explicó Ares tranquilamente, su tono de voz era calmado pero sus ojos destilaban furia, él resentía sobre manera la forma que tenía Adrián de hablarle, le recordaba demasiado a Hades y lo odiaba por ello

- Diste tu consentimiento?, a nadie se le ocurrió preguntarme si yo estaba de acuerdo? – la hermosa muchacha se puso de pie también y lanzó su servilleta a la mesa

- Tu… harás lo que se espera de ti, por tu reino y los demás reinos, conservar el balance es lo más importante y ustedes lo saben, es tu deber como princesa del Averno – dijo Zeus y su tono era frío como el hielo, y prosiguió al decir: - Además… deberías estar honrada al ser desposada por Ares

- No… no lo haré, yo no me casaré con él, primero muerta

- Eso… puede arreglarse – dijo Ares en un tono severo, sus ojos brillaron como antes no lo habían hecho, o por lo menos Zack no recordaba haberlo visto, el menor de todos se puso de pie y dijo en el tono más conciliador que pudo:

- Por favor… tranquilicémonos todos y hablemos civilizadamente

- Yo no tengo nada más de que hablar – Talia se dio la vuelta y caminó a la salida, Adrián fue a su lado, Ares iba a decir algo pero Zeus lo tomó del brazo y meneó la cabeza, Zack se quedó unos momentos pero lo pensó mejor y fue tras sus hermanos

 

Zack salió al pasillo pero ya no los vio por ninguna parte, corrió hacia las escaleras pero no los vio, subió al piso siguiente para ir a la habitación de su hermana pero no estaban allí, así que bajó las escaleras nuevamente pero al escuchar voces se quedó quieto escondido entre la oscuridad

- Estás en problemas Ares, tu futura esposa te desprecia – el tono de Zeus era despreocupado y hasta divertido

- Será un reto someterla, no te lo voy a negar, pero es muy hermosa, ansío tenerla en mi cama

- No creo que acceda de buena manera

- Lo hará, ahí donde la vez ella es muy sentimental, ama a sus hermanos y hará lo que sea por ellos, cuando Adrián esté fuera de mi camino, ella protegerá con su vida y sacrificará todo por Zack, sé que lo hará, es muy parecida a su padre, en el carácter me refiero

- A su padre?, Hades?

- No… a su otro padre

- Por favor no me nombres a ese sucio mortal, nunca debió inmiscuirse en nuestras vidas o en la vida de mi hermano – dijo Zeus con súbita rabia

- Ok., ok., de cualquier manera ese es el talón de Aquiles de Talia, la podré controlar con eso fácilmente, ella es la clave de mi acceso al poder, una vez que me deshaga de todos los estorbos que tengo, claro está – Ares caminó hasta una estantería y tomó una de las botellas que allí estaban, sirvió dos copas, le dio una a Zeus y él tomó la otra, chocaron sus vasos al tiempo que el dios de los cielos preguntó:

- Cuando dices que pondrás a Adrián fuera de tu camino, a qué te refieres?

- Bueno… solo puedo decirte que sus días están contados, no puedo darme el lujo de mantenerlo en una celda como mártir, no… él tiene que morir para que los otros dos sepan que no amenazo en vano, así conseguiré que Talia se rinda ante mi, y que Zack se comporte, además… estamos siendo generosos, los tres deberían morir y tu lo sabes padre

- Si… lo sé, llámame sentimental pero… no pude matar a 3 niños inocentes, ellos no habían hecho nada, estaban solos y desamparados, además yo creo que la amenaza fue neutralizada al sacar de la jugada a su padre mortal, ellos han crecido lejos de su influencia, eso es algo, no?

- Si… algo, pero no lo suficiente, Adrián… él es un serio problema, Talia es difícil y Zack… Zack es un comodín que no se sabe que hará – dijo Ares apurando su copa y sirviéndose otra

- No que Zack era aliado? – preguntó Zeus frunciendo el ceño

- Si… pero ama a sus hermanos, y no creo que tome de muy buena manera la muerte de su hermano mayor, pero… tiene que hacerse… no puedo tener a Adrián vivo y bajo mi techo cuando sé que me odia y que hará lo que sea para echarme del que se ha convertido en mi reino, de esto ya hemos hablado padre, sabes que esto debe hacerse, lastimosamente Adrián no solo se parece físicamente a Hades, heredó su carácter, paciencia y perspicacia, él siempre desconfió de mi desde que era un niño, arrastró con él a Talia y no le tomará mucho más tiempo convencer a Zack… no… ya no podemos seguir esperando una nueva traición o un nuevo plan en  nuestra contra, yo creo que ya ha llegado el tiempo de intervenir como debimos hacerlo hace tantos años

- Si ya lo has decidido, sabes que cuentas con mi apoyo – dijo finalmente Zeus, aunque su tono era entre apenado y grave

- Gracias padre… gracias…

 

El corazón de Zack latía con violencia, nunca se imaginó que las cosas podrían darse de esta manera, se sentía usado y engañado, por años había confiado en la persona equivocada, Ares… que solo quería el poder y su reino, tal como Adrián siempre había dicho, dioses… tenía que encontrar a sus hermanos y advertirles de sus planes, tenían que escapar… pelear… algo tenían que hacer… Ares los había traicionado y no era solo eso, estaban solos y desprotegidos, Zeus lo sabía y estaba de acuerdo, las palabras de Adrián en la tarde pesaban más de lo que pudo haber imaginado jamás, sus vidas corrían riesgo como nunca antes… necesitaban ayuda… necesitaban a su padre…

 

Notas finales:

Este es solo el inicio, muchas gracias por leer y nos vemos en los próximos capítulos, espero que les guste lo que viene y nos vemos el miércoles en el capítulo nuevo, espero que hayan pasado las festividades de lo mejor, un abrazo, bye


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