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Yo soy su dueño II por darkmiss

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Notas del fanfic:

Hola gente, como han estado, ya tiene mucho tiempo que no publico algo en este lugar, pero algo en mi quiso publicar por así decir una serie de un fic antiguo, Yo soy su dueño, esta es una continuación de la misma, además de que fue hecha por un evento del foro SSY.net 1000 maneras de matar a Surt, espero que les guste. No soy buena escribiendo comedia, pero aun así espero que les guste, 

Notas del capitulo:

Esta es un One shot. espero que les guste.

 

Milo a sus casi 8 meses en estado fue a la oficina de Camus para que pudieran ir a ver el desarrollo de sus nuevos niños, el griego sonríe alegre al llegar al edificio de las oficinas donde trabajaba su galo; quien hubiera pensado que hacía unos meses estos dos niños que llevaba en el vientre hubieran sido una forma de compensar la falta que cometió el peli verde a su matrimonio.Todo iba muy bien en su matrimonio, tenía dos hijos preciosos, unos amigos que lo apoyan, un marido esplendido que más podría esperar y ahora un par de mellizos que fueron una gran sorpresa para ambos padres;entró a la modesta edificación, los empleados con quien se topaba, ya lo conocía, saludándolo como era costumbre, camino con cuidado hasta llegar a la oficio, toco la puerta e ingreso.


—Toc, toc, voy a entrar, hola Surt.—comento al nuevo secretario de Camus un joven de origen nordico de nombre Surt después de que misteriosamente Hyoga renunciara el mismo día de que lo viera en estado y Camus lo acompañara de ver la gran sorpresa que tenía el destino deparada; sin embargo al ingresar miró el escritorio del asistente de Camus vacío, así como los papeles en perfecto orden, busco por todos lados con la mirada pero no encontró a nadie ahí. 

—¿Qué raro?, tal vez es hora de su almuerzo, bueno no tiene importancia.—Camino hacia la puerta de la oficina de Camus al final de cuenta pero algo lo detuvo y era la voz de Camus hablando al alguien en el interior.

—Tengo que agradecer las dulces palabras a mi persona.—Milo se tensó.—pero tengo una familia a quien deseo, un esposo que respeto, unos hijos que son mi adoración y aunque no lo creas, ya una vez manche aquel puro amor y respeto que le tengo a Milo, pues él es el amor de mi vida y no puedo volver a traicionarlo y menos de esta forma que le propone joven Surt .

El moreno se tensó más, apretó el puño con furia, se mordió el labio impotente por lo que pasaba, pego la oreja a la puerta para seguir escuchando.

—camus, por favor, no tienes idea como me tienes de loco, desde la primera vez que te vi, supe que tu deberías estar conmigo, por favor dame una oportunidad e incluso puede ser nuestro secreto

—¿Cuántas veces tengo que decirte que no, Surt?, no puedo traicionar nuevamente a Milo y menos con la gente con quien trabajo, ya una vez paso y no volverá a pasar. 

—Camus, yo te deseo, te quiero, me tienes a tus pies, aquí estoy yo,como puedes tener a alguien como Milo, yo puedo ser mucho mejor que él, solo te pido que me des la oportunidad de demostrarte lo que puedo hacer por ti, solo pídelo y te puedo mostrar las estrellas.
 
—Ya te dije que no, ahora salte de ahí.

—Camus solo dame una oportunidad.

—Ya dije que no, y quítate de encima…! Que haces, aléjate!…suelta.

Camus estaba por empujar a su nuevo secretario pero el sonido de la puerta abriéndose de forma estrepitosa, ambos hombres miraron a la dirección viendo a Milo después de derribar la puerta con una patada, ingreso a la oficina encontrando a Surt aventándose sobre las piernas de Camus así como tratando de abrir la camisa del galo, mientras Camus hacia todo lo posible de separarse del pelirrojo.

—¡Camus!- grito Milo que podría jurar que todo el piso lo escucho, Camus y Surt al verse descubiertos, el peli rojo ignoro la presencia del griego y nuevamente se aventó esta vez para besar los labios galos.

 —Maldito desgraciado!—se dirige hacia las dos personas que tenía enfrente.

—Espera Milo, no es lo que...—No termino de hablar Camus cuando Milo tomo al nórdico del cabello jalándolo afuera de la oficina, Camus apenas se acomodó la camisa y salió de la oficina detrás del griego embarazado, sin embargo no camino mucho porque vio como se había puesto en pie sobre un escritorio.

—Esta es la primera y la última vez que dijo y espero que lo entiendan rápido, Camus es mi marido desde hace 10 años, y no hace poco me fue infiel con su secretario Hyoga, puede que sea un estúpido por perdonarlo y que de aquel perdón  este esperando a sus dos nuevos hijos, sin embargo hoy que vengo a ver a "MI" marido.—Resaltando el mi.—Veo que el destino lo puede a tentar esta vez con él.—Señala al pelirrojo que trataba de alejar al griego de él y salir corriendo.—Solo tengo algo que advertir. Todo aquel que se meta con mi marido se las verá con migo de esta forma.—Bajándose del escritorio con cuido e incluso con ayuda de la gente en su alrededor, en un movimiento rápido y en un golpe certero contra el escritorio, logro romperle la nariz para con un puñetazo con potencial dejar un ojo morado y concluyendo con un golpe en la parte baja del abdomen y una patada certera en piernas y en la zona sensible de la anatomía varonil, no en vano fue campeón de boxeo y artes mixtas  en la preparatoria tres años seguidos y por dentro Camus sonrio al ver los celos de su pareja; la gente a su alrededor  miro con asombro y miedo al marido de su jefe y los pocos que se dieron cuenta de su presencia en el lugar, se iban alejando de él con miedo a sufrir la ira del moreno, el griego al ver que habían captado su mensaje, se retiro del lugar satisfecho. 

Camus corrió atrás de Milo hasta llegar a la salida del edificio, miró al griego a punto de subir al auto y arrancar de ahí mismo, pero Camus le dio alcance poniéndose al frente del vehículo.

—¡Quítate Camus si no quieres que te arrolle!

—Milo escucha, primero que nada, deja y yo conduzco, segundo tengo mucho que explicar y tercero no puedo dejarte como estas además de como un joven embarazado pueda moverse con mucha agilidad. 

—“perdona” pero  Camus aun cuando tenga los nueve meses tengo la fuerza suficiente para derribar un luchador de la WWE, así que solo tienes cinco segundo para poner tu trasero aquí y llevarme a casa 

Camus por dentro agradeció los cambios de humor y sin desperdiciar un segundo más subió en la parte de piloto mientras Milo se ponía del otro lado, el galo condujo hacia su hogar, ambos no dijeron nada hasta llegar a su hogar, cuando el auto se detuvo Milo salió corriendo del estacionamiento y comenzó a subir las escaleras, el galo se preocupó y emprendió carrera, logrando alcanzarlo a la mitad del trayecto estando a punto de ingresar a la casa, miraron a Shura con su novia y sus hijos regresando de un paseo, los niños al ver a sus padres corrieron hacia ellos, primero saludando a “mamá” y después a su papá, Valeria le informo a Milo  y Camus como se portaron así como las cosas que hicieron ambos, Milo agradeció el cuidado de sus retoños y regreso de volvió junto con ellos, para ese momento Valeria y Shura supieron que algo había pasado, intercambiaron miradas y asistieron, el mujer fue detrás de Milo y los niños  mientras Shura se acercó a Camus.

—¿Ahora que hiciste?— discretamente pregunto

—se entero de Surt, me vio cuando él casi se me ofrece, le rompió la nariz, un ojo morado y ungolpe en los testiculos.

—ese es mi amigo. -dijo orgulloso el pelinegro

—¡Shura¡

—¡que!, me alegro que haya sido Milo el que pusiera las cartas en la mesa, ¿Que no se supone que ibas a arreglar el asunto Camus?, te dije que le dijeras a Milo la primera vez que quiso sobrepasarse contigo o sencillo lo hubieras despedido, ahora tienes un chico con casi 8 meses tal vez triste como la primera vez que tuvo que enfrentarse a su matrimonio, solo espero que eso no afecte a mis sobrinos.

Camus suspiro resignado no en vano Milo le tenía mucha confianza a Shura y eran amigos desde la infancia, podría decir que él estuvo de hacer lo mismo que hizo Milo con Surt si no fuera porque el griego le explico la relación que el español.

Ambos hombres fueron atrás de sus respectuvas parejas observándolas al frente de la casa de la familia, siendo el peli indigo quien abriera la casa, Milo fue el primero en ingresar seguido de Shura, Valeria  y finalmente Camus; el pelinegro y su pareja fueron con los niños a sus cuarto mientras Milo y Camus se quedaban en la sala Milo agacho la mirada comenzando a llorar, Camus se acercó y lo abrazo reconformándolo.

—¿Por qué Camus?
 
—Milo no fue mi intensión que me vieras así, no quiero volver a traicionarte, ya una vez lo hice y casi pierdo a mi familia, por favor Milo esta vez vuelvo a suplicarte que me creas, yo no quise hacer esta falta con nuestro matrimonio, prefiero mil veces la muerte que verte sufrir.—Milo se tensó para después estremecerse.—Milo di algo.  

—¡Camus...sueltame!

—No pienso hacerlo—Lo escucho gemir y Camus se aferró más. 

—En serio Camus suéltame.

—pues no lo hare.

—Camus…

—Milo.

—¡Los niños … ya vienen! ¡AH! 

—¡Que!.—Soltándolo finalmente.—¡Oh dioses!, ¡pero si apenas tienes 8 meses Milo, como es posible!

—Pues parece que los niños no quieren que su madre se enfrente a los …no empujen niños…  resbalados como lo son Hyoga y Surt …y si no vas por el auto ahora mismo… ¡ah! , te voy a demostrar que no solo puedo dejar ojos morados y romper narices con las manos.

—¡Niños al auto, su madre necesita ir al hospital, todos al auto ya¡, Milo dame la mano y aprieta como…¡Ah! Milo no la aprietes muy fuerte, Shura, Valeria traigan la ropa de los bebes está en la habitación, ¡Corran!, ¡Hay mi mano!... 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, hay una tercera parte Soy soy su dueño III. la subiré también para que la puedan disfrutar; espero sus comentarios y criticas( constructivas). Chao.


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